GÉNERO

Por Virginia Denis*

La gran marea feminista no puede pensarse por fuera de los contextos sociopolíticos, de las propuestas de los proyectos políticos de cara a las elecciones nacionales, como tampoco por fuera de las luchas emancipatorias.

Pensarse y asumirse feministas nos posiciona en una dimensión político cultural que lejos está de tensiones y conflictos, pero que asume un horizonte no negociable, que es la lucha por los derechos humanos de las mujeres, lesbianas, trans, travestis e identidades invisibilizadas, en las diversas manifestaciones que nos nombran, reconociendo así un movimiento que es diverso y heterogéneo.

¿Se puede pensar un movimiento feminista sin pensar el lugar que ocupa el debate por el poder en las relaciones de género? Sin dudas que no, quien tiene el poder toma las decisiones, así es que la manifestación pública que emerge con la fuerza y la rebeldía de quienes hemos sido enunciadxs por el universal masculino, no pide permiso, permea estructuras, las desafía y nombra.

El 3 de junio de 2015 el movimiento dijo basta, luego del femicidio de Chiara Páez, quien fue asesinada a golpes por su novio. La organización de la marcha impulsada en principio por periodistas, encontró adhesiones rápidamente, porque fue una respuesta a la larga lista de violencias que se ejercen en nuestras casas, en la calle, en nuestros trabajos y muchas veces desde el Estado, quien debe ser garante de los derechos y de la ampliación de ciudadanía.

¿Se puede pensar una agenda feminista en el marco de un gobierno nacional y popular? La respuesta es sí, un gobierno que se manifiesta en favor de los derechos y la justicia social deberá tener en su agenda como tema prioritario la necesidad de políticas públicas destinadas a la erradicación de la violencia en todas sus manifestaciones.

El registro de la violencia

Mientras se escribe esta nota, volvemos a mirar los datos que arrojan las investigaciones que fueron publicadas la última semana.

El Registro Nacional de Femicidios, del Observatorio de las Violencias de Género “Ahora que sí nos ven”, dice: “Al 20 de mayo de 2019 la gestión del actual gobierno de Cambiemos registra en su haber 1071 femicidios, dentro de los cuales 136 corresponden a femicidios vinculados de mujeres, niñas, varones y niños, lo que arroja 1 femicidio cada 28hs”. Este informe es elaborado a partir de medios gráficos y digitales entre el 3 de junio de 2015 y el 20 de mayo de 2019.

Por su parte el Movimiento Mujeres de la Matria Latinoamericana, registra 89 femicidios directos, 4 vinculados de mujeres y niñas, 5 vinculados de hombres y niños y 2 Trans travesticidios y 17 casos en procesos de investigación, tomando el periodo del 1 de enero al 20 de mayo de 2019. El informe se elabora a partir de medios gráficos y digitales. Este registro da como resultado una víctima por violencia machista cada 33hs. A lo que suman que se registran 122 casos de ataque de violencia hacia el colectivo Disidente/diverse desde el 1 de enero al 17 de mayo de 2019.

Así mismo el 31 de mayo la Oficina de la Mujer, que corresponde al Corte Suprema de Justicia de la Nación, elaboró un informe en el que se expresa que durante el año 2018 se identificaron 278 víctimas letales de violencia de género. Este informe fue elaborado con datos aportados por los Poderes Judiciales del todo el país, en el periodo de 1 de enero al 31 de diciembre de 2018.

Es importante destacar que la Oficina de la Mujer fue creada en 2009, luego de que el Congreso de la Nación sancionara la ley 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales. Así a partir de esta decisión política, el estado asume la responsabilidad en consonancia con sus compromisos internacionales de dar respuesta. No todos los gobiernos toman la necesidades y demandas de sus pueblos y legislan en favor. Ya es de conocimiento público que la actual gestión de Cambiemos, destinó $11 por mujer en su presupuesto 2019 para la erradicación de la violencia.

Estos datos, estos registros, evidencian que ya no es posible pensar las agendas gubernamentales y los presupuestos nacionales, provinciales y municipales obviando los urgencia de políticas de estado que garanticen el derecho humano a una vida libre de violencia y esto no se logra sólo enunciando, se necesitan cada uno de los poderes del estado y la participación de la ciudadanía para poder generar procesos democráticos y responsables que den respuestas concretas a cada una de las personas respecto de la violencia.

Un proyecto político con Justicia Social para un gobierno más igualitario

Nos volvemos a preguntar ¿Es posible pensar una agenda feminista en el marco de un proyecto nacional y popular?, lo consideramos no sólo posible, sino necesario para no ingresar en una profunda contradicción que eche por tierra las acciones transformadoras de los proyectos que piensan y asumen a sus pueblos y no es mera anuencia, sino porque advertimos y repudiamos a los gobiernos que profundizan el liberalismo, que achican el estado porque están anclados en un proyecto de país mercantilista, donde el mercado, la oferta y la demanda son quienes marcan la agenda las de las necesidades y los rumbos. La política de la especulación y el cinismo, lo impregnan todo y los derechos ingresan en una timba de conveniencias.

Falta poco para que volvamos a ejercer el derecho de elegir a nuestrxs representantes en las urnas, octubre será un punto de inflexión de responsabilidad histórica. ¿Qué podemos hacer hasta entonces? Promover las conversaciones necesarias con nuestrxs compañerxs, referentes, con lxs aliadxs, para que se produzca la traducción política de las necesidades urgentes en materia de género, el arco de participación debe ser amplio nos debemos todxs construir esta agenda y acuerdos

Pensar desde un proyecto político democrático, con justicia social y feminista, donde el Estado asume la responsabilidad de ser garante y estar presente es lo que vamos a necesitar. Nosotrxs creemos en el Estado, porque es el lugar que construimos todxs cada día cuando nos asumimos y somos consideradxs sujetxs de derechos.

Volver, con agendas y presupuestos con perspectiva de género, con paridad en los cargos, con equidad en los salarios, con políticas públicas destinadas a promover los derechos humanos de las mujeres e identidades disidentes, con políticas socioeducativas, con equidad en las relaciones de género y con la confianza de poder dar el debate por la distribución de la palabra y por el poder en nuestros ámbitos laborales, en nuestras casas, en las calles, en cada uno de los espacios de participación, es parte de la propuesta que vamos construyendo de manera colectiva y diversa como el movimiento.

*Observatorio de Comunicación, Estudios de Género y Movimientos Feministas – Secretaría de Género – FPyCS-UNLP

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