DERECHOS HUMANOS

El 10 de diciembre de 1948, finalizada la Segunda Guerra Mundial, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamaba la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Un tratado que pretendía impulsar los derechos y libertades de todas las personas del mundo, independientemente de su origen, raza o religión.

Dos años después, declararon esta fecha como el Día Internacional de los Derechos Humanos. Los 30 artículos que han sido traducidos a más de 500 idiomas, establecen los modos en que las personas deben convivir  en sociedad, al igual que las relaciones que deben tener con el Estado y las obligaciones del Estado hacia ellas. 

Hoy se cumplen 71 años desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos y aunque en ella se establecen las normas que reconocen y protegen la dignidad de todos los seres humanos, todavía queda muchísimo camino por recorrer para que todas las personas gocen de los mismos derechos.

Las huellas profundas que han dejado los abusos del Estado a nuestros derechos, por acción o por omisión de garantizarlos,  son un motivo fundamental para la disputa cotidiana  por la exigencia de su cumplimiento. El hecho de que los mismos sean de carácter constitucional  no nos garantiza su ejercicio pleno. En la Argentina durante los últimos 4 años del gobierno de Mauricio Macri, se ha marcado un enorme retroceso y cercenamiento de derechos de una manera sin precedentes desde la apertura democrática.

Hemos oído al presidente Macri desde su misma asunción, a modo de amenaza y crítica de las luchas de nuestras queridas  Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo, decir “se terminó el curro de los Derechos Humanos” instalando una política de negacionismo con respecto a lo acontecido con el genocidio de estado en nuestro país, negando la cifra de víctimas, multiplicando las domiciliarias para los asesinos, entre otras políticas en este sentido llevadas adelante.

Vimos a las fuerzas de seguridad atentar contra la vida de Santiago Maldonado, Rafael Nahuel y otrxs tantxs, víctimas de violencia institucional, la proclamada doctrina Chocobar, en alusión al sargento que mató por la espalda a Juan Pablo Kucoc,  los abusos de las fuerzas de seguridad durante la gestión Cambiemos batió todos los records históricos desde la apertura democrática. Nos arrebataron la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual que había sido discutida democráticamente  a lo largo y ancho del país, arrestaron y persiguieron ilegalmente a líderes sociales inundando las cárceles de presos y presas políticas. Fueron eliminados los ministerios de Ciencia y Tecnología, Cultura, Energía, Agroindustria, Salud, Turismo, Ambiente, Trabajo y Modernización. Destruyeron la ley de medios más democrática de la historia argentina.

No se trata de hacer un recuento de cada una de las veces en que el gobierno vulneró los derechos de lxs argentinxs, sino de ser conscientes de las luchas que como sujetos de derecho debemos defender. Hoy podemos volver a soñar con nuevas victorias y tenemos, como ciudadanxs, el deber de recuperar todo lo que nos ha sido arrebatado. De construir y mejorar nuestra democracia entre todxs.

En este contexto no debemos olvidar a nuestros hermanxs latinoamericanos de Chile, Ecuador, Colombia y Bolivia; y desde nuestro lugar exigir y luchar por el ejercicio pleno de sus democracias.  Ningún gobierno, grupo o persona individual puede llevar a cabo un acto que vulnere los derechos de los demás. Los derechos humanos son universales e inalienables.

Secretaría de Derechos Humanos de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP

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