GÉNERO

Por Julia Basualdo*

Hoy 8 de marzo las mujeres, lesbianas, travestis y trans de todo el mundo paramos, las consignas y los reclamos que atraviesan este día son diversos pero la lucha es la misma, millones de mujeres y disidencias unidas haciéndole frente a un sistema patriarcal. Gran parte de la actividad del mundo se detiene porque decidimos suspender nuestras actividades en reclamo de nuestros derechos.

En nuestro país la vulneración de los derechos hacia las mujeres se pone en evidencia de la manera más cruel, cada 23 horas una mujer es asesinada en manos de un varón, en lo que va del 2021 se registraron al menos 35 casos de femicidios. El femicidio es una de las formas extremas de violencia de género, nos asesinan por nuestra simple condición de mujeres. Según un relevamiento realizado por el Observatorio Mumalá, durante el 2020 se registraron 329 muertes violentas a mujeres, travestis y trans.

Úrsula, Guadalupe e Ivana son algunos de los nombres que nos duelen y están presentes en cada reclamo y pedido de justicia. Úrsula Bahillo fue asesinada el 8 de febrero de quince puñaladas por su ex pareja, Matías Ezequiel Martínez, un policía de la bonaerense que tenía una restricción perimetral y había sido denunciado varias veces por violencia de género.

Guadalupe Curual, de 21 años, madre de una bebe de un año, fue asesinada el 23 de febrero a puñaladas en pleno centro de Villa la Angostura por su ex pareja, Bautista Quintriqueo, quien  tenía dos restricciones perimetrales y la había amenazado de muerte 48 horas antes.

Ivana Módica estuvo desaparecida desde el jueves 11 de febrero y su cadáver fue encontrado ocho días después de que su pareja Javier Galván, un integrante de la Fuerza Aérea, confesara ser el autor del femicidio e indicara el lugar del hallazgo. El femicida tenía una orden de restricción perimetral.

Estos casos demuestran que las perimetrales y las denuncias no alcanzaron y frente a ello sentimos la impotencia por no haber podido evitarlo y la bronca por el nulo accionar del Poder Judicial. Son muchas las problemáticas y falencias de las instituciones y de la sociedad en general, por eso necesitamos una reforma judicial feminista y  un cambio de toda la estructura social, un camino que se torna utópico pero que transitaremos por todas las mujeres que ya no están, por cada madre que hace del dolor un ejemplo de lucha, por cada travesticidioinvisibilizado, por cada hijo/a/e que quedó huérfano/a/e, por todas nosotras. Y lo haremos ocupando los lugares que nos corresponden, disputando el poder, discutiendo y haciendo política, organizándonos con nuestras amigas y compañeras, poniendo de nosotras una vez más compromiso y lucha feminista.

*Secretaría de Género de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.

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