Con profunda tristeza despedimos al querido Maestro Jesús Martín Barbero, Doctor Honoris Causa de nuestra casa de estudios, cuya obra es uno de los pilares fundacionales del campo de la comunicación en América Latina.

Los aportes de Jesús Martín Barbero, ligados al compromiso de su corazón y de su razón con la política, la comunicación y la cultura, nos abrieron un mapa de preguntas por el poder, las hegemonías y el reconocimiento de la diversidad y de las identidades de nuestra región. Su perspectiva hizo posible pensar desde los mestizajes que estamos hechos, comprendiendo las desigualdades y transformando nuestra cultura en un campo de lucha por los sentidos.

Desde aquel célebre escalofrío epistemológico nos interpeló a colocarnos en un lugar de incomodidad, a salir de nuestra zona de confort académico para pensar los medios pero también, y sobre todas nuestras prácticas y discursos en los procesos de construcción cultural.

Jesús Martín Barbero fue un intelectual “faro”, un pionero, un apasionado, un maestro, con una sensibilidad y una generosidad que ha contribuido desde su inagotable pensamiento a una teoría hecha de y desde lo popular. Su trabajo combinó el rigor disciplinario y la trascendencia de las dualidades con la apuesta por unas posiciones epistemológicas cuya interpelación central se ligó a la categoría de “Pueblo”. 

Junto a él hemos transitado el camino de la construcción crítica del conocimiento, capaz de reconocer las matrices de pensamiento de otras latitudes, pero a la vez emancipándonos hacia la creación de unas epistemologías del sur. En este sentido, Jesús Martín Barbero ha puesto por delante una pregunta ineludible e impostergable: ¿qué país cabe en nuestras academias? Con ello nos invitó a construir el rol de las y los intelectuales y a incorporar lo popular y la patria a la academia, a la universidad, como algo inseparable.

La potencia teórica de Martín Barbero no acaba en las páginas de sus libros, sino que continúan en el texto de sus experiencias de vida, en las luchas convidadas, en los aportes que nos ha hecho, en el legado que nos deja a nuestra institución y al campo de la comunicación.

Lo recordaremos siempre con una gran admiración, entre tantas otras cosas, nos enseñó a pensar para transformar a partir de mapas nocturnos, a imaginar nuevos horizontes y a luchar para crear mejores mundos posibles.

¡Hasta siempre, Maestro!