PRENSA

Por Carlos Ciappina*

Hubo una zona del ex Virreinato del Río de La Plata que estuvo permanentemente en guerra desde 1810 hasta 1823. Hubo durante ese período nueve invasiones de las tropas del Rey, que venían del núcleo del poderoso Virreinato del Perú.

¿Quiénes detuvieron durante esos doce años a los realistas? Los gauchos –los Infernales los llamaron – de Martín Miguel de Güemes. Tan importante y decisiva fue su guerra de guerrillas, que la liberación de América del Sur hubiera sido imposible sin su lucha.

La vida de Martín Miguel de Güemes recorrió el camino de varios patriotas revolucionarios: nacido en una familia terrateniente de Salta su camino siguió, sin embargo, otros destinos. Destinos de emancipación latinoamericana.

A los 20 años de edad formaba parte del Regimiento de Infantería en Buenos Aires cuando llegó la primera invasión inglesa. La Fragata invasora “Justine” bombardeaba Buenos Aires cada vez más cerca de costa. El río bajó de golpe y el buque encalló. Güemes a cargo de un grupo de jinetes capturó la nave de la marina más poderosa de la época montado a caballo!! 

Iniciada la lucha independentista, ya en 1810 –con 25 años de edad- se puso al frente del “Escuadrón Gaucho” en Humahuaca, la bella Quebrada era el camino obligado de los realistas –desde el siglo XVI-  para intentar sofocar primero a las resistencias indígenas- y luego a  la revolución. Ya  en 1812 , Güemes y sus gauchos resistieron la primera invasión realista de Pío Tristán. 

Llegado San Martín en 1814, le propone iniciar la “Guerra Gaucha”, guerra de ataques y retrocesos que derrota la segunda invasión realista del general  Pezuela.  Güemes es nombrado y aclamado por su pueblo como Gobernador de Salta, Jujuy , Tarija y Orán.

Para 1816 la revolución estaba en peligro extremo, San Martín organizaba el ejército de Los Andes, pero los realistas volvían a atacar por el norte: Güemes es nombrado Jefe del Ejército auxiliar del Alto Perú. Su lucha quedaba integrada a la lucha por la liberación de Chile y Perú. Por eso, Güemes es un prócer latinoamericano además de un defensor de la frontera norte.

Reconociendo su tarea, el General San Martín lo designó Jefe del Ejército de Observación y Auxilio para la liberación de Perú.

¿Por qué un personaje tan importante de nuestra historia independentista ha estado alejado del grupo de nuestros próceres latinoamericanos? ¿Por qué estuvo ausente de nuestra historia?

Porque además de su lucha independentista, Güemes se constituyó en un “gaucho más”; un hombre que se sumó a su pueblo – “el padre de los pobres” – comenzaron a llamarlo. Su “guerra gaucha” sumaba mestizos, indígenas, varones y mujeres. Su hermana Macacha luchaba junto a él y junto a su esposa Carmen Puch y la enrome Juana Azurduy organizaron el sistema de espionaje que hacía desestabilizar el movimiento de las tropas realistas. Estas valientes y decididas mujeres revolucionarias se ganaron el mote de la época: ”Las bomberas de Güemes “ las llamaron .

Este gaucho popular era odiado por los realistas del Alto Perú y también por los criollos terratenientes de su provincia, de Jujuy y del Tucumán: Güemes como gobernador había prohibido expulsar de las tierras a las familias de los que luchaban por la libertad, había suspendido el pago de arriendo a quienes alquilaban fincas y se sumaban a los ejércitos patriotas y había habilitado a los gauchos a tomar “lo que necesitaran” de los propietarios contrarrevolucionarios para sostener la lucha.

Güemes era amado por su pueblo y temido por los privilegiados que temían por perder sus tierras en manos del pueblo acaudillado por Güemes.

También molestaba al cada vez más influyente partido “unitario” de Buenos Aires. Güemes creía en una emancipación americana pero también en una nación federal y era, además, firme aliado de San Martín quien era hostigado por el partido rivadaviano aún en medio de la lucha contra España. 

En mayo de 1821 el Cabildo de Salta –refugio del privilegio colonial- se alió con el general realista Olañeta y en una reunión ilegal depuso al gobernador Güemes. Güemes retomó la ciudad, pero en la lucha con las fuerzas realistas para expulsarlas de la ciudad de Salta fue herido en combate el 7 de junio de 1821y se escondió en un campo fuera de la ciudad. El coronel enemigo mandó dos emisarios para decirle a Güemes que si ordenaba interrumpir la lucha contra el ejército realista le permitirían tratarse médicamente. Güemes no sólo se negó sino que hizo jurar a sus soldados que nunca aceptaran ese trato aunque él estuviera inconsciente.

Murió a la intemperie el 17 de junio de 1821 con apenas 36 años. El único general de la historia nacional en morir en combate.  La historia oficial lo relegó al mundo del olvido, por gaucho, por caudillo federal, por “padre de los pobres”.

La Gazeta de Buenos Aires –en manos de los unitarios rivadavianos- se hizo eco de la noticia de la muerte de esta manera “murió el abominable Güemes, ya tenemos un caudillo menos”.

Los pueblos del Alto Perú, la Quebrada y Salta y Jujuy no lo vieron de la misma manera: había muerto el caudillo que entregó todo por la emancipación americana.  

Y por esa misma razón, hoy, lo reivindicamos como un líder de proyección latinoamericana. Por eso este 17 de junio de 2021 se conmemora en nuestro país el “Día Nacional de la libertad latinoamericana”. Para tener memoria y recordar a quienes como Martín Miguel de Güemes lucharon por la emancipación política, social y económica para nuestra América Latina.

*Docente y director de la Licenciatura en Comunicación Social de esta casa de estudios.

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