Los años pasan y, aún en el 2021, nos seguimos preguntando dónde está cada persona que a diario desaparece y falta. En esta fecha, en la que a nivel internacional se busca visibilizar y realizar campañas por la trata de personas,  es necesario seguir reflexionando sobre una de las formas de explotación, que comenzó en la ½ mitad del siglo XX, y que consolidó la posibilidad de mercantilización de algunos cuerpos por sobre otros.

La historia del tráfico de personas, es una historia marcada por la invisibilización. La dominación y la explotación de mujeres. En mayor porcentaje en mujeres o cuerpos feminizados, se construye un tratamiento humillante y degradante como es la explotación sexual. Y como sucede en todas las violencias, las mujeres y niñas son sin lugar a duda las más afectadas ya que sus cuerpos pueden ser mercantilizados, explotados y traficados.

La trata de mujeres, en Argentina e internacionalmente, continúa siendo la razón porque las mujeres y niñas faltan de sus hogares. Pero también como sucede ante las luchas que nos parecen imposibles de combatir, la fuerza de los feminismos populares nos invita a desafiar lo posible.

Marta Ramallo en su lucha por la desaparición forzada de su hija Johana, ha desafiado las redes de trata que existen en nuestra ciudad, y visibilizado la fuerte desigualdad a la que nos vemos sometidas las mujeres y disidencias. Johana fue vista por última vez un 26 de Julio del año 2017, en la calle 1 y 63, a solo 5 cuadras de nuestra facultad.

En nuestro país, Susana Trimarco, madre de María de los Ángeles Verón secuestrada en el año 2002, cuando se dirigía a una consulta médica, es una de las mayores referentas que durante años ha hecho carne el dolor por la desaparición de su hija.

Con la creación de la Fundación María de los Ángeles por la lucha contra la trata de personas se ha logrado recuperar a un sin fin de mujeres en situación de explotación sexual, generar instancias de acompañamiento y de formación para diferentes instituciones.

La Ley de Trata de personas (26.482) en Argentina, está vigente desde el año 2012 a partir de la incansable lucha de Susana Trimarco para lograr su sanción. Y es considerado un avance en materia de Derechos Humanos.  Sin embargo, es necesario seguir construyendo como sociedad, estrategias de visibilización para erradicar cualquier tipo de explotación hacia las personas. Que no es más ni menos que la construcción de una patria con igualdad de derechos sobre nuestros cuerpos y libertades.

Secretaría de Género de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social.