El periodismo tiene un rol fundamental al ser el relator por excelencia que, muchas veces desde la inmediatez de los hechos, tiene que narrar e interpretar tales complejidades de forma tal que pueda darle coherencia a ese maremágnum de información. Como profesional que integra este mundo regido por la velocidad, vive en carne propia la precarización de su trabajo, pero a su vez, por ser hijo/a de los cambios tecnológicos, se le abren infinidad de oportunidades que le proporcionan diversos canales de expresión. Pero también se le suma un mayor reto, ya que las audiencias hoy ciertamente “activas” transitan un proceso de empoderamiento que las hace constructoras de sus propias noticias. Tal situación comienza a romper con el posicionamiento hegemónico de los medios masivos en tanto constructores de la agenda de noticias, ya se elevan muchas voces que indican qué temas son los que importan ser narrados.
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