Clase 09

A lo largo de la cursada vinimos trabajando sobre la importancia del deporte como un espacio privilegiado para incluir sectores sociales anegados al sistema dominante. En este sentido observamos el papel que cumplen los sectores populares como fuerza emancipatoria en tanto se enfrenta, dadas sus necesidades básicas insatisfechas, a una constante puja de poder con los sectores acomodados o como lo llamamos en nuestra materia, hegemónicos. El deporte no escapa a esa contienda sino por el contrario, se transforma en arena de luchas donde podemos observar se expresan esas rivalidades y negociaciones de sentido, donde un sector aprende del otro, demostrando que se necesitan mutuamente para subsistir.
Esto se debe a que, al adoptar una visión de cultura como fenómeno trasversal, podemos
comprender al deporte y sus múltiples manifestaciones como una práctica cultural. Tal concepción nos abre el camino para analizar a las prácticas deportivas como fenómenos donde se pueden observar elementos estructurales de la conformación social, así como, subjetivos que demuestran que mediante la acción social se pueden cambiar o, al menos, resquebrajar profundas concepciones fuertemente arraigadas en los imaginarios sociales estructurales. Por ejemplo, piensen en cómo por un lado el deporte muestra las manifestaciones racistas propias de una sociedad que se hacen evidentes a través de los cánticos de las hinchadas; pero, a su vez, esa visibilización permite que sean duramente cuestionadas y penalizadas, ya sea sacándole puntos obtenidos en el campeonato al
club que manifestó tales valorizaciones o proponiendo distintos actos de repudio al racismo al inicio de los eventos deportivos. Como ese ejemplo podemos citar innumerables actos que muestran al deporte como un espacio permeable y abierto a disputas socioculturales que lo incumben, pero también, lo traspasan.
Como veremos en textos que se dedican específicamente a la problemática de la inclusión social en el deporte, en nuestro país son relevantes las instituciones deportivas como los clubes sociales que tienen como uno de sus objetivos primigenios la inclusión de los sectores sociales marginados. Esas organizaciones que nacen con características cooperativas donde sus miembros, en tanto socios, construyen una identidad de pertenencia colectiva que los impulsa a la participación sin fines de
lucro, aún se puede observar su influencia en clubes que, dado su auge económico, supera los límites de lo barrial y/o nacional, trascendiendo a escala internacional lo que los coloca en sistemas financieros de características capitalistas empresariales que los aleja de los objetivos que provocaron su fundación. Tales resquicios de ese pasado, por ejemplo, emergen cuando frente a diferentes crisis sociales que vivió la región, ya sea por una fuerte inundación o por el actual avance de la pandemia del covid-19, abren sus puertas a los más necesitados ofreciendo sus espacios para la ayuda social.

Frente a los cambios tecnológicos y la penetración de los grandes capitales queda analizar hasta qué punto esas reminiscencias cooperativistas, que buscan la inclusión social, se van perdiendo o recobran fuerza pujando por un cambio de paradigma institucional.
Con los ejemplos expuestos buscamos que se pueda apreciar la complejidad que encierra el deporte a la hora de emprender su análisis. Como vimos en otros módulos de la materia, todas esas manifestaciones se transforman con la penetración de la tecnología, la cual se aceleró enormemente en los meses en que la pandemia produce el encierro de la sociedad al ámbito privado, siendo la tecnología la única vía de comunicación posible con nuestro exterior. Esto es, la pandemia nos sumergió aún más en la necesidad de “vivir conectados”, tal aceleración nos enfrenta al reto de redimensionar al deporte y al periodismo deportivo desde su ejercicio hasta su relación con sus audiencias. Durante mucho tiempo y, en particular, cuando las tecnologías comenzaron sus primeras manifestaciones, se la concebía como fenómeno de exclusión sociocultural; hoy esa visión tiende a cambiar y se la observa como medio de inclusión exigiéndole al Estado que provea de conectividad a toda la sociedad. En este sentido podríamos arriesgar que la inclusión social de la tecnología se volvió una política de Estado.
En consecuencia, los/as invitamos a repensar la función del deporte y la influencia de la tecnología como espacios de inclusión sociocultural que empoderan a los sectores populares posibilitándoles su visibilización y unión; pero que también, puede producir exclusión sino se conciben políticas públicas que velen por la igualdad en la conectividad y acceso a, al menos, una pelota.

Lectura obligatoria:

BOURDIEU, P. (1990). “¿Cómo se puede ser deportista?” en Sociología y Cultura. Grijalbo,
México: 193/213.

Material complementario:

MATERIAL DE ACCESO RÁPIDO AL TEXTO DE BOURDIEU