Taller de Estrategias en el Campo de la Educación Popular y No Formal.
- Fundamentación.
La propuesta
El Taller de Estrategias en el campo de la Educación Popular y no formal es un taller optativo de duración cuatrimestral. Se organiza a partir de la articulación de tres ejes que atraviesan el recorrido de la propuesta de aprendizaje. Un eje conceptual, un eje metodológico y un eje práctico.
El taller propone a lxs estudiantes llevar adelante experiencias prácticas de educación, organizadas a partir de un desarrollo conceptual que les permita comprender y diferenciar modelos de comunicación/educación, vinculados a contextos y proyectos políticos específicos. Dichas experiencias, permiten además poner en juego una propuesta metodológica de educación no formal coherente a cada modelo.
El recorrido conceptual está organizado, de modo tal, que lxs estudiantes puedan reflexionar sobre las diferentes propuestas de educación que se han dado históricamente en América Latina; para llegar a una reflexión sobre el contexto actual y la definición de ejes que caractericen una propuesta de educación popular coherente con nuestro tiempo.
Además, se trata de recuperar desde el campo de la Comunicación, aquellas experiencias enmarcadas en los procesos de Comunicación Alternativa para definir aportes al campo de la educación popular.
Por último, el eje metodológico, se pone en juego a lo largo de todo el proceso, principalmente en las prácticas desarrolladas por lxs estudientxs en los contextos específicos. Se trata de brindar herramientas para llevar adelante procesos de educación no formal en comunicación.
La educación popular como marco teórico, político y pedagógico.
La asignatura toma a la educación popular como propuesta teórico-práctica que se construye en la praxis, esto es, no se puede dar una definición acabada pero si elementos para su conceptualización que expresen una voluntad de acción en un determinado contexto. Los procesos históricos reales modifican las relaciones entre el pueblo y la educación de modo que, desde esta perspectiva, no hay estrategias universalmente válidas, ni una verdad esencial para saber hacer educación popular.
“No es una metodología, una didáctica, un conjunto de métodos y técnicas, sino un pensamiento pedagógico que, posicionándose ante una realidad social, apuesta a la educación como una herramienta fundamental de la transformación cultural”.[1]
Se parte de pensar que la Educación Popular acompaña los procesos organizativos de los pueblos, educa, pero también organiza y transforma, se basa en la idea fundamental de que las personas tienen conocimientos, una sabiduría propia. Freire hablaba “del conocimiento del conocimiento anterior” y en este sentido se retoma su legado que expresa que todos somos sujetos de conocimiento, de que el pueblo tiene una sabiduría popular expresada en sus formas de enunciación, religiosidad, productos culturales y sentido común y que son diversos y diferentes de los legitimados por la cultura dominante. Contempla la necesidad de que conversen, dialoguen con los saberes estructurados en la ciencia, no quedarse sólo con el saber popular, reconocer y poner en práctica el derecho de los sectores populares a acceder a los de los “cultos” para, someterlos a una mirada crítica.
Los procesos de educación popular siempre se inscriben en el interior de procesos más amplios que el meramente educativo y que buscan que lxs sujetxs populares se constituyan en sujetxs empoderadxs, críticxs y organizadxs. Por tal motivo, no se trata solo de una actividad educativa sino también de investigación, de participación, de acción y transformación social.
Se observa como ámbitos de acción prioritarios de la EP a la sociedad civil y sus organizaciones, para fortalecer y profundizar los procesos democráticos y fortalecer la capacidad de los sectores populares para su participación real en la esfera pública, lo que implica partir de las prácticas reales de lxs protagonistxs, intervenir en su capacidad de articulación de demandas e interés y de incidencia en las políticas públicas. Se busca que lxs sujetxs individuales y colectivxs puedan pensar su realidad, aporten iniciativas, influyan y transformen los procesos y construyan realidades propias, desde el deseo propio.
Desde la Cátedra se pretende generar prácticas educativas que apoyen la recuperación de la memoria colectiva, el fortalecimiento de las organizaciones en su capacidad de desear, de identificar demandas, la creación de formas colectivas de gestión y de relaciones sociales democráticas. Generar espacios y prácticas que permitan el encuentro entre lxs educadorxs/comunicadorxs, lxs actorxs sociales, los conocimientos del mundo académico, las voluntades políticas y la acción social.
Entonces, como no pueden pensarse procesos educativos disociados del contexto y la realidad, se hace fuerte y evidente para lxs comunicadorxs/educadorxs trabajar, reflexionar, aprender y gestionar con el pueblo para defender el derecho a la educación y el derecho a la comunicación como derechos humanxs fundamentales, aportar para que el pueblo tenga la palabra en los textos, en las clases, en las radios, en los diarios, trabajar para que puedan y quieran decir.
La Educación No Formal como modalidad
La noción y modalidad de educación no formal surge para dar respuestas extraescolares a necesidades y demandas nuevas, diferentes a las cubiertas por el sistema educativo formal, la escuela. “En la década de los 70, en pleno crecimiento demográfico de los países del Tercer Mundo, la educación no formal cobró mayor importancia como estrategia formativa orientada a aquellos grupos sociales que no han podido recibir una enseñanza básica completa”.[2] En la actualidad no solo se aboca a trabajar con los sectores que no acceden a la escuela, está adquiriendo otras posibilidades respecto de la actualización del conocimiento y el desarrollo de competencias en muchos casos son destinatarixs de este tipo de educación personas que han accedido a niveles educativos superiores.
Surge de lo anterior que el marco institucional y metodológico de la escuela (en todos sus niveles) no siempre es el más idóneo para atender todas las necesidades y demandas educativas que se van presentando en diferentes momentos.
Cuando nace le necesidad de crear otros medios y espacios educativos estos, no necesariamente son opuestos o alternativos a la escuela. La escuela concede una formación básica y unas competencias para seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida (procesos educativos permanentes), que tienen lugar en la educación informal y en la educación no formal.
El crecimiento de la educación no formal se vincula entonces, en muchas ocasiones a la preocupación por la formación de nuevas estrategias de desarrollo individual y colectivo y debe enfocarse a ofrecer múltiples y variadas respuestas a las demandas o necesidades de aprendizajes relacionados con el desarrollo de actitudes vinculados por ejemplo, a la participación ciudadana, la generación de empleo, al uso de las tecnologías de la comunicación y la información etc. Por eso, una de las características de los procesos de educación no formal es que son desarrollados voluntariamente por lxs sujetxs, lo que supone un mayor grado de motivación, se participa por necesidades o interés personales o grupales y es el/la mismx sujetx quien puede evaluar el desarrollo del programa y en función de ello continuar o abandonar el proceso educativo.
Además, la planificación de acciones de educación no formal exige, para cubrir las necesidades y demandas educativas de la sociedad, una fuerte articulación, adecuación y relación con el contexto. Debe ser permeable a nuevos métodos y técnicas que, a diferencia de la rigidez institucional propia de la escuela, puede adaptarse y tomar rápida y fácilmente aquellos temas, saberes y habilidades exigidos en los diferentes contextos y que al sistema educativo formal, por sus características particulares, le lleva más tiempo y realizar reformas estructurales para incluirlo en sus contenidos.
Se está avanzando cada vez más hacia estrategias educativas generales sin que una modalidad educativa anule a la otra sino que se vinculen eficazmente hacia objetivos y procesos específicos de desarrollo. “La democratización del conocimiento no puede quedar circunscripta solamente a la escuela: frente a la complejidad política, económica, social, científica y tecnológica el acceso al conocimiento para la mayoría de la población solo es factible a través de la movilización de múltiples recursos educativos, más allá de la escuela”.[3]
Asistimos y observamos en la actualidad propuestas de educación no formal que se realizan en ámbitos formales de educación, tal como sucede con las actividades realizadas en lo que se denomina “escuelas de puertas abiertas”. Frente a la relación educación formal y educación no formal, se elije la perspectiva que centra la idea en una complementariedad entre ambas.
Desde este lugar, pensar y gestionar procesos educativos desde la educación no formal requiere trabajar de forma cooperativa y solidaria con la educación formal, estar abierta a los nuevos fenómenos y necesidades, culturales, tecnológicos y comunicacionales, buscar la vinculación con el desarrollo personal y comunitario.
Es importante agregar, que la educación no formal debe tener un sentido profundo, más allá del grado de formalización, estrategias didácticas, metodología, estructura, espacios, destinatarixs, etc. Este sentido profundo tiene que ver con el fundamento ideológico, su intencionalidad político pedagógica, su orientación “reproductora” o “emancipadora/liberadora”. Por eso cobra relevancia la educación popular como marco teórico y pedagógico, por su intencionalidad política y educativa transformadora.
Se entiende que, la educación en la escuela o más allá de la escuela, puede ser o no educación popular es justamente en esta situación donde se encuentra el desafío en la formación del/la Comunicadxr/educadxr.
La formación de Profesorxs en Comunicación Social, desde este posicionamiento, debe posibilitar la indagación, la reflexión, la producción y la intervención con fundamentos políticos y pedagógicos para actuar en las políticas públicas, en las instituciones y en los diferentes espacios de enseñanza aprendizaje desde una mirada crítica, en relación al contexto y en diálogo con el pueblo.
Aportes para pensar relaciones entre educación y comunicación.
Lenguaje y conocimiento
El lenguaje, materia prima para la construcción del pensamiento e instrumento esencial del desarrollo intelectual, se adquiere, pues, en la comunicación, en ese constante intercambio entre las personas que hace posible ejercitarlo y de ese modo apropiárselo.
“No basta recepcionar (leer u oír) una palabra para incorporarla al repertorio personal; para que se suscite su efectiva apropiación es preciso que el sujeto la use y la ejercite, la pronuncie, la escriba, la aplique; ejercicio que solo puede darse en la comunicación con otros sujetos, escuchando y leyendo a otros, hablando y escribiendo para otros” (Kaplum. 1998).
Un aprendizaje comprensivo termina cuando un sujetx ha podido adquirir y apropiarse de los signos que representan los conceptos adquiridos. Es decir, puede existir un concepto porque hay en el repertorio de posibilidades, signos que permiten expresarlos.
“El desarrollo del pensamiento está determinado por el lenguaje… El desarrollo de la lógica es una función directa del lenguaje socializado… El crecimiento intelectual depende del dominio de los mediadores sociales del pensamiento, esto es, del dominio de las palabras. El lenguaje es la herramienta del pensamiento” (Kaplum.1998). Y por eso es importante en todo proceso educativo trabajar desde y con los lenguajes (con lenguajes diversos), que nos permitan ampliar nuestra capacidad de expresión, pero también de conocimiento y de búsqueda. Ampliar el universo de los lenguajes es ampliar el universo de los sentidos. Los sentidos, son la riqueza de todo proceso educativo y también comunicativo, todo proceso de producción de conocimiento y todo proceso de diálogo.
“Cuando el sujeto educando logra expresar una idea de modo que los otros puedan comprenderla, es cuando él mismo la comprende y la aprehende verdaderamente” (Kaplún, 1993).
“Comunicar es conocer. El sentido no es solo un problema de comprensión sino sobre todo un problema de expresión” (Gutiérrez & Prieto Castillo, 1991). Se llega al pleno conocimiento de un concepto cuando se plantea la oportunidad y a la vez el compromiso de comunicarlo a otrxs.
La comunicación de sus aprendizajes se perfila así como un componente básico del proceso de conocer y ya no solo como un producto subsidiario del mismo. La construcción del conocimiento y su comunicación no son dos etapas sucesivas en la que primero el/la sujetx se lo apropia y luego lo expresa, sino la resultante de una interacción: se alcanza la organización y la clarificación de ese conocimiento al convertirlo en un producto comunicable y efectivamente comunicado. Pero, para que el/la educandx se sienta motivadx y estimuladx a emprender el esfuerzo de intelección que esa tarea supone, necesita destinatarixs, interlocutorxs reales: escribir sabiendo que va a ser leído, preparar sus comunicaciones orales con la expectativa de que será escuchadx (esto es lo que nos enseña Freinet).
“Educarse es involucrarse en un proceso de múltiples flujos comunicativos. Un sistema será tanto o más educativo cuanto más rica sea la trama de interacciones comunicacionales que sepa abrir y poner a disposición de los educandos” (Kaplúm, 1992).
Comunicación, cultura, deseos.
El reconocimiento de las características propias, invita a una mirada profunda desde la cultura. Una mirada que dé pistas acerca de cómo somos y de donde venimos; pero sobre todo hacia donde deseamos ir. La identificación de los deseos propios, la puesta en común de estos, en la creación de los deseos colectivos. Ir desde la identidad y la subjetividad hacia lxs otrxs y con lxs otrxs.
Esto es pensar el deseo como motor de la acción y la participación, como motor de todo proceso de aprendizaje decidido. Si nuestra opción es el aprendizaje desde la participación, podemos decir que no hay participación sin deseo. Y la construcción del deseo implica siempre una profunda red de relaciones con uno mismo, con los demás y con un habitad. Todo esto es imposible sin proceso de comunicación. Quien social y culturalmente es mandado al silencio, quien vive proceso profundo de exclusión social y cultural, tiene amputada su capacidad de desear. Para recuperarla, es necesario comenzar un profundo trabajo de comunicación. Recuperar la expresión, la comunicación, es recuperar la emoción, el sentido y el deseo.
La comunicación pensada como hecho cultural, como proceso de producción de sentidos, nos da la oportunidad de situarnos en procesos de creación. Nos permite situarnos en instancias de resignificación de la realidad. En momentos en que podemos producir nuevos sentidos que nos permiten comprender más profundamente “cómo estamos en el mundo”, cómo es el mundo en el que estamos, y cómo es el mundo en el que queremos habitar.
Los campos de la comunicación, la educación y el desarrollo, dialogan en experiencias concretas de propuestas de participación social y comunitaria. Espacios donde la gente se organiza y toma decisiones colectivas que inciden en sus vidas cotidianas.
Objetivo General:
Brindar a lxs estudiantes nociones teórico-conceptuales de conformación del campo de la educación popular y promover la creación de estrategias metodológicas propias para que puedan diseñar y desarrollar propuestas de educación no formal desde una perspectiva de comunicación contextualizada en América latina.
Objetivos específicos:
- Favorecer la construcción y el intercambio de conocimientos a partir de la articulación teoría- práctica.
- Problematizar las prácticas sociales vinculadas al campo de la educación popular y no formal, desde los aportes de los estudiantes.
- Lograr una articulación entre los ejes temáticos propuestos por la cátedra.
- Promover espacios de diálogo y escucha para involucrar a lxs estudiantes en comunicación a debates y los lugares de reflexión y decisión.
- Conocer y analizar experiencias y propuestas de educación y de comunicación en América Latina que permitan reflexionar individual y colectivamente sobre los diferentes contextos y proyectos políticos de surgimiento.
- Construir un marco teórico conceptual, para reflexionar y posicionarnos en relación a la educación popular y no formal en procesos de gestión del desarrollo desde la comunicación.
- Compartir metodologías y reflexionarlas a partir de nuestros posicionamientos teóricos/políticos, apropiándonos y/o reinventando herramientas que le den sustento a los procesos de diseño, gestión, evaluación y sistematización en prácticas de educación popular y no formal desde la comunicación.
- Promover prácticas de educación popular y no formal para fortalecer experiencias de aprendizajes con lxs estudiantes del taller.
- Contenidos: Especificados por unidad
Unidad I. Reflexión y construcción de sentidos propios sobre el ser comunicador/educador.
Modelos de Comunicación/modelos de educación. Aprendizaje como proceso. Procesos educativos desde el nuevo Paradigma. Aportes de la comunicación a los procesos educativos en el contexto actual. Construcción de sentidos individuales y colectivos sobre las prácticas en comunicación/educación. La comunicación como camino para des-formalizar la educación. Comunicación/educación en procesos de desarrollo.
Unidad II. Reflexión y construcción del marco teórico, político y pedagógico.
Educación Popular. Procesos de educación permanente. Educación No formal, Educación formal. Educación Informal. Experiencias educativas vinculadas al pensamiento popular en América Latina. Simón Rodríguez en el contexto de las luchas por la Independencia. Paulo Freire en el contexto de las luchas por la liberación. Nuevos sentidos sobre la educación popular.
Unidad III. Estrategias y recursos pedagógicos para el diseño y desarrollo de propuestas educativas.
Formulación de proyectos de comunicación/educación. Diagnóstico, planificación, gestión y evaluación. El Taller como espacio y metodología. Animación socio cultural. Sistematización. El registro y la relatoría. El Cronograma. El cuerpo en los procesos educativos. La producción de insumos para los procesos. La mediación de materiales.
Unidad IV. La práctica de la comunicación
La Pedagogía de la comunicación en Francisco Gutiérrez. La comunicación como camino para la transformación. Comunicación alternativa/comunicación popular. Los lenguajes de comunicación: nuevos modos de expresión, nueva alfabetización. La producción de mensajes propios.
Unidad V. Educación Popular y no Formal en relación a las problemáticas actuales.
Pensar la Comunicación/educación en procesos de Desarrollo. Análisis de experiencias de educación popular y no formal en el marco de los problemas de desarrollo en el contexto: derechos humanos, ambiente, género y sexualidades, inclusión social, pueblos originarios y otros. Educación no formal y políticas públicas.
- Requisitos para la aprobación:
El Taller es de Promoción abierta con evaluación parcial y sin examen final.
El taller se aprueba con nota mínima final 6 (seis).
El sistema de calificación se da a partir de dos dimensiones, por un lado el desempeño individual y por otro el desempeño grupal. Cada dimensión incluye diferentes propuestas para la acreditación, a las cuales les corresponden diferentes instancias de devolución y recuperación de acuerdo a las características de la consigna de trabajo.
Condiciones para la aprobación de la curada:
– Asistencias a clases: se deberá contar con el 80% de asistencias.
– Realización de trabajos prácticos: Del 100% de los trabajos entregados, el 80% de los mismos deberán ser aprobados con calificación mínima de 6 (seis) puntos.
– Examen parcial teórico conceptual: La instancia de evaluación parcial requiere la obtención de 6 (seis) puntos como mínimo para su aprobación. Es de carácter individual y comprende los temas contenidos en el programa de la materia.
– Trabajo práctico final integrador: Es de carácter grupal y comprende una intervención en una organización social. Cuenta con una instancia de prestación y defensa. El mismo debe ser aprobado con una nota mínima de 6 (seis).
Tanto en el proceso individual (examen parcial y trabajos prácticos) como en el grupal, las instancias de evaluación incluyen una devolución.
Las evaluaciones parciales ya sean individuales o grupales y el trabajo final (grupal) tendrán un recuperatorio por instancia de evaluación más un recuperatorio general.
Las cuatro notas se promedian y dialogan en instancias individuales y grupales con los y lxs estudiantes. Esta instancia tiene como objetivo que la nota refleje el proceso vivido por todos lxs participantes (estudiantes, docentes y ayudante alumnx) del proceso educativo.
Se intenta promover en los estudiantes en el proceso:
- Apropiación conceptual: construcción de una mirada propia sobre el campo.
- Aportes individuales a la producción de marcos teóricos pertinente a cada lugar de prácticas.
- Reflexión individual que articule la bibliografía propuesta con la gestión de la práctica y la propia mirada.
- Capacidad de escucha y diálogo.
Se intenta promover en lxs estudiantes en el aula:
- Actitud comunicativa y de entre aprendizaje
- Aportes a la construcción de sentidos colectivos.
- Cumplimiento de entrega en tiempo y forma de trabajos prácticos.
- Aportes al dialogo de saberes.
Se intenta promover en los grupos de estudiantes:
- La gestión responsable con el centro de prácticas.
- La asistencia y compromiso con la organización.
- La organización del grupo de trabajo para la gestión del proceso integral.
- La toma de dediciones.
- Llevar adelante los objetivos propuestos.
Aspectos a evaluar individualmente:
- La articulación de los contenidos teóricos de la cátedra en relación al proceso en el centro de prácticas. La herramienta de evaluación no está definida a priori, sino que es en relación al proceso, al camino de reflexión, a los obstáculos y fortalezas de cada estudiante. La instancia concrete de evaluación puede ser en forma de trabajo práctico domiciliario o un parcial presencial.
- La presencia en el aula. Se presta importancia a la asistencia a las clases, la actitud y la participación en la producción de trabajos propuestos en el espacio de taller.
Aspectos a evaluar en forma grupal:
- El proceso en el lugar de prácticas, la entrega de informes de avances y relatorías.
- La entrega de la propuesta final integradora.
[1] Pérez, Esther (2000) Qué es hoy la educación popular para nosotros. Pañuelos en rebeldía. Equipo de Educación Popular, Buenos Aires.
[2] Vázquez, Gonzalo (1998) “La educación no formal y otros conceptos próximos”. Ariel,
Barcelona.
[3] Sirvent, Ma. Teresa y otros. Revisión del concepto de educación no formal. Programa de Desarrollo Sociocultural y Educación Permanente. Facultad de Filosofía y Letras UBA. Buenos Aires 2006.