Por Héctor Bernardo
Este martes, 16 de mayo, la Asamblea Nacional de Ecuador dará inicio al juicio político contra el presidente, Guillermo Lasso, quien está acusado de malversación de fondos públicos.
Una semana atrás, el martes 9 de mayo, en una contundente votación (con 88 votos a favor, 23 en contra y 5 abstenciones), el órgano legislativo aprobó el inicio del proceso contra el ex banquero y hoy presidente ecuatoriano.
Poco tiempo antes, la Corte Constitucional de Ecuador había aprobado que se avance con el proceso de juicio político contra el mandatario. De los nueve magistrados que componen el organismo, seis votaron a favor de aprobar el proceso y tres en contra.
Acto seguido, la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional de Ecuador aprobó la incorporación de 49 pruebas al proceso de juicio político.
Mediante un comunicado los jueces informaron que “el pleno resolvió inadmitir las dos acusaciones relativas al presunto delito de concusión y admitir la acusación de juicio político relacionada con el presunto delito de peculado”.
La oposición denuncia que el mandatario ecuatoriano habría incurrido en el delito de peculado (malversación de fondos públicos) en el marco de la causa por un contrato firmado por la empresa estatal Flota Petrolera del Ecuador (Flopec) y la firma privada Amazonas Tanker.
Además, aunque no es parte de este juicio político, una serie de investigaciones vinculan a presidente Lasso con una red corrupción y de narcotráfico en la que estaría involucrado su cuñado, Danilo Carrera.
Para que el mandatario, que asumió en 2021, deje su cargo, deberán votar a favor de su destitución 92 asambleístas, lo que representa dos tercios del Poder Legislativo. La votación sería el sábado 20 de mayo.
De ser destituido, Lasso sería remplazado por su vicepresidente Alfredo Borrero para completar el mandato hasta 2025.
Aun se especula con la posibilidad de que el mandatario ecuatoriano convoque a la denominada “muerte cruzada”, una facultad presidencial establecida en el artículo 148 de la Constitución ecuatoriana, por la cual el mandatario pude disolver el Congreso y llamar a elecciones generales.
Lo cierto es que, en el transcurso de esta semana, Lasso podría dejar de ser el presidente de Ecuador.