Costa Rica, la cenicienta que sorprendió en Brasil

El fútbol de Costa Rica no suele remitir automáticamente a estilo de juego definido, pero con el paso del tiempo fue tomando color e identidad. La selección costarricense, entre los años 1920 y 1990, pasó por desapercibida en toda competencia internacional, como en los Mundiales o copas propias de su región.
En ese tiempo, el simple hecho que a un seleccionado le tocara el equipo “Tricolor” era motivo de menospreciarlo como adversario, ya que poco había logrado en su historia y era débil el peso de su nombre.
Posterior a los años ‘90, la selección de Costa Rica comenzó a tomar un protagonismo clave para la construcción de su respectivo estilo o identidad de juego. Los costarricenses no solo consiguieron clasificar a la Copa del Mundo de Italia ’90, sino que por primera vez en la historia, lograron pasar la serie de grupos y participaron de una fase final. Lamentablemente cayó derrotado por el seleccionado checoslovaco por 4 a 1 en Octavos de Final, pero la historia no acaba ahí.
Luego de hacer historia en Italia y ausentarse en dos mundiales consecutivos (Estados Unidos ’94 y Francia ’98), logró una estupenda clasificación al Mundial del 2002 que se disputó en Corea-Japón, donde se tenía que enfrentar a China, Turquía y nuevamente al temible Brasil. Le arrebató la victoria al seleccionado chino, empató con los “Turcos” y cayó, como era de esperarse, ante el equipo Brasilero. Estos resultados no les alcanzó para pasar a la fase final, pero fue el puntapié inicial al reconocimiento de todo el pueblo costarricense, que a pesar de ver a su selección eliminada en la fase de grupos, nunca guardó rencor y aplaudió de principio a fin al equipo de la “Sele”, que dejó todo dentro del campo de juego para demostrar la grandeza del fútbol de Costa Rica.
En 2006, la selección de Costa Rica se consagró campeón por segunda vez consecutiva de la Copa de Centroamérica (UNCAF) y se cargó de confianza y buena energía de cara al Mundial que se iba a disputar en Alemania ese mismo año. En dichas eliminatorias no tuvo la campaña deseada, aunque clasificó de todas maneras y en la fase de grupos le tocó un grupo bastante complicado, conformado por Polonia, Ecuador y el segundo equipo más ganador de Copas Mundiales, Alemania. Fue una serie para el olvido, ya que el equipo “Tico”, de los tres partidos que disputó, perdió absolutamente todos, quedando así rápidamente afuera de la Copa del Mundo en la primera ronda.
Luego del último mundial, se venía una dura prueba en las tierras sudafricanas. A principios de las eliminatorias de dicho Mundial que se jugó en 2010, la selección costarricense tuvo un buen comienzo, ganando siete partidos y empatando uno. Todo parecía perfecto y el buen humor de los que vestían de tres colores iba en aumento, pero como dice la frase, toda racha se termina y así fue. Todo lo conseguido previamente, se comenzó a desmoronar, cayendo en tres encuentros con la selección de Honduras, México y El Salvador, dejando todo en manos de los estadounidenses, que deberían ganarle a Honduras para que el equipo “Tricolor” dispute un partido repechaje. Finalmente, fueron por su última oportunidad para poder viajar a Sudáfrica y les tocó enfrentarse a Uruguay, el cual por la minima ventaja, se quedó con la última plaza para la clasificación de la Copa del Mundo, dejando afuera al seleccionado costarricense.
Posterior al fracasado intento de clasificación para el Mundial de Sudáfrica, el plantel se renovó por completo, mirando de cerca la Copa del Mundo que se avecinaba. La próxima estación era Brasil 2014 y ahí está el porqué de tanta explicación y repaso histórico de la selección costarricense. Todo lo anteriormente escrito, no es por capricho o por querer rellenar un par de líneas, sino que el Mundial que se disputó en Brasil, fue un trampolín a la evolución de la selección “Tica”, que demostró parte de la apropiación de identidad que lograron conseguir en estas últimas casi tres décadas.
Costa Rica logró conseguir, después de ocho años, el pasaje directo al Mundial de Brasil 2014, ganándole a México, Guyana y El Salvador en los partidos de Eliminatorias. En el sorteo para la fase de grupos, le tocó ni más ni menos, que enfrentar a los tres equipos campeones del mundo y favoritos de toda la historia, Inglaterra, Uruguay e Italia. Delante de estos monstruos del fútbol mundial, la selección costarricense quedaba muy chica, dándole así lugar a los distintos medios deportivos de diferentes países para que subestimen y menosprecien al equipo del país “Tico”. Distintos fueron los títulos de los principales canales televisivos que minimizaron al mango y denominaron a Costa Rica, como: “La cenicienta del grupo”, “El seleccionado que menos chances tiene”, “La niña bonita de Brasil 2014” y demás paparruchadas periodísticas de mal gusto. Pero eso no hizo decaer a la selección “Tricolor”, sino que todo lo opuesto, hicieron oídos sordos y fueron por todo, demoliendo y eliminando a las grandes figuras que se colocaran por delante de ellos. El primero en caer fue Uruguay, por un punzante y sorpresivo 3-1. La segunda víctima de “La cenicienta del grupo”, fue Italia, que tropezó y perdió por la mínima (1-0). Solo quedaba la casi eliminada selección inglesa, que luego de un buen planteo por parte de los de Costa Rica, terminaron igualados en cero, para el festejo y el descontrol del pueblo costarricense que por segunda vez en la historia clasificaba a los octavos de final de la Copa del Mundo.
Grecia era el contrincante al que tenía que medirse el equipo de Jorge Luis Pinto (entrenador de Costa Rica) y si los más grandes del mundo, como Uruguay, Italia e Inglaterra, cayeron ante los costarricenses, el equipo griego no era un oponente serio. La realidad es que, luego que el cotejo terminara en empate (1-1), los “Ticos” se quedaron con la plaza para los cuartos de final después de sobrepasar al rival por la tanda de penales.
Lo que había logrado hasta ese momento la selección de Costa Rica, era a base de garra, lucha, humildad, sudor, sentimiento por la camiseta y amor por el país y eso parecía ser el gran secreto que tanto guardaba este país en cuanto a su identidad de juego. Al equipo costarricense solo le restaba un esfuerzo más para así clasificar a Semifinales, pero el rival de turno era Holanda, otro grande del fútbol mundial. No era fácil, pero tampoco imposible -siguiendo el mismo criterio que comentábamos más arriba-. El encuentro terminó igualado y sin goles, por lo cual tuvieron que ir nuevamente a los penales. Esta vez la suerte no estuvo del lado del “Tricolor”, ya que cayó por 4-3 desde el punto de penal y así abandonó el Mundial de Brasil 2014, con el orgullo de haber marcado un nuevo capítulo a la historia del fútbol costarricense y con la frente bien en alto en nombre de todos aquellos grandes equipos que cayeron ante el débil y menospreciado Costa Rica.