Dossier

Protestas sociales del sector salud en pandemia: análisis de la enfermería en la prensa de Rosario, Argentina

Social Protests in the Health Sector during a Pandemic: Analysis of Nursing in the Rosario City Press, Argentina

Esteban Iglesias
Universidad Nacional de Rosario, CONICET, Argentina
Juan Bautista Lucca
Universidad Nacional de Rosario, CONICET, Argentina
Natacha Bacolla
Universidad Nacional de Rosario, Argentina
Universidad Nacional del Litoral /CONICET, Argentina
Sebastián Castro Rojas
Universidad Nacional de Rosario, Argentina

Cuadernos de H ideas

Universidad Nacional de La Plata, Argentina

ISSN: 2313-9048

Periodicidad: Frecuencia continua

vol. 16, núm. 16, e071, 2022

cuadernosdehideas@perio.unlp.edu.ar

Recepción: 18 Febrero 2022

Aprobación: 20 Junio 2022

Publicación: 01 Noviembre 2022



DOI: https://doi.org/10.24215/23139048e071

Resumen: La pandemia de la covid-19 trajo aparejado múltiples cambios en el mundo del trabajo, modificando sus rutinas, sus formas de comunicación, los vínculos laborales, e inclusive las modalidades en que se expresan, manifiestan y canalizan los descontentos en el espacio público. Este artículo analiza las particularidades de las acciones colectivas protagonizadas por uno de los actores del sector salud, el de la enfermería, el cual tuvo mayor exposición en el contexto de la pandemia, potenciando, un conjunto de tensiones y demandas preexistentes. Sin dejar de contextualizar en el plano nacional, se focalizará en la experiencia de la ciudad de Rosario, ya que nos permite dar cuenta de la protesta más allá del foco habitual de la atención noticiosa nacional en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). En primer lugar se revisan un conjunto de opciones y decisiones teórico metodológicas realizadas para dar cuenta de las formas y prácticas de la protesta a partir del relevamiento de prensa. En segundo lugar, se analizarán los itinerarios de la acción contenciosa en el espacio público a través de la protesta del sector de la salud.

Palabras clave: Pandemia, covid-19, protesta social, enfermería, prensa, Rosario.

Abstract: The COVID-19 pandemic brought with it multiple changes in the world of work, modifying its routines, its forms of communication, labour ties, and even the ways in which discontent is expressed, manifested and channelled in the public space. This article analyses the particularities of the collective actions carried out by one of the actors in the health sector, the nursing profession, which had greater exposure in the context of the pandemic, strengthening a set of pre-existing tensions and demands. Without neglecting the national context, we will focus on the experience of the city of Rosario, as it enables us to account for the protest beyond the usual focus of national news attention in the Metropolitan Area of Buenos Aires (AMBA). Firstly, we will review a set of theoretical and methodological choices and decisions made to account for the forms and practices of protest based on the press survey. Secondly, the itineraries of contentious action in the public space through protest in the health sector will be analyzed.

Keywords: Pandemic, COVID-19, social protest, nursing, press, Rosario.

Introducción

La pandemia de la covid-19 trajo aparejado múltiples cambios en el mundo del trabajo, modificando sus rutinas, sus formas de comunicación, los vínculos laborales, e inclusive las modalidades en que se expresan, manifiestan y canalizan los descontentos en el espacio público.

En este marco los actores del mundo del trabajo tuvieron que adaptarse rápidamente a la virtualización del espacio laboral con la incorporación del trabajo remoto, de protocolos, nuevos hábitos, la modificación de rutinas y de los usos del espacio físico dada la imposición de aforos para la utilización de instalaciones cuando la actividad permaneció en carácter presencial. Esta metamorfosis del mundo del trabajo –llevada a cabo en el medio del pavor y la experimentación– puso rápidamente en evidencia el cansancio de los trabajadores por la sobreexposición y las múltiples demandas laborales que la crisis sanitaria exigía. Más aún entre los trabajadores de la salud que, junto a otras actividades declaradas “esenciales”, afrontaron aquello que con metáforas bélicas se llamó la “primera línea de batalla” frente a la emergencia sanitaria. Añadiendo la precariedad de las condiciones de partida –un sistema de salud caracterizado por la fragmentación y heterogeneidad en términos político-institucionales, regionales y presupuestarios– sobre las que se incorporaron un conjunto de nuevas exigencias derivadas de las prescripciones de organismos internacionales y sus traducciones en políticas locales frente a las problemáticas desatadas por la covid-l9.

Este contexto sumamente complejo tornó aún más difícil la movilización social así como cualquier manifestación de política contenciosa. Las razones fueron diversas. En primer lugar, porque las políticas de confinamiento o reducción de la circulación limitaron la expresión de las demandas colectivas en los espacios públicos. En segundo lugar, porque la recesión económica tuvo un fuerte impacto en el mundo laboral y sus expresiones organizadas. Y, en tercer lugar, porque la incertidumbre de la pandemia produjo una fuerte retracción individual que atomizó a la ciudadanía y puso en entredicho los lazos de solidaridad social de los actores colectivos.

Por ello, durante la pandemia se construyeron al menos dos hipótesis en las ciencias sociales desde donde abordar la problemática de la acción colectiva: por un lado, que las políticas públicas orientadas hacia el encierro doméstico frenarían los conflictos experimentados durante 2019, principalmente en determinados países de América Latina como Ecuador, Chile o Colombia; y, por otro lado, que la pandemia radicalizaría el tiempo y los estados de ánimo precedentes, catapultando aún más el descontento, las manifestaciones y, por ende, la protesta social.

La respuesta a esta hipótesis puede observarse a partir de los datos que recopila y ofrece el proyecto global ACLED (The Armed Conflict Location & Event Data Project). En el mismo se constata un aumento sostenido de la cantidad de eventos de protesta durante 2020 en la Argentina y en Latinoamérica. Los niveles de conflictividad social se incrementaron durante los momentos de mayor algidez de la pandemia, principalmente por demandas económicas y laborales impulsadas por los sindicatos, y, además, por las promovidas por los grupos de interés que manifestaban su encono frente a las medidas de contención y el conjunto de restricciones de la pandemia –especialmente, a fines de 2020 y principios de 2021–.

Ahora bien, a contracorriente de este nuevo panorama de virtualidad en el mundo del trabajo y de incremento de la protesta social en defensa de la “vieja normalidad” frente al contexto de la pandemia, el caso de los/as trabajadores de la salud presentó una singularidad inusitada, tanto en relación a su presencia y activismo precedente como también en contrapartida al reclamo de los demás sectores que ocupaban el espacio público de la protesta.

Efectivamente, el descontento provenía de la aumentada exigencia laboral de la presencialidad, en paralelo al incremento exponencial del riesgo en su práctica laboral, de sus condiciones laborales en un contexto de peligro de contagio, y, a su vez, y no menos importante en defensa de las medidas de control y contención de la pandemia. Esta evidencia debe ponerse en perspectiva, ya que las condiciones laborales vinculadas a las profesiones del cuidado sanitario arrastran en el largo plazo un conjunto de tensiones y demandas irresueltas: desde el pluriempleo, la feminización, los salarios desactualizados, las jornadas de trabajo largas y extenuantes, la carencia de equipos adecua­dos y la ausencia de estrategias sistemáticas para afrontar los retos físicos y afectivos que derivan de las tareas de cuidado (Aspiazu, 2017, 2019; Ramacciotti & Testa, 2021).

Si esto puede sostenerse respecto del sector en general, la enfermería ha afrontado un escenario históricamente complejo dada su ubicación en la intersección de dos grupos laborales con sus especificidades. Por una parte, de aquello que se define como “trabajadores del cuidado” cuyas actividades contribuyen principalmente a la salud, seguridad física, bienestar emocional y desarrollo cognitivo, en un constante contacto con quienes son los sujetos de su trabajo (England, Budig & Folbre, 2002; Borderías Mondéjar, Carrasco Bengoa & Torns Martin, 2011). Por otra parte, la enfermería se inserta en la complejidad del sector salud en la Argentina, el cual se caracteriza por una alta fragmentación y heterogeneidad en términos político-institucionales, regulatorios y regionales, que profundiza los problemas de inequidad en la cobertura, financiación y condiciones laborales (Tobar, Olaviaga & Solano, 2012). Este sistema se encuentra conformado por tres subsectores –público, de obras sociales y privado– que atienden a diferentes poblaciones, prestan diversos servicios y difieren en el origen de sus recursos y están escasamente articulados internamente y entre sí. La fragmentación del sistema se profundizó durante las reformas neoliberales de la década del noventa en dos sentidos: la desregulación del mercado laboral y la descentralización de buena parte de las funciones sociales del Estado, por un lado, y la modificación del sistema de seguridad social. El sector privado se expandió considerablemente en términos de cantidad de establecimientos y capacidad instalada. Se incorporaron nuevos actores, intermediarios y formas de contratación que complejizaron aún más la fragmentación del sistema, características que no han sido revertidas en las últimas décadas (Acuña & Chudnovsky, 2002; Kessler, 2014). Esta doble inserción le otorga al trabajo de enfermería condiciones laborales complejas y muy heterogéneas (Pereyra & Micha, 2016; Aspiazu, 2017). Las normativas que regulan las tareas difieren según jurisdicción y escalafón en el cual se incluye a los trabajadores/as de enfermería, y las remuneraciones varían según el subsector de referencia. Respecto a las condiciones laborales, debe decirse que en nuestro país se registra un déficit cuantitativo respecto de la relación médico/enfermeras y enfermeras/población total, así como una subclasificación para las tareas realizadas (debido a la gran proporción de enfermeras auxiliares en relación a las enfermeras profesionales).1

En este marco, las preguntas que orientan este trabajo remiten a ¿cómo se organizó políticamente la acción contenciosa de uno de los sectores que tuvo mayor exposición laboral en un contexto signado por una pandemia? Por ello, resulta relevante el análisis de las protestas protagonizadas por uno de los sectores nodales, particularmente la enfermería, lo que posibilitará observar la fisonomía que adquiere esta voz incorporando nuevos matices a la protesta en el derrotero histórico de la misma en Argentina a partir de sus demandas, sus prácticas y los propósitos dela acción contenciosa.

Este escrito pondrá el foco en la experiencia de la ciudad de Rosario, ya que nos permite dar cuenta de la protesta más allá del foco habitual de la atención noticiosa nacional en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Para ello, se tomará en cuenta una perspectiva analítica fundamentada en datos para este trabajo, la que se llevará adelante con fuentes periodísticas locales (conocida como Protest Event Analysis). Estas serán el sustento para mensurar y conocer la fisonomía de la acción contenciosa, a partir de la recolección de información realizada en el marco del proyecto PISAC COVID-19 0022 “La enfermería y los cuidados sanitarios profesionales durante la pandemia y la postpandemia del COVID-19 (Argentina, siglos XX y XXI)-Nodo Rosario”.

En los siguientes apartados habremos de focalizar: en primer lugar, en las opciones y decisiones teórico metodológicas realizadas para dar cuenta de las formas y prácticas de la protesta a partir del relevamiento de prensa; y en segundo lugar, con los datos obtenidos del mismo se dará cuenta de las vicisitudes e itinerarios de la acción contenciosa en el espacio público a través de la protesta del sector de la salud en la ciudad de Rosario. Esto, nos permitirá analizar las particularidades de las acciones colectivas protagonizadas por el eslabón más débil de los actores del sector salud, el de la enfermería, que tuvo mayor exposición en el contexto de la pandemia, el cual potenció, como ya se ha dicho, un conjunto de tensiones y demandas preexistentes. Como ha señalado Aspiazu (2017):

[…] la multiplicidad de normas que regulan la ocupación y una estructura sindical amplia y compleja, fragmenta la representación de las y los trabajadores de enfermería, limitando la posibilidad de incluir demandas específicas de la ocupación en las negociaciones paritarias. Por otro lado, el déficit en la cantidad de enfermeras/os, su sobre-representación en las categorías de menor calificación, y la relativa situación de desventaja y desvalorización de la enfermería dentro de los equipos de salud, agregan complejidad al panorama laboral de esta ocupación y la colocan en una situación de mayor precariedad respecto de los demás trabajadores/as del sector (p. 13).

Aspectos teórico-metodológicos sobre las protestas sociales en la prensa

Hasta fines del siglo XX las ciencias sociales estudiaron la acción colectiva estableciendo correspondencias entre categorías sociales, protestas sociales y la constitución de identidades políticas. Los llamados “nuevos movimientos sociales” –ecologismos, pacifismos, pro-derechos civiles en EE.UU., el movimiento gay, feminismos, etc.– fueron la última expresión de esto. En efecto, primero fue el movimiento obrero, con sus organizaciones clasistas, y, con posterioridad, los “nuevos movimientos sociales” cuya composición social se centraba en las clases medias.

Esto se modificó desde los años ochenta del siglo XX en adelante. Diversos factores y procesos socio-políticos intervinieron en esta formidable transformación como: cambios en las formas de producción económicas del capitalismo, en la composición de la estructura social, en el funcionamiento del mercado de trabajo, en las tecnologías digitales y en las representaciones políticas de la sociedad que derivaron en la presencia, cada vez más significativa, de las fuerzas políticas de derecha en la política occidental.

Lo cierto es que este conjunto de procesos económicos, políticos y sociales impactaron de forma decisiva en los modos de concebir y pensar las acciones colectivas, donde la correspondencia entre acción de protesta e identidades políticas ha perdido centralidad. No se trata de dejar de lado la categoría de “movimiento social”, más bien resulta preciso entenderla en términos teóricos como un “concepto límite” (Svampa, 2017).Sin embargo, esta categoría robusta de movimiento social no termina de dar cuenta de un conjunto de acciones colectivas, cuyas orientaciones políticas son heterogéneas, y que muchas veces no pasa del umbral de lo episódico. Entonces, lo que se observa desde fines de siglo XX y comienzos del XXI es la coexistencia de un repertorio de acciones colectivas que se halla protagonizado por movimientos sociales y por ciudadanos comunes y corrientes con orientaciones políticas que no se cristalizan en identidades.

Otro aspecto que se suma a las trasformaciones para interpelar los movimientos y las protestas de las últimas décadas es la digitalización, la que posibilitó nuevas y complejas formas de protesta mediada por las tecnologías digitales. En efecto, estas acciones colectivas se llevan adelante en la esfera digital e involucran a las distintas plataformas y aplicaciones de la web. Este mundo reticular, y la conocida primavera de las redes con expresión de movimientos en red desde Filipinas a los indignados en España poseen una multiplicidad de sujetos que actúan de forma autónoma y “coordinándose en la red, el conflicto es multicanal, se da simultáneamente en muchos frentes” (De Ugarte, 2012, p. 52).

En la última década todos los movimientos relevantes que se dieron en, y, con la web tuvieron dos fases necesarias. La deliberación en foros y blog digitales a fines de los noventa, y, más recientemente en plataformas como Facebook y Twitter. Estos intercambios digitales luego se materializan en una movilización articulada con herramientas como mensajes de textos, email, Youtube, Facebook y Twitter. El “ciberactivista” usa la web, para difundir un discurso y poner a disposición de otros “las herramientas que devuelvan a las personas el poder y la visibilidad que hoy monopolizan las instituciones” (De Ugarte, 2012, p. 55).

En este contexto el estudio de los “eventos de protesta” responde a este giro interpretativo. ¿Cómo interpretar entonces los “eventos de protestas”? La perspectiva que se propone puede definirse como “relacional”, en el sentido que pueda describir eventos o episodios de protesta así como también el accionar de movimientos sociales que ya fue abordado en trabajos precedentes (Iglesias, 2015) o que se encuentran desarrollado (Bringel & Falero, 2016). De este modo, se propone una mirada que explique la fisonomía de eventos de protesta cuyo origen se debe a decisiones políticas significativas que tomaron fuerzas políticas que se encuentran en el gobierno así como también las distintas formas de organización política de ciudadanos que se lanzan a la protesta. En esta mirada relacional es que se juegan un conjunto de interacciones –tensiones, colaboraciones y confrontaciones– que pueden explicar cómo decisiones políticas pueden originar protestas y, a su vez, las trayectorias y culturas políticas que caracterizan tanto a los actores socio-políticos como a ciudadanos en el modo en el que protesta. Así, la conceptualización que se propone permitirá indagar quién, cómo así también las razones por las cuales determinados grupos o ciudadanos se lanzan a la acción colectiva.

Para ello se han abordado las siguientes dimensiones de análisis: Formato de la protesta, Tipo de actor, Motivaciones, Destinatarios, Duración, Magnitud y Tipo de respuesta gubernamental. Ahora bien, cabe preguntarse cómo interpretar estas dimensiones analíticas de la acción colectiva. Según se anticipó se trata de una perspectiva relacional de la acción colectiva que se ha despojado de los aspectos normativos que caracterizaba a las conceptualizaciones de los movimientos sociales. Asimismo, y al compás de las transformaciones operadas desde fines de siglo XX, se entiende que se ha producido un desanclaje entre la acción de protesta de determinadas categorías sociales y la constitución de identidades políticas. Por lo cual al repertorio característico de los movimientos sociales, hoy ya clásicos, es preciso agregarle el estudio de “eventos”, cuya característica principal es la contingencia o la reacción frente a decisiones políticas significativas que afectan la vida cotidiana de los ciudadanos. De acuerdo con esto, en el conjunto de dimensiones propuestas entendemos que la acción política –bajo la denominación de formato de la protesta–, el tipo de actor socio-políticos y la respuesta gubernamental se constituyen en los principales criterios analíticos, a partir de los cuales se ordenarán las restantes dimensiones. Identificar estas tres dimensiones permitirá elaborar un exhaustivo panorama de las acciones colectivas respondiendo a las razones por las cuales se protestaba así como las diferentes culturas políticas que anidan en los protagonistas de las protestas. Estos aspectos son especialmente significativos en el caso de estudio propuesto, el de los trabajadores en enfermería, que constituye uno de los sectores más impactados en sus condiciones de trabajo y de vida por la emergencia sanitaria derivada de la pandemia, pero que además arrastra un conjunto de peticiones insatisfechas y déficits históricos en sus herramientas de demanda y protesta (Aspiazu, 2017).

Ahora bien, en el análisis de la acción colectiva, el diseño metodológico es uno de los principales escollos, ya que es necesario precisar: 1) la evidencia o rastreo del evento con el que se va a trabajar; 2) la estrategia para procesar esa información; y, 3) el diseño analítico para reconstruir este evento con la información obtenida (Tilly, 2002).

Aunque existe una plétora diversa de fuentes disponibles, la cobertura periodística es de las más empleadas, especialmente por su facilidad para mensurar la magnitud, intensidad, frecuencia y violencia de una acción colectiva (McCarthy, McPhail & Smith, 1996; Opp, 2009). Este tipo de perspectivas para analizar la acción colectiva desde fuentes periodísticas (conocida como Protest Event Analysis) tiene un extenso derrotero dentro de las ciencias sociales, que Swen Hutter (2014) resume en cuatro momentos: en la década de 1960 y 1970, estudios señeros como los de Charles Tilly o Charles Taylor; en los años 80, cuando la sociología de raigambre americana pone el acento en los movimientos sociales como unidad de análisis con el uso de este tipo de fuentes; en los 90, a partir de la proliferación de bases de datos informáticas sobre eventos de protestas; y en los 2000, cuando se expande este tipo de abordaje a otro tipo de unidades de análisis y se profundizan los señalamientos metodológicos.

Más allá de los habituales problemas de precisión conceptual, validez de los datos y fiabilidad de la muestra que presentan las investigaciones en ciencias sociales, o la crítica habitual sobre la prensa como un “aparato ideológico del capital” (Franzosi, 1987, p. 10; Nam, 2006, pp. 281-283), dos de los principales escollos al momento de trabajar con fuentes hemerográficas son los sesgos de selección y de descripción o interpretación (Earl, Martin, McCarthy & Soule, 2004).

¿Qué fuentes seleccionar?

Claramente, los países y ciudades periféricas son menos atractivos para la prensa internacional o nacional respectivamente. Por ello, tal y como plantean los especialistas en la temática, es necesario sopesar cuál es el alcance del medio, la cercanía geográfica con el evento a describir, el “ciclo de protesta” que se busca analizar, y la diversidad de perspectivas ideológicas que existen entre los medios disponibles (Franzosi, 1987). Empero, una de las estrategias habituales entre este tipo de estudios es la de incorporar el análisis de las capitales o centros estatales, porque habitualmente es allí donde se concentra el interés noticioso.

Asimismo, los/as especialistas recomiendan que –a favor de la comparabilidad del estudio– se utilicen archivos electrónicos/digitales o bases de datos estandarizadas (Earl y otros, 2004); pero también, en pos de evitar el sesgo editorial, se incorporen o triangulen tantos diarios como sea posible (Hutter, 2014).

En resumidas cuentas, uno de los escritores señeros en la problematización metodológica para el análisis de eventos de protestas a partir de la cobertura mediática, como es Ruud Koopmans (1998, p. 97), plantea una serie de criterios a adoptar en el momento de la selección de fuentes: primero, incorporar las que sean más longevas, para permitir una mirada longitudinal; segundo, incluir fuentes que tengan continuidad diaria (de lunes a domingo) para observar cómo se despliega coyunturalmente el evento; tercero, escoger los diarios que entreguen más y mejor información sobre el tipo de evento a retratar, para evitar una muestra fragmentada de datos; cuarto, seleccionar los periódicos que sean accesibles, para facilitar la viabilidad y comparabilidad; quinto, incluir varios periódicos en el análisis, tanto para la triangulación de datos como para el equilibrio de las orientaciones ideológicas de los mismos; por último, evaluar la pertinencia de la prensa internacional, nacional o local para la cobertura del tipo de evento que se busca analizar.

¿Qué mirar?

En general, los estudios sobre los eventos de protesta a partir de la cobertura mediática han puesto mayormente su atención en la “lógica del número” o la “lógica del daño” (Hutter, 2014, p.17). Al enfatizar en la magnitud del evento, la mayoría de los estudios señala que el tamaño es útil, por un lado, para comprender cómo la protesta incide en la agenda gubernamental y sistémica; y, por el otro, para decodificar los procesos y las lógicas internas de la acción colectiva (McAdam y Su, 2002; Fillieule & Tartakowsky, 2015). El foco en el carácter disruptivo de una protesta, independientemente del descenso de los niveles de violencia en este tipo de eventos desde el siglo XX a esta parte, se debe al magnetismo que tiene en la cobertura de prensa cualquier tipo de daño material, heridos o muertos, motivo por el cual es ineludible como aspecto a relevar en el análisis (Gamson, 1990; Fillieule & Tartakowsky, 2015).

Al tomar en cuenta cuáles son los demás aspectos que habitualmente incorporan los estudios de los eventos de protesta desde el análisis de la prensa escrita, el eje en los “actores” es un objeto ineludible. A pesar de la gran diversidad que es posible identificar, o su metamorfosis en el espacio y tiempo, una distinción analítica habitual es la que se establece entre: actores estatales; actores no estatales desafiantes o identificables en la acción colectiva; y actores socio-políticos secundarios que operan en los intersticios del estado y la sociedad movilizada, como pueden ser los partidos políticos y otros grupos de interés (Kriesi, Hutter & Bojar, 2019). Sin embargo, gran parte de la literatura plantea que una de las riquezas analíticas del estudio de los actores imbricados en la acción colectiva es la comprensión de las tensiones, complementariedades y relaciones que se dan entre los actores, especialmente en las sociedades contemporáneas en las que las fronteras de estos son difusas e inestables (Hutter, Kriesi & Lorenzini, 2018).

Otro de los aspectos habituales en los que hace hincapié este tipo de análisis es en las demandas que se establecen en la acción colectiva de protesta. Como apuntan Ruud Koopmans y Paul Statham (2010), una demanda es una construcción comunicativa que invita a la acción, incluye a quienes comparten esa demanda e incide sobre quienes recae la misma. Por ello, al analizar las demandas de la acción colectiva de protesta hay que tomar en cuenta: quien(es) son los que reclaman; a quien(es) se demanda; cómo, donde y cuando se lleva adelante la acción; en pos de conseguir qué objetivo; bajo qué consigna o justificación.

Para este trabajo, se entiende siguiendo a Verón (1987) que todo fenómeno social es, un fenómeno de producción de sentido y en este artículo se indaga sobre la cobertura mediática en tanto discursos del fenómeno de la protesta en pandemia de un sector particular clave en la emergencia sanitaria: el de la enfermería.

Se aborda el presente trabajo y las notas recopiladas de los medios en tanto discursos de la información, como los define Verón (2004). Estos, tiene como objeto principal a la actualidad y deben ser comprendido en su contexto de producción y deben ser conceptualizados teniendo presente que los mismos son parte por un lado de “la red tecnológica de los medios y con los sistemas de normas que rigen la profesión del periodista y, por otro lado, (con determinadas) modalidad de construcción de un único destinatario genérico, el ciudadano habitante” (Verón, 2004, p. 196).

Entendemos que la actualidad es un objeto cultural resultado de un determinado proceso de fabricación, según Verón (1987), que forma parte de la realidad social y es producida como experiencia colectiva a la cual se accede a través de los productos elaborados por los medios de comunicación.

Ahora bien, cuándo, dónde y cómo ocurre la protesta son tres dimensiones que han dado lugar a múltiples aproximaciones. En primer lugar, en relación a la dimensión temporal de la misma, los estudios sociopolíticos enmarcados en la Teoría de la Movilización de Recursos, aducen que el “cuando” es la clave para comprender por qué y cómo se protesta, para lo cual han propuesto el concepto de Estructura de Oportunidades (Tilly, 1984; Lucca, 2012). En segundo lugar, los enfoques sociológicos europeo-continental por su parte apuntan que el espacio público –inclusive el virtual o digital– es la clave, porque es allí donde se condensan y visibilizan las demandas que escapan a las vías institucional de la representación de intereses (Iglesias, 2008; Castells, 2012; Dahlgren, 2018). En tercer lugar, cómo es la fisonomía o el formato ha llevado a los analistas a focalizar, en general, en los repertorios de confrontación o acción colectiva con los que cuenta cada sociedad como parte de su bagaje cultural al momento de protestar o movilizarse, que incluye una gran diversidad: desde estrategias violentas, disruptivas o ilegales hasta expresiones pacíficas o legales; desde formatos tradicionales o con gran longevidad como las marchas o huelgas, pasando por expresiones no convencionales como los cortes de circulación, saqueos o puebladas, o incorporando nuevos repertorios y canales de expresión como en el caso de la acción colectiva digital (Tilly, 1978; Martí i Puig & Rovira i Sancho, 2017; Svampa, 2009; Bimber, Flanagin & Stohl, 2005; Hutter, 2014, p. 8)

Decisiones metodológicas en el relevamiento de la ciudad de Rosario

Para realizar el trabajo sobre eventos de protestas en pandemia se optó por delimitar en la cobertura mediática de los medios de la prensa escrita. Para este trabajo se focalizó en los medios impresos, pero en sus versiones digitales con cobertura en Rosario y la Región. Se decidió seleccionar las versiones digitales de los diarios El Ciudadano & la Región (https://www.elciudadanoweb.com), La Capital (https://www.lacapital.com.ar) y Rosario 3 (https://www.rosario3.com). Estos tres fueron escogidos por ser los medios o portales que poseen presencia, reconocimiento en el público rosarino y la región. Estos medios informativos son los que más vistas o consultas obtienen de los rosarinos diariamente. Los periódicos poseen cobertura periodística tanto de la ciudad como de la región y cuentan con versiones físicas diarias como La Capital y El ciudadano. Las versiones en papel retroalimentan las sitios o versiones digitales. El diario La Capital, es reconocido como el decano de la prensa argentina, fue fundado en 1867. Es el diario de mayor circulación y venta de ejemplares en Rosario y la región. Desde 1998 incluye impresión color y la versión digital la puso en línea en 2001.

El ciudadano & la región nace en 1998. Este diario fue propiedad de empresarios y grupos comunicacionales diferentes y tuvo etapas de gestión periodística con vaivenes. Posee una versión web desde 2010. En 2016, el grupo Indalo Media se retira y los trabajadores lo reconvierten en una cooperativa (La Cigarra) que actualmente gestiona el diario.

En el caso de Rosario 3, medio digital, nació en 1995, como un portal de noticia del Grupo Multimedial Televisión Litoral S.A. Este grupo cuenta con Televisión (Canal 3), señales de radio AM (Radio 2 1230) y FM (Vida 97.9 y FM Plus). Este portal publica contenidos propios y los productos de los otros medios miembros del grupo.

En estos medios se realizó el raspado web para extraer las notas sobre las demandas y protestas del sector salud. La técnica usada para recoger las notas, noticias fue web scraping o raspado web. Este procedimiento se realizó en los medios seleccionados: El Ciudadano (https://www.elciudadanoweb.com/); La Capital (https://www.lacapital.com.ar/) y Rosario 3 (https://www.rosario3.com/). El web scraping es el proceso de recopilar información de forma automática en la web. En este trabajo se realizó utilizando un software de aplicación diseñado y desarrollado con un código fuente que es legible para los humanos y permite escribir el algoritmo que se usó para extraer la información como notas, noticias acerca de nuestro objeto de estudio. El programa simula la navegación de un humano en la Internet para extraer los datos mediante la aplicación diseñada a los efectos del estudio.

Se optó por esta técnica ya que el web scraping permite transformar datos sin estructura en la web (como el formato HTML) en datos estructurados que pueden ser almacenados y analizados en una base de datos central, en una hoja de cálculo o en alguna otra fuente de almacenamiento. Para el diseño del algoritmo y extraer las notas se ponderó a partir de palabras clave.2

Se utilizó como punto de partida el libro de códigos que formulara el Grupo de Estudios sobre Protesta Social y Acción Colectiva (GEPSAC) de la Universidad de Buenos Aires, adaptándolo espacial, temporal y temáticamente a los objetivos de la investigación (Schuster, Pérez, Pereyra, Armesto, Armelino, García, Natalucci, Vázquez y Zipcioglu, 2006). Luego, se complementó con los códigos utilizados en el proyecto CLACSO-ALACIP “Protestas en los tiempos de las cóleras: Impugnaciones al neoliberalismo en las protestas del año 2019 en Argentina, Brasil, Chile y Colombia” (Gunturiz, Lucca, Peixoto de Oliveira & Puello-Socarras, 2021). Asimismo, se tomó como base el proyecto PISAC anteriormente mencionado para delimitar e incorporar variables que respondieran a los objetivos de dicha investigación.

Para procesar la información extraída de los sitios web con la técnica del web scraping se construyó un formulario en Goggle Form. Este formulario se construyó con las variables del libro de códigos adaptado a los objetivos del estudio. Con este formulario se realizó la limpieza de los datos extraídos de manera automática de los sitios seleccionados y volcados en planillas (excel) y base de datos. Luego de realizar la limpieza de los datos se pudo construir el corpus empírico de notas para el posterior estudio, análisis y cruce de variables que nos brinda una fotografía de la cobertura mediática de las protestas en Pandemia en Rosario en general y relativas al sector de enfermería en particular.

Posteriormente, se realizó la extracción de notas y noticias de los medios seleccionados mediante herramientas digitales con procedimientos computacionales. Se usó la técnica de web scraping para extraer los datos en los sitios web. El corpus de análisis está compuesto por todas aquellas notas publicadas entre los meses de marzo de 2020 y marzo de 2021 que aluden a los eventos de protesta y acción colectiva realizados por trabajadores y representantes del sector salud. En el período de tiempo bajo estudio se recolectaron 244 notas referidas a los objetivos del trabajo. En una segunda instancia se procedió a cotejar y validar que las mismas respondieran a los objetivos del proyecto. De la limpieza y su posterior lectura quedo establecido un corpus empírico de 189 noticias. De la recopilación en línea se extrajo un conjunto de 189 artículos publicados por los sitios https://www.lacapital.com.ar/ (85), https://www.elciudadanoweb.com/ (71), https://www.rosario3.com/ (33), que constituyeron las unidades de análisis.

Análisis del caso de la enfermería en Rosario

De las notas extraídas entre marzo de 2020 y marzo de 2021 se registra que son 189 las que se refieren a las formas y maneras que los enfermeros y las autoridades sanitarias aparecieron como noticia en la prensa rosarina. En estas notas aparecen como los medios dieron cobertura sobre las profesiones de la salud en general y otras situaciones sanitarias los y las enfermeros/as. En este análisis se pone el foco en como los medios dieron cobertura a las protestas, las acciones colectivas de los agentes de salud (enfermeros, médicos) los sindicatos sanitarios y las acciones gubernamentales en pandemia.

El relevamiento permitió ver quiénes aparecen mencionados en la prensa rosarina. Encontramos así que el 16 % de las notas hacen referencia o mencionan al personal de enfermería. Un porcentaje similar, el 15 %, se refieren a la figura presidencial o representantes del poder ejecutivo. En tercer lugar, aparecen mencionados los médicos con un 13 % y otro personal de salud se menciona en las notas en un 12 % como se observa en el Gráfico 1 relativo a los tipos de actores.

Tipo de actores que aparecen en la
noticia
Gráfico 1
Tipo de actores que aparecen en la noticia
Fuente: elaboración propia sobre la base de datos recolectados en el marco del Proyecto PISAC COVID 19 “La enfermería y los cuidados sanitarios profesionales durante la pandemia y la postpandemia del COVID-19 (Argentina, siglos XX y XXI)”. Nodo Rosario

En el Gráfico 2 podemos observar que se evidencia una importante presencia de notas de protesta o acción colectiva referidas a la Salud en general. Por ello, es importante marcar que en el corpus de notas extraídas entre marzo de 2020 y marzo de 2021 el 55 % hace referencia a la salud y en segundo término con un 26 % al mercado de trabajo.

Temática de la noticia o tipo de demanda
que plantea
Gráfico 2
Temática de la noticia o tipo de demanda que plantea
Fuente: elaboración propia sobre la base de datos recolectados en el marco del Proyecto PISAC COVID 19 “La enfermería y los cuidados sanitarios profesionales durante la pandemia y la postpandemia del COVID-19 (Argentina, siglos XX y XXI)”. Nodo Rosario

Al analizar y poner atención en las notas y en el contenido de las mismas vemos que sobre estas demandas de salud el 49 % se refiere a conflictos o acción colectiva en el área de salud por demandas de mejores condiciones laborales, remuneraciones o bioseguridad de los establecimientos. También se observa la preponderancia de las protestas en el área de salud, la que aparece con un 36 % son aquellas referidas a las prácticas de profesionales de la salud durante la pandemia; y por último, representaciones generales sobre la enfermería y el personal de salud con un 15 %.

Durante 2020 y 2021 los lugares y los actores de las acciones colectivas se vieron afectados por la imposibilidad de ocupar el espacio físico como manera de visibilizar los reclamos. De la cobertura de noticias en los medios de Rosario, 189 notas, se registra que el 47 % de las protestas y demandas las realizaron agentes de las organizaciones gremiales, colegiaturas y representaciones profesionales; en segunda instancia que un 24 % de las demandas que se registran en los medios fue llevada adelante por los mismos actores, en su mayor parte agentes de organismo públicos provinciales y municipales. Estos últimos datos abren un abanico de preguntas si se pone en perspectiva con otras dinámicas del sistema de salud en la ciudad. Por una parte la poca visibilidad de los trabajadores de la salud insertos en el subsector privado, siendo que su dimensión es mucho mayor que la de aquel de dependencia pública –si tomamos como indicador el número de camas, el primero duplica al segundo con 2 100 frente a 1 200 respectivamente– (Municipalidad de Rosario, Informe de Salud, 2018). Por otra parte el tipo de actores colectivos que entran en escena como representantes de las demandas de los trabajadores en enfermería, que reviste características particulares en cuando a niveles de afiliación y las características de los gremios que los representa en su mayor parte generales, bien relativos al colectivo de trabajadores estatales como el gremio de municipales STMR, o nacionales como ATE y UPCN; o bien aquellos de la salud como ATSA o en menor medida SIPRUS o AMRA, la mayoría miembros de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (FESPROSA) (Aspiazu, 2017, 2019; Relevamiento PISAC).

Quiénes son los emisores de la valoración
Gráfico 3
Quiénes son los emisores de la valoración
Fuente: elaboración propia sobre la base de datos recolectados en el marco del Proyecto PISAC COVID 19 “La enfermería y los cuidados sanitarios profesionales durante la pandemia y la postpandemia del COVID-19 (Argentina, siglos XX y XXI)”. Nodo Rosario

El humor social siempre ha sido cambiante en la sociedad argentina, las valoraciones tanto positivas, como negativas fueron foco de tensión con los trabajadores de la Salud durante las distintas etapas de la pandemia. Por ello, se pasó muy rápidamente por varios estadios en la valorización del trabajo y el hacer de los trabajadores sanitarios. De los aplausos como forma de apoyo a la tarea, al señalamiento, duda, sospecha por convivir en un mismo lugar físico y miedo al contagio de la enfermedad. Como resultado encontramos que un 51 % de las notas posee una valoración positiva a la tarea de los enfermeros y los profesionales de la salud. Sin embargo, el miedo, la sospecha el desconocimiento aparecen presentes con un 42 % de valoración negativa hacia los enfermeros y las enfermeras.

Valoración sobre enfermería y
profesionales de la salud
Gráfico 4
Valoración sobre enfermería y profesionales de la salud
Fuente: elaboración propia sobre la base de datos recolectados en el marco del Proyecto PISAC COVID 19 “La enfermería y los cuidados sanitarios profesionales durante la pandemia y la postpandemia del COVID-19 (Argentina, siglos XX y XXI)”. Nodo Rosario

Una de las cuestiones que quedaron visibles con la crisis sanitaria de la covid-19 fueron en algunas instituciones gubernamentales y también privadas las precarias condiciones de trabajo del sector sanitario. Como se registra en el Gráfico 5, la pandemia produjo modificaciones y cambios particularmente en las rutinas y las formas de realizar las tareas diarias. Por ello, en la prensa aparece que un 32 % de las protestas y los reclamos del sector sanitario hacen referencia a medidas de Bioseguridad como la inexistencia de elementos para el cuidado de los trabajadores, así como la escasa provisión de los mismos. Otro cambio importante se registró tanto en los protocolos y procedimientos con un 27 %; así como en la organización de los espacios de circulación de las instituciones sanitarias en general.

Cambios en las prácticas laborales
durante la pandemia
Gráfico 5
Cambios en las prácticas laborales durante la pandemia
Fuente: elaboración propia sobre la base de datos recolectados en el marco del Proyecto PISAC COVID 19 “La enfermería y los cuidados sanitarios profesionales durante la pandemia y la postpandemia del COVID-19 (Argentina, siglos XX y XXI)”. Nodo Rosario

La pandemia transformó y produjo cambios de las tareas, los espacios laborales y también los tiempos de trabajo, aumentando exponencialmente su demanda en algunas profesiones, particularmente aquellas llamadas “esenciales” dentro de las cuales las relativas al cuidado y salud fueron de las más afectadas. Un buen número de peticiones apuntaron a falencias que, como ya se ha señalado, la pandemia no hizo más que acrecentar como la lentitud en la tramitación de cobertura de reemplazos dados los aumentos de pedido de licencias por enfermedad, factores de riesgo y asistencia familiar en un contexto de exponencial crecimiento de la demanda de atención sanitaria. En este contexto de complejidad laboral se dieron acciones de protesta colectivas en diferentes aspectos de las relaciones de los trabajadores con sus patronales. Las dos demandas más relevantes que aparecen en la prensa rosarina tienen que ver con las condiciones laborales y el reconocimiento profesional. Ambas demandas aparecen con un 17 % de las noticias relevadas. En tercer lugar se registra como un reclamo persistente y que preocupa en particular a los trabajadores de la salud el de la estabilidad laboral con un 15 %. En el Gráfico 6 se registra que un 9 % de las protestas del sector estuvieron motivadas por mejores condiciones de trabajo como la seguridad e higiene, los protocolos y también el exceso o agotamiento por jornadas extensas con un 9 %.

 Demandas planteadas durante el conflicto
o acción colectiva
Gráfico 6
Demandas planteadas durante el conflicto o acción colectiva
Fuente: elaboración propia sobre la base de datos recolectados en el marco del Proyecto PISAC COVID 19 “La enfermería y los cuidados sanitarios profesionales durante la pandemia y la postpandemia del COVID-19 (Argentina, siglos XX y XXI)”. Nodo Rosario

Formato de la acción colectiva
Gráfico 7
Formato de la acción colectiva
Fuente: elaboración propia sobre la base de datos recolectados en el marco del Proyecto PISAC COVID 19 “La enfermería y los cuidados sanitarios profesionales durante la pandemia y la postpandemia del COVID-19 (Argentina, siglos XX y XXI)”. Nodo Rosario

En el contexto de pandemia y ante la imposibilidad de estar en el territorio los agentes de las organizaciones gremiales fueron quienes llevaron adelante las demandas y protestas con un 47 %, como observábamos previamente. En esta línea, se observa que el formato de la acción colectiva mayormente registrado es la “solicitada de prensa” en un 34 % y en segundo lugar la Huelga con un 19 %. En el contexto de pandemia el uso de las redes y plataformas digitales aumentó considerablemente, sin embargo, solo se registra un 2 % como formato de Ciberprotesta como se observa en el Gráfico 7. Es relevante mencionar que de las notas extraídas no se registran actos de violencia o uso de la fuerza en los formatos de acción colectiva.

Al considerar quienes son los destinatarios de las demandas, nos encontramos que, en primer lugar, el Gobierno Provincial es a quien se dirigen la mayor parte de las acciones como se registra en el Grafico 8, en un 51 % de las notas. En segundo lugar se registra el Gobierno Municipal de la ciudad de Rosario, con un 16 %, y luego aparecen con un 9 % las representaciones sindicales en general y el Gobierno Nacional como destinatarios de las demandas y protestas.

Este dato debe ponerse en perspectiva a la luz de las características del subsistema de salud público de Rosario, el cual provee servicios de salud gratuitos mediante una red de servicios co-financiada y gerenciada por el gobierno municipal y el provincial donde la primera tiene una mayor densidad que la segunda: la red de servicios provincial en Rosario consta de cuatro hospitales y 30 Centros de Salud mientras que el municipio tiene a su cargo 50 centros de salud, 7 hospitales, un centro de especialidades médicas ambulatorias y un instituto de rehabilitación. Además de esta red de efectores, el municipio sostiene desde 1989 una continuidad en cuanto a políticas de salud que se evidencian en los desempeños de la Atención Primaria pero también en unas condiciones diferenciales en cuanto a remuneración y lugar de la enfermería en la gestión sanitaria (Bacolla & Allevi, 2020; Báscolo & Yavich, 2011; Municipalidad de Rosario, 2018).

Destinatario de la protesta
Gráfico 8
Destinatario de la protesta
Fuente: elaboración propia sobre la base de datos recolectados en el marco del Proyecto PISAC COVID 19 “La enfermería y los cuidados sanitarios profesionales durante la pandemia y la postpandemia del COVID-19 (Argentina, siglos XX y XXI)”. Nodo Rosario

 Duración de la protesta
Gráfico 9
Duración de la protesta
Fuente: elaboración propia sobre la base de datos recolectados en el marco del Proyecto PISAC COVID 19 “La enfermería y los cuidados sanitarios profesionales durante la pandemia y la postpandemia del COVID-19 (Argentina, siglos XX y XXI)”. Nodo Rosario

Una de las cuestiones que aparece en las acciones colectivas de protesta es la duración de los eventos. En su mayoría, las protestas fueron de 1 día con un 66 % y en segundo lugar se encuentra que las protestas tuvieron un duración de hasta 1 semana con un 29 % como se observa en el Gráfico 9. Sin embargo, a la corta duración de las demandas y protestas se contraponen las respuestas o las acciones gubernamentales en contestación a las acciones de los agentes y las organizaciones sanitarias. De las notas relevadas, se desprende que un 34 % hace referencia o anuncia política pública como una respuesta a las demandas y acciones colectivas llevadas adelante por el sector sanitario. Otro tipo de respuesta fue convocar al diálogo como forma de contener las demandas con un 31 % para buscar solución a los planteos del sector sanitario. En tercer lugar, se registra como respuesta estatal lo legal o institucional con un 26 % como se registra en el Gráfico 10.

 Tipo de respuesta estatal a la acción
colectiva
Gráfico 10
Tipo de respuesta estatal a la acción colectiva
Fuente: elaboración propia sobre la base de datos recolectados en el marco del Proyecto PISAC COVID 19 “La enfermería y los cuidados sanitarios profesionales durante la pandemia y la postpandemia del COVID-19 (Argentina, siglos XX y XXI)”. Nodo Rosario

Un ejemplo de protesta de la profesión de enfermería resulta sumamente notable para poner en relación las variables analizadas en torno a las demandas del sector e insertarlas en un proceso de mediano plazo: los reclamos por la reglamentación del artículo 25 de la ley 12.501 que regula el ejercicio de la enfermería en el territorio provincial. Si bien el instrumento jurídico fue sancionado en 2005, nunca fue reglamentado el artículo 25 referente a la incorporación de actividades de la enfermería dentro de aquellas de alto riesgo para inscribirlas en regímenes especiales de protección y regulación laboral. Las protestas en este sentido no fueron una novedad de la pandemia, ya que se mantuvieron desde la promulgación de la ley un conjunto de acciones particularmente sostenidas por los gremios, las instituciones de formación en enfermería y los colegios profesionales de la provincia (Colegio de Profesionales en Enfermería del Sur de Santa Fe, el Colegio de Profesionales en Enfermería de Santa Fe y la Asociación de Enfermería de Santa Fe). Pero el contexto de la emergencia sanitaria no solo profundizó el reclamo sino que incorporó otros medios: como la recolección de firmas en acciones espontáneas de los y las profesionales en enfermería en sus lugares de trabajo y principalmente dio fuerza a la judicialización, consiguiendo el dictado de una resolución favorable a un recurso de amparo en marzo de 2020.

Conclusiones

La dinámica de la acción colectiva se modificó desde el último cuarto de siglo XX. Al accionar contencioso de los movimientos sociales y de las organizaciones del mundo del trabajo se le han sumado acciones colectivas de carácter contingente que constituyen una respuesta a decisiones políticas significativas que toman distintas esferas gubernamentales. La particularidad de estas acciones contenciosas es que no se encuentran encabezadas por las tradicionales mediaciones organizacionales entre el Estado y la sociedad civil. En este marco, la pandemia generada por la covid-19 ha exacerbado las tendencias existentes en lo que concierne a la acción colectiva. En este marco, y teniendo en cuenta las transformaciones y las exacerbaciones en curso, ha resultado pertinente utilizar una perspectiva de la acción colectiva “relacional”, que caracterice la mutua influencia entre decisiones políticas y la ocurrencia de las acciones de protesta. Esta opción teórica encuentra en la “acción de protesta” su unidad de análisis y se enmarca en los estudios de los “eventos de protesta”. Para la recolección de la información de estos eventos de protesta se ha utilizado el scrapping web y la extracción de datos –notas– de forma automática en los principales medios de la prensa escrita en la ciudad de Rosario. Esta técnica brindó insumos que posibilitaron un análisis de carácter descriptivo de las acciones de protestas presente en las notas periodísticas. En el material extraído de los sitios web se pudo observar cómo la cobertura de los medios registró las principales dimensiones de la protesta en Rosario como: el formato, el tipo de actor, las motivaciones y el tipo de respuesta estatal.

En el contexto signado por la pandemia de la covid-19, el sector de la salud tuvo una relevancia superlativa, ya sea por su permanente exposición como así también por la demanda de presencialidad en los lugares de trabajo durante todo el período. Y, cabe destacar que, las enfermeras/os constituyen el eslabón más débil debido a que eran los que se encontraban en la “primer línea de batalla”. Así, el análisis de las protestas que protagonizaron enfermeras/os implica describir ¿cómo se organizaron políticamente para la acción contenciosa aquellos que estuvieron más expuestos en un contexto pandémico?

La perspectiva teórica seleccionada y la técnica de recolección de la información permitió observar que:

  1. - Las restricciones no constituyeron un freno decisivo a las acciones de protestas.

  2. - Los actores que se movilizaron fueron los “agentes de asociaciones gremiales y profesionales”, este es un elemento común a otros sectores de actividad socio-económica.

  3. - Sin embargo, a diferencia de otros sectores de la vida social, estas acciones asumieron el formato de “solicitada de prensa” y, secundariamente, la ocupación del espacio público y la huelga. Esto expresa las dificultades del sector para organizar políticamente sus peticiones. Parte de cuyas causas, como se señaló a lo largo del presente artículo, se relacionan a las características de las agremiaciones en las que participan y las propias condiciones de trabajo (pluriempleo, feminización, inestabilidad del contrato de trabajo).

  4. - Las acciones de protestas no registraron el uso de violencia y fueron de corta duración (1 día) siendo la solicitada, y la aparición o cobertura periodística en la prensa la forma de difusión de las demandas.

  5. - Lo que motivaba la protesta era mejoras en las condiciones de trabajo, entendiendo por ello, condiciones salariales, estabilidad laboral y seguridad e higiene como así también su expresión en las regulaciones estatales sobre el ejercicio profesional (como se mencionó en relación al caso de la reglamentación del artículo 25 de la ley 12.501). Esto da cuenta de la permanente exposición del sector de enfermería en un contexto sumamente desfavorable. También hay que destacar que siendo el eslabón más débil del sector salud la demanda de “reconocimiento profesional” no ha pasado desapercibida, siendo la emergencia sanitaria el escenario que puso en evidencia una movilización de más larga data.

  6. - Las protestas estuvieron dirigidas principalmente al Estado provincial en sus diferentes áreas de gestión (infraestructura sanitaria, salariales, mejoras de asignaciones presupuestarias, seguridad laboral). Las respuestas estatales fueron de anuncio de política pública y de diálogo político. Sin embargo, no se registraron mejoras en la composición del salario ni en las condiciones de trabajo, ya que incluso el acatamiento del recurso de amparo por el artículo 25 fue demorado por las autoridades del ministerio de salud provincial. Sí se decidió desde el gobierno otorgar bonos, como complemento salarial, un bono de fin de año. Estos fueron un reconocimiento monetarios a las excesivas jornadas laborales desempeñadas en pandemia.

La tarea descriptiva del accionar contencioso de los enfermeros es socialmente relevante ya que visibilizó y permitió reconocer falencias de la enfermería como un sector de la salud en tanto profesión debido a la falta de reconocimiento profesional por parte del Estado y al interior del propio sistema de salud, altamente medicalizado. Esta situación se experimentó ante el otorgamiento de barbijos de baja calidad, y, a que no se los consideraba a los enfermeros trabajadores esenciales con estatus en pie de igualdad frente a los médicos. Y, también la valoración ambivalente por parte de la sociedad, la que laudó entre los aplausos en los inicios de la pandemia los “aplaudía” y las críticas vertidas por trabajar en Instituciones sanitarias, y, por ello ser portadores de posibles contagios de covid-19 tanto a los vecinos como los residentes de un mismo edificio de departamentos.

La perspectiva relacional de la acción colectiva y la técnica del scrapping web para la extracción automática de los datos sobre las protestas y demandas del sector salud permitió disponer de un vasto panorama sobre cómo se organizó uno de los sectores con mayor exposición por la pandemia para gestionar sus peticiones. Esta técnica nos permitió mediante la extracción y recolección de la información en los sitios web de prensa de Rosario dar cuenta de todas las notas que hacen mención al fenómeno estudiado de manera extensiva con el uso de métodos computacionales. A esta tarea descriptiva le resta una explicación en términos de trayectorias y culturas políticas del sector así como también una tarea comparativa con otros sujetos de la protesta durante el mismo período.

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Notas

1 Consultar el Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA), https://sisa.msal.gov.ar/sisa/#sisa
2 Generales: gobierno de la provincia de Santa Fe-enfermeros; gobierno de la municipalidad de Rosario-enfermeros; secretaría de salud de Rosario-enfermeros; Asociación Médica de Rosario-enfermeros; Secretaría de Trabajo de la provincia de Santa Fe-enfermería; Dirección de epidemiología de Rosario-enfermería; Asociación de enfermería de Rosario-enfermeros; enfermería-conflictos; enfermería-protestas; enfermero/a muertes/infectados; enfermeros/as condiciones de trabajo; programas de capacitación covid 19 enfemería; discriminación-enfermeros/as; violencia-enfermero/as; cuidados críticos-enfermería; salas covid-enfermero/a; protocolos-enfermería-covid, vacunación-enfermero/as; género-enfermería; enfermería dice Basta-Elefante Blanco; PRONAFE. rotación-enfermeros/as; testeos-enfermeros/as; enfermería síndrome de burnout; profesión de riesgo/ reglamentación art. 25/ enfermería.

Nombres de funcionarios: Leonardo Caruana (secretario de salud); Silvia Marmiroli (sub secretaría salud pública); Soledad Rodríguez (subsecretaría procesos sanitarios). Provincial: Sonia Martorana (Ministra) Miguel Elías Rabbia (Secretaría de Coordinación con el Área Metropolitana Rosario); Ramiro Huber (Subsecretaría de Gestión de Procesos de Trabajo-área salud), Ariel Giovanetti (Dirección Regional de Salud Rosario). Nombres vinculados a asociación de enfermería y gremios: Siprus; ATE; UPCN; UTI; SUTEPA; Sindicato de Trabajadores Municipales de Rosario; UTERA; Colegio de profesionales de enfermería del sur de la Provincia de Santa Fe; Asociación de Enfermería de la Provincia de Santa Fe.

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