Cómo llega el Tri a la Copa América

El seleccionado mexicano llega a la Copa América en medio de un proceso
de renovación turbulento. Tras la salida de Gerardo Martino, quien no
logró clasificar a México a los octavos de final en Catar 2022, la
Federación Mexicana de Fútbol (FMF) se vio obligada a iniciar un nuevo
proyecto para formar un equipo competitivo con jugadores del ámbito
local y algunas estrellas del fútbol europeo. La reconstrucción comenzó
con Diego Cocca al mando, pero los resultados no acompañaron. El
descontento del público ante los recientes fracasos de entrenadores
extranjeros llevó a Ivar Sisniega, presidente de la FMF, a elegir a un
compatriota.
Jaime Lozano fue presentado inicialmente como entrenador interino del
Tri y luego confirmado como el técnico principal. De 45 años, tiene
experiencia en la Sub 23 y un breve paso por el Necaxa. Su ciclo comenzó
de buena manera al ganar la Copa Oro de la Concacaf. Venció en la final
1-0 a Panamá. Sin embargo, el técnico no logró consolidar un equipo
titular y los nuevos jugadores no han rendido como se esperaba.
La derrota ante Estados Unidos en la final de la Nations League fue un
golpe duro y provocó una necesaria limpieza de referentes históricos
como Guillermo Ochoa, Raúl Jiménez y Héctor Herrera. Como contracara,
convocó en su lugar a jóvenes de la Liga MX como Tala Rangel, Marcelo
Flores y Julián Quiñones. La figura de Santi Giménez, con un excelente
desempeño en el Feyenoord, de Holanda, generó ilusión en el público
azteca sobre la nueva camada de talentos. Sin embargo, la realidad ha
mostrado que los nuevos jugadores no terminan de encontrar su lugar en
el equipo.
La reciente derrota ante Uruguay (0-4) marcó un punto de quiebre. Jaime
Lozano fue señalado como responsable de la situación, pero también se
cuestiona la falta de talento en el fútbol local. México planteó un
equipo B para probar posibles convocados, pero la prueba no fue
positiva. Dejó a la Selección con más dudas que certezas a pocos días
del inicio del certamen continental.
México compartirá grupo con Jamaica, Venezuela y Ecuador. A priori, no
parece ser un grupo de la muerte, pero Lozano sabe que su equipo debe
prepararse mejor para superar la primera fase y llegar sólidos a los
cruces de eliminación directa. Que se juegue en los Estados Unidos le da
un significado especial. Se sentirán locales, y eso genera emoción en
los aficionados. A pesar de no llegar de la mejor manera futbolística,
la expectativa de un nuevo torneo hace que las ilusiones siempre se
renueven y México buscará dar el golpe para lograr un título que hasta
el momento nunca ha conseguido.

Periodista: Fabrizio Guzmán

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