Dimensiones de la Comunicación Social

Ing. Héctor H. Thompson                                   email: hthompson@perio.unlp.edu.ar

                             “El Tao que se expresa en palabras no es el verdadero Tao”      Lao Tse

Resumen

La comprensión más profunda de la realidad se obtiene a través de los hechos que presenciamos y que, en tiempo real, nos proporcionan una experiencia espacio-temporal completa. Sin embargo, cuando se comunica esta realidad a través de medios como imágenes o palabras, se pierde una parte de esta comprensión debido a la limitación de la representación. Con el fin de medir el nivel de realidad percibida, se establece una correspondencia entre las dimensiones físicas y las -abajo definidas- dimensiones comunicacionales.

                                                                                        Dimensiones Comunicacionales  –> Dimensiones físicasverdad creciente y decreciente

INTRODUCCIÓN

Percepción del mundo:  el mundo lo percibimos a través de los sentidos, para comprenderlo, la forma es buscar en que difieren cosas que se parecen. Comprender -no es describir- es ver en que se parecen -que tienen de común- cosas distintas. Así los objetos clásicos tienen de común seguir las leyes de Newton.

Intuir, es rozar algo que ya hemos comprendido y todavía no terminamos de percibir. La grandeza de la ciencia es que es posible comprender sin intuir.

La dimensión humana nos permite entender hasta las 3 dimensiones físicas: un punto cuando se mueve genera una línea, una línea cuando se mueve genera una superficie, una superficie cuando se mueve genera un volumen…. pero un volumen cuando se mueve genera otro volumen… el hipervolumen de cuatro dimensiones no podemos comprenderlo.

Fundamentos y dimensiones de la percepción

  • Cuando se piensa algo se interpreta un dato de la mente. Las que comunican son creencias instaladas por la cultura, la educación formal, recuerdos de experiencias, los medios o la imaginación (dimensión cero).

  • Cuando la comunicación se realiza a través del habla o la lectura  resulta un relato expresado en una línea de palabras (dimensión uno)

  • Cuando la que comunica es una imagen, parece más real que un relato. (dimensión dos)

  • Cuando se percibe la realidad tridimensional, a través de los sentidos,  no se duda sobre la realidad de lo percibido  (dimensión tres)

Definición histórica de las dimensiones físicas

En la ciencia aplicada, la dimensión de un objeto se define como el número mínimo de coordenadas necesarias para especificar la ubicación de punto; así, una línea tiene dimensión 1 porque sólo se necesita una coordenada para especificar un punto de la misma. Una superficie, tal como un plano o una superficie cilíndrica o esférica, tienen dimensión 2, porque se necesitan dos coordenadas para especificar un punto (por ejemplo, para localizar un punto en la superficie de una esfera se necesita su latitud y longitud). El interior de un cubo, un cilindro o una esfera tiene dimensión 3 (tridimensional) porque son necesarias tres coordenadas para localizar un punto dentro de estos espacios.  Ampliar en Dimensiones Físicas

Dinámicamente puede pensarse que una dimensión física está relacionada con los grados de libertad que tiene un punto para desplazarse en dicha dimensión física.  Numéricamente la dimensión física se expresa según dichos grados de libertad.         

  • Dimensión 0: un punto no se puede mover en ninguna dirección ya que está localizado dentro de otro punto. Es el punto, 0 (cero) grado de libertad

  • Dimensión 1: un punto se puede mover hacia atrás y adelante. Es la recta física, con 1 (un) grado de libertad

  • Dimensión 2: un punto se puede mover hacia izquierda y derecha, atrás y adelante. Es el plano físico, con 2  (dos) grados de libertad.

  • Dimensión 3: un punto se puede mover hacia arriba y abajo, izquierda y derecha, atrás y adelante. Es el espacio físico, con 3 (tres) grados de libertad. (3D)

Cómo crecen las dimensiones físicas, desde el punto al espacio 3D

Dimensión cero – Punto (la no dimensión)
Un punto no tiene forma ni tamaño, es solo un concepto imaginario que indica una posición en algún sistema. No hay posibilidad alguna de moverse en el punto, o sea no hay ningún grado de libertad.

Dimensión 1 Primera dimensión – Línea
Dado un punto, este punto indica una posición, se puede usar un segundo punto para indicar otra posición diferente. Para imaginar la primera dimensión todo lo que se necesita es una línea que una esos dos puntos. Un objeto unidimensional tiene solo longitud, no tiene ancho ni profundidad, y tiene un grado de libertad, trasladarse en la dirección de la recta

Dimensión 2 o Segunda dimensión – Plano
Si se toma la línea de la primera dimensión y se dibuja una segunda línea que la cruza, se genera un plano o se entra en la segunda dimensión. Un objeto bidimensional tiene largo y ancho (sin profundidad).
Es posible imaginar criaturas bi-dimensionales, “seres” que viven en en el plano (tierraplana) y poseen dos dimensiones. Si apareciera un objeto de tres dimensiones no podrían percibirlo. Si el objeto tridimensional fuera atravesando el plano iría mostrando sus diferentes secciones, crecientes o decrecientes según cambie su sección, hasta desaparecer; esa sería la visión de un objeto de tres dimensiones en un plano (dos dimensiones)…. Algo raro para los habitantes de dos dimensiones, quienes tienen solo dos grados de libertad.
Paradójicamente,  nuestra vista nos muestra el mundo en dos dimensiones, siempre vemos un plano (como en las películas), la perspectiva nos permite apreciar la información adicional para percibirla en tres dimensiones.

Dimensión 3 o Tercera dimensión: espacio físico 
Es la dimensión más simple de imaginar, pues es en la que percibimos con todos los sentidos. Un objeto tridimensional tiene longitud, ancho y profundidad. Un punto tiene tres grados de libertad asociados a cada una de esas dimensiones.

La dimensión del tiempo
Se pudo describir las tres dimensiones con las  “longitud, ancho y profundidad”. ¿Qué palabra se le puede asignar a la cuarta dimensión? Una respuesta sería “duración”. Imaginándonos a nosotros mismos como fuimos hace un minuto, y luego nos imaginamos como somos en este momento, la línea que podríamos dibujar desde la “versión de hace un minuto” a la versión “actual” sería una línea en la dimensión del tiempo. Si se pudiera ver la evolución de nuestro cuerpo físico, en la dimensión del tiempo, se vería un largo tubo anillado, con su yo embrionario en un extremo y su yo muerto en el otro.

tiempo

Conjetura sobre las dimensiones de la Comunicación Social.   Definición de las dimensiones comunicacionales

Defino la correspondencia entre las dimensiones físicas y las dimensiones comunicacionales del siguiente modo:

Pensamiento o creencia: dimensión cero (punto)
Palabra oral o escrita: dimensión uno -dimensión simbólica (1)-  (recta) 
Imagen: dimensión dos -dimensión icónica (2)- (plano) 
Hecho percibido: dimensión tres (espacio)

(1), (2) Según la semiótica de Pierce

A medida que aumentan las dimensiones, se logra comunicar mejor el sentido, la información se acerca más a la realidad.  A medida que disminuyen las dimensiones comunicacionales nos alejamos de la realidad percibida. 

Lo real, lo percibido y lo simbolizado
Lo que llamamos real es lo que percibimos -a través de los sentidos- en nuestro espacio tridimensional mientras atravesamos el tiempo.

pipa

Cuando crece el grado de simbolización, lo comunicado se aleja más de la realidad percibible. La imagen de arriba (René Magritte), tiene dos dimensiones y se aleja de la realidad de una pipa tridimensional material, si se dice la palabra “pipa” en una dimensión comunicacional (dimensión de la palabra) nos alejamos de la realidad bidimensional de la imagen. Finalmente, si tan solo la pienso en una pipa, resulta una información mental propia incomunicable -en ese nivel- a otro. Para comunicar tendría que subir al nivel dimensional de la palabra.

Interpretación dimensional de la posverdad: -1                                                                                                                                                              a) Las instalaciones en el cerebro reptil (amenazas que producen miedo) surgen de un formateo de nuestros ancestros darwinianos
b) Las instalaciones fuertes en el inconsciente surgen de las vivencias desde la concepción hasta que el niño tiene uso de razón.
Más allá de la dimensión 0 (cero) de los pensamientos, aparece -en el cerebro reptil y en el inconsciente- la dimensión negativa (-1) que transforma lo científicamente falso, en algo que se percibe como verdadero o sea conjeturo que las mentiras (construcción mediática) aparecen en el cerebro reptil o en el inconsciente como posverdad (dimensión -1): falsedad que es recibida como verdadera.

El rol de la palabra en arte
La palabra, tan lejos de la realidad de los hechos, polisémica e interpretada, comunica mal en la vida real. Sin embargo la interpretación particular que cada uno tiene de la palabra -leída, teatral, etc.- permite al que la recibe interpretarla de tal modo que lo ayuda a interpretarse a si mismo y en ese sentido es terapéutica

Verdad absoluta
De la verdad kantiana, del ser de las cosas, nosotros solo percibimos la punta del iceberg. Al iluminar una silla, la luz que refleja se traduce en nuestra mente que la compara con el modelo que hemos internalizado de lo que una silla es. Nunca sabremos, en esencia, qué es la silla. La palabra “silla” es la dominación aceptada por toda la comunidad local, de un objeto con asiento, respaldo y cuatro patas. Es la particular percepción que permite nuestra combinación ojos-mente, dentro del espectro electromagnético visible; si nuestro sistema vista-mente percibiera en otra zona del espectro electromagnético la silla percibida sería diferente. Aquí aparece -aun en la física clásica- nuestra influencia como observadores para relatar la realidad física percibida. Immanuel Kant habla del noúmeno (del griego «νοούμενoν»  «lo pensado» o «lo que se pretende decir»). Presenta el concepto problemático que se propone para referirse a un objeto no fenoménico, es decir, que no pertenece a una intuición sensible, sino a una intuición intelectual o suprasensible.
Por otra parte, el término noúmeno,  también ha sido usado para hablar de la cosa-en-sí, es decir, la cosa en su existencia pura independientemente de cualquier observador o representación.

Nuestra estructura de pensamientos armoniza con las palabras que encajan en ella y es bueno que así suceda, esa es una base importante de nuestra salud mental.
Si logramos internalizar la debilidad de las creencias y cuestionarlas confrontándola con los hechos de la práctica, podemos fortalecernos apoyándonos en la verdad científica. La ciencia lo que hace, con sus límites sistémicos, es cuestionar lo que se cree es cierto: costumbres, tradición, dogmas, etc. La ciencia y la comunicación tienen algo en común: usan palabras que son metáforas de metáforas de lo real…. por eso hay que tomarlas con mucho cuidado, casi con una prudente desconfianza.
Paradójicamente  todo este análisis se realiza con palabras. Es importante tener conciencia del peso subjetivo de las palabras, de su valor, su influencia. A veces alguien «tira» una palabra hiriendo a otro que la interpreta según su mente, y esa interpretación puede coincidir o no con el mensaje construido en la mente de quién envió esa palabra.

Aplicaciones
Campañas preelectorales
En las campañas preelectorales las palabras del referente encajan como fichas del tetris en la mente de aquellos que comparten las mismas creencias y son rechazadas por los opositores, por más veraces que sean.
Si -por ejemplo- alguien fue testigo del proceso de construcción de la autopista Rosario Córdoba, no duda de la realización de la obra, cuando la obra se termina ya es una imagen en nuestra percepción y si alguien relata que «este gobierno»  hizo la autopista, los opositores al gobierno constructor, hablan de engaños gubernamentales. Entonces podemos deducir que, de las miles de palabras dichas o escritas en una campaña electoral, pocas llegan -a través de los medios- a donde son necesarias para modificar las creencias que cambien la intensión de voto.  En 2011 los hechos concretados durante el primer gobierno de Cristina, observados directamente por millones, explican el 54% de votos en 2011 contra todas las palabras emitidas por las corporaciones mediáticas hegemónicas. En 2015 la penetración de los medios hegemónicos tuvieron mejor éxito y dieron lugar a un gobierno que en poco tiempo demostró, con los hechos, la fragilidad de las palabras de su campaña.
Una forma de difusión preelectoral eficaz para quien ha concretado hechos favorables a la población serian vídeos interactivos (imagen en movimiento y solicitados por el receptor) que permitan a la persona de a pie ver en diferido en hecho fáctico de lo concretado.

Discusiones no científicas
En su libro “Lo Neutro”, Roland Barthes dice que «interpretar lo que dice algún otro es soberbia». Cuando alguien emite palabras, estas surgen de la mente atravesando caminos subjetivos de las propias creencias; esas palabras emitidas son recibidas atravesando la mente del receptor recorriendo los caminos de sus propias creencias. Hay una interacción entre la dimensión cero de los pensamientos y la dimensión uno de las palabras. Esa interacción entre dimensiones comunicacionales tan bajas son el origen de discusiones inacabables, en distintos ámbitos. Solo las concreciones fácticas pueden resolver estas controversias dialécticas.

Una creencia milenaria: el dinero tiene valor propio
En su origen el trueque era entre objetos de tres dimensiones. El dinero-oro, además de ser una mejora tecnológica, concretaba en monedas con valor propio, una realidad tridimensional, luego apareció la imagen del billete representativo aun con respaldo oro. En la historia de la humanidad, al desaparecer el respaldo oro de la Libra Esterlina durante la segunda guerra mundial y del dólar bajo el gobierno de Nixon, nos quedamos con “dinero fiduciario”, dinero en el que se cree que tiene valor propio. Esa creencia -el dinero con valor propio- está incrustada en cada mente y trasmitida de generación en generación; ¿Qué refuerza esa creencia?… la práctica cotidiana de entregar un papel -legal, pero sin valor propio- y recibir bienes y servicios en el espacio tridimensional

La excepción: lo lenguajes regulados
Quienes intercambian información mediante signos algebraicos o musicales gozan de la seguridad del valor simbólico compartido y exacto de un número o una nota musical, y pasan de la segunda dimensión del papel a la verificación física de las fórmulas o la ejecución piezas musicales, permitiendo una comprensión comunicacional casi perfecta.

Consecuencias

  • Cuanto más alta la dimensión comunicacional, más cerca de lo real.

  • Cuanto más baja la dimensión comunicacional más penetrante es su efecto sobre el receptor con las creencias adecuadas. Un pensamiento (dimensión 0) apuntalado por la palabra (dimensión 1) en forma continua, desde un emisor hegemónico, se percibe como verdadero, aunque los hechos lo desmientan.

Consecuencias en la era de la interacción digital 

La solución de las controversias importantes, se dan en la calle (3D).

La primavera árabe nació en las redes y murió en la calle, a través de la represión del nuevo gobierno, fue derrotada en las calles.  La derrota de EE.UU en Vietnam se debió a no poder hacer pie en el territorio. En Irak se resuelve cuando las tropas ocupan el territorio.

El neoliberalismo, cómo estrategia de penetración, nos localiza individualmente frente a la pantalla: palabra e imagen (1a y 2a dimensión comunicacional), nos saca de la calle a donde deberemos volver para rescatarnos del neoliberalismo.

La naturaleza del universo o los límites dimensionales de la ciencia
El corazón de la ciencia es la aceptación de la realidad percibida. Las creencias erróneas nacidas de nuestra percepción limitada -por ejemplo que el sol sale todas las mañanas- pueden corregirse mediante el método científico.
Históricamente, aparecieron problemas irresolubles cuando se investigó a escala cósmica (teoría de la relatividad) o de las partículas elementales (teoría cuántica), pensando que las cosas deberían funcionar como en nuestro espacio físico tridimensional
La ciencia ha estado desarrollando, desde fines del siglo XX y principios del XXI intentos de unificación de cuatro fuerzas básicas: la gravedad, la electromagnética, la fuerza nuclear fuerte (que mantiene unidas a las partículas del núcleo atómico) y la nuclear débil (que aparece en ciertas desintegraciones).  Buscando una teoría de todas las cosas,  se llegó a expresiones matemáticas –de diez u once dimensiones – que no tienen aún, comprobación experimental en nuestra dimensión espacio-temporal.

Desde los setenta, existe una teoría –lo que se llama “el modelo estándar”– que permite presentar tres fuerzas como aspectos de un fenómeno único (no incluye la fuerza gravitacional). En el proceso de la unificación no sólo se pudieron resolver problemas que tenían las teorías previas sino que también se pudieron predecir nuevos fenómenos, luego comprobados científicamente.
Luego se desarrolló la “teoría de cuerdas” que unificaría la gravedad a las tres fuerzas restantes para teorizar en forma unificada junto la relatividad general (que es la teoría de la gravitación macroscópica, a grandes escalas) y la mecánica cuántica (cómo funcionan las cosas a escala microscópica).
La teoría de cuerdas, rompe con el paradigma de “partículas puntuales”. Hasta que se empezó a trabajar con esta teoría se suponía que las partículas elementales eran puntos, o sea, que no tenían dimensiones. La teoría de cuerdas, en cambio, propone que las partículas elementales tienen dimensiones, que son pequeñas cuerdas que vibran y que los distintos modos de vibración producen las distintas partículas que se observan a bajas energías. Estas vibraciones serían algo equivalente a los distintos tonos de cualquier instrumento musical.
Distintas teorías asociadas a las cuerdas pudieron unificarse en la teoría llamada “teoría M”, que habla de elementos de mayor dimensionalidad que las cuerdas, como membranas. Se dice que la teoría de cuerdas evolucionó hacia la teoría M. “M” que se puede atribuir a “Misterio”
A principios del siglo XX. Albert Einstein fue uno de los que intentó unificar la relatividad general con el electromagnetismo. En realidad, Einstein, no aceptaba como válida la mecánica cuántica, pensaba que era una teoría incompleta, pues la ubicación de las partículas subatómicas dependía de cierta distribución de probabilidad («Dios no juega a los dados con el universo»). Einstein ya hablaba de cinco dimensiones, pero cuando se descubrieron las fuerzas débil y fuerte– se vio que ya cinco dimensiones no eran suficientes. Once dimensiones parece ser un número más apropiado si se quiere dar con una teoría consistente: la teoría M.
Por ahora no hay experimentación que permita comprobar la teoría M, pues las energías que se necesitan para probar esa teoría son enormes.

Cómo imaginar otras dimensiones.
Estamos acostumbrados a un mundo de tres dimensiones, cualquier desplazamiento de un punto a otro punto del espacio, puede expresarse como la composición de las tres direcciones posibles en este mundo tridimensional: a la izquierda o derecha, adelante o atrás y arriba o abajo, nuestro mundo percibido tiene tres componentes direccionales, o dicho de otro modo, tres grados de libertad. Del mismo modo, un “habitante” de un plano –dos dimensiones- tiene dos grados de libertad y un «habitante» de una línea tiene un grado de libertad o “vive” en una dimensión y en un punto no hay posibilidad de movimiento o sea no hay ningún grado de libertad.
Cuando más direcciones o grados de libertad se posean menos limitadas están las acciones.
El hecho de que las cuerdas a las que se refiere la teoría M “vivan” en 11 dimensiones hace pensar que tienen muchos menos limites o muchos más grados de libertad.
Uno de los aspectos más intrigantes de la existencia de varias dimensiones es que en la dimensión inferior no se es consciente del movimiento en las dimensiones superiores. Aquí hay un simple ejemplo: Si hacemos una cinta de Moebius (se toma una cinta de papel, se le un giro de 180 grados a uno de sus extremos y se pega al otro extremo) y se dibuja una línea por toda su longitud, esa línea estará en ambos lados del papel antes de encontrarse nuevamente consigo misma. Pareciera, de modo asombroso, que la cinta tiene solo un lado, de modo que debe ser la representación de un objeto de dos dimensiones, en una Terraplana bidimensional ya que la línea que se ha dibujado terminar donde comenzó sin nunca sentir como si se hubiera dejado la segunda dimensión. En realidad se está dando vueltas en la tercera dimensión, aunque parezca que se esta viajando en una línea recta.

Cinta de Moebius  

moebius

 Sitiografía

«El universo elegante»

«Extracto del capítulo 10 de la primera edición de Cosmos»

“Explicación simple de las 10 dimensiones”

* Profesor Titular Tecnologías en Comunicación, Facultad de Periodismo,        Universidad Nacional de La Plata

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