Verdad social y trabajo periodístico
Se analiza la realidad percibida por las personas –verdad social- como influencia política preponderante; cómo las empresas periodísticas toman a las noticias como productos de mercados, con intensiones políticas, el rol de las fuentes y estadísticas para finalmente analizar lo importante en cada vida que conduce a la verdadera lucha por la humanización del mundo.
La verdad social son creencias establecidas de un modo directo o sutil en las mentes de las personas. La información puede ser real o falsa, la cuestión es cómo es interpretada por las personas.
Así la verdad social «Kennedy fue muerto por Lee H. Oswald» aunque la película JFK -tomada como investigación periodística- demuestra ampliamente la conspiración e intervención de varios asesinos. Cuando las torres gemelas caen los medios en vivo dicen «se escucho una gran explosión y luego cayeron» pero la verdad social es que se derrumbaron producto del choque de los aviones y el posterior incendio.
Las personas escuchan las noticias como descripciones de lo real. Si las descripciones se manipulan dejan un tenue rastro de la realidad percibida. Esta certeza asociado a lo que “dijo el diario”, “el noticiero”, “la tele”, etc. se potencia en los medios hegemónicos. Luhumman habla de los «medios simbólicamente generalizados» son las creencias compartidas, el trasfondo compartido parecido a la episteme, imaginario social, o paradigma según el contexto
La luz que comienza a brillar es producto de buscar formas –estimuladas por la red global- de establecer la agenda y crear información a través de de las organizaciones sociales
Productos-noticias y vinculo lo numérico a la denotación
Los límites del periodista profesional, es el perfil editorial del medio para que trabaja y que contextualiza su relato.
La información es una mercadería que el medio-empresa transforma en noticias-producto Cuando el recurso denotativo se usa para connotar, o simplemente manipular se está en un extremo de connotación, se cae en una trampa al leer una nota denotativa con aplicación de números «irrefutables».
El último Wittgenstein dice que en todo uso del lenguaje hay esta «manipulación», hablamos para hacer y para ser, entonces el que ejerce la locución tiene la responsabilidad. De allí la referencia ética del comunicador: «tomar la palabra» no es baladí, tiene sentido ético y crítico.
Fuentes y valores numéricos
El relato de la realidad percibida puede sustentarse por fuentes confiables y valores numéricos que esas fuentes provean.
Hablando desde el punto de vista técnico-periodístico, el INDEC es la voz del gobierno es la «verdad oficial», que se usa en la estructuración de una nota tomando como fuente los datos oficiales. Entonces estadísticas y censos se usa como expresión de verdad, nos pinta el mundo pero un mundo está ahí, indiferente de nuestras descripciones. Dice Luis Sorgentini “El estado, mercado, medios masivos y las clásicas instancias eclesiásticas, académicas, comunales y familiares; pugnan por definir la realidad y obtener una confianza, que permita percibir algo como real, explicarlo e intervenir operativamente. Si esas descripciones son inadecuadas, perdemos el control, si es que alguna vez lo tuvimos”
Si el periodista está manipulando o no es la clave porque los datos sacados del contexto son incomparables, aunque el dato sea real. La interpretación del dato la hace una persona. La producción de sentido se puede objetivar y se puede manipular, con los datos uno puede hacer lo que quiera
Hay dos variables que influyen: la credibilidad del medio (o el periodista) y la veracidad, la credibilidad es algo que se construye día a día en la mente del lector. Las propias creencias del lector lo dejan indefenso si no decide profundizar en el análisis, reflexionar sobre lo que lee, corroborar.
El periodista tiene que aprender a «leer» los números en las noticias-productos y luego ver como ayudan a su relato.
Entonces, los datos numérico sirven si el profesional periodístico analiza lo que indican, lo que significan y lo pone en valor planteando correctamente las hipótesis, las premisas y hasta llega a dudar de las conclusiones (falsacionismo), entonces esos datos numéricos sirven para acercarse a la realidad relatadas. Si pasara de datos a la interpretación libre, es lo mismo que decir lo que pienso sin datos
Conocimientos innatos e innovación
- Se ha comprobado que los bebés tienen de nacimiento sentido ético. http://girocognitivo.wordpress.com/2011/12/05/los-bebes-y-el-sentido-de-la-justicia-social/
- Podría afirmar –siguiendo a Piaget- que los bebés son muy sabios, por lo que saben de nacimiento, y lo que aprenden sin enseñanza estructurada (física, matemática, lenguaje, etc.); luego hay como un apagarse de todas esas capacidades por la influencia del entorno que los circunda su vida. A veces es posible percibir que algo que nunca se hizo, se puede hacer a partir de un conocimiento innato.
- Eso sucede cuando uno se da cuenta que sabe más de lo que conoce, ahí es donde uno tiene que tener valor para innovar, sin importar si socialmente se triunfa (no creérsela) o se fracasa (fortalecerse para la próxima acción innovadora)
Innovación, triunfo y fracaso
Estamos acostumbrados a la alegría del buen éxito y a la depresión del fracaso, en la vida como en el deporte lo importante es accionar, pero son escasos los ámbitos en los que se vive así. La zanahoria de la fama o el ascenso económico siempre esta tironeando
Los seres humanos somos intrínsecamente semejantes y el entorno cultural de crecimiento marca las diferencias pero en esencia somos lo mismo. Los bebés de todo el mundo nacen -en esencia- muy parecidos, luego el entorno va generando las diferencias.
Las cuestiones importantes
Las grandes obras literarias se ocupan de las cosas importantes: el amor, el arte, el conocimiento y la muerte. No importa la nacionalidad del autor, que solo le da un punto de vista espacio temporal desde el cual percibe la vida.
Cada tanto aparece un escrito que describe una actualidad terrible pero que fue escrito hace siglos, eso nos dice que el ser humano no ha cambiado mucho en su comportamiento, en general conservador de lo vigente; por eso nos sorprende y da gusto ver alguna evolución de cualquier tipo. Cuando uno ve que la inquisición y la dictadura militar fueron semejantes en su proceder, cierto bajón se anida en nuestra alma, esperanzada siempre en la evolución humana…. Entonces nos toca volver a empezar
Esa evolución busca recuperar del origen las características del bebé: ético, alegre (si sus necesidades básicas están satisfechas), sabio, con fe en seguir viviendo. Esa búsqueda de lo esencial innato, es un posible sentido de la vida para no vivir pensando que la vida no tiene sentido.
El amor
El amor que se puede practicar –hacer algo por el otro- es ilimitado. En el lugar más cercano que se puede expresar es en la convivencia cotidiana. En cualquier lugar que se exprese cambia el ambiente, mejorando la relación con los demás
Como nuestras creencias pueden estar bajo nuestro control (y no de los medios o cualquier factor externo) podemos creer que el amor es una capacidad humana infinita (nada lo va a desmentir) tapado por otras creencias con endebles cimientos que ha ido incorporando la decadencia cultural (codicia, ambición, etc) Cuando se puede eliminar esas capas culturales negativas en esas contadas ocasiones, lo que sucede es la percepción de la infinitud del amor.
El otro camino que es al que se llega a dar sentido a la vida es la búsqueda de una trascendencia concreta, camino más complejo que el de amar. Por el absurdo: si la vida es algo que empieza al nacer y 80, 100 años después termina con nuestro cuerpo físico ¿tiene sentido?. Tendría sentido si la humanidad fuera una unidad (tuviera algo común que la uniera). Por el absurdo, para que la vida individual tenga sentido algo tendría que trascender nuestro cuerpo físico, eso alimenta una esperanza, requiere un milagro: el conocimiento profundo de que somos esencialmente y la Fe, no ya en la vida como el bebé sino en la trascendencia de algo luego de la muerte de nuestro cuerpo físico