Fotoreportaje realizado por Franco Pallares, estudiante de Fotoperiodismo.

Alejandro una realidad viva desde el puente, una mirada que espera ayuda en un contexto de pandemia mundial.
Alejandro junto a su perro, fiel compañero, en la oscuridad del puente

Las cosas maravillosas vienen sin avisar.

Todo comenzó en el inicio de un trabajo de campo en busca de reflejar el contexto en el que  vive la gente en situación de calle bajo una pandemia mundial, para realizar un trabajo práctico del Seminario de FotoPeriodismo de la facultad.
 
Caminando por el barrio me encontré con Alejandro (29) y Nancy (27) dos personas que viven abajo del puente de 14 y 520 en la localidad de Tolosa (La Plata).

Con Alejandro compartí gran parte de mi infancia, colegio y barrio. Por problemas y cosas de la vida Ale tuvo muchas sacudidas desde perder a su madre hasta quedar en la calle, calle que hoy es su única casa.

Con Nancy es el inicio de una gran amistad, ella tuvo una vida desde pequeña muy compleja. A los 15 años tuvo problemas de abuso por parte del novio de la madre y se fue a vivir a la calle embarazada del primero de sus tres hijos.

El estado le saco 2 hijos cuando eran pequeños, ella experimentó con todo lo que te podes cruzar en la calle, desde las drogas hasta la Trata de Persona que la llevaron a enfermarse de HIV, enfermedad por la cual está en tratamiento.

Ellos sienten que el único lugar en donde no corren peligro es la calle, ya la costumbre les consumió la fe o los corrompieron demasiado, ya que durmieron en plazas, estaciones, veredas, autos, trenes, baldíos, casas abandonadas y hoy un puente, su tercer puente por cierto, puentes que son visitados cada cuatro años.

Suelen desalojarlos en tiempo de elecciones para mejorar la visual de la ciudad, linda manera de embellecer la pobreza; aunque ella sigue estando ahí en un rincón en penitencia, no habla más ó tal vez le quitaron la voz.

Después del primer reencuentro que tuve con ellos quedé muy mal por sus condiciones de vida y el abandono del municipio de la ciudad. Mientras leía “la escuela del mundo al revés” de Eduardo Galeano me quedé pensando en este párrafo.

Curso básico de injusticia
“Este mundo, que ofrece el banquete a todos y cierra la puerta en las narices de tantos, es al mismo tiempo, igualador y desigual: IGUALADOR en ideas y en las costumbres que impone, y DESIGUAL en las oportunidades que brinda”

Luego de leer esto se despertó una inquietud junto a una idea, fusionadas como manos que se unen para ser cadena o puente. Fue ahí cuando se me ocurrió hacer un video vía Facebook e Instagram, contándole a la gente la situación en que viven Alejandro y Nancy, a modo intentar visibilizar y generar empatía para poder mejorarles el modo de vida, ya que desde donde la mires es vivir en el infierno 2020. Vivir sin agua potable, sin luz, sin higiene, sin cocina y con frío.

Al día siguiente fui mentalizado en hacer otro video, mostrarle el lugar y su vida a la gente. Nunca me iba a imaginar que a raíz de un trabajo práctico de la facultad, iba a generarse una transformación de tal magnitud.

El video tuvo más de cuatro mil visitas y gente de todo el país se comunicó para ofrecer ayuda y donaciones; en dos semanas logramos lo que no pudo él en muchos años, tener una cama, dormir calentito y tener comida todos los días.

Aunque esta es una puerta que recién se abre; y sigo luchando, insistiendo para poder encontrarles un hogar digno y saludable para que ellos tengan la vida que todos merecemos.

Lo que más me quedó de este hermoso trabajo, es lo bien que funcionamos cuando nos escuchamos y vamos todos juntos por lo mismo, lo fuerte que somos unidos por una causa y que lo único que nos puede salvar es el amor, darle mucho amor al que siempre le dieron un cachetazo es un manera de tirarle una ficha y ayudarlo a creer en sí mismo.

Esta historia no tiene final porque es el inicio de un portal infinito, como la realidad de afuera.