Programa

Tecnicatura en Comunicación Pública y Política
Participación, Ciudadanía y Movimientos Sociales
Facultad de Periodismo y Comunicación Social
Universidad Nacional de La Plata
Titular: Lic. Ramón Flores
Ayudante: Prof. Pablo Delgado
Ayudantes alumnas: – Jésica Gamarra. Marina Gamarra.

PROGRAMA 2023
FUNDAMENTACIÓN

Los tópicos que dan nombre a esta materia representan un campo conceptual amplio y complejo, donde la genealogía de uno de ellos se remota al ágora griega. Participación, Ciudadanía y Movimientos sociales conforman una urdimbre nocional imprescindible para pensar no sólo las prácticas políticas ciudadanas, comunitarias y partidarias contemporáneas, sino también la comunicación pública y política que de ellas surge.
La propuesta es que sea la participación ciudadana el punto de mira conceptual y el eje teórico desde el cual abordar el campo de prácticas, conceptos y epistemologías determinado por los tres términos que nominan a esta materia.
Como todo término que responde a la necesidad de abordar problemáticas sociales que son contemporáneas a la praxis, la participación ciudadana se asume como el cruce de las problemáticas actuales entre participación, ciudadanía y movimientos sociales.
Tensionada entre la democracia y la ciudadanía, la mencionada participación permite enfoques prescriptivos y descriptivos. Estos enfoques necesitan el mutuo contraste entre los ideales y su validación en la realidad, tal y como lo señala Sartori (2007) respecto a la democracia; la cual podría ser una forma de vida o una norma de vida, según qué enfoque utilicemos. La ciudadanía, a su vez, “se configura como esfera restringida de realización de las preferencias”, mediante una agregación estratégica y a través de una representación que asegure influencia, o “como participación activa, directa y expansiva en la génesis de la voluntad política” (Maíz, 2001:73). Estos enfoques enmarcan la mirada sobre el ejercicio de la participación ciudadana. Ésta debería ser promotora del diálogo entre gobernantes y gobernados, un criterio para la resolución de conflictos y el desarrollo de comunidades políticas; o ser un mecanismo institucional legítimo que facilite las decisiones pero sin garantizar el bien común, un vínculo efectivo entre elecciones y democracia que permita una convivencia civilizada. Así, la participación ciudadana se puede desplegar a través de las lógicas estatal y/o social (Espinosa, 2009); si se elige la conjunción entre éstas últimas, aquella participación se transformaría en un puente entre el Estado y la sociedad, un ejercicio de suma positiva en la interacción entre ambos.
Las mencionadas lógicas muestran el permanente cruce entre los distintos tipos de participaciones, la social, la política y la ciudadana, haciendo de esta última una construcción permanente de la contienda entre reglamentación o autonomía de la participación, entre supresión o expansión de derechos. Si se hace social y/o comunitaria, la participación se cierra sobre sí y las comunidades o sectores sociales donde se ejercen. Si se hace política, ella busca construirse como poder político, desplazarlo, y en el límite reemplazar los órganos representativos por mecanismos sustantivos de participación.
Este límite está en juego en la actualidad de los movimientos sociales y su realización híbrida entre el interior y el exterior de las redes digitales. A esta actualidad se llega luego de más de dos decenios de relación entre movimientos sociales e internet, siendo el Movimiento Zapatista uno de sus primeros protagonistas (Rovira, 2009). Luego vendrán otros jalones como el movimiento antiglobalización en noviembre de 1999, los mensajes en los teléfonos móviles que contradicen el discurso mediático y gubernamental sobre lo sucedido en la Estación Atocha en Madrid en marzo de 2004, la primavera árabe en 2011. Estos acontecimientos han permitido, mediante prácticas híbridas off-online y a través de las redes multicanal, que los contrapúblicos subalternos realicen una autocomunicación de masas que pone en crisis la idea misma de representación política (Rovira Sancho, 2013). Así, el concepto de red permite analizar tanto las prácticas como los procesos de subjetivación que ocurren en los distintos tipos de participación; viene a ocupar un lugar de análisis junto a conceptos ya clásicos como la actitud, la identificación de grupo, etc. (González, Dorrego y Arano, 2019).
Si en 2018 se podía afirmar que la ola global de movimientos sociales no había logrado cumplir sus esperanzas democráticas (Pleyers y Álvarez-Benavidez, 2018), en la actualidad se puede afirmar que el panorama político y social a nivel global muestra serios retrocesos en términos de las demandas y reivindicaciones que esos movimientos expresaban. Entonces, la tesis de Touraine (1973) que los movimientos sociales son la producción de la sociedad por sí misma, ¿ha dejado de tener validez? La respuesta la dio el mismo Touraine: hay que analizar tanto los actores contestatarios como los dominantes y dirigentes; parecería que los estudios de los movimientos sociales le han dedicado más esfuerzos a los primeros que a los últimos. Los estudios que sí lo han hecho, han propuesto que los actores conservadores y capitalistas sean considerados movimientos sociales de pleno derecho pues ellos también producen a la sociedad en la que vivimos, y para ello se debería contemplar los “movimientos desde arriba” motorizados por el “1%” más rico de la sociedad (Pleyers, 2019). Esto permite apreciar que junto a los actores conservadores tradicionales surgen otros con nuevas características: neoconservadurismo, neopentecostalismo, populismo neomoralista, etc. (de la Torre Castellanos, 2020). Estos movimientos sociales no han dudado en ampliar sus repertorios de acción con los recursos que siempre se han considerado patrimonio de los movimientos progresistas. También hay que considerar a otros movimientos que no tienen a la acción colectiva dentro de esos repertorios, es el caso de los movimientos de estilo de vida donde la preferencia es por la acción privada; pero es una acción que no busca la satisfacción personal sino el cambio social, dura en el tiempo y se desarrolla en el campo extrainstitucional asumiendo así rasgos de todo movimiento social (Garza Zepeda y Sánchez Osorio, 2016).
Caracterizar a estos actores colectivos desde la comunicación, identificar los polos de tensión en la participación ciudadana, reflexionando sobre sus posibles articulaciones, y comprender la participación política en su relación con las tecnologías digitales constituyen el horizonte de trabajo en esta materia.

Objetivos de la materia
Será el objetivo de la materia presentar a los alumnos los conceptos y las herramientas analíticas para comprender los fenómenos participativos ciudadanos, sociales y comunitarios como paso previo a la intervención en ellos desde la comunicación.
Para el logro de este objetivo, se proponen las siguientes metas respecto a los alumnos; los cuales deberán, a lo largo de las clases:
● Conocer los diferentes tipos de participación, sus características y los distintos enfoques sobre ellas.
● Comprender los fenómenos participativos desde las subjetivaciones, los imaginarios sociales y los conflictos involucrados.
● Adquirir herramientas para reflexionar sobre las estrategias comunicacionales de los procesos participativos.

Metodología
La metodología asumirá como desafío el desplegar todas las potencialidades analíticas y complejidades conceptuales que permitan la mejor comprensión de los fenómenos estudiados, no sólo como estrategia pedagógica y didáctica del docente sino también como espacio de reflexividad y praxis para el alumno. Al hablar de alumno y docente no se propone dos instancias de saber sino dos roles intercambiables entre los sujetos que se involucran en un proceso de enseñanza/aprendizaje. Esta metodología presenta su mayor riqueza cuando estos roles educativos se intercambian en un diálogo de experiencias y saberes.
En cada unidad temática, este intercambio de saberes se desplegará en un proceso que irá de los contenidos conceptuales hacia los procedimentales. Es decir, irá de contenidos teóricos y abstractos hacia los prácticos y concretos en una relación dialéctica y constante entre la exposición y la ejercitación. Así, cada unidad culminará con un Trabajo Práctico parcial y evaluativo.
La materia se desplegará en cada clase a través de dos momentos. En el primero se presentará de manera teórica y reflexiva los contenidos, será un momento donde el docente propondrá una temática de manera ágil y dinámica para su aprehensión por parte de los alumnos; para esto se hará un uso didáctico de las nuevas tecnologías y sus lenguajes expresivos, considerando los intereses y expectativas de los alumnos.
En el segundo momento, los alumnos asumirán un papel activo de aplicación de los contenidos a través de una actividad práctica; la misma pondrá en juego y convocará a una ejercitación plena no sólo de los contenidos explícitos presentados en la primera parte, sino también de los implícitos y que sólo se transmiten en el ejercicio de una actividad concreta.
Estos dos momentos se desarrollarán en las instancias presenciales a desarrollarse en este ciclo lectivo.

Criterios de aprobación
La cursada cuatrimestral tendrá instancias presenciales, tal y como se describió en el apartado anterior, donde cada unidad temática culminará con un Trabajo Práctico Parcial grupal que deberá ser aprobado. Se exigirá un Trabajo Final de entrega obligatoria producto de la articulación e integración de los trabajos parciales. Los cuales pueden ser modificados para esa entrega final.
Estos Trabajos parciales configuran un proceso evaluativo único jalonado en etapas, cada uno de ellos representan un momento pedagógico necesario para el siguiente. Esto habilita pensar al proceso evaluativo también en etapas. Así, cada trabajo representa una parte de la nota final que se sumará a la del siguiente, tomando siempre en consideración el compromiso mostrado en el proceso educativo: cumplimiento de los plazos de entrega, participación en las instancias reflexivas y de debate, etc.
Todos los trabajos podrán ser realizados de manera individual o grupal. En este último caso, cada uno de los integrantes del grupo deberá agregar un anexo a título personal, al final de la presentación grupal del trabajo.
Este trabajo final tendrá el formato de un informe sobre un caso particular de participación; el cual deberá ser elegido por el alumno al inicio de la cursada de acuerdo a sus intereses y expectativas, para luego trabajar sobre él a lo largo de la misma.
Los alumnos elegirán una situación de participación donde consideren necesario una labor de reflexión sobre la comunicación actual en la misma. Así,
abordarán una o varias situaciones de estudio para luego confeccionar un informe adecuado a los objetivos analíticos y/o a los intereses de una futura y posible estrategia de comunicación.
Se implementarán dos (2) momentos de evaluación parcial respecto a los contenidos propuestos en este Programa.
Todos los procesos de evaluación, conforme al Régimen General de Enseñanza de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, tendrán (3) tres instancias de recuperación: primera, segunda y Recuperatorio Final.
La primera instancia de parcial implicará cinco preguntas sobre los textos. Mientras que la segunda, estará compuesta por un conjunto de preguntas de mayor desarrollo sobre los textos. Finalmente, el Recuperatorio Final involucrará a las temáticas vistas en las diferentes unidades teniendo en cuenta los objetivos no alcanzados en las instancias evaluativas anteriores.
Se solicitará el 80% de asistencia a las clases atendiendo a las circunstancias en las que se desarrolle el proceso educativo.

Plan de Actividades
Considerando la extensión cuatrimestral del espacio curricular y la cantidad semanal de tres horas, se estiman 16 clases de una duración reloj de 2,30 horas cada una.
Las clases se agruparán en un proceso de cuatro etapas a lo largo del cual se irá confeccionando los diferentes abordajes de un fenómeno participativo, las tres primeras signadas por las unidades temáticas y la cuarta por la entrega del Trabajo Práctico Final Escrito.
La primera unidad tendrá como objeto de estudio a la participación ciudadana, la segunda a los movimientos sociales y la tercera a las subjetivaciones e imaginarios sociales involucrados en los anteriores espacios de participación. Se estima que cada unidad involucrará cuatro clases cada una.
Al interior de cada unidad, las actividades serán expositivas en la primera parte de la clase; en la segunda, se reflexionará y analizará casos pertinentes a las temáticas expuestas; en aquella se presentarán temáticas teóricas con ejemplos prácticos, mientras que en la segunda se partirá de esos ejemplos y se los aplicará en ejercicios didácticos traídos por el docente.
Finalmente, la realización del Trabajo Final insumirá las últimas cuatro clases del Taller donde se articularán e integrarán los trabajos parciales en una
presentación única. Esto permitirá clases de repaso, síntesis, reflexión y ejercitación de los contenidos vistos en las unidades.

UNIDAD I: PARTICIPACIÓN CIUDADANA
BIBLIOGRAFÍA OBLIGATORIA

Espinosa, M. (2009). La participación ciudadana como una relación socio-estatal acotada por la concepción de democracia y ciudadanía. Andamios, 5(10), 71-109.
Font, J. (2004) “Participación ciudadana y decisiones políticas. Conceptos, experiencias y metodologías”. En Ziccardi, A. (2004) “Participación ciudadana y políticas sociales del ámbito local”. UNAM-Instituto de Investigaciones Sociales/Instituto Nacional de Desarrollo Social/Consejo Mexicano de Ciencias Sociales.
Guillen, A., Sáenz, K., Badii, M. H., y Castillo, J. (2009). Origen, espacio y niveles de participación ciudadana. Revista Daena (International Journal of Good Conscience), 4(1).
Linera, A. G. (2006). “Democracia liberal vs. Democracia comunitaria”. WALSH, Catherine; LINERA, Alvaro Garcia; MIGNOLO, Walter. Interculturalidad, descolonización del Estado y del conocimiento. Buenos Aires: Del Signo.
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
Castillo Cubillos, M. (2017). El papel de la participación ciudadana en las políticas públicas, bajo el actual escenario de la gobernanza: reflexiones teóricas. Revista CS, 23, pp. 157-180.
Cernadas Ramos, A.; Chao Pérez, L. y Pineda Nebot, C. (2017). «Participación ciudadana: de la participación en la gestión a la gestión de la participación». Política y Sociedad, 54(1): 163-189. Madrid: Universidad Complutense de Madrid.
Font, J. (2001) Ciudadanos y decisiones públicas. Barcelona: Editorial Ariel.
Maíz, R. (2001). Democracia participativa. Repensar la democracia como radicalización de la política. Revista Metapolítica, 18.
Parés, M. (Coordinador) (2009) “Participación y calidad democrática. Evaluando las nuevas formas de democracia participativa”. Barcelona: Editorial Ariel.
Sartori, G. (2007) ¿Qué es la democracia? Madrid: Editorial Taurus.
Zapata-Barrero, R. (2001). Ciudadanía, democracia y pluralismo cultural: hacia un nuevo contrato social. Barcelona: Anthropos Editorial.
Ziccardi, A. (2004). Participación ciudadana y políticas sociales del ámbito local. UNAM-Instituto de Investigaciones Sociales/Instituto Nacional de Desarrollo Social/Consejo Mexicano de Ciencias Sociales. Libro digital: http://ru.iis.sociales.unam.mx/jspui/handle/IIS/4420

UNIDAD II: MOVIMIENTOS SOCIALES y ORGANIZACIONES COMUNITARIAS
BIBLIOGRAFÍA OBLIGATORIA

Burgos, E. (2020) Ciberactivismo, ejercicio de la ciudadanía y participación política en Internet. Caracas: abediciones. Selección de textos.
Candón-Mena, J. (2013). Toma la calle, toma las redes: el movimiento# 15M en Internet. Sevilla: Atrapasueños. Selección de textos.
Carballido, M. G. (2019). “Aportes para una teoría no colonialista de derechos humanos”. En CARBALLIDO, M. G “Los derechos humanos en el siglo XXI: Una mirada desde el pensamiento crítico.” Buenos Aires: CLACSO.
De la Torre Castellanos, R. (2020). Genealogía de los movimientos religiosos conservadores y la política en México. Ciencias Sociales Y Religión/Ciências Sociais E Religião, 22(00), e020014. https://doi.org/10.20396/csr.v22i00.13753
Garza Zepeda, M. y Sánchez Osorio, E. (2017) Reflexiones epistemológicas en torno al concepto movimientos sociales: negación y construcción cotidiana de un mundo otro. Revista de Estudios Sociales , (60), 12-24. https://doi.org/10.7440/res60.2017.01
Pleyers, G. (2019) Pensar los actores conservadores y capitalistas como movimientos sociales. En Revista de Estudios Sociales 67: 116-123. https://doi.org/10.7440/res67.2019.09
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
Barranquero, A. (2014). Comunicación, Cambio Social y Ong en España. Indicios para profundizar en la cultura de la cooperación desde los nuevos movimientos comunicacionales. El caso del 15m. Commons. Revista de Comunicación y Ciudadanía Digital, 3(1).
Gómez, R. G. (Ed.). (2017). Movimientos sociales del México contemporáneo: denuncia, resistencia, construcción de alternativas”. Universidad de Guadalajara.
González, G. F. (Ed). (2017) El esquema actual de la Comunicación Política, en Comunicación política, periodistas, políticos y la opinión pública. Definiciones, conceptos e investigación de campo, Cuaderno de Cátedra. La Plata: Ediciones de Periodismo y Comunicación, Facultad de Periodismo y Comunicación Social.
Lanusse, N. y Negri, G. (2019) El espacio público mediatizado: apuntes teóricos sobre el alcance de las redes sociales virtuales en González, Gustavo F. (Comp.) Comunicación Política y Redes Sociales. EDULP. La Plata, 2019. En línea http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/84036Carballido, M. G. (2019). “Los derechos humanos en el siglo XXI: Una mirada desde el pensamiento crítico.” Buenos Aires: CLACSO.
Pleyers, G. y Álvarez-Benavides, A. (2018) La producción de la sociedad a través de los movimientos sociales. En Revista Española de Sociología, Vol. 27, no.2, p. 1-9 (2018) http://hdl.handle.net/2078.1/209393 — DOI: 10.22325/fes/res.2018.53
Rovira, G. (2009) Zapatistas sin fronteras. México: Ediciones Era.
Sancho, G. R. (2013). De las redes a las plazas: la web 2.0 y el nuevo ciclo de protestas en el mundo. Acta sociológica, 62, 105-134.
Santos, B. D. S. (2001). Los nuevos movimientos sociales. OSAL: Observatorio Social de América Latina, (5), 177-188.
Zegada, M. T., Arce, C., Cañedo, G., y Quispe, A. (2011) “La democracia desde los márgenes: transformaciones en el campo político boliviano”. La Paz: Muela del Diablo.
Zibechi, R. (2015) “Dispersar el poder. Los movimientos como poderes antiestatales.” Editorial Deriva.

UNIDAD III: SUBJETIVACIONES E IMAGINARIO SOCIAL
BIBLIOGRAFÍA OBLIGATORIA

Arru, L., Delgado, P. y Flores, R. (2019) “Discursos sobre la comunicación política en el uso de las redes sociales”. En GONZÁLEZ, G. “Comunicación Política y Redes Sociales”. La Plata: EDULP. En línea http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/84036
Fernández, C. (2018). Teatro comunitario argentino: una mirada desde los componentes de la subjetividad colectiva. El caso del Grupo de Teatro Popular de Sansinena. Teatro XXI, (34), 59-69. Recuperado a partir de http://revistascientificas.filo.uba.ar/index.php/teatroxxi/article/view/5115
Jasper, J. M. (2012). Las emociones y los movimientos sociales: veinte años de teoría e investigación. Revista latinoamericana de estudios sobre cuerpos, emociones y sociedad, 4(10), 46-66.
Paredes, J. P. (2011) Aportes del imaginario social y la subjetividad colectiva para el estudio de los movimientos sociales. En Imagonautas: revista Interdisciplinaria sobre imaginarios sociales, ISSN-e 0719-0166, Vol. 1, Nº. 2, 2011, págs. 36-56
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
Baczko, B., y Betesh, P. (1991). Los imaginarios sociales: memorias y esperanzas colectivas. Buenos Aires: Nueva Visión.
Castoriadis, C., y Vicens, A. (1983). La institución imaginaria de la sociedad (Vol. 1). Barcelona: Tusquets.
Corduneanu, V. I. (2019). El papel de las emociones sociales y personales en la participación política. Revista mexicana de opinión pública, (26), 71-96.
Eduardo Colombo, “El imaginario social”. Editorial Nordan-Comunidad. 1993.
González, G. F., Dorrego, S. y Arano, F. (2019) Redes sociales y opiniones políticas individuales, en Comunicación Política y Redes Sociales. La Plata: EDULP. En línea http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/84036
Jornada de México, Página 12 de Argentina y Le Monde Diplomatique de Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, España y Perú.
Modonesi, M. (2010) “Subalternidad, antagonismo, autonomía. Marxismos y subjetivación política”. En Cuadernos del Pensamiento Crítico Latinoamericano Nº 34. CLACSO, septiembre de 2010. Publicado en La
Morales, S., y Loyola, M. I. (2013). Nuevas perspectivas en los estudios de comunicación. La apropiación tecno-mediática. Buenos Aires: Imago Mundi.
Pettit, C. y Colimbini, A. L. (Compiladoras) (2009) “Medios y tecnologías de la información y la comunicación: socialización y nuevas apropiaciones”. Argentina: Editorial Brujas.
Poma, A. y Gravante, T. (2013). “Apropiación y emociones. Una propuesta teórica desde abajo para analizar las prácticas de netactivismo”. En SIERRA, Francisco (Ed.), “Ciudadanía, tecnología y cultura. Nodos conceptuales para pensar la nueva mediación digital”, pp. 257-284. Barcelona: Gedisa Editorial.
Riveros Castañeda, Sergio Daniel. (2021). Subjetividad, movimientos sociales y hegemonía en la obra de Martín Retamozo. Revista mexicana de ciencias políticas y sociales, 66(243), 217-240. Epub 31 de enero de 2022. https://doi.org/10.22201/fcpys.2448492xe.2021.243.69845
Veas, R. (2022). Trabajo en cooperativas y acción colectiva. La subjetividad política como herramienta analítica. En CIRIEC-España, Revista de Economía Pública, Social y Cooperativa, 105, 233-261. DOI: 10.7203/CIRIEC-E.105.21431
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Sztulwark, D. (2019) “La ofensiva sensible: neoliberalismo, populismo y el reverso de lo político.” Buenos Aires: Caja Negra Editora.