Por Héctor Bernardo
El domingo 23 de julio se realizaron las elecciones presidenciales anticipadas en España y, a pesar de lo que anunciaban las encuestas, la derecha no pudo lograr el apoyo suficiente para quedarse con el gobierno, por lo que Pedro Sánchez se encamina a la reelección.
Si bien el Partido Popular (PP) fue el más votado, todo indica que no le alcanzaría para llegar al gobierno y, aunque sume los votos de la extremaderecha representada por VOX, Alberto Nuñez Feijóo no será presidente. Por el contrario, el oficialista Partido Obrero Socialista Español (PSOE), que obtuvo el segundo lugar, contaría con el apoyo de la alianza de izquierda SUMAR, que salió en cuarto lugar, y de fuerzas independentistas y, con ello, podría conseguir la reelección del actual mandatario, Pedro Sánchez.
Es necesario recordar que en España rige un sistema parlamentario: esto implica que, para que un candidato pueda llegar a presidencia del país, debe logar 176 bancas (ya sea con su partido solo o en alianza con otros).
En estas elecciones, el PP obtuvo 33,,05% de los votos, con lo que consiguió 136 diputados, y el PSOE ocupó el segundo lugar con 31,70% y con ello logró 122 bancas en el Congreso. Ninguno de los dos alcanzó las 176 bancas necesarias para formar gobierno por si solos, por lo que deberán construir alianzas para llegar a ese número de parlamentarios.
En tercer lugar llegó el partido de ultraderecha VOX, que obtuvo 12,39% con lo que consiguió 33 diputados, y que sería, hasta el momento, el único que daría su apoyo al PP, pero con ello solo alcanzarían 169 votos en el Parlamento.
En cuarto lugar salió a alianza de izquierda SUMAR, que logró 12,31% (31 bancas), y que daría su apoyo al PSOE con lo que alcanzaría 153 votos en el Congreso.
La definición quedaría en manos de los partidos independentistas que obtuvieron las 28 bancas restantes para que se defina quién será el futuro presidente de España y, si bien tienen duras críticas a las políticas del PSOE, se encuentran totalmente enfrentados por los discursos de derecha y extrema derecha representados por el PP y VOX; por lo que se especula negociarían su apoyo con el oficialismo y permitirían la reelección de Sánchez.