María Isabel “Chicha”

Chorobik de Mariani

Abuela de Plaza de Mayo

19/11/1923 - 20/08/2018

Su hijo Daniel Mariani fue asesinado el 1 de agosto de 1977 en La Plata. Aún hoy continúa desaparecido.
Su nieta Clara Anahí fue apropiada en medio de un bombardeo, en su casa de La Plata el 24 de noviembre de 1976. Aún hoy continúa desaparecida.

Flor

“Chicha”, como la conoció la mayoría fue una querida activista y referente en derechos humanos que buscó hasta su último día, sin descanso, a su nieta Clara Anahí. Nació en noviembre de 1923 en Mendoza y falleció en la ciudad de La Plata, en agosto de 2018. Era profesora de Historia del Arte en el Liceo cuando todavía era un colegio experimental. Era una docente dedicada, que enseñaba arte precolombino mostrando documentales y piezas de cerámica con motivos indígenas que ella misma hacía en su casa.

Su vida antes del Golpe del ‘76 era la de dar clases, acompañar a su marido a los conciertos porque era músico y “estar disponible” para lo que su único hijo, Daniel, y su nuera Diana, necesitaran.

Chicha podía relatar una y otra vez con el mismo detalle el día que bombardearon la casa en la que estaba su nuera Diana Teruggi junto a su nieta Clara Anahí, la batita rosa pálido que le quedó a medio terminar cuando comenzó a escuchar los estruendos de las balas y Diana no llegaba a llevarle a su nieta a su casa. 

El ataque a la casa Mariani-Teruggi, fue emblemático en la ciudad. El tiroteo duró más de cuatro horas y allí habían estado presentes represores con alto rango, como Ramón Camps y Miguel Etchecolatz. En el fondo de la casa, funcionaba una de las imprentas montoneras clandestinas más importantes del país y se accedía a través de un sofisticado mecanismo oculto. 

Cuando Chicha supo que Clara Anahí estaba viva y había sido secuestrada, comenzó con la búsqueda. Al principio con su hijo, pero al tiempo tuvo que continuar sola, porque a Daniel lo asesinaron ocho meses después en la entrada de su casa. 

Si bien en su casa vivía el arte y la música, por sus padres y su entorno familiar, Daniel había estudiado Ciencias Económicas. Según su madre era un chico capaz e inteligente que siempre se había distinguido en la escuela. Finalizando la carrera, se conocieron con Diana.

Chicha, iba una vez por semana al Juzgado de Menores de La Plata y allí una asesora le comentó que había más señoras que buscaban a sus nietos. Ese dato fue clave para que se decidiera a encontrarse con Licha de la Cuadra, una vecina que también que le habían secuestrado a sus hijos, a su hija embarazada y su nieta había nacido en cautiverio. A partir de ese momento, siguieron caminando y trabajando juntas. Con doce madres y abuelas, fundaron la Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo. María Isabel “Chicha” Chorobik de Mariani fue su segunda presidenta.

Más adelante, en 1996 creó la Asociación Anahí en honor a su nieta, como una herramienta para contribuir a la memoria colectiva, para brindar asesoramiento en derechos humanos y luchar por el derecho a la identidad. Gracias a Chicha, la casa Mariani-Teruggi, hoy es un sitio de la memoria que da testimonio arquitectónico del terrorismo de Estado.