Page 2 - La lectoescritura como un modo de construcción del mundo. Laura Ferrandi
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lugar de tensión y de conflicto en torno a la redefinición de La lectoescritura como un modo de construcción del mundo
sus tradiciones, prácticas y saberes.
Pero, más allá de las técnicas y tecnologías que se dispongan
y/o utilicen, debemos tener presente que detrás de toda tec-
nología, subyace una ideología, un proyecto político. Atrás
quedó, la connotación de neutralidad y de apoliticidad que
tradicionalmente se le atribuía a la noción de “tecnología” sur-
gida en el S. XIX, entendida como conjunto de conocimientos
provenientes del ámbito de la ciencia y aplicados con fines in-
dustriales a los efectos de la producción de mercancías. Dice
Carlos Gamerro: “Como voluntad de poder, la técnica va por
delante de cualquier control” (Ferrer, 2016).
En este sentido, el discurso de la tecnología ha ido ocupando
el lugar político de los discursos que décadas atrás, se ocu-
paban del orden social, económico y moral de los pueblos. El
pensar técnico, sostiene Héctor Schmucler (1997: 43), “no ne-
cesita máscaras: se ha vuelto él mismo, ideología dominante…
El camino no es fácil. La ideología de la técnica ha realizado
una jugada maestra al sustentar que todas las ideologías han
concluido. La tecnología en realidad, intenta marginarse del
campo del discurso –lugar de la ideología y de la disputa-
para erigirse como transparencia”. Así, vemos actualmente al
discurso público dominado por una concepción de sociedad
transparente y de libre información, que suprime la negati-
vidad y el conflicto, al mismo tiempo que exalta lo positivo,
negando todo tipo de relación dialéctica.
Sin embargo, si comprendemos a la cultura como el territo-
rio donde se producen las disputas centrales por los sentidos
acerca del mundo y a la política como modos de transfor-
mar las desigualdades y subalternidades sedimentadas, la(s)
palabra(s) y los lenguajes se vuelven un campo central para la
lucha orgánica de procesos emancipatorios.
La batalla, dice Álvaro García Linera (2014), “se logra si usa-
mos todos los medios posibles de expresión del arte y del es-
píritu humano para transformar los esquemas más profundos
del orden ético y lógico con que las personas simples organi-
zan su mundo”. Somos luchadores de palabras y de símbolos,
por eso, él sostiene que tanto los intelectuales como las acade-
mias tienen que salir al barrio, vincularse con los sindicatos,
con otras organizaciones sociales con un nuevo reto, con el
propósito de irradiar un nuevo sentido común revolucionario
a través de la escuela, la radio, el teatro, el cine, los medios.
2 | Letras | ISSN 2524-938X
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