Page 4 - De la cotidianeidad a la escritura. Candela Pinto
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texto de la censura De la cotidianeidad a la escritura

Lo censuró Facebook pero lo viralizaron más de setenta mil
contactos que esos seguramente retwitearon y compartieron
en otras redes sociales y así hasta llegar a un espacio no deter-
minado, por ahora, en el universo cibernético. Pero esta cen-
sura que causó enojo, críticas y contradichos logró su efecto
adverso, hacer pública una voz, un sentimiento y una sensa-
ción de la cual varios adhirieron y se hicieron eco, con un “Me
Gusta”.
A continuación, el texto:

“Forra del orto” pensé cuando la piba que iba de pie frente a mí
en el subte se corrió de lugar al notar que me había parado atrás de
ella. «Forra del orto» pensé cuando la mina cruzó la calle al verme
venir en la oscuridad, la otra noche. «Forra del orto» murmuré entre
dientes cuando la flaca se negó de mala manera a que la ayudara a
bajar del bondi lleno, aún cuando yo se lo había ofrecido con toda la
amabilidad del mundo.
Forras del orto, perdónenme. Yo no quise ser hombre, salí así.
Forras del orto, perdónennos a todos. Perdónennos por ese miedo
que les aparece cada vez que salen a la calle y se cruzan con un hom-
bre, como yo, que las apoya en el subte, o que las agrede verbalmente
en una cortada vacía, o que les toca el culo en el bondi. Por favor, no
me tengan miedo. Yo no les quiero tocar el culo ni decirles guaran-
gadas.
Pero cómo podrían confiar en un extraño, claro, si todos
los días las manosean sus tíos y las violan sus padrastros.
¿Cómo no tenerle miedo a un extraño si todos los días las
matan sus novios? ¿Cómo no mandar a la puta a un desconocido
que se para a sus espaldas si todos los días sus maridos las cagan a
piñas de frente? ¿Cómo no tenerle miedo a un extraño que las ayuda
a bajar del bondi si todos los días las chorean y de paso les tocan las
tetas?
A mí no me van a matar por contestarle mal a mi marido,
ni me van a tocar el culo cuando baje del bondi lleno, ni me
van a pedir que muestre la tanguita cuando camine por una
calle oscura. Yo no sé qué significa vivir con eso. Yo soy hom-
bre, uno de esos que se crió en los noventa, mirando por la tele cómo
Olmedo manoseaba adolescentes, cómo Francella quería cogerse a
una colegiala pero le daba culpa porque era menor de edad y eso

120 | Letras | ISSN 2524-938X
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