Desde hace tres décadas nos lo preguntamos y necesitamos una respuesta. ¿Dónde está Miguel? porque los tiempos apremian y hay una madre, una familia y una sociedad que necesita dar con el cuerpo de Miguel para cerrar una herida. Porque encontrar a Miguel es una deuda de la democracia. La lucha no termina porque en memoria de “Miga” es que no vamos a bajar los brazos por todas y todos los que necesiten justicia.
Estudiantes y docentes de la Cátedra de Muralismo y Arte Público Monumental de la Facultad de Artes de la UNLP, realizaron un mural colectivo en la fachada del frente de la casa de Rosa Bru. “Acá está Miguel”, rescata la imagen de Miguel para recordarlo a diario.
El rastrillaje número 40 fue en la casa del ex policía condenado Walter Abrigo, quien falleció en 2003.
El operativo se desarrolló en Los Hornos y estuvo encabezado por Gendarmería Nacional, quienes volvieron a utilizar un georradar. Lamentablemente no dieron con los restos de Miguel. Al lugar llegaron a partir de datos aportados por un testigo de identidad reservada.
Familiares, amigas/os/es, compañeras/os/es de la AMB, militantes y parte de la comunidad de Pigüé, despidieron los restos de Néstor que hoy descansan en un lugar muy querido y especial para él.
Las cenizas de Néstor Bru fueron colocadas en la raíz de un árbol que se plantó especialmente para homenajearlo, en la plaza principal del predio del Club de Pesca y Turismo, de Pigüé junto a la laguna Las Encadenadas, cumpliendo con su voluntad.
Era oriundo de Pigüé, pero a los dos años de tener a Miguel, se mudaron a Berisso. En 1977, ingresó como agente en la Agrupación Servicios de la Bonaerense, por lo que conocía desde adentro el accionar y las internas de la policía. Durante el juicio de 1999 dijo sobre los asesinos de su hijo: “Esos delincuentes no tienen perdón de la sociedad ni de Dios”.
Sin saber dónde está su hijo, falleció Néstor, un luchador incansable que a la par de Rosa buscó justicia y pregonó por encontrar a Miguel.
Néstor murió en el hospital San Juan de Dios de La Plata, donde estaba internado a causa de una grave enfermedad. Fue el compañero de Rosa y padre de sus cinco hijos. Era policía y conocía desde adentro el accionar de la Bonaerense.
En el Día Internacional de los Derechos Humanos, Rosa recibió la distinción “Adelina Dematti de Alaye”, que reconoce la trayectoria de personas comprometidas con las políticas públicas de Memoria, Verdad y Justicia.
El premio fue entregado en el Salón Dorado de la Casa de Gobierno, por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
Una búsqueda más que dio resultados negativos para encontrar los restos de Miguel. Fue en Génova entre 147 y 148, Berisso, por pedido del fiscal Marcelo Martini, titular de la UFI 3, a partir del testimonio de una persona con reserva de identidad a fines de 2020. El operativo estuvo a cargo de Gendarmería Nacional, que volvió a utilizar un georradar.
Martínez, en sus años de libertad cosechó 26 causas más. Según un relevamiento realizado por la Secretaría de Género de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, la mayoría por violencia de género, entre ellas, el intento de femicidio a su ex pareja Nadia Barrera, apuñalada frente a sus hijos.
La Sala I del Tribunal de Casación Bonaerense condenó a prisión perpetua a Luján Martínez, acusado del homicidio de Mauro “Beto” Martínez en 2002, principal testigo por la desaparición de Miguel.
Luego de 13 años de lucha de la AMB y de la familia de Mauro Martínez, se revocó la absolución de 2008 que lo había dejado en libertad.
Condenan a prisión perpetua a Luján Martínez. Se realiza un nuevo rastrillaje para dar con los restos de Miguel. Rosa Bru recibe la distinción “Adelina Dematti de Alaye”. Pintan un mural en la casa de la familia de Miguel.
El caso de Miguel Bru no solo marcó una generación, sino que significó un legado para futuras generaciones. A 30 años de su desaparición, estudiantes del “Taller de estrategias de comunicación sonora y radial” realizaron un ciclo de podcast donde profundizan en diferentes aspectos: quién era Miguel, la lucha de la familia, el rol de la FPyCS, el juicio, la cobertura mediática y la importancia de la memoria del caso.
Cátedra: Taller de estrategias de comunicación sonora y radial Docente responsable: María Elena Beneitez
Introducción
Episodio 1: Miguel
Cristian Payaleff, Rocío Olivera, Gina Fantino, Paula Pallavicini y Shanel Galarza Nieto Operación técnica: Mariano Fernández
Episodio 2: La lucha de la familia
Ana Vizcaíno, Agostina Di Berardino, Rosario Frías, Jerónimo Porras, Braian Flore Operación técnica: Mariano Fernández
Episodio 3: La Facultad de Periodismo y Comunicación Social
Ernesto Guevara Ochoa, Luca Brione, Katterine Lorito, Bruno Lira Castillo, Milagros Alvarado y Pedro Faggi. Operación técnica: Mariano Fernández
Episodio 4: El juicio
Camila Irigoyen, Tomás Germano, Catalina Santiago, Paula González y Agustina Miranda Operación técnica: Mariano Fernández
Episodio 5: La cobertura mediática
Francisco Stradella, Lautaro Escudero, Lautaro Gallina, Santino Meli y Román Reale Operación técnica: Mariano Fernández
Episodio 6: Memoria
Victoria Torres, Luciana Sabbatella, Constanza Vignais, Sofía Alem y Natalia Parada Operación técnica: Mariano Fernández
Desde invitar a personas en situación de calle a su hogar, con solo 8 años, a incluso darle de comer a sus mascotas lo poco que tenía para él, así era Miguel, un estudiante de la Escuela Superior de Periodismo (hoy Facultad de Periodismo y Comunicación Social) de La Plata. Con un estilo muy particular de los años 90, “El Stone”, usaba camperas de jean y remeras con fotos de músicos, formó una banda de rock con sus amigos cuyas canciones denunciaban lo que sucedía en el país: la situación de los desaparecidos, la corrupción policial, la democracia, y su compromiso personal con la realidad política.
Escucha de los programas de radio de Lalo Mir, y fanático lector de Página 12, era frecuente encontrarlo en las marchas y movilizaciones por pedidos de justicia de Maxi Albanese, asesinado por un policia de la Bonaerense en la misma ciudad en 1990; o de Walter Bulacio en 1991; en las conmemoraciones de la desaparición de estudiantes secundarios conocida como “La Noche de los Lápices”, o las marchas de la “Resistencia” organizadas por las Madres de Plaza de Mayo.
Fue muy querido por todos sus compañeros, amigos y familiares, solidario y dispuesto a ayudar a quién más lo necesite sin importar en la situación que se encontraran esas personas. Tenía una vida por delante, con metas y sueños por cumplir, hasta aquel 17 de agosto de 1993 que nadie volvió a verlo, y luego comprobado que fue secuestrado y torturado por policías de la Comisaría Novena de La Plata, reclamando un continuo pedido de justicia por Miguel.
Jorge Jaunarena, amigo de Miguel y Secretario de Derechos Humanos de la Facultad de Periodismo de la UNLP, comparte sus recuerdos en esta entrevista.
La Asociación liderada por Rosa Schonfeld de Bru y Silvina Bru, acompaña a familias en casos de violencia institucional en la búsqueda de verdad y justicia. Fundada en 1993 a partir de la desaparición del estudiante de periodismo Miguel Bru, se convirtió en una referente de la lucha por los derechos humanos en Argentina.
Su historia comienza tras el trágico evento de la desaparición forzada de Miguel el 17 de agosto de 1993, cuando se originó un movimiento de solidaridad y acompañamiento a Rosa y Silvina Bru, madre y hermana, exigiendo justicia.
La Asociación brinda apoyo a familias que han sufrido violencia policial. Algunos casos emblemáticos son el de Luciano Arruga, desaparecido en 2009 y el de Facundo Astudillo Castro, desaparecido en 2020, durante el aislamiento por Covid19, en el que fueron imputados dos oficiales policiales.
Según Rosa Bru, presidenta de la Asociación Civil Miguel Bru: “nuestro objetivo es asegurar que las víctimas de violencia institucional obtengan justicia y que los responsables sean llevados ante los tribunales”. Además, Silvina Bru, vicepresidenta de la asociación, añade: “Acompañamos a las familias en cada etapa del proceso, brindándoles apoyo emocional y legal”.
La Asociación Civil Miguel Bru realiza diversas actividades de educación y sensibilización en derechos humanos. A través de talleres, charlas y difusión en escuelas y comunidades, promueven la importancia de respetar los derechos fundamentales de todas las personas no solo se enfoca en la lucha contra la impunidad en casos de violencia institucional, sino que también desempeña un papel destacado en la promoción de políticas públicas en materia de derechos humanos.
Su labor va más allá de acompañar a las familias afectadas, ya que han participado activamente en mesas de diálogo con representantes del gobierno y organizaciones de la sociedad civil. A través de estas instancias, buscan impulsar cambios legislativos que fortalezcan la protección de los derechos de las personas. Su incansable trabajo ha contribuido a generar conciencia sobre la importancia de garantizar la justicia y el respeto de los derechos fundamentales en Argentina.
Para obtener más información sobre el trabajo de la Asociación y colaborar en la defensa de los derechos humanos, se puede visitar su página web oficial en https://asociacionmiguelbru.org.ar
Se realiza cada 17 de agosto frente a la Comisaría Novena, en la esquina 5 y 59. Se convoca desde las 19 hs. hasta las 2 de la mañana, horario en el cual se probó en el juicio oral y público que ingresaron a Miguel de forma ilegal, lo torturaron hasta la muerte y lo sacaron para desaparecerlo. La vigilia es un homenaje, una conmemoración simbólica y una reafirmación de la lucha.
Rosa Bru cumplió un rol clave y fundamental para llegar a la sentencia condenatoria. Acampó durante 100 días en una casilla frente al tribunal de Casación de La Plata, en respuesta al pedido de absolución que presentaron los abogados de los cuatro policías imputados. Finalmente logró la detención efectiva de los policías que habían desaparecido a Miguel.
Al finalizar el juicio, sólo había quedado detenido Walter Abrigo, ya que la sentencia había sido apelada por la defensa de los condenados, argumentando que ya habían cumplido dos tercios de la pena, por lo que siguieron en libertad hasta el año 2000.
En 2003 la Suprema Corte Bonaerense dejó firme la condena a los ex policías. El comisario Ojeda cumplió ocho meses de prisión a pesar de ser condenado a dos años, mientras que Walter Abrigo murió el 21 de octubre de 2003 en la Unidad Penal N°24 de Florencio Varela. En la actualidad el único detenido es Justo López.
Rosa Bru, presidenta de la Asociación Miguel Bru, recibió el premio Azucena Villaflor en reconocimiento por su trabajo y militancia contra la violencia institucional y por los Derechos Humanos. En un acto realizado en el Espacio de Memoria de la Ex Esma, y fue entregado por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La adolescencia de Miguel transcurrió entre la escuela, las tardes de lectura de Página/12 y rodeado de amigos. Luego comenzó a estudiar Periodismo en la Universidad Nacional de la Plata.
Hubiese cumplido 50 años, si la Bonaerense no lo habría desaparecido y asesinado. Mientras tanto el único detenido prefiere la cárcel a cambio de la libertad por romper el silencio y decir dónde está Miguel.
Miguel nació un 16 de julio de 1970 en Pigüé, provincia de Buenos Aires. A sus dos años se mudaron a Berisso y según sus padres tuvo una infancia feliz, rodeado de sus hermanos. Para Rosa, “siempre fue un chico especial”.
Fue el primer universitario de la familia, todo un orgullo, y aunque tenía poca regularidad en las cursadas, siempre fue muy querido en el ámbito académico.
Juan Domingo Ojeda, a dos años de prisión a cumplir e inhabilitación especial para ejercer cargos públicos por el término de seis años. Ramón Eduardo Cerecetto de dos años de prisión a cumplir e inhabilitación absoluta por el término de cuatro.
El tribunal integrado por los jueces Eduardo Hortel, María C. Rosentock y Pedro Luis Soria condenaron a prisión perpetua los policías Justo José López y Walter Abrigo, acusados de tortura seguida de muerte, privación ilegal de la libertad y falta a los deberes de funcionario público, y también por apremios ilegales contra otro detenido, Roberto Díaz.
El caso de Miguel sentó precedentes en la historia de la justicia argentina, era la primera vez que se condenaba a cadena perpetua por homicidio, en un caso de desaparición sin estar el cuerpo de la víctima. La medianoche del 17 de mayo, hubo una multitudinaria vigilia de más de 200 personas que se concentraron en la puerta del Tribunal y siguieron con atención la lectura de la sentencia. Adentro la sala estaba llena y tuvieron que habilitar un salón contiguo.
Durante semanas de extensas audiencias, declararon alrededor de 70 testigos, entre ellos 6 detenidos que habían estado en la Novena, el 17 de agosto del ‘93 y que vieron cuando la policía ingresó a Miguel y lo torturó hasta morir.
Además de los testigos, la pericia caligráfica sobre el libro de guardia fue clave para establecer que Miguel fue ingresado esa noche a la seccional. El nombre “Miguel Bru” había sido borrado y sobreescrito por el de otro detenido.
El de Miguel fue un juicio histórico, concurrido y con un fallo inédito. Transcurrió entre el 28 de abril y el 17 de mayo de 1999 en el Tribunal Oral N°1, de La Plata. Fueron audiencias largas, intensas, con mucha tensión, con angustia pero con la tranquilidad de poder llevar al banquillo de los acusados nada más y nada menos que a personal de la Bonaerense, con el resarcir de poner al descubierto la red de encubrimiento y corrupción policial y judicial.
Comienza el juicio oral y público. En un fallo inédito se condena a prisión perpetua a los ex policías Walter Abrigo y Justo José López, a dos años a Juan Domingo Ojeda y Ramón Cerecetto. Rosa acampó frente al tribunal de Casación para lograr la detención efectiva de los culpables. Se realiza la primera vigilia en la Comisaría Novena.
Comienza a funcionar la Biblioteca “Miguel Bru” en la Casa de Cultura y Oficios Miguel Bru, en Parque Patricios. Luego de seis meses de funcionamiento sería reconocida como Biblioteca Popular por la CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares).
El ex policía Ismael Gauna se encontraba prófugo desde el asesinato de Mauro Martínez en 2002, quien había dado su testimonio durante el juicio en 1999 y colaboró para probar que Miguel fue llevado a la Comisaría Novena y torturado hasta la muerte.
En 2005, por el crimen de Martínez, había sido detenido el efectivo Luján Enrique Martínez, acusado de haber participado junto con Gauna en el homicidio.
En el marco de las jornadas “A 25 años de la desaparición de Miguel Bru”, se instaló en la fachada del edificio Sergio Karakachoff de la Universidad Nacional de La Plata la imagen de Miguel, con el objetivo de darle visibilidad al caso y reivindicar los años de lucha.
“Todos los días nos preguntamos dónde está Miguel. Hoy está acá. Jamás imaginamos que su cara iba ocupar un lugar en las paredes de la Universidad, y esto es algo que vamos a agradecer toda la vida”, dijo Rosa Schonfeld de Bru al descubrir la imagen de su hijo.
La Facultad de Periodismo homenajeó a Miguel a través de un encuentro sobre violencia institucional en el que se editó el artículo de Wikipedia sobre el caso Bru. Fue en el marco de Wikiddhh, una iniciativa que busca expandir, actualizar y mejorar los contenidos de Wikipedia vinculados a violaciones a derechos humanos en América Latina.
Luego de 25 años, por primera vez se realiza un rastrillaje para buscar los restos de Miguel en la Comisaría Novena donde desapareció. El operativo estuvo a cargo del fiscal Marcelo Martini y se utilizó un georadar de Gendarmería Nacional.
Si bien, el resultado terminó siendo negativo, Rosa y su familia tenían mucha expectativa por encontrar a Miguel en la dependencia policial de 5 y 59 porque muchos testigos habían señalado ese lugar. El rastrillaje sumó el número 39 sin arrojar datos positivos.
Mientras tanto su familia y la Asociación continúan pidiendo que el único detenido en la actualidad, Justo José López, o el resto de los policías implicados en la desaparición, o cualquier persona que pueda brindar algún dato, cooperen para poder encontrar a Miguel y cerrar una herida que aún sigue doliendo como el primer día.
Rosa, venía denunciando la inoperancia del fiscal y pidiendo que se lo aparte del caso por negligencia, al tiempo que lo acusó de no interesarse por la búsqueda de Miguel.
Desde 2017 la causa pasó a cargo del fiscal Marcelo Martini, titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones (UFI) 3 de La Plata, quien reanudó la búsqueda y tuvo un diálogo fluido con la familia.
La investigación sobre la búsqueda de paradero de Miguel es voluminosa, posee once cuerpos con más de 2200 fojas.
Desde el 2010, la causa estaba en manos del fiscal Cartasegna, titular de la UFI 4, quien un mes antes del extravío del expediente, se había tomado una licencia obligatoria luego de haber sido amenazado y atacado en su propio despacho.
A raíz de una auditoría que se realizó por presuntas irregularidades en la UFI 4, a cargo del fiscal Fernando Cartasegna, trascendió que la causa de Miguel estaba extraviada. No obstante, apareció días después en la oficina de una secretaria que se encontraba de licencia médica.
El fiscal general decidió desplazar a cuatro funcionarios judiciales, los que fueron reasignados en otras dependencias, haciendo además lugar a un sumario administrativo.
Miguel cumpliría 50 años. La vigilia por los 27 años se realiza de manera virtual por la pandemia. Rosa recibe el premio Azucena Villaflor. La Secundaria N° 50 se llama “Miguel Bru”.
Por primera vez buscan a los restos de Miguel en la Novena. En homenaje por los 25 años de su desaparición, se realiza una editatón de Wikipedia en la Facultad de Periodismo. Se instala una imagen de Miguel en la fachada del edificio Sergio Karakachoff de la UNLP.
En el reclamo la acompañaron otras madres víctimas del gatillo fácil y de la violencia policial.
Rosa acusó al fiscal de haber hecho solo dos rastrillajes en los 6 años que estuvo frente a la causa. “Es una lucha que me hace acordar a cuando todo esto empezó, a la complicidad con la policía. ¿Qué pasa acá? ¿Por qué no se investiga?”.
La mañana del miércoles 17 de agosto, cuando se cumplían 23 años de la desaparición y asesinato de Miguel, Rosa Bru se encadenó frente a los tribunales de 7 y 57, para pedir por el cambio del fiscal Cartasegna, que estaba a cargo de la causa. “No podemos avanzar porque no investiga. Por eso vinimos a pedirle al Fiscal General que pase la causa a una fiscalía a la que realmente le interese”, dijo Rosa, desde la protesta.
El aula 7 de la Facultad pasa a llamarse “Miguel Bru” y en una pared de la sala, se exhibe un mural realizado por trabajadores/as de la Facultad, con el rostro de Miguel con el objetivo de visibilizar su historia y que su memoria esté siempre presente.
En el marco de las actividades por los 20 años de la desaparición de Miguel y por iniciativa del Centro de Estudiantes, Agrupación Rodolfo Walsh, se le entrega el Premio Rodolfo Walsh al cantautor, León Gieco. Por su labor a la comunicación popular, su incansable lucha por los derechos humanos y por ser el padrino de la AMB.
Rosa Schonfeld de Bru, la madre de Miguel, recibió de parte de la decana de la Facultad de Periodismo, Florencia Saintout, el Premio Rodolfo Walsh. Rosa representa un emblema de la lucha por los derechos humanos, la democratización de la Justicia y el compromiso por la erradicación de la violencia institucional.
Mabel Táccari, directora de ese entonces de la escuela, explicó que los propios estudiantes eligieron ponerle el nombre de Miguel Bru porque “fue un pibe como ellos, rebelde, temperamental y a la vez muy solidario, que disfrutaba de las bandas de rock, que no soportaba las injusticias y actuaba en consecuencia”.
En la localidad de Pigüé, en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, nació Miguel el 16 de julio de 1970. Por decisión de la comunidad educativa y en homenaje a Miguel, la escuela Secundaria N°5 fue bautizada con su nombre.
Fallece el juez Amílcar Vara, el primero en intervenir en el caso Miguel. El magistrado había sido apartado de la investigación por presentar irregularidades en la búsqueda y destituido de su cargo por un jury de enjuiciamiento en 1998. Al momento de su muerte estaba siendo investigado por el presunto encubrimiento en la detención ilegal y torturas seguidas de muerte del futbolista Andrés Núñez, en 1990.
La fotógrafa Eva Cabrera, expone fotos de familiares y amigas/os/es de Miguel, a 21 años de su desaparición. Durante la vigilia del 17 de agosto en la Comisaría Novena, les preguntó qué significaban todos esos años sin Miguel. Primero les hacía la pregunta y después les sacaba la foto, iluminándolos solo con una linterna de led. La muestra formó parte de la exposición de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA).
Se inaugura la Biblioteca “Miguel Bru” dentro de la Casa de Cultura y Oficios de la Asociación. A 21 años de su desaparición, la fotógrafa Eva Cabrera expone fotos de familiares y amigas/os/es. Muere el juez Amílcar Vara.
La Cámara Penal de La Plata rechazó el pedido de libertad condicional presentado por la defensa del ex sargento Justo López.
“Gracias a Dios el tribunal entendió que no se había cumplido el término para que pudiera salir”, dijo Rosa Bru,sabiendo que el asesino de su hijo pronto iba a quedar en libertad.
La Facultad de Periodismo le entrega el Premio Rodolfo Walsh a León Gieco y se inaugura el aula 7 con el nombre de “Miguel Bru”. Justo López intenta la libertad condicional pero le es rechazada.
La camarista penal platense María Silvia Oyhamburu rechazó el pedido de salidas transitorias solicitado por Norma González, abogada del ex sargento Justo López, único detenido por el crimen de Miguel.
La defensa argumentó que López estaría próximo a recibir la libertad condicional por estar cerca de cumplir 20 años detenido y que podría obtener el beneficio de las salidas transitorias, tras haber cumplido 18 años y medio en prisión y que estas salidas “servirían para afianzar los lazos familiares y sociales”.
Si bien se encontraron dos restos óseos y la suela de una zapatilla marca Topper, los restos no eran humanos.
Rosa Bru tenía la esperanza de que esa sea la última búsqueda y poder terminar con la agonía que le representa al día de hoy, no encontrar a los restos de su hijo.
En diciembre de ese año se realizó un nuevo rastrillaje para encontrar los restos de Miguel en un cañaveral ubicado en 13 C y 170, Berisso. La búsqueda estuvo a cargo del fiscal Fernando Cartasegna y fue solicitada a raíz de que un testigo de identidad reservada, marcara ese lugar. Los vecinos de la zona recordaron movimientos sospechosos la madrugada del 17 de agosto.
En diciembre comenzó el juicio para juzgar a los policías Ismael Gauna y Luján Martínez, acusados de asesinar al testigo Mauro “Beto” Martínez. La Asociación Miguel Bru patrocinó y acompañó a la familia de Beto para exigir justicia. Se realizó una inspección ocular en Villa Ponzatti, lugar donde ocurrió el hecho. El recurso fue pedido por la defensa de la víctima.
Rosa Bru recibió en la Facultad de Periodismo, el emblemático pañuelo blanco, símbolo de lucha de las Madres de Plaza de Mayo. La entrega fue de manos de Adelina Dematti de Alaye y tenía bordado el nombre de Miguel y la fecha de la desaparición. Del panel “La lucha de las madres y la búsqueda de justicia”, participaron además Estela Barnes de Carlotto, Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo y el ex juez Raúl Zaffaroni.
Rosa Bru recibe el pañuelo de Madres de Plaza de Mayo. Detienen al ex policía Ismael Gauna acusado de haber participado en el asesinato del testigo Mauro Martínez en 2002.
Martinez comenzó a ser perseguido por Gauna y al poco tiempo fue detenido en la Comisaría de El Dique, Ensenada, de donde se fugó. Se refugió en una casa de Villa Elvira, pero el 21 de junio irrumpió en la casa una brigada policial encabezada por Gauna y Luján Martínez, quienes le dieron un tiro en la espalda. “Beto” murió al otro día. La familia fue patrocinada por la AMB, logrando romper con el encubrimiento policial y llevar el caso a juicio oral.
En junio del 2002, los policías Ismael Gauna y Luján Martínez, asesinan a Mauro “Beto” Martínez, un testigo clave que en el juicio dio testimonio para poder confirmar que Miguel estuvo en la Novena, donde fue torturado hasta la muerte.
La AMB tiene una amplia experiencia en el trabajo en territorio con jóvenes en situación de riesgo, en barrios vulnerables del Gran La Plata y zona sur de CABA, y también con otros sectores que sufren abusos y hostigamiento de las fuerzas de seguridad como migrantes, personas en situación de calle o que trabajan de manera precaria en el espacio público.
Situada en CABA, trabajan en la promoción de inclusión social y de derechos con jóvenes, adolescentes y adultas/os/es en situación de calle y vulnerabilidad social. Brindan capacitaciones y talleres, así como el impulso de emprendimientos cooperativos. Funciona una Biblioteca Popular, una sala de ensayo y grabación y un espacio de apoyo escolar, un estudio de radio y música, sala de computación, una cocina equipada y un aula para cursos de electricidad.
Durante el acto, el entonces juez de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Raúl Zaffaroni leyó la laudatio en la entrega del premio: “Esa vida que se llevaron de su hijo, y que la puso en el escenario de la lucha, salvó muchas vidas más”. Y agregó, “desde el dolor hay quien puede reaccionar con el suficiente grado de salud para hacer de eso un canto a la vida”.
Rosa Schonfeld de Bru, es reconocida con el título “Doctora Honoris Causa” de la Universidad Nacional de La Plata. A propuesta de la Facultad de Periodismo, Rosa fue distinguida con el máximo reconocimiento académico que otorga la UNLP, por su lucha por la verdad y la justicia y por su trayectoria ejemplar que la convirtió en un “símbolo de lucha por la defensa y promoción de los Derechos Humanos para la sociedad argentina”.
Rosa Schonfeld de Bru recibe el Honoris Causa de la Universidad Nacional de La Plata. Se funda la “Casa de Cultura y Oficios Miguel Bru” en Parque Patricios.
Se inauguró un mural realizado por la artista plástica Cristina Terzaghi, ubicado en la fachada del edificio. En ese momento participaron del acto, Estela Barnes de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo; Adelina Dematti de Alayes de Madres de Plaza de Mayo; Rosa Bru y familiares de víctimas de violencia institucional; autoridades académicas; estudiantes y organizaciones sociales.
Al cumplirse 12 años de la desaparición de Miguel en la Comisaría Novena, la antigua sede de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP pasó a denominarse “Miguel Bru, Memoria y Justicia”.
La ex sede de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de Avenida 44, pasó a llamarse “Miguel Bru, Memoria y Justicia”. También se inauguró un mural sobre Miguel en la fachada.
Desde la Asociación repudiaron y cuestionaron esta decisión. Mientras tanto renovaron el pedido de justicia en la vigilia tras 11 años de la desaparición de Miguel.
Para los fiscales Gabriel Sagastume y Virginia Bravo, no había elementos contundentes que probaran que los efectivos Juan Carlos Suárez, Julio Gómez Sánchez (h) y Jorge Guillermo Viciconti, conocieran “el irregular ingreso del joven y menos aún de los hechos que culminaron con su muerte”, el 17 de agosto de 1993.
En octubre de 2003 Walter Abrigo muere de un paro cardíaco cuando jugaba un partido de fútbol en el penal de máxima seguridad N°24, de Florencio Varela. López obtiene salidas transitorias.
Se crea el 20 de agosto de 2002, sin fines de lucro y es apadrinada por el cantautor León Gieco. Desde el inicio la Asociación acompaña casos similares al de Miguel, donde existieron abusos de poder por parte de las fuerzas policiales. La tarea es apoyar y encontrar abogados que iniciaran una causa judicial por desaparición de persona y dar a conocer el caso a la opinión pública para buscar adhesión institucional, política y social.
Con el objetivo de investigar a los policías Juan Carlos Suárez, Julio Gómez Sánchez (h) y Marcelo Viciconti, que habían prestado servicio de guardia la noche que lo secuestraron a Miguel, se abre la causa “Caso Bru II”.
Los fiscales que formularon dicha solicitud, Gabriel Sagastume y Virginia Bravo, buscaron determinar si los efectivos incurrieron en el delito de omitir denunciar torturas, ya que durante el juicio habían recordado muy poco de lo ocurrido ese día.
A 8 años sin Miguel y tras un juicio inédito, se abre la causa “Caso Bru II” donde piden investigar a tres policías que habían estado de guardia la noche del 17 de agosto de 1993.
Con el objetivo de institucionalizar y darle entidad al trabajo que venían realizando, Rosa Schonfeld de Bru y familiares y amigas/os/es de Miguel, se crea la Asociación Miguel Bru (AMB) en defensa de los derechos humanos y para acompañar a personas que sufrieron algún tipo de violencia institucional.
Se crea la Asociación Civil Miguel Bru (AMB) en defensa de las víctimas de la violencia institucional. Policías de la bonaerense asesinan a Mauro Martínez, testigo clave en el juicio de Miguel.
Se coloca una placa en la Comisaría Novena en homenaje a Miguel. A 7 años de su asesinato, el texto dice: “En esta Comisaría Miguel Bru fue secuestrado, torturado y asesinado”.
Este mismo año, se estrena el documental: “¿Dónde está Miguel?”, realizado por docentes de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social: guión Pablo Torello y dirección Jorge Jaunarena.
A un año del juicio, en mayo del 2000, comenzó otra etapa de lucha. Familiares y amigas/os/es de Miguel reclaman la detención del ex sargento Justo López, beneficiado con la excarcelación a pesar de estar condenado a prisión perpetua. La marcha comenzó en la Facultad, pasó por la Casa de Gobierno y culminó frente al Tribunal de Casación Penal, donde Rosa se instaló 100 días exigiendo que se dicte la sentencia firme a los condenados.
Continúa la lucha de familiares y amigas/os/es de Miguel para que se cumplan las sentencias de los policías condenados en el juicio. Rosa se encadena frente al Tribunal de Casación contra la impunidad policial. Se estrena el documental ¿Dónde está Miguel?.
Jorge Ruarte, estaba detenido en la Comisaría Novena cuando la policía secuestró a Miguel. Era el principal testigo de la causa.
Mientras Ruarte se encontraba en libertad, fue golpeado y amedrentado por la policía bonaerense, para que no declarara en el juicio oral y público, pautado para el año siguiente.
En tanto, el 25 de noviembre liberan al sargento Justo López, quien contaba con prisión preventiva sin sentencia firme.