
En diciembre de ese año se realizó un nuevo rastrillaje para encontrar los restos de Miguel en un cañaveral ubicado en 13 C y 170, Berisso. La búsqueda estuvo a cargo del fiscal Fernando Cartasegna y fue solicitada a raíz de que un testigo de identidad reservada, marcara ese lugar. Los vecinos de la zona recordaron movimientos sospechosos la madrugada del 17 de agosto.