En el establecimiento tallaron su nombre en madera y pintaron un mural en la pared, además de reflexionar sobre la violencia institucional.
Rosa dijo: “Nunca imaginé que una escuela pudiera llevar el nombre de Miguel”.
En el establecimiento tallaron su nombre en madera y pintaron un mural en la pared, además de reflexionar sobre la violencia institucional.
Rosa dijo: “Nunca imaginé que una escuela pudiera llevar el nombre de Miguel”.