Familia y amigas/os/es de Miguel consiguen que el juez Vara sea apartado de la causa. Ricardo Szelagowsky es quien toma el caso, reanuda la búsqueda, los rastrillajes y ordena la detención preventiva del subcomisario Walter Abrigo por tortura seguida de muerte, e imputa a Juan Domingo Ojeda, comisario de la Novena y al efectivo Ramón Cerecetto por presunto encubrimiento. El cuerpo de Miguel sigue sin aparecer.