Dossier

Aprendizajes y reflexiones sobre la enseñanza de la comunicación en pandemia

Aprendizado e reflexões sobre o ensino da comunicação na pandêmia

Learning and Reflections on Teaching Communication in Pandemic

Esteban Magnani
Director de la Licenciatura en Medios Audiovisuales y Digitales, Argentina
Ramiro Rodríguez
Equipo de coordinación Medios Audiovisuales Digitales, Argentina
Sofía Beltramo
Equipo de coordinación Medios Audiovisuales Digitales, Argentina
Soledad Ayala
Asesora pedagógica de la Secretaría Académica, Argentina
Martin Ruarte
Director de la Licenciatura en Comunicación Social, Universidad Nacional de La Rioja, Argentina
Leila Moreno Castro
Docente Investigadora, Universidad Nacional de La Rioja, Argentina
Alfredo Fernández
Escuela de Comunicación Universidad Nacional de la Patagonia Austral Unidad Académica Río Gallegos (UNPA UARG), Argentina
María Gabriela Ramos
Escuela de Comunicación Universidad Nacional de la Patagonia Austral Unidad Académica Rio Gallegos, Argentina
Aixa Boeykens
Coordinadora de la Licenciatura y Profesorado en Comunicación Social Universidad Nacional de Entre Ríos , Argentina
Pablo Gullino
Director de la Licenciatura en comunicación, IDH - Universidad Nacional General Sarmiento, Argentina
Cecilia Vázquez
Investigadora Docente, IDH - Universidad Nacional General Sarmiento, Argentina
Silvana Comba
Escuela de Comunicación Social Facultad de Ciencia Política y RR.II Universidad Nacional de Rosario (UNR), Argentina
Edgardo Toledo
Escuela de Comunicación Social Facultad de Ciencia Política y RR.II Universidad Nacional de Rosario (UNR), Argentina
Victoria Nannini
Escuela de Comunicación Social Facultad de Ciencia Política y RR.II Universidad Nacional de Rosario (UNR), Argentina
Luciano Pamucio
Escuela de Comunicación Social Facultad de Ciencia Política y RR.II Universidad Nacional de Rosario (UNR), Argentina
Mariela Daneri
Escuela de Comunicación Social Facultad de Ciencia Política y RR.II Universidad Nacional de Rosario (UNR), Argentina
Sandra Valdettaro
Escuela de Comunicación Social Facultad de Ciencia Política y RR.II Universidad Nacional de Rosario (UNR), Argentina
Cistina Alberdi
Escuela de Comunicación Social Facultad de Ciencia Política y RR.II Universidad Nacional de Rosario (UNR), Argentina
Marcelo Pastorella
Licenciatura en Comunicación Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo (IUNMA), Argentina
Ana Passarelli
Licenciatura en Comunicación Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo (IUNMA), Argentina
María Marta Luján
Directora de la carrera de ciencias de la comunicación, Universidad Nacional de Tucumán, Argentina
Julio César Monasterio
Director FADECS, Argentina
María Teresa Bernardi
Vicedirectora FADECS, Argentina
Fabián Bergero
Profesor e investigador FADECS, Argentina
Silvia Hernández
Secretaria Académica de la Carrera de Ciencias de la Comunicación, FSOC Universidad de Buenos Aires (licencia septiembre-noviembre 2020)., Argentina
Ana Broitman
Secretaria Académica de la Carrera de Ciencias de la Comunicación, FSOC Universidad de Buenos Aires (septiembre-noviembre 2020, en reemplazo de Silvia Hernández durante su licencia), Argentina
Gustavo Naón
Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), Argentina
Pablo Romano
Licenciatura en Comunicación Social. Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad. Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), Argentina
Vera Giandana Hamra
Licenciatura en Comunicación Social. Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad. Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), Argentina
Facundo Villanueva
Licenciatura en Comunicación Social. Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. Universidad Nacional de Jujuy (FHyCS UNJu), Argentina
Ramón Burgos
Coordinación en Comunicación Social FHyCS- Universidad Nacional de Jujuy, Argentina
Marcela Navarrete
Departamento de Comunicación. Facultad de Ciencias Humanas. Universidad Nacional de San Luis (UNSL), Argentina
Viviana Ponce
Departamento de Comunicación. Facultad de Ciencias Humanas. Universidad Nacional de San Luis (UNSL), Argentina
Aldo Avellaneda
Departamento de Comunicación Social, Facultad de Humanidades. Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), Argentina
Beatriz Castro Chans
Departamento de Comunicación Social, Facultad de Humanidades. Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), Argentina
Daniel Chao
Departamento de Comunicación Social, Facultad de Humanidades. Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), Argentina
Martín González
Departamento de Comunicación Social, Facultad de Humanidades. Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), Argentina
María Paula Díaz
Tutora virtual UNRN, Argentina
Leonardo Murolo
Director de la Licenciatura en Comunicación Social, UNQ, Argentina
Carla Avendaño Manelli
Secretaria de Investigación y Extensión IAPCS – Universidad Nacional de Villa María, Argentina
Malvina Rodríguez
Secretaria de Comunicación Institucional Universidad Nacional de Villa María, Argentina
Andrea Varela
Decana Facultad de Periodismo y Comunicación Social Universidad Nacional de La Plata (FPyCS UNLP), Argentina

REVCOM. Revista científica de la red de carreras de Comunicación Social

Universidad Nacional de La Plata, Argentina

ISSN: 2451-7836

Periodicidad: Bianual

núm. 11, 2020

redcom.revcom@gmail.com



Resumen: La sección “Encuentros” tiene como característica ofrecer planteos y posicionamiento temáticos en torno a las diversas miradas en el ámbito de la comunicación. En esta línea, se priorizan los paneles de cierre de los congresos anuales o la discusión que congrega a las diversas unidades académicas en torno a una línea específica de investigación, como son las mesas nacionales de discusión de áreas temáticas. La situación de emergencia sanitaria y la consecuente definición del ASPO posicionaron a la educación universitaria en espacio y tiempo escasamente desarrollados en el ámbito pedagógico. En esta sección recogemos el compromiso por sostener la educación pública como un derecho ciudadano, y lo hacemos desde el desarrollo de actividades complejas –tanto para los docentes como para los estudiantes y no-docentes– , pero con la convicción de dar una batalla desde el lugar que nos compete: la educación superior. Este es el espíritu que guía la presente publicación, en el encontraran las diversas actividades, situaciones y acciones que desarrollaron las carreras de comunicación que componen las zonas geográficas de nuestro país.

Palabras clave: pandemia, educación, comunicación, memorias.

Resumo: A secção "Encontros" tem a característica de apresentar planos e posicionamentos temáticos em torno das diferentes visões no domínio da comunicação. Nessa linha, priorizam-se os painéis dos congressos anuais, discussão que reúne as diferentes unidades acadêmicas em torno de uma linha de pesquisa específica, como as mesas de discussão nacionais de áreas temáticas. A situação de emergência sanitária e a consequente definição da ASPO posicionou a educação universitária em um espaço e um tempo pouco desenvolvido no campo pedagógico. Nesta secção, assumimos o compromisso de apoiar a educação pública como um direito cívico, e interrompemos o desenvolvimento de actividades complexas - tanto para professores como para alunos como administrativos-, mas com a convicção de lutar a partir de cada lugar que nos compete: ensino superior. É esse o espírito que norteia esta publicação, na qual você encontrará as diversas atividades, situações e ações que desenvolveram os canais de comunicação que compõem as áreas geográficas do nosso país.

Palavras-chave: pandemia, educação, comunicação, memórias.

Abstract: The "Encounters" section has as its main characteristic the offering of proposals and thematic positioning surrounding the different views that exist in the sphere of communications. In this path, the annual conference’s closing panels or the discussion that congregates the diverse academic units on a specific line of investigation is prioritized, such as the national discussion tables of these topics. The emergency situation and consequent definition of the ASPO (preventive and compulsory social isolation) positioned university education in a scarce time and space upon the pedagogic sphere. In this section we pick up the commitment to sustain public education as a citizen right, and we do so by means of developing complex activities -for the teachers, students and non-teachers-, but with the certainty that the battle from our own space has to be given: the higher education. It is this spirit that guides our present publication, in which you will find the diverse activities, situations and actions that have been developed by the communications careers that compose the geographical zones of our country.

Keywords: pandemic, education, communications, memoirs.

Licenciatura en Medios Audiovisuales y Digitales Universidad Nacional de Rafaela (UNRaf)

Esteban Magnani: estebanmagnani@gmail.com

Director de la Licenciatura en Medios Audiovisuales y Digitales (MAD)

https://orcid.org/0000-0001-9252-0166

Ramiro Rodríguez: ramiro.rodriguez@unraf.edu.ar

Equipo de coordinación MAD

https://orcid.org/0000-0003-2261-3396

Sofía Beltramo: sofiabeltramo@gmail.com

Equipo de coordinación MAD

https://orcid.org/0000-0001-7468-0748

Soledad Ayala: soledad.ayala@gmail.com

Asesora pedagógica de la Secretaría Académica

https://orcid.org/0000-0002-9669-4531

Compromiso y bits

La Universidad Nacional de Rafaela comenzó a funcionar en 2016 con tres carreras, entre las que se cuenta la Licenciatura en Medios Audiovisuales y Digitales –conocida por su sigla como MAD– que dirigimos. A fin de este año, 2020, con más de diez carreras, posgrados, diplomaturas, y otras actividades, habremos pasado un quinto de toda nuestra historia en condiciones muy particulares: una pandemia global que ha puesto al mundo patas para arriba. Si bien uno podría pensar que nuestra juventud implica cierta fragilidad frente a un entorno repentinamente tan hostil, la realidad se ha mostrado muy distinta y creemos que es gracias a varias cuestiones.

En primer lugar, nuestra juventud implica una escala casi familiar, en la que hay un conocimiento casi personalizado de los estudiantes, sobre todo de los más “viejos”. Ese vínculo facilitó saber qué ayuda o estímulo necesitaba cada uno para no bajar los brazos. Sabemos que la mayoría de ellos pertenecen a la primera generación universitaria de sus familias: su abandono sería una oportunidad perdida que podría demorar varias generaciones en repetirse. Más complicado ha resultado en vínculo con los ingresantes, pero los encuentros pre universitarios realizados en febrero, antes de la cuarentena, les permitió conocer al menos la vida de los pasillos y los rostros de los compañeros y algunos docentes. Poca cosa para la vida universitaria de UNRaf, cada vez más rica.

Por otro lado, los docentes de la licenciatura en Medios Audiovisuales y Digitales así como los de toda la Universidad, tienen un gran compromiso con la Universidad Pública; en particular los rafaelinos sienten un orgullo profundo por este espacio creado en su territorio y con el que muchos soñaron por años. Eso le da un plus a su profesionalismo que tiene que ver con la pasión de sentirse parte de algo más grande y que crece. La escala permitió mantener un diálogo virtual a través de un grupo de Telegram en el que pudimos intercambiar experiencias, hacer consultas y sentirnos acompañados aún en el aislamiento. Esto permitió procesar las limitaciones y frustraciones generadas por la pandemia, el aislamiento o las limitaciones técnicas antes de que se enquistaran y comenzaran a jugar en contra del proceso pedagógico.

UNRaf lleva adelante desde sus comienzos un avance a toda marcha que incluye, entre otras cosas, una sede nueva con sus edificios especialmente diseñados. Solo para mencionar un dato que brinde una idea de la velocidad del crecimiento vertiginosos de UNRaf, hoy ya contamos con trece licenciaturas, además de diplomaturas, centros de investigación, cursos, actividades deportivas, una editorial y muchas acciones más que dan cuenta del nivel de compromiso que tiene la UNRaf para transformarse en referente para la región. Nuestra vocación innovadora y de alcanzar a todo el territorio llevó a implementar desde los comienzos herramientas para la educación virtual, en particular un campus Moodle que funcionaba como apoyatura de las clases presenciales. En una carrera que se esfuerza por plantear una mirada crítica sobre el particular desarrollo de las tecnologías digitales, no es nada menor dar continuidad a nuestro trabajo con una plataforma de software libre y que está alojada en servidores propios que permiten ciertas garantías sobre los datos del proceso pedagógico de nuestros estudiantes.

Gracias a este trabajo previo, los docentes y estudiantes de nuestra carrera tenían un conocimiento básico sobre el potencial de ese entorno educativo, algo que facilitó la tarea de llevar la totalidad del trabajo a ese espacio. No fue fácil y no se hizo de una manera ideal, que habría requerido facilitadores y más capacitaciones, pero sí pudimos garantizar la continuidad pedagógica gracias a la creatividad y el compromiso de la comunidad universitaria con la educación pública. Pero, también, gracias al dictado de talleres técnicos-pedagógicos a cargo de dos docentes de nuestra licenciatura, quienes brindaron herramientas y saberes a toda la comunidad UNRaf para comenzar el año académico. Para nuestra sorpresa, pudimos ver que los estudiantes, por motivos que sólo podemos hipotetizar de momento, respondieron de manera muy positiva en cuanto a compromiso y a resultados. En la mayoría de los cursos se explotaron las herramientas asincrónicas que facilitan que los estudiantes manejen sus tiempos de acuerdo a sus propias posibilidades. Incluso los niveles de deserción se mantuvieron igual o apenas por debajo de los históricos, algo que podremos comprobar a fin de año. Por ahora queda flotando incluso la pregunta de si el aislamiento influyó en el tiempo dedicado a la lectura concentrada que tanto costaba en otros cuatrimestres, sobre todo a los más jóvenes.

Si bien fue en ese campus donde se dio el corazón de la continuidad, comprendimos que había que generar espacios para expresar lo que estaba pasando no solo a los estudiantes, sino también a la comunidad toda. Por eso creció, por ejemplo, el proyecto “¿Y ahora qué?” del equipo @transmedia.unraf que permite recopilar y compartir las sensaciones que deja esta pandemia y las estrategias de cada uno para enfrentarla.

Más allá de las adversidades y complicaciones que ha generado esta situación los docentes participaron activamente de actividades de convocatorias de investigación –internas y nacionales- y de procesos y actividades de formación y de intercambio, tanto en espacios propuestos por la UNRaf como con carreras de otras universidades.

Y, como si todo lo logrado hubiera sido poco, durante este período la licenciatura en Medios Audiovisuales y Digitales otorgó el título de Técnico Universitario en Medios Audiovisuales y Digitales a los primeros cuatro egresados de la Universidad. Evento histórico y que fue motivo de celebración en la carrera.

Estas palabras pueden parecer una autocelebración exagerada, pero tiene que ver también con la devolución que nos hacen los estudiantes y los docentes, difícil de transmitir en tan pocas palabras. El acompañamiento de la Universidad, el envío de apuntes o la compra de abonos para celular a los estudiantes más alejados y con peor conectividad, incita a los estudiantes a asumir el compromiso con el estudio de una manera que no es tan fácil de mensurar. Son tiempos difíciles, pero nuestro objetivo fue hacerlo juntos para que sean más fáciles.

Por supuesto, extrañamos las aulas, las actividades sociales, culturales y deportivas que funcionan como argamasa de la vida universitaria. Las charlas de pasillo, el bar, las fotos de los estudiantes que decoran los pasillos, los anuncios y el recreo afuera para tomar aire son inseparables del trabajo intelectual que realizamos. Esperamos volver a disfrutarlo pronto.

Licenciatura en Comunicación Social Universidad Nacional de La Rioja (UNLaR)

Martin Ruarte: ruartemartin@gmail.com

Director de la Licenciatura en Comunicación Social, UNLaR

https://orcid.org/0000-0001-5476-6907

Leila Moreno Castro: lmorenocastro@hotmail.com

Docente investigadora, UNLaR

https://orcid.org/0000-0002-2822-2348

Aniversario de Carrera con sabor a desafío

El año 2020 venía subrayado de antemano en el calendario para la comunidad académica de la Licenciatura en Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Rioja. No era un año más. Se cumplían 25 años desde que se generó en esta provincia del norte argentino la primera oferta de estudios universitarios en el campo comunicacional. Lo veníamos planificando desde el año anterior, el 2020 sería un ciclo para celebrar, para revisar el camino recorrido, para reconocernos como Carrera que busca fortalecerse cada día y asumir nuevos desafíos. No sabíamos entonces la dimensión que tomarían tales desafíos.

A mediados de marzo iniciamos con la primera y única semana de clases presenciales que tuvimos. Las noticias sobre un virus que se propagaba a nivel global todavía nos asombraban cuando ingresamos como país en el periodo de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) y el mundo universitario que hasta entonces conocíamos dio un giro de 180 grados.

La primera reacción, fundamentada principalmente en anhelos, fue pensar que el ASPO tomaría unas pocas semanas, prevaleció así la espera rodeada de temores. Pronto entendimos que el Aislamiento se extendería y fue necesario empezar a diseñar estrategias de continuidad educativa, planificar en la incertidumbre, en escenarios desconocidos y con los recursos disponibles. Todo cambio necesita de una adaptación y eso es lo que se trabajó en la primera parte del año.

Qué teníamos disponible y qué no, a nivel institucional y personal, fue la principal preocupación. Varios docentes debieron reforzar su equipamiento o directamente adquirir computadoras, tablets, celulares, auriculares, cámaras web. Para los estudiantes también implicó equiparse con lo que tenían en sus hogares. No todos poseían computadoras y aunque las tuvieran, muchas veces debían compartirlo con integrantes de la familia. También estaban quienes contaban con el celular como única herramienta de conexión. En este punto se avizoraron las primeras dificultades para continuar cursando.

Eran tiempos de cambios, los escenarios virtuales se configuraron como los únicos posibles para trabajar, para informarse, para socializar, para enseñar y aprender. Para todo eso era fundamental contar con conectividad a internet. Las estadísticas indican que nueve de cada diez hogares de la ciudad de La Rioja tienen acceso a servicios y bienes de las TIC (computadora e internet)1. Sin embargo, el panorama es muy dispar y eso quedó reflejado muy claramente en esas primeras semanas. Según los sectores de residencia en la ciudad y el tipo de servicio con el que se contaba, la conectividad era más o menos regular. A su vez, la gran demanda convirtió en “horas pico” algunos momentos día. Eso generó que las clases virtuales demorasen en iniciarse y establecerse como parte de la rutina semanal, tanto docentes como estudiantes tenían similares inconvenientes. Además, las aulas de Comunicación social reciben a estudiantes que provienen de distintos departamentos del interior riojano como también de otras provincias. La mayoría –ante la previsión de un ASPO que se extendería en el tiempo– regresó a sus hogares familiares, muchos ubicados en zonas con baja o nula conectividad. En este sentido, crecieron los mensajes por WhatsApp, mail y los grupos en la red social Facebook. El primer paso logró cumplirse: más que nunca había que estar en contacto. Era hacer honor a nuestra profesión. La comunicación no debía faltar.

***

Pasado el primer mes de “cuarentena” algunos problemas se fueron solucionando. Pero aparecieron otros: la forma de enseñanza, las maneras de codificar y decodificar el mensaje. Se fueron explorando diversos caminos con más o menos éxito: el uso hegemónico del pdf, la videollamada, las guías de estudio, los prácticos por WhatsApp, el uso de plataformas como Classroom. Un tiempo más requirió la creación de aulas virtuales. La UNLaR posee un campus virtual que fue creciendo en los últimos años, sin embargo, en este 2020 pandémico el cambio fue mayúsculo ya que 3500 aulas se encuentran funcionando correspondientes a materias de las 78 Carreras que ofrece la Universidad.

Un paso más fue la exploración de herramientas para realizar clases sincrónicas: Zoom, Jitsi y Google Meet aparecieron como las opciones más elegidas. Luego, fue experimentar hasta encontrar la mejor alternativa: clases de 40 minutos, de una hora; por la mañana o por la tarde según las “horas pico de conectividad”; compartir pantalla; evaluar formas de interacción; apagar o no cámaras. Las propuestas de cátedra elaboradas inicialmente para la presencialidad se adaptaron a la situación y fueron presentadas de acuerdo con el contexto.

Fue otra etapa de aprendizaje a transitar en forma conjunta. Se dieron situaciones de profes que aprendieron a usar las plataformas con ayuda de sus estudiantes, del mismo modo que se fueron creando espacios virtuales para consultas, en muchos casos personalizadas, para asegurar que los contenidos de las clases se comprendieran.

Intentar “normalizar” la nueva modalidad educativa implicó desafíos que trascendían las pantallas. Adaptar el hogar para poder conectarse a la clase virtual requirió acondicionar espacios físicos, organizar los tiempos, aprender a configurar nuevas rutinas con quienes se convivía. Como parte de sus experiencias, nuestros estudiantes comentaron las dificultades para compartir los espacios físicos domésticos, que sus padres estaban más pendientes de ellos, que las exigencias habían aumentado, que el cansancio se empezaba a notar. De igual manera, ser docente en estos tiempos trajo modificaciones en la vida familiar y laboral. “Tuve que aprender con tutoriales algunas herramientas tecnológicas para dar clases”; “Sentir la soledad de hablar frente a una pantalla, a la nada misma”; “Era frustrante cuando se cortaba el internet y no podía dar la clase”; “Para mí la frustración era saber que muchos estudiantes no podían conectarse”, fueron algunas voces que compartieron sus experiencias en estos meses de pandemia.

EL ASPO llegaba el cuarto mes y el primer cuatrimestre universitario se terminaba. La condición de regularidad se acreditó de diferentes formas y métodos, estableciendo consensos entre autoridades y equipos docentes. Con pesar y preocupación ya en esa etapa pudimos advertir niveles de deserción, quizás de forma más temprana que en años anteriores. Se hizo evidente la necesidad de sostener los vínculos para continuar educándonos.

***

Con esa premisa se inició el segundo cuatrimestre que trajo nuevos desafíos como garantizar la posibilidad de concretar las prácticas pre-profesionales de quienes cursan su último año y repensar las nuevas modalidades de exámenes finales de turnos ordinarios que desde agosto empezaron a desarrollarse en forma virtual.

Además, en estos meses vieron la luz las primeras producciones realizadas desde las distintas cátedras imaginadas en y para los nuevos escenarios: revistas digitales; programas de radio online, podcasts, campañas publicitarias para redes sociales, producciones transmedia. Estos son sólo algunos ejemplos de lo que se está elaborando en las aulas recreadas mediante pantallas, donde estudiantes y docentes se plantean cada día el desafío de seguir comunicando (nos).

Restan ya pocas semanas para finalizar el ciclo lectivo y no hemos regresado a las aulas. Cuando suceda ese encuentro en el enorme campus de la UNLaR, ese que se convierte en otro hogar luego de pasar tantas horas en pasillos, aulas, anfiteatros, jardines, cantinas, seguramente será único, emocionante, porque volveremos transformados y transformadas como comunidad académica, buscando tomar nota de lo aprendido. Hoy sabemos valorar más que antes las posibilidades que brindan los encuentros presenciales, pero también descubrimos que los escenarios virtuales pueden aportar a nuestras formas de enseñar y aprender. Ambas modalidades pueden convivir. ¿Cómo hacerlo? Deberemos darnos esos debates y encontrar respuestas luego de un 2020 que refleja los 25 años que como Carrera construimos. Antes y hoy atravesamos momentos difíciles y seguimos avanzando. Nos esperan nuevos desafíos de cara a las demandas de un mundo que también será otro en la post-pandemia.

Escuela de Comunicación Universidad Nacional de la Patagonia Austral Unidad Académica Río Gallegos (UNPA UARG)

Alfredo Fernández: afernandez@uarg.unpa.edu.ar

https://orcid.org/0000-0003-1249-5621

María Gabriela Ramos: gramos@uarg.unpa.edu.ar

https://orcid.org/0000-0002-5780-5753

Escuela de Comunicación UNPA UARG

(Re)Pensarnos en confinamiento. Memorias de pandemia en la UNPA UARG

Una introducción al 2020

Hasta los primeros días de marzo el COVID 19 solo era un problema de otros, un problema que nos inquietaba pero que aún no atravesaba nuestra cotidianeidad y nuestros cuerpos. Las clases se iniciaron con normalidad el 12 de marzo, se recibió a las y los estudiantes de primer año que llagaban al campus Universitario con sueños y grandes expectativas de comenzar ese nuevo trayecto de sus vidas.

Como todos los años, ya se habían proyectado y presentado los programas de las asignaturas, los trabajos Inter cátedras, cursos de extensión, de posgrado y actividades de investigación. Un grupo de docentes ya había diseñado y planificado para el sábado 14 de marzo la “Jornada de Bienvenida”, una jornada especial para recibir a los nuevos y nuevas estudiantes, la cual se realiza desde hace unos años con muy buenos resultados.

Pero en la noche del viernes 13, el rector de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA) determinó la suspensión por 15 días de las actividades académicas debido a propagación mundial de la enfermedad generada por la COVID 19. Nadie imaginaba lo que se vendría. De hecho, la resolución señalaba que las actividades se reiniciarían el 30 de marzo. Solo eran 15 días, nada que no podía suceder en otro momento. Solo debíamos tener un poco de paciencia, extender fechas de entregas si habíamos planificado algún práctico, replanificar reuniones o cursos, no parecía ser ten grave. Aún el virus estaba “lejos”, en Santa Cruz no había sospechas de casos, y esa sensación de lo “lejano” nos daba una aparente tranquilidad.

Pero los tiempos de confinamiento de extendieron, la presencialidad era cada vez más lejana y el término pandemia se hacía presente en cada uno de los relatos académicos y de la vida cotidiana de cada sujeto de nuestra comunidad y en especial de nuestra universidad.

De golpe hubo que reinventarse y repensarse en este nuevo contexto. Planificar todo nuevamente. Lo que se había pensado para desarrollar durante un año “normal”, debió reformularse. Conseguir computadoras para los y las estudiantes, asegurar la conectividad, transformar las clases presenciales en virtuales y repensarnos como sujetos atravesados por una situación impensada hasta el momento.

(Re) pensando lo académico

La Universidad Nacional de la Patagonia Austral desde hace unos años implementó la plataforma Unpabimodal, en la cual se dictan carreras a distancia, otras en la bimodalidad y en algunos casos como ser la Unidad Académica Río Gallegos (UARG) como apoyo a la presencialidad. Esta Unidad Académica tiene toda su oferta de formación de manera presencial y muchos docentes utilizan habitualmente la plataforma como apoyo a la presencialidad, pero hasta este año era de uso opcional.

Sin embargo, el contexto de pandemia obligó a utilizar la plataforma como herramienta y como único espacio de conexión con las y los diferentes integrantes de la comunidad universitaria. De pronto hubo que aprender a usar Google Meet, Zoom, Classroom, diferentes plataformas virtuales y herramientas de comunicación que tuviéramos a nuestro alcance. Y en el caso de los talleres y asignaturas relacionadas a medios y a producción de medios, buscar diferentes metodologías que hagan que el proceso de enseñanza se lograra de la mejor manera posible. Todo esto teniendo en cuenta las dificultades que tuvieron estudiantes y docentes, problemas de conexión, de equipamiento, de salud, familiares, emocionales, entre otros.

Los alumnos avanzados de la carrera, en su gran mayoría, pudieron adaptarse a los cambios. El mayor problema estuvo en sostener a los alumnos ingresantes, y especialmente a quienes tenían graves problemas de conectividad.

La UARG organizó una colecta solidaria para estudiantes que no tuvieran computadora. Se buscó así facilitar, con la colaboración de toda la comunidad universitaria, la continuidad de los estudios de los alumnos.

Luego el personal del departamento de informática se encargó de acondicionar el material recolectado y el área de Bienestar Estudiantil hizo la distribución. Además se compraron y entregaron 45 tabletas, luego de un relevamiento realizado por personal del área de Educación a Distancia, detectando las situaciones más complejas.

De esa manera, durante el primer cuatrimestre no solo se dictaron las asignaturas de manera virtual, sino que también una alumna pudo rendir su tesis de grado, y dar por finalizado un ciclo en este contexto tan particular.

En ese momento, existía la esperanza que el segundo cuatrimestre nos encontrara nuevamente en la presencialidad, pero otra vez nos equivocamos.

La ciudad de Río Gallegos hasta principios de julio- no había tenido casos de Covid 19. Por lo tanto, en el mes de junio –se había trabajado en un protocolo de regreso al Campus Universitario durante el mes de agosto y de esa manera poder tomar las mesas de exámenes de ese turno. Sin embargo, en julio se desató con furia la enfermedad en la ciudad, lo que hizo en poco tiempo colapsar el sistema sanitario de la capital.

Entonces hubo que programar las mesas de exámenes en la virtualidad, conformar equipos de docentes asistentes que oficien de apoyo a los alumnos, docentes y no docentes para que puedan armar mesas en reuniones a través de Google meet o Adobe Connet. De esta manera se pudieron conformar casi 200 mesas de examen con más de 500 alumnos que rindieron sus exámenes finales.

El segundo cuatrimestre comenzó con el dictado de clases un poco más organizados, priorizando contenidos y rediseñando metodologías siempre contemplando las diferentes realidades por las que atraviesan estudiantes y docentes de nuestra carrera en un contexto muy difícil para muchos de ellos.

(Re) pensando la extensión

Desde la carrera de Comunicación siempre sostuvimos la importancia de la extensión, de la formación de equipos de trabajos con alumnas y alumnos y de la articulación de los proyectos con los diferentes espacios curriculares. Desde el PRIPROC (Programa de Investigación y Producción Comunicacional) se trabaja desde hace unos años en esta línea y para este año se tenían previsto diseñar líneas de acción para su fortalecimiento. Cuando comenzamos con el Aislamiento Preventivo Obligatorio en la universidad, se tuvo que repensar esto también. Pero esto no impidió que se puedan presentar y desarrollar diferentes proyectos de extensión entre los que se encuentran:

Cabe destacar la participación de docentes, alumnos y alumnas en estas actividades.

En cuanto al Webinar “La extensión en la Patagonia Austral. Webinar con extensionistas de Latinoamérica y el Caribe” fue muy significativo porque sirvió para reflexionar sobre el rol de la extensión universitaria en estos contextos de pandemia y de qué manera seguir construyendo en esta nueva realidad.

(Re) pensando la investigación

La carrera en la actualidad tiene una línea de investigación activa de Comunicación y turismo, más allá de los y las docentes que integran equipos multidisciplinarios que se radican en otras carreras.

El proyecto PI 29/A445 “Comunicación y Turismo en el desarrollo de las localidades situadas al margen de la ruta 40 de la provincia de Santa Cruz”, tenía como principal objetivo estudiar la importancia que tienen los medios de comunicación, particularmente los digitales, y los diferentes actores sociales relacionados a la comunicación en el desarrollo del turismo de las localidades ubicadas en la provincia. Este proyecto se comenzó a ejecutar este año y si bien el objetivo general se mantiene se tuvo que repensar con el equipo de trabajo el corpus, las acciones y la llega del proyecto. Por la situación en la cual se encuentra el turismo regional, nos pareció apropiado pensar en trabajar también en los corredores de “Del viento” y “Ruta azul” además del corredor “Ruta 40”, de esta manera aportar desde la universidad líneas de acción que aporten a la reactivación del turismo en la región que es una de las principales actividades productivas.

El equipo está conformado por docentes y alumnas de la carrera de comunicación, de administración y de turismo. Esta heterogeneidad es muy significativa debido a que nos está permitiendo abordar al objeto de estudio de manera transdisciplinar.

Otra acción para destacar fue la convocatoria Pisac. Si bien como región no pudimos participar, lo que dejó ese intento, es la conformación de un grupo de trabajo llamado Nodo Patagonia, integrado por los directores de las carreras de las universidades de la región y algunos docentes integrantes, para generar acciones territoriales de interés mutuo y colaboración entre las instituciones. A la fecha se realizaron dos reuniones, se intercambiaron actividades generadas por las distintas carreras, y estamos en camino de organizar una jornada de intercambio de información sobre proyectos de investigación y de extensión que se van generando desde las diferentes universidades nacionales.

A modo de cierre

El contexto de pandemia no solo nos obligó a repensar la manera de trabajar en la universidad, sino también la forma de relacionarnos y de construir el conocimiento mediado por tecnologías. Una vez que termine la pandemia, deberemos adaptarnos a algunas costumbres, que llegaron para quedarse.

Licenciatura y Profesorado en Comunicación Social Facultad de Ciencias de la Educación Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER)

Aixa Boeykens: aixa.boeykens@uner.edu.ar

Coordinadora de la Licenciatura y Profesorado en Comunicación Social

https://orcid.org/0000-0002-8147-3883

La experiencia de la UNER: apostar a la producción de conocimientos desde la virtualidad

En la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), en Paraná, el interés por sostener los vínculos educativos a pesar de la imposibilidad del encuentro físico que generó el COVID-19, permitió continuar con las diferentes propuestas educativas. Esto demandó virtualizar 76 espacios de cátedra de las cinco carreras que se dictan en la Facultad, entre ellas, la Licenciatura en Comunicación Social.

Lazos. Universidad. Conocimiento. TICS. Creatividad. Tal vez estas cinco palabras clave contribuyan a dar cuenta de parte del proceso que caracterizó a la comunidad universitaria en este 2020 en que las medidas sanitarias que se tomaron en marzo para evitar transmitir el COVID-19, nos demandó interrumpir las actividades presenciales y reflexionar sobre cómo continuar vinculándonos a pesar de no contar con la materialidad de la institución.

La decana de la Facultad, Gabriela Bergomás, considera que este desafío pudo afrontarse gracias a la predisposición y compromiso del personal administrativo y de servicios así como de los equipos docentes que se adaptaron a esta circunstancia excepcional y permitieron sostener la propuesta académica y que la Facultad continúe activa.

Desde años anteriores, la Facultad de Ciencias de la Educación venía trabajando con un campus propio que se denomina Edu-Virtual. Algunas cátedras trabajaban con este entorno como apoyatura para el desarrollo de la enseñanza. Además ya se utilizaba para el dictado de las carreras de cursado bimodal de pregrado, grado y posgrado. Cuando comenzó el aislamiento social, preventivo y obligatorio, la Facultad adecuó la propuesta para que cada cátedra cuente con un aula virtual a la que acceden las/os estudiantes inscriptos. Además puso a disposición distintos soportes para realizar videollamadas que permiten dar la clase de manera sincrónica o bien grabarlas y dejarlas disponibles para su consulta.

Este campus permite además que uno de los soportes de videollamadas pueda utilizarse sin consumir datos de internet, en el marco del acuerdo que firmó el gobierno y las empresas telefónicas en abril para liberar del uso de datos las plataformas educativas y aulas virtuales de las universidades en el marco de la pandemia.

En el andar, la comunidad educativa de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNER debió adecuar los contenidos y materiales desarrollados para la presencialidad al aula virtual y aprender a manejar otros lenguajes y entornos virtuales. Si bien se propusieron reuniones y acompañamientos institucionales, este proceso demandó aprendizajes sobre la marcha así como la utilización de recursos tecnológicos y espacios domésticos propios.

Simultáneamente la Facultad de Ciencias de la Educación llevó adelante un relevamiento para conocer las condiciones de conectividades y accesos de les estudiantes. Se sumó a ello un programa de la UNER a través del cual se entregaron chips o módems a estudiantes que tenían dificultades de acceso a internet. En el segundo cuatrimestre, la Facultad también proporcionó tablets para quienes necesitaban dispositivos.

Si bien el calendario académico se modificó y el turno de exámenes de mayo se suspendió, luego de una consulta a los equipos de cátedra, el Consejo Directivo –que también sesiona de modo remoto– aprobó el desarrollo de las mesas de exámenes. Para estas instancias también se crearon aulas virtuales y se elaboró una reglamentación específica que contempló una instancia de comunicación previa entre quienes debían rendir y los equipos docentes para definir las características que tendría la instancia evaluativa.

En las mesas de exámenes de agosto, las primeras que se realizaron en modalidad virtual, se inscribieron 883 estudiantes. De ellos, 522 aprobaron, 196 reprobaron y hubo 165 ausentes. El número de inscripciones es similar al de años anteriores ya que en 2019 hubo un 66% de aprobados y en 2019 un 61%.

¿Están ahí? Conectividad y participación

El cursado de manera remota ha sido también una oportunidad para que estudiantes que habían dejado de cursar hace mucho tiempo y que viven en lugares alejados de Paraná, pudieran retomar sus estudios.

Pero otro de los dilemas de estas épocas de educación a través de las pantallas ha sido la constatación de que estar conectados en las clases no es igual a vinculados, del mismo modo que estar presente en una clase presencial no es sinónimo a estar atento a la misma.

Algo de eso hemos aprendido las/os profesores en estos tiempos en que a veces sentimos que hablamos a cuadraditos en las pantallas. Parte de esto también nos ha convocado a repensar las prácticas que proponemos al momento de dar clases para procurar que, a pesar de las distancias materiales, logremos compartir un mismo tiempo y espacio.

Tesis, extensión e investigación

En el contexto de la pandemia, se avanzó con las defensas de tesis de estudiantes que lograron graduarse a través de videollamadas.

La Facultad de Ciencias de la Educación de la UNER participa de acciones de extensión en emergencia. Algunas de las intervenciones consisten en acompañamientos a las personas privadas de la libertad en las cárceles de Entre Ríos, en el desarrollo de la línea de soberanía alimentaria desde la comunicación comunitaria y en la convocatoria a realizar radio entre estudiantes y docentes de escuelas secundarias y de la universidad como un modo de fortalecer los vínculos en el contexto de la pandemia.

A ello se sumó la participación de 11 equipos de la Facultad que se presentaron a la convocatoria de proyectos asociativos de investigación del Programa de Investigación sobre la Sociedad Argentina Contemporánea (PISAC) que realizó la Agencia de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) titulada las Ciencias Sociales y Humanas en la Crisis COVID-19.

En el centenario de la Facultad de Ciencias de la Educación, voces que nos invitan a pensar

En 1920 se creó en Paraná la Facultad de Ciencias Económicas y Educacionales que dependía de la Universidad Nacional del Litoral y comenzó a funcionar en la Escuela Normal José María Torres. El hecho de haber sido la primera Facultad de Ciencias de la Educación del país, contribuyó a la constitución del campo de la educación tanto en la enseñanza como en la investigación. Décadas después, esta Facultad pasaría a depender de la Universidad Nacional de Entre Ríos.

En el marco de este aniversario, la participación de las pedagogas e investigadoras que fueron docentes de la Facultad, Adriana Puiggrós y Lidia Rodríguez, invitan a pensar en los desafíos de la universidad en estos contextos de pandemia.

Uno de ellos es la profundización de las brechas materiales que se agudizan en tiempos de educación y trabajo remoto entre quienes tienen recursos tecnológicos y acceso a internet y quiénes no. El otro gran desafío que plantea Puiggrós, es que las universidades debemos trabajar para apropiarnos de las tecnologías para evitar quedar subordinados a las reglas y el lenguaje del mercado.

Otro aspecto central de las universidades nacionales es que la autonomía resulta central para fortalecer el federalismo en tanto permite que las comunidades intelectuales y científicas que la integran desde el norte hasta el sur de nuestras regiones produzcan conocimiento y den espacio a las distintas realidades. El reto, reflexiona Puiggrós, consiste en trabajar por el sostenimiento de un sistema de educación superior que no se aísle y que permita construir un espacio comprometido con el desarrollo nacional y de la región con una perspectiva latinoamericana que permita fortalecer la soberanía.

Finalmente, como señaló Lidia Rodríguez en el conversatorio virtual que se realizó el 1 de octubre, si bien 2020 será recordado por la irrupción de un virus que modificó la mayoría de las prácticas que hasta marzo nos resultaban habituales, también –y sobre todo– será distinguido como el año en que les educadores demostraron su preocupación por mantener los lazos educativos desde una perspectiva humanista inquieta por compartir la herencia de la cultura.

Lo que nos muestran los datos

El análisis comparativo de los datos nos permite conocer de qué modo influyó o no la situación excepcional de cursado que planteó la pandemia en la cantidad de estudiantes que continuaron estudiando este año, en su regularidad y en las mesas de exámenes.


Cuadro realizado a partir de la información relevada por el Departamento Alumnado de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNER.


Cuadro realizado a partir de la información relevada por el Departamento Alumnado de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNER.


Cuadro realizado a partir de la información relevada por el Departamento Alumnado de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNER.

Licenciatura en Comunicación. Instituto del Desarrollo Humano Universidad Nacional de General Sarmiento (IDH – UNGS)

Pablo Gullino: pgullino@campus.ungs.edu.ar

Director de la licenciatura en comunicación, IDH – UNGS

https://orcid.org/0000-0003-3843-662X

Cecilia Vázquez: cvazquez@campus.ungs.edu.ar

Investigadora Docente, IDH – UNGS

https://orcid.org/0000-0001-5834-5341

2020, el año que tuvimos que repensarlo todo y empezar de nuevo

Primera semana de marzo de 2020. El verano no quería irse y las clases en la Universidad volvían a empezar. Los preparativos del nuevo ciclo lectivo, los programas de las asignaturas y talleres estaban listos; las clases dispuestas para encontrarnos en las aulas como cada semestre. Apenas tuvimos tiempo de conocernos personalmente docentes y estudiantes en una primera clase de presentación. La semana siguiente se cerraba todo, el Aislamiento Preventivo Obligatorio nos hacía experimentar a todos en carne propia, muchas de las transformaciones que las tecnologías digitales imprimen en la vida cotidiana, de maneras inesperadas. Se imponía un distanciamiento que abría una dimensión para vivenciar sin mediaciones los cambios en los modos de vincularnos, en las formas de crear conocimiento aprendiendo y enseñando, en las nociones de tiempo y espacio, entre otros aspectos de la vida en plataformas. Todos ellos escenarios mediáticos recientes acerca de los cuales venimos leyendo quienes investigamos y enseñamos en el campo de la comunicación y la cultura desde hace mucho tiempo. Este año tuvimos que vivirlos y transitarlos de maneras inesperadas.

Numerosas fueron las dificultades que docentes y estudiantes atravesamos en este tiempo urgente de ansiedades, miedos y exigencias múltiples en los distintos aspectos cotidianos: familiares, laborales, personales. Una mala o poca conectividad a Internet, el equipamiento a veces compartido, competencias técnicas escasas o poco exploradas para dictar clases virtuales o preparación de materiales didácticos que lograran llevar algo de la presencialidad a las casas de los estudiantes. Y no fracasar en el intento. Sostener las cursadas a distancia fue un desafío inmenso, con jornadas laborales extensas que incluso ocupaban al inicio de la cuarentena parte del fin de semana. No obstante, a pesar de la variedad de obstáculos que afrontamos, las experiencias que nos dejan seis meses de docencia no presencial también son muy ricas. Frente a la suspensión de las rutinas acostumbradas de enseñanza y aprendizaje, ocurrió algo muy interesante, como es la posibilidad de poder hacer un ejercicio desnaturalizador y observar las prácticas docentes, así como también las de los estudiantes. La reflexividad obligada nos llevó a repensar estrategias y recursos para acompañar. Afortunadamente no hubo más deserción estudiantil de la usual e incluso la mayoría de los estudiantes llegaron al final del semestre completando las cursadas con buenas calificaciones. Este año se leyó y se escribió mucho más de lo que se hace habitualmente, pudimos integrar de manera consciente muchos dispositivos técnicos al vínculo pedagógico. Los smartphones ya estaban en las aulas, este año lo integramos a las clases.

A la vez, otra cuestión significativa fue que pudimos ir confeccionando un pequeño fondo de recursos pedagógicos para la virtualidad que se sigue enriqueciendo cada vez que se lo pone en circulación. A menudo quien se adapta más rápido a las situaciones nuevas puede empezar a ver la productividad de ciertas circunstancias como las que están tocando en suerte este año. Es cierto que se trata de una tarea difícil la de reconvertir las desventajas en “contra” desventajas, para que las posiciones desfavorables logren “hacer algo” con lo que se tiene a mano. Pero siempre se puede hacer algo.

Por supuesto que nada de esto es magia sino el resultado de un respaldo institucional que en nuestro caso, nos fue proveyendo de cierto horizonte de certezas y medios para reconfigurar nuestras prácticas pedagógicas. Entre ellos, en el marco de la gratuidad de datos móviles para los contenidos originados en los dominios edu.ar, la UNGS habilitó un sitio web en línea de intercambio de archivos para que la comunidad educativa pueda compartir y acceder a todo tipo de archivos a través de las redes móviles sin gastar crédito. Además, para el segundo semestre de cursada, se instrumentaron una serie de becas extraordinarias de materiales de estudio de la UNGS, a través de las cuales los estudiantes pueden obtener la bibliografía impresa de las asignaturas que cursen.

Al mismo tiempo, la Universidad creó el Fondo de Emergencia social y sanitaria, un mecanismo institucional para realizar donaciones o aportes solidarios que contribuyan a atenuar el impacto de la crisis socioeconómica que por sus dinámicas, profundiza las desigualdades. El Fondo contribuye con la provisión de alimentos y otros insumos de primera necesidad destinados a organizaciones sociales que trabajan con familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad, a través de las instituciones del territorio.

En suma, en la medida de las posibilidades y recursos que se fueron obteniendo, la Universidad ofreció distintos marcos de referencias, se abrieron nuevos canales de comunicación y se reforzaron los existentes para, entre todos, mantener en pie todo lo que nos gusta de ella. Como a muchos nos gusta decir, distanciarse físicamente no implica desentenderse de las múltiples redes de saberes y afectos que constituyen la vida en la Universidad.

Escuela de Comunicación Social Facultad de Ciencia Política y RR.II Universidad Nacional de Rosario (UNR)

Silvana Comba: silvanacomba7@gmail.com

https://orcid.org/0000-0002-1314-9360

Edgardo Toledo: panitoledo@gmail.com

https://orcid.org/0000-0002-9439-6653

Victoria Nannini: nanninivictoria@gmail.com

https://orcid.org/0000-0001-8423-1719

Luciano Pamucio: pamucios@hotmail.com

https://orcid.org/0000-0002-0098-7832

Mariela Daneri: marieladaneri4@gmail.com

https://orcid.org/0000-0003-3262-9922

Sandra Valdettaro: sandravaldettaro@gmail.com

https://orcid.org/0000-0003-3639-9909

Cistina Alberdi: calberdi@gmail.com

https://orcid.org/0000-0002-4788-6908

Aprender y enseñar comunicación en tiempos de pandemia

Las tensiones que está provocando la pandemia en la educación superior hacen evidente la necesidad de continuar profundizando el vínculo entre la universidad y su comunidad. Desde la mirada de la pedagogía crítica latinoamericana, la universidad pública actúa como promotora de saberes multiculturales, situados históricamente y socialmente productivos. Esto implica potenciar su lugar como constructora de conciencia ciudadana y generadora de conocimientos considerados como bien común, con responsabilidad y compromiso social.

Desde el inicio de la pandemia, la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) que funciona en el ámbito de la Facultad de Ciencia Política y RR.II., trabajó conjuntamente con las secretarías Académica, Estudiantil y de Comunicación para organizar la propuesta de acompañamiento virtual. En la página web se creó la RED FCPOLIT (Recursos Educativos a Distancia), un espacio donde docentes y estudiantes tienen a disposición el procedimiento excepcional de clases virtuales así como materiales y recursos digitales. Lo que sigue es un relato colectivo, construido a partir de la participación de docentes de nuestra carrera.

Un gran porcentaje de las cátedras tiene su espacio de trabajo en Comunidades, el campus virtual de la UNR, que ofrece la posibilidad de chat, foros y presentación de contenidos hipermedia. La mayoría de las cátedras decidieron utilizar la plataforma Meet, facilitada por la facultad, para hacer videoconferencias que adoptan la forma de clases expositivas o de consulta. Esta modalidad de comunicación sincrónica es altamente valorada por las y los estudiantes que insisten en mantenerla, aunque a veces tengan problemas puntuales de conectividad. Los Grupos de Facebook constituyen otro recurso muy importante. En general, la complementación de actividades sincrónicas y asincrónicas ha dado resultados positivos. Es de destacar el trabajo que realizan ayudantes alumnas/os y adscriptas/os en sostener el vínculo, ayudar a desbloquear algunas barreras tecnológicas, e incentivar la participación.

Las mayores dificultades fueron planteadas en materias con modalidad taller que requieren de la utilización de equipos, el estudio de TV o el Laboratorio de Sonido. Como respuesta propusieron la realización de algunos productos audiovisuales/sonoros que las y los estudiantes pueden hacer desde sus casas con celulares y que, actualmente, constituyen contenidos innovadores como videos para instagram y podcasts. Además, en la misma situación se encuentran las materias que requieren prácticas territoriales y de residencia docente. Fueron avanzando con conceptos y enfoques que alimentarán las prácticas que se prevén para cuando las condiciones de emergencia sanitaria lo permitan.

La conectividad es un problema común, en mayor medida, entre estudiantes. En este sentido, la UNR implementó el Programa Conectar UNR que brinda módems en comodato para miembros de la comunidad académica que tuvieran problemas de conectividad.

La preocupación por el involucramiento y la respuesta de las y los estudiantes fue un denominador común. En algunos casos, en pequeñas comisiones, la experiencia ha sido enriquecedora y la asistencia es prácticamente total y con alto grado de participación. En el caso de materias de los primeros años, con gran número de estudiantes, una de las dificultades es que se hace difícil “tener inmediatamente el pulso del curso.” Algunas cátedras realizaron encuestas a sus estudiantes (Perspectivas Sociofilosóficas, Comunicación Estratégica II y Taller de Tesina) para comprender mejor la situación. Desde la Escuela también se realizaron reuniones muy productivas con estudiantes y representantes estudiantiles en la Comisión Asesora. Toda la comunidad de la carrera –docentes, estudiantes y nodocentes– adoptaron una actitud de solidaridad, comprensión y compromiso para seguir transitando el año, con los esfuerzos, logros y frustraciones de un desafío enorme.

Investigar la comunicación: claves para interpretar la (post)pandemia

Los espacios de investigación en comunicación de nuestra facultad continuaron con sus actividades y se enfocaron en reflexionar sobre la pandemia.

En el marco del Observatorio de Medios, el proyecto de investigación Jóvenes, contenidos informativos y prácticas de ciudadanía comunicacional en medios sociales dio cuenta de un aumento del consumo de información, sobre todo al comienzo de la pandemia. También se observó un mayor consumo de medios locales para obtener información práctica sobre la emergencia sanitaria. El celular es la puerta de entrada al consumo incidental de contenidos informativos: los jóvenes ya no van en busca de información, sino que se encuentran con ella mientras surfean la pantalla del celular, inmersos en sus redes. Cuando alguna noticia les interesa particularmente, o si sospechan de una fake news, recurren a algún portal de un medio reconocido que les brinda confianza porque ahí está la función de un editor.

Centro de Investigaciones en Mediatizaciones (CIM)

El CIM realizó un ciclo de encuentros mediante la plataforma Meet denominado Conversaciones en PanMedia. El término panmedia, tomado de Mariana Ferrarelli, alude a la mixtura y superposición de discursos, canales, actores, etc., que se produjo –y continúa– durante la pandemia. PanMedia permitió, así, un juego de desvíos de lo trágico a lo crítico-irónico –en sus múltiples formas–, de la aprehensión de y la aprensión a la PanDemia. Luego del ciclo, el CIM editó y publicó un libro con la transcripción de las intervenciones.

En la sesión 1, titulada Geografías, espacios e interfaces en tiempos de panmedia, participaron como expositores Carlos Scolari (Universidad Pompeu Fabra, Barcelona), Ximena Tobi (Universidad de Buenos Aires) y Mariano Fernández (Universidad Nacional de La Plata y Universidad Nacional de las Artes, Argentina), bajo la moderación de Sandra Valdettaro (CIM-UNR). Disponible en YouTube.

En la sesión 2, La vida en redes y plataformas durante la panmedia, debatieron José Luis Fernández (Universidad Nacional de Buenos Aires), Joan Ramón Rodríguez-Amat (Sheffield Hallam University, Reino Unido) y Antonio Fausto Neto (Unisinos, Brasil), bajo la moderación de Rubén Biselli (CIM-UNR). Disponible en YouTube.

El tema de la sesión 3 fue Narrativas y metáforas en panmedia, con la participación de Gastón Cingolani (Universidad Nacional de las Artes), Pablo Francescutti (Universidad Rey Juan Carlos y Universidad Complutense, España) y Natalia Raimondo Anselmino (CIM-CONICET, UNR), con moderación de Irene Gindin (CIM-UNR). Disponible en YouTube.

La sesión 4 y última, sobre Violencias y segregación en panmedia contó con la participación de María Laura Schaufler (Universidad Nacional de Entre Ríos), Ricardo Diviani (CIM-UNR) y Mariángeles Camusso (CIM-UNR), bajo la coordinación de Mariana Maestri. Disponible en YouTube.

Centro de investigaciones en comunicación en contextos socioeducativos (CICSE)

En la actualidad el CICSE está desarrollando los proyectos de investigación Alfabetizaciones y construcción de saberes en la SIC en contextos socioeducativos diversos y Prácticas socio-educativas en el encierro. Disputas, tensiones y efectos en las configuraciones subjetivas de las personas privadas de su libertad en cárceles de la Provincia de Santa Fe, en los que debieron reformular las problemáticas y los trabajos empíricos para poder dar cuenta del impacto del fenómeno que nos toca vivir en el que se ven modificadas prácticas, contextos y puestas en suspenso de las denominadas normalidades.

En el relevamiento de experiencias de educación formal y no formal convergen diferentes modos de adecuación de las prácticas educativas y comunicacionales que ponen en tensión la accesibilidad, la disponiblidad tecnológica y los modos de apropiación de las TIC. En la mayoría de los casos de educación no formal se utilizan las radios y los teléfonos celulares.

En la línea de prácticas educativas en contextos de encierro, durante la pandemia algunas pudieron sostenerse a partir de estrategias analógicas –envío de material de estudio–, operando así como una de las pocas vinculaciones. También hubo un despliegue de una presencialidad precaria, incierta y dispar que encontró nuevos retraimientos al momento en que la curva de contagios por Covid-19 comenzó a elevarse en la provincia de Santa Fe. Escenario educativo que puso en escena la necesidad de potenciar las estrategias de la virtualidad, tanto como los procesos de alfabetización digital en contextos de encierro.

El CICSE también participó de la convocatoria PISAC Covid-19 del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, conformando una red colaborativa con otras doce universidades.

Extensión y vinculación universitaria: cartografías en pandemia

Relevar y relatar las articulaciones y acciones vinculares que la facultad ha podido sostener en pandemia presume una tarea cartográfica. La idea de cartografía desde esta perspectiva y especialmente desde una mirada coyuntural supone, tal como plantea Suely Rolnik, “una labor que se realiza mientras se desintegran ciertos mundos, mientras pierden su sentido, y se forman otros: mundos, que se crean para expresar afectos contemporáneos, en relación a los cuales los universos vigentes se tornan obsoletos”.

Muchos de los proyectos aprobados en el año 2019 debieron reformular sus planes de acción, incluso sus objetivos debido a la pandemia. En este sentido, los primeros días de abril pueden definirse como “de estupor”, no sólo de aislamiento, sino de confusión. Clima nuboso, incierto, que impuso el detenimiento de las acciones en territorio. Paulatinamente, los efectos de la disgregación y el deterioro social fueron transformando ciertas barriadas, asociadas muchas a proyectos de extensión universitaria, en enclaves dentro de la misma ciudad. Este fenómeno tan complejo generó una movilización dentro de los espacios extensionistas que rápidamente comenzaron a pensar modos de acercamiento, intervención y colaboración conjunta con los sectores sociales más vulnerables y las organizaciones sociales barriales. Ollas populares, bolsones de comida, estrategias de acompañamiento educativo y demás acciones que se desmarcaban de los objetivos establecidos en los proyectos y convenios pero que se instalan en las esferas de disputa por sostener la fuerza vital relacional. Las estrategias de encuentro se trasladaron en algunos casos a la virtualidad creando foros de reflexión, momentos de diálogo y canales de relacionamiento en redes.

El área de Accesibilidad y Convivencia debió reforzar su vínculo con estudiantes con discapacidad con el objetivo de garantizar el acceso a las aulas virtuales y a los materiales bibliográficos accesibles. En esa línea, se redactó un Manual de Materiales Accesibles como material de consulta a docentes de las distintas carreras.

La Secretaría de Extensión y vinculación, a través del PEC (Programa de Educación en Cárceles) ha destinado esfuerzos en sostener los espacios de acceso y acompañamiento a instancias de educación superior (terciaria y universitaria) de detenido/as en Unidades Penitenciarias del sur de la provincia de Santa Fe. Dicho acompañamiento socioeducativo se ocupó durante la pandemia en generar estrategias que permitan a aquellas personas privadas de su libertad, continuar ligadas a espacios de formación, aunque sea a través del material bibliográfico.

Han sido y siguen siendo complejos los modos de ser comunidad en épocas de pandemia, de frivolidad y autovigilancia. En estas condiciones, se necesita crear escenarios gentiles entre tanto desierto afectivo del exceso hipermedial. Ese es el lugar, el territorio genuino de la extensión universitaria.

Licenciatura en Comunicación Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo (IUNMA)

Marcelo Pastorella: mapastorella@gmail.com

https://orcid.org/0000-0002-9721-9759

Ana Passarelli: anitapassarelli@gmail.com

https://orcid.org/0000-0002-9753-5196

1. Caracterización del IUMA

El Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo es una institución universitaria nacional creada por Ley N° 26.995 (promulgada 7 de noviembre de 2014), como unidad funcional del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Se constituyó sobre la base de la ex Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, integrando la experiencia pedagógica y oferta académica de dicha institución. El Estado Nacional recogió así una de las creaciones de las Madres de Plaza de Mayo, con su ejemplo de compromiso y lucha por la Justicia. Como Instituto Universitario, su área disciplinar se circunscribe a un campo disciplinario, en un todo de acuerdo con el artículo 27° de la Ley N° 24.521. Dicho campo es el de los Derechos Humanos, brindando formación académica y profesional con esa orientación. El Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo está plenamente comprometido con la excelencia académica, la inclusión social, la creación colectiva de un conocimiento socialmente útil para la resolución de problemas que aquejan al pueblo, y el respeto irrestricto a los Derechos Humanos en el marco del régimen democrático de la República Argentina.

El camino del IUNMa, fue muy especial porque la mayor parte de su recorrido institucional sucedió bajo el gobierno encabezado por Mauricio Macri, que situó a las Madres como enemigo público, intervino el Instituto y frustró mediante el interventor Javier Buján el sentido del IUNMa, dedicando todos sus esfuerzos en pos de la destrucción del mismo.

El cambio de gobierno nacional, trajo aire nuevo al Instituto y el 3 de abril, de este año fue nombrado como rector Normalizador, el compañero Rodrigo Codino, que le dará a nuestra casa de estudios el sentido con el que fue creado y sobre todo como dicen Las Madres: “Estas cosas las hubieran querido hacer nuestros hijos”.

2. Desafíos que trajo la pandemia

Junto con la nueva etapa del IUNMa, también llegó la pandemia y esta trajo aparejada una serie de desafíos para garantizar la continuidad de las trayectorias educativas. En ese sentido, desde la carrera de Comunicación del Instituto se propuso entender la educación en el marco de la pandemia a partir de contemplar las particularidades del contexto de aislamiento e incertidumbre tanto para los y las estudiantes como para los y las docentes.

De esta forma buscar estrategias para garantizar la permanencia y continuidad de las y los estudiantes; conocer la situación particular de cada uno para planificar estrategias que permitan la continuidad pedagógica y adecuar la dinámica áulica a una dinámica virtual atendiendo a las particularidades fueron los principales desafíos.

3. Acciones llevadas a cabo

Desde la carrera se desarrollaron una serie de acciones planificadas en conjunto con las autoridades del IUNMa que permitieron atender a los desafíos que la pandemia trajo aparejados.

En primer lugar se promovió la implementación de estrategias asincrónicas para las clases fomentando la utilización de herramientas como videos, audios, el acceso a los materiales de lectura y trabajo prácticos.

En segundo lugar, se realizó un diagnóstico de la situación particular de cada estudiante donde se relevó con qué dispositivos cuentan y el acceso a la conectividad. A partir de dicho relevamiento se llevó a cabo la impresión de materiales para quienes no cuentan con acceso a internet permitiendo de esta forma la continuidad de las cursadas. Para quienes tienen conectividad a través de paquetes de datos, se cargó el material bibliográfico en la página del IUNMa que al tener dominio .edu.ar no implica un consumo de los mismos.

Al mismo tiempo se trabajó fuertemente en promover el contacto permanente con los y las estudiantes teniendo en cuenta el “derecho a la desconexión” de estudiantes y docentes. Para esto se creó un “protocolo de desconexión”.

Generamos una pestaña en la página del Instituto: www.iunma.edu.ar para que los estudiantes puedan ver el material bibliográfico que cargan los docentes y leer desde allí, ya que en los teléfonos celulares, si los usuarios visitan sitios con la extensión “.edu.ar” esta acción, no les consume el paquete de datos de sus teléfonos.

En tercer lugar, se desarrollaron una serie de charlas a partir de las cuales las y los estudiantes de la carrera pudieron conversar con diferentes referentes del campo de la comunicación como por ejemplo Roberto Caballero, Leandro Contento, uno de los editores de la revista Olé, y Víctor Hugo Morales. También con el profesor Diego Zambelli y el Lic. Eduardo Mattos donde intercambiaron ideas sobre cómo agruparse de forma cooperativa para encarar proyectos comunicacionales. Por último y en línea con la perspectiva de Derechos Humanos que es la base del Instituto, se realizó una charla sobre el Derecho a la Comunicación con dos reconocidas militantes de la temática: Cynthia Ottaviano y Claudia Villamayor.

También se potenció Minerva, un sitio de noticias creado para compartir y socializar las diferentes experiencias de las y los estudiantes en las materias. El sitio cuenta con material escrito, lenguaje sonoro y producciones audiovisuales creadas por los propios estudiantes de la carrera. Entendemos que espacios como estos son fundamentales para sistematizar las producciones y experiencias de quienes transitan la carrera.

4. Experiencia Marcos Paz (breve descripción y acciones específicas)

La carrera de comunicación del IUNMA se dicta también en el Complejo Penitenciario Federal de Marcos Paz, es la segunda del Instituto en cantidad de estudiantes. La educación en contexto de encierro implica una serie de particularidades por las condiciones en la que se desarrolla y la pandemia no hizo más que profundizar las dificultades de la enseñanza dentro de la Unidad.

Es por esto que se creó, con la ayuda del Ministerio de Justicia, un área encargada de recepcionar el material de estudio generado por las y los profesores de cada materia, para luego imprimir los mismos y llevarlos a la unidad carcelaria y distribuirlas entre los estudiantes que se encuentran en contexto de encierro. Dicho materiales específicos son creados atendiendo a la situación carcelaria, sin perder de vista el menor detalle. Cada cuadernillo consta de la clase, el material bibliográfico y las actividades propuestas. Para cerrar el circuito propuesto, el personal no docente, retira los trabajos prácticos de cada estudiante, los digitaliza y se los envía a las y los docentes correspondientes para cerrar el recorrido didáctico.

Carrera de Ciencias de la Comunicación Facultad de Filosofía y Letras Universidad Nacional de Tucumán (UNT)

María Marta Luján: mariamar106@hotmail.com

Directora de la carrera de ciencias de la comunicación, UNT

https://orcid.org/0000-0002-2766-9172

Informe sobre las actividades realizadas por la Carrera de Ciencias de la Comunicación durante la pandemia 2020

Ante el decreto presidencial 260 y el consiguiente Aspo, las autoridades de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT suspendieron inmediatamente las actividades académicas y administrativas; sin embargo, la postura de las autoridades fue el sostenimiento de la educación pública y la continuidad educativa, en una política que, lejos de imponer a los docentes el dictado de clases, estuvo dirigida a garantizar y acompañar la enseñanza virtual. En tal sentido, se generaron, al interior del Departamento de Ciencias de la comunicación, intensos debates en torno a la falta de recursos tecnológicos y de acceso a internet de docentes y estudiantes como así también, a las falencias en competencias para la enseñanza virtual. No obstante los diferentes posicionamientos, la decisión del equipo de gestión fue dar comienzo al año lectivo el 17 de abril. A tales efectos, se creó un espacio de asesoramiento a los docentes para la creación de aulas virtuales y se formó una comisión en el Consejo directivo, conformada por representantes estudiantiles y docentes para atender situaciones particulares de alumnes con dificultades de acceso a las TICs.

A finales del mes de julio, se implementó el primer llamado de exámenes para alumnes que adeudaran hasta 6 (seis) materias, incluidas defensas de tesis de grado, lo cual posibilitó que pudieran obtener su título 5 estudiantes. A tal efecto, se diseñó un protocolo que contempla los distintos pasos a seguir por parte de docentes y estudiantes; el mismo se fue modificando y afinando de acuerdo a las observaciones y dificultades planteadas. Se puso a disposición de los docentes un video como tutorial para el llenado y presentación de planillas. Para la defensa de tesis se elaboró un Protocolo específico.

Durante los meses de setiembre y octubre hubo turnos ordinarios de examen y habrá otro en el mes de noviembre, como un modo de subsanar las mesas que se perdieron durante los meses de marzo y abril. Pese a las esperables dificultades y temores, los exámenes y defensas de tesis pudieron concretarse en su totalidad. Se señala, por otra parte, que se modificó el reglamento que contempla condiciones para regularizar y promocionar asignaturas, como así también el régimen de correlatividades, flexibilizando las exigencias en vistas a las dificultades que impone el contexto.

En cuanto al desarrollo de los contenidos, las metodologías variaron de acuerdo a las características de cada cátedra; hay materias que ya habían utilizado recursos virtuales antes de la pandemia (e-cats o blog). El resto, en un primer momento, acudió al uso del whatsapp o facebook, pero paulatinamente se fueron diseñando y utilizando plataformas como classroom o aulas moodle. Para el dictado de clases sincrónicas se usó google meet o zoom. Se utilizaron herramientas como padlet y trello. A través de estos medios, se difundió el material, y se pusieron a disposición de los alumnes audios y videos elaborados por los equipos docentes. La materia Comunicación radiofónica, por ejemplo, dictó clases con la presencia virtual de los autores de los textos. Mantuvo su programa de radio. En general, se sostuvieron días y horarios de clases y consultas.

Un tema que disparó el debate entre docentes fue la modalidad de evaluación; en un primer momento, y frente a la incertidumbre, se apostó a esperar el retorno a la normalidad para tomar parciales en forma presencial. Sin embargo, con la circulación comunitaria del virus en Tucumán y ante la evidencia que la presencialidad iba a ser una imposibilidad al menos en el año en curso, se idearon diferentes estrategias para evaluar los contenidos desarrollados. Cabe destacar que tanto a nivel Facultad como a nivel Universidad se pusieron a disposición cursos y asesoramientos para la evaluación a distancia. En general, se apostó parciales domiciliarios que, en lo posible, evitaran el cortado y pegado de contenidos y se apostó a consignas para la reflexión, la relación y el análisis; se utilizaron formularios de google form, o multiple choice. En algunas cátedras se complementó la evaluación con la entrega de un trabajo final escrito o producciones sonoras o audiovisuales. Las cátedras de Metodología de la investigación y de Guión y narración implementaron encuestas a los alumnos sobre la posibilidad de ser evaluados. En su gran mayoría manifestaron que deseaban ser evaluados y que se acreditaran sus desempeños.

Los Voluntariados se sostuvieron virtualmente.

Cabe desatacar que en algunas materias, los ejes temáticos tuvieron que ser modificados a la luz de los cambios producidos a nivel cultural y comunicativo. Tal es el caso de la materia Cultura y comunicación, cuyos contenidos abordan las relaciones entre configuración cultural, medios, Estado, Globalización, hegemonía, opinión pública, etc. La cátedra de Producción Multimedia también adaptó sus contenidos y su bibliografía; el equipo organizó clases abiertas con productores tucumanos. Del mismo modo, la cátedra de Publicidad modificó casi en su totalidad los contenidos y la bibliografía; de dicha modificación surgió una publicación del equipo de cátedra: 2020: el año en que se cayó el sistema.https://www.academia.edu/43916857/.

También destacamos las numerosas publicaciones que han realizado los docentes de la carrera, en la página de la Facultad, en la que se abrió un espacio de reflexión frente a los nuevos desafíos, “Al filo del Covid 19” en: http://filo.unt.edu.ar/ y en la Revista Cultural tucumana Sin Miga https://sinmiga.com/, artículos, http://www.deigualaigual.net/opinion/2020/2219/pandemia-y-alienacion-educativa y participación en el espacio de docentes de Filosofía para pensar el contexto actual “Sitiados. Caverna y cuarentena” http://www.deigualaigual.net/opinion/2020/2219/pandemia-y-alienacion-educativa.

Se destaca una producción colectiva en la que participaron integrantes de la cátedra de Semiótica, Semiobondi, https://www.academia.edu/44126981/Semio_Bondi

Se realizaron numerosos encuentros virtuales, organizados por los equipos de cátedra, como el de Periodismo y producción periodística, “Propuestas para la cobertura periodística de la pandemia” organizado junto a la Defensoría del público. Se realizó un curso sobre “Género, comunicación y lenguaje inclusivo en tiempos de pandemia” a cargo de docentes de la Carrera. Desde la cátedra de Comunicación institucional se dictó un curso sobre “Nueva planificación en comunicación. Nueva normalidad”.

Del 5 al 28 de octubre se realizó el Foro Argentina Futura en Tucumán, con ejes de debate entre los que la comunicación como derecho humano fue una temática transversal, y en la que expusieron docentes de la Carrera. La cátedra de Comunicación Alternativa organizó una clase abierta para exponer el Relevamiento de radios comunitarias y populares y otra sobre Comunicación, Política y Redes. Avances y retrocesos. Realizó una charla abierta sobre Comunicación y Educación popular y otra sobre la comunicación como derecho humano para debatir el DNU 690. La cátedra de Comunicación radiofónica realizó un encuentro virtual para abordar la dimensión política del trabajo educativo. En todos los casos, se invitó a especialistas en el tema. Las cátedras de Comunicación radiofónica y de Periodismo organizaron la Jornada Universitaria Nacional “La radio del Nuevo Siglo” con la participación de docentes y estudiantes de todo el país.

Desde la cátedra de Guión y Narración se realizó una charla con directivos y ex directivos de Canal 10 Tucumán.

Los representantes del Centro de estudiantes organizaron un ciclo de charlas sobre distintos aspectos a tener en cuenta a la hora de rendir un examen virtual: “Rendir examen virtual: Avatares de lo tecnológico y de lo subjetivo”.

En general, y con escasas excepciones, los docentes evidenciaron un loable compromiso con la Carrera y elaboraron creativas estrategias para el sostenimiento de la educación pública. La falta de conectividad no fue abordada desde un lugar absoluto sino desde problemáticas a resolver. A tales efectos se implementó un mayor seguimiento personalizado de cada uno de los alumnos y las alumnas en la doble dimensión de lo personal y de lo académico permitiéndoles un cursado flexible pero de marcos precisos y obligaciones mutuas.

Materias como Historia de la comunicación y Producción radiofónica manifestaron que la deserción fue menor que en años anteriores.

Departamento de Ciencias de la Información y la Comunicación Social. Facultad de Derecho y Ciencias Sociales Universidad Nacional del Comahue (FADECS UNComahue)

Julio César Monasterio: monasteriojulio@gmail.com

Director FADECS

https://orcid.org/0000-0002-9147-1611

María Teresa Bernardi: mtbernardi@hotmail.com

Vicedirectora FADECS

https://orcid.org/0000-0002-2510-5357

Fabián Bergero: beter3@gmail.com

Profesor e investigador FADECS

https://orcid.org/0000-0003-0108-7817

Pensar la comunicación y la pandemia desde nuestro sur

Las carreras de Licenciatura y Profesorado en Comunicación Social de la Universidad Nacional del Comahue tienen una población aproximada de 350 estudiantes activxs. En su mayoría provienen de ciudades de las provincias Río Negro y Neuquén, son hijxs de trabajadorxs que, en líneas generales, son las primeras generaciones de estudiantes universitarixs. Este perfil es fundamental para comprender la situación por la que atravesamos a partir del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) que dispuso el gobierno nacional en el mes de marzo del corriente año.

Al igual que en el resto de las universidades, se implementaron acciones tendientes a contener a estudiantes y a docentes que, en la mayoría de los casos, por primera vez debían readaptar sus prácticas al modo virtual, lo que conllevó enormes dificultades y miradas contrapuestas al interior de la Universidad. Durante el primer cuatrimestre, nuestra universidad debió trabajar en la puesta a punto de la plataforma Moodle a través de la cual la mayoría de las asignaturas, pero no todas complementaban el dictado presencial. Esto implicó el dictado de cursos, tutoriales y asistencia a las cátedras que no hacían un uso sistemático de la plataforma y que no siempre llegaron en tiempo y forma, lo que demoró, para algunas materias, el inicio de las clases. Muchas de ellas, además, ante la incertidumbre de la situación esperaban una vuelta a la presencialidad que nunca sucedió.

Pero el problema no se agotó en la implementación de la plataforma, sino que hay otros factores de peso que afectaron el cursado. Al ser la nuestra una universidad periférica, un importante sector de la comunidad académica vive en lugares que no cuentan con un acceso adecuado a internet e, incluso, existen casos en los que ni siquiera se cuenta con conectividad.

Debemos destacar, además, las condiciones del acceso. La mayoría de nuestrxs estudiantes, pero también se da en el caso de docentes, se conectan a través de dispositivos móviles que, en muchos casos, son compartidos entre distintxs integrantes del hogar. La falta de acceso sumado a las condiciones del mismo generó, desde un primer momento, una exacerbación de las desigualdades sociales existentes.

Así que en un primer momento, se realizaron reuniones entre docentes de las distintas asignaturas de los primeros años de las carreras con el fin de compartir experiencias, hacer un diagnóstico de la situación y de conocer cuáles eran las estrategias con las que cada equipo de cátedra organizaba el dictado de los contenidos. Allí se pudo realizar un agrupamiento de nuestrxs estudiantes en tres grandes categorías.

Hacia finales del primer cuatrimestre y comienzos del segundo, la adaptación (¿resignación?) y el conocimiento de la modalidad “a distancia” permitió trabajar de otra manera el vínculo entre estudiantes y docentes. Al mismo tiempo, se produjo un incremento en la cantidad de inscriptxs a algunas asignaturas, alentadxs por esta nueva modalidad de cursado, sobre todo de quienes habían dejado la carrera por el costo del transporte y las distancias y los horarios de cursada.

Otro elemento a considerar tiene que ver con el complejo escenario de circulación del COVID-19 en la zona y de la cantidad de contagios que manifiesta con una gran intensidad y de manera ascendente durante ya varios meses en Río Negro y en Neuquén. Esto tiene un impacto negativo en el ánimo de la población universitaria que afecta el desarrollo de sus actividades. Tanto estudiantes como docentes manifiestan el cansancio, la frustración y la imposibilidad de sostener el cursado en condiciones de mucha precariedad y angustia.

Esta situación se suma al problema presupuestario que arrastra la carrera desde hace muchos años y que en esta situación se hace más evidente. La falta de un acompañamiento institucional en cuanto a la provisión de instrumentos, disponibilidad de computadoras, aulas virtuales adecuadas, becas, entre otras, descarga en los docentes la responsabilidad de resolver cómo y con qué herramientas enfrentar el cursado y la toma de exámenes. Respecto a este último punto, un importante número de estudiantes ni siquiera se presenta a rendir finales porque no tienen acceso, conectividad o los instrumentos técnicos para hacerlo no siempre funcionan adecuadamente.

A pesar de este escenario hay actividades en las que sigue avanzando como los proyectos de investigación. Docentes, investigadorxs, graduadxs, estudiantes y becarixs de la carrera están trabajando en tres proyectos que dan cuenta de la heterogénea composición de las distintas áreas temáticas que se abordan en la carrera. Ellos son: “Hegemonía y prácticas culturales: tensiones y antagonismos en el territorio de la Patagonia Norte”, “Periodismo en Internet: rutinas productivas, nuevas narrativas e interactividad” y “Reconfiguración de los mundos posibles”.

Además, la carrera cuenta con el Laboratorio Transmedia de la Patagonia, un espacio en el que se publican los trabajos de investigación que se hacen desde el área de periodismo, y el Observatorio de Comunicación y Temáticas Sociales, integrado por estudiantes y docentes de la carrera que también está abocado a las publicaciones de investigación. Este año quedó seleccionado en la convocatoria “Programa de Articulación y Fortalecimiento Federal de las Capacidades en Ciencia y Tecnología COVID-19” el proyecto denominado “Comunicación estratégica para la salud y el cuidado comunitario en localidades con alta tasa de contagio COVID-19”, que busca implementar herramientas de comunicación estratégica para localidades pequeñas con problemas de alta tasa de contagio y circulación del virus en la región.

Respecto de las acciones para el futuro estamos focalizados en dos líneas: la primera es trabajar con el fortalecimiento de la relación de nuestra carrera con los estudiantes recientemente egresadxs de escuelas secundarias de la región. Se trata de ofrecer la carrera como una opción válida, interesante y de calidad para que no tengan que emigrar a otros destinos. Y, por otro lado, avanzar en las propuestas de posgrados. Tenemos una buena cantidad de egresadxs que nos permite ofrecer opciones para apuntar a la consolidación de una masa crítica local. En este momento hay dos maestrías presentadas para su pronta implementación: la Maestría en Comunicación y Cultura, dirigida por el Dr. Alejandro Rost, que tiene como antecedente a la Especialización en Comunicación y Culturas Contemporáneas, y la Maestría en Nuevas Tecnologías y Narrativas Audiovisuales, a cargo de la Dra. Susana Sel (UBA) cuyo interés es formar a quienes estén interesadxs en la práctica audiovisual.

Si bien el panorama para el 2021 es incierto, es claro que en nuestras carreras, así como el conjunto de las universidades públicas, nos movemos hacia un modelo híbrido que contempla el dictado de clases, la investigación, la extensión y el funcionamiento académico mediante relaciones virtuales y presenciales. El desafío será el de generar espacios de discusión política que nos permitan abordar la complejidad de nuestra relación con las tecnologías, a partir de pensar cómo se configura un nuevo entramado económico, político, social y cultural, que promueve a la profundización de las desigualdades. Este es el rumbo que hemos emprendido y que será parte de una larga construcción colectiva.

Licenciatura en Ciencias de la Comunicación Facultad de Ciencias Sociales Universidad de Buenos Aires (FSOC UBA)

Silvia Hernández: silhernandez@gmail.com

Secretaria Académica de la Carrera de Ciencias de la Comunicación, FSOC UBA (licencia septiembre-noviembre 2020).

https://orcid.org/0000-0002-7973-2620

Ana Broitman: anabroitman@gmail.com

Secretaria Académica de la Carrera de Ciencias de la Comunicación, FSOC UBA (septiembre-noviembre 2020, en reemplazo de Silvia Hernández durante su licencia)

https://orcid.org/0000-0002-2708-0667

Los vínculos pedagógicos y los aportes de la universidad en tiempos de pandemia

En el marco del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) que comenzó en marzo de 2020 por la pandemia de COVID-19, la Dirección de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires llevó adelante un conjunto de iniciativas orientadas a acompañar a sus docentes y estudiantes, con la intención de habilitar espacios institucionales para la escucha y el intercambio y de fomentar una reflexión colectiva acerca de las prácticas de enseñanza-aprendizaje en la coyuntura inédita que nos tocaba transitar.

A partir de la virtualización forzada de un cuatrimestre –y de una institución– diseñados para la presencialidad, se buscó recuperar y compartir experiencias, saberes y recursos desplegados por los distintos actores de nuestra comunidad ante estos nuevos desafíos, planteando algunos ejes de reflexión. ¿Qué precariedades y problemas estructurales preexistentes fueron puestos en evidencia o agudizados? ¿Qué elementos nuevos aparecieron y tuvieron efectos en los vínculos pedagógicos y en los procesos de enseñanza-aprendizaje?

¿Cómo pensamos y actuamos en los horizontes de corto y mediano plazo en función de todo ello?

Las iniciativas que comentamos a continuación permitieron observar, por un lado, un conjunto de dificultades y carencias técnicas, las cuales convocaron buena parte de la atención y del trabajo para su resolución. Pero además, cobraron gran relevancia los aspectos emocionales y afectivos. Se trata de disposiciones y dimensiones que el vínculo pedagógico en el nivel superior no está acostumbrado a canalizar, dado que la práctica universitaria por lo general está centrada en las dimensiones intelectuales y racionales.

“Entre docentes. Experiencias pedagógicas en tiempos de pandemia”

En relación con el cuerpo docente, la Dirección de la Carrera habilitó espacios para el intercambio y la reflexión, procurando que estas instancias se diferenciaran claramente de los ámbitos informativos respecto de la situación institucional, que tuvieron un desarrollo paralelo. Con tal fin, se organizó un recursero virtual para docentes con textos, videos y otros materiales relativos a la educación superior en tiempos de pandemia, realizados por especialistas en pedagogía y en tecnologías educativas. También se sistematizaron y compartieron recursos preexistentes acerca de educación virtual que pudieran ser de utilidad (videos, lecturas, audios, instructivos).

Una experiencia muy significativa fue la jornada-taller virtual “Entre docentes. Experiencias pedagógicas en tiempos de pandemia”, llevada a cabo a fines de agosto con el objetivo de recuperar, compartir y sistematizar modalidades y estrategias de acompañamiento pedagógico virtual realizadas durante la primera mitad del año, partiendo de preguntas antes que de certezas. Este taller estuvo organizado conjuntamente por la Dirección de la Carrera y por Mariana Bernal, Cora Gamarnik y Mariana Landau, docentes de la orientación en Procesos Educativos y del Profesorado en Comunicación. Participaron alrededor de 50 docentes de materias, seminarios y talleres de grado, y de espacios extracurriculares como los Grupos de Investigación en Comunicación (GIC) o la Agencia de Noticias de la Carrera de Comunicación (ANCCOM).

La pregunta subyacente al taller –“¿Cómo enseñamos en pandemia?”– suscitó múltiples reflexiones por parte lxs participantes, que trabajaron primero en grupos y luego debatieron conjuntamente. El intercambio mostró una diversidad de experiencias así como un eje común vinculado con la sensibilización frente al contexto, con la preocupación por la permanencia de lxs estudiantes y con la reafirmación del rol de la universidad pública y de lxs docentes como actores capaces de construir cercanía en tiempos de distanciamiento físico. Como resultado del encuentro, reafirmamos la necesidad de fortalecer los vínculos pedagógicos apelando a una diversidad de medios para conectarnos con nuestrxs estudiantes, registrando también el impacto de la pandemia en lxs propixs docentes y los desafíos de cara al “día después”. En tanto la pandemia nos puso ante la responsabilidad de pensar a lxs otrxs y con lxs otrxs en contextos de incertidumbre, las conclusiones del taller mostraron que era posible y necesario apelar al sentimiento de pertenencia y encuentro que puede generar la universidad.

Las condiciones y valoraciones de lxs estudiantes

nos propusimos conocer y sistematizar la situación de nuestrxs estudiantes, que conforma

También nos propusimos conocer y sistematizar la situación de nuestrxs estudiantes, que conforman una comunidad altamente heterogénea, para poder acompañar mejor sus necesidades. Entre ellxs encontramos distintas pertenencias socioeconómicas, que se traducen en diferencias relativas a la disponibilidad de espacios, tiempo y recursos tecnológicos adecuados para seguir las propuestas pedagógicas en la virtualidad. Las expectativas en relación con las posibilidades de cursada también están vinculadas con la edad y el momento de la carrera en que se encuentran, lo que implica diversos grados de autonomía en las prácticas de estudio y también de responsabilidades familiares y laborales. Esto genera el desafío de albergar una importante variedad de expectativas y requerimientos, que van desde una gran demanda para el desarrollo del cuatrimestre por parte de algunxs estudiantes hasta unas escasas posibilidades efectivas de seguimiento de las materias por parte de otrxs.

Al finalizar el primer cuatrimestre, desde la Dirección de la Carrera, junto con las docentes Laura Ahmed, Wanda Fraiman y Viviana Minzi, elaboramos una encuesta que nos brindó información relevante sobre el tránsito por ese período y sobre las perspectivas del estudiantado de cara a la segunda mitad del año. Mediante un cuestionario online, cerca de 750 estudiantes respondieron sobre sus posibilidades técnicas (equipamiento y conectividad), ambientales (espacios y tiempos) y emocionales para seguir –o no– con las propuestas pedagógicas.

La encuesta buscó indagar sobre las condiciones de seguimiento de las materias de la Carrera, atravesadas por situaciones laborales y personales tales como tareas de cuidado, opciones de conectividad y disponibilidad de dispositivos tecnológicos. También interrogamos las condiciones emocionales y las percepciones subjetivas con las que lxs estudiantes atravesaron este período. El objetivo del instrumento era doble: vincular este conjunto de dimensiones con las distintas posibilidades de apropiación y aprovechamiento de las herramientas virtuales y de las propuestas de las cátedras, y obtener información para elaborar un diagnóstico acerca de facilitadores y obstaculizadores para el vínculo enseñanza-aprendizaje en contexto de pandemia.

En este punto encontramos que las mayores dificultades estuvieron vinculadas con la falta de tiempo y con el cumplimiento de tareas domésticas o de cuidado de personas, antes que con lo relacionado al acceso a dispositivos tecnológicos o a espacios físicos adecuados. De forma global, el 63% de quienes respondieron la encuesta consideró que la situación de pandemia le generó dificultades en las posibilidades de estudio en la virtualidad, y el 15% afirmó haber perdido su empleo. El 30% realizó tareas de cuidado de otras personas y un porcentaje similar llevó adelante actividades solidarias y militantes durante el ASPO. Finalmente, un significativo 45% expresó haber tenido un estado de ánimo inadecuado para el seguimiento de las materias desde la virtualidad. La comunicación e interacción periódica con lxs docentes fue mencionada por lxs estudiantes como el principal facilitador cuando se presentó como parte de la propuesta pedagógica.

Esta consulta se propuso como el inicio de diversas propuestas de intercambio entre la Carrera y lxs estudiantes, con la expectativa de contribuir a transitar este contexto, pero también con la intención de trascenderlo.

A modo de síntesis, estas iniciativas nos permitieron afirmar que atravesamos un período en el cual se tensionan y ponen a prueba los vínculos entre docentes y estudiantes en cuanto a las expectativas, disponibilidades y modos posibles para el encuentro. Pero también han surgido oportunidades para combatir el aislamiento, al compartir saberes, prácticas y aprendizajes mediante la exploración de distintas formas de lo grupal y lo colectivo. Las experiencias de escucha y acompañamiento de docentes y estudiantes han sido una fuente de enriquecimiento para la comunidad de la Carrera que apuntamos a aprovechar en el futuro.

Más allá de las aulas virtuales

Adicionalmente a las iniciativas vinculadas con el sostenimiento de las instancias pedagógicas, la Dirección de la Carrera llevó adelante otras acciones orientadas al abordaje comunicacional de la pandemia, como un modo de poner en valor la especificidad del aporte que podemos realizar desde la universidad pública.

En articulación con el Ministerio de Salud de la Nación, la Red de Carreras de Comunicación y Periodismo (RedCom) y el Consejo de Decanos de Ciencias Sociales (CODESOC), la Carrera realizó una convocatoria como resultado de la cual docentes, graduadxs y estudiantes produjeron cerca de 150 piezas gráficas, sonoras y audiovisuales para contribuir con la prevención del COVID-19, que se pueden consultar y compartir desde aquí: https://tinyurl.com/yy3txtb7.

La Agencia de Noticias de la Carrera de Comunicación (ANCCOM), donde lxs estudiantes realizan sus prácticas preprofesionales, se concentró en la cobertura de cuestiones vinculadas con la pandemia. Y las publicaciones institucionales desarrollaron líneas temáticas específicas: Zigurat, nuestra revista de debate político-cultural, sostuvo la serie “Meditaciones Pandémicas”, con ensayos orientados a relatar y reflexionar sobre el tiempo histórico que nos toca vivir, mientras que Avatares de la Comunicación y la Cultura, nuestra revista académica, lanzó una convocatoria de artículos científicos para un dossier sobre “Comunicación y Salud”, que será publicado en diciembre de 2020.2

De este modo, la Carrera de Comunicación de la UBA extiende sus intervenciones más allá de las aulas (virtuales, en este periodo) y se compromete con la comunidad que la sostiene y de la cual forma parte.

Licenciatura en Comunicación Social. Sede Regional Tartagal Universidad Nacional de Salta (UNSa)

Autoría de lxs docentes de la carrera.

Memoria colectiva de la Carrera

La pandemia del virus Covid-19 constituye un evento inusual que produjo una ruptura en la continuidad histórica. La carrera de Comunicación Social en la Sede Regional Tartagal de la Universidad Nacional de Salta, que no escapa a este acontecimiento histórico, resulta un dispositivo de visibilización a partir del cual pueden observarse las precariedades institucionales y las solidaridades humanas que dan forma y sentido a las prácticas académicas y orientan los compromisos con la sociedad en este singular extremo norte de la Argentina.

De este modo, el relato de la experiencia colectiva se podría articular en dos momentos que constituyen dos dimensiones que, a nuestro entender, sostienen el derecho a la universidad en Tartagal, Provincia de Salta. Uno, resulta del compromiso con les estudiantes en la enseñanza y el otro, el compromiso con el contexto social, brindando herramientas y recursos comunicacionales para los cuidados frente el avance de la pandemia. Entendemos, en este sentido, que el acceso y derecho a la educación pública y gratuita de nivel superior asume un doble compromiso, con la enseñanza y con la sociedad.

Siguiendo a Rinesi, consideramos que la universidad es un derecho de los individuos y los pueblos, por ello, es posible reconocer que la pandemia afectó tanto el derecho individual a ingresar, permanecer, aprender y recibirse en plazos razonables, dentro de los más altos estándares de calidad como así también el derecho colectivo de la sociedad a interactuar con universidades que provean los profesionales, técnicos, científicos, académicos o profesores necesarios para su desarrollo y hagan accesible el beneficio de sus avances de investigación.

Compromiso con la enseñanza

En relación al primer momento, el modo que la Carrera de Comunicación Social de la SRT adoptó para superar los efectos del aislamiento social y administrarlo de modo tal que se garantice la continuidad a las actividades académicas, fue echar mano a la diversidad de recursos provistos por el dispositivo socio-técnico-informacional de internet. A estas prácticas se las denominó “educación mediada por la virtualidad” queriendo distinguirlas de la “educación a distancia”, ya que no eran resultado de una estrategia planificada, sino más bien una heterogénea apropiación de los diversos elementos brindados por plataformas educativas, redes sociales y aplicaciones de mensajería telefónica, por parte de la comunidad universitaria. Del mismo modo en que los esfuerzos de docentes y estudiantes dieron cuenta de pedagogías emergentes y compromisos por una forma del derecho a la universidad; la implementación y los resultados de esas prácticas no hicieron más que visibilizar la precariedad y la desigualdad de las condiciones en las que se pudieron llevar a cabo.

En cuanto a la conectividad, según las estadísticas desarrolladas por el INDEC (2020) un poco más del 30% del total de la población de la provincia de Salta no posee acceso a internet y de aquellos que poseen internet, el 10% lo hacen a través de una conexión fija (en sus hogares u organizaciones) y el resto lo hace mediante conexiones móviles. Pero esas desigualdades no solo se encuentran en relación a la conectividad a internet, sino que se expresan también en el capital tecnológico/informático. Según la Encuesta Nacional sobre la Estructura Social de Argentina “los porcentajes de jóvenes universitarios sin conocimientos informáticos fueron especialmente altos en el NOA (15%)” (Piovani y Salvia, 2018: 256).

En términos institucionales, previo a esta pandemia la Universidad Nacional de Salta no había apostado por estrategias de incorporación de la educación a distancia y el uso de entornos virtuales para el desarrollo de las prácticas pedagógicas, porque el estatuto de la universidad establece que la educación ofrecida por la institución es presencial. Contar con un Proyecto Institucional de Educación a Distancia, en el cual se incorpore la virtualidad como modalidad pedagógica, supone una modificación en el mencionado estatuto universitario y que se eleve la propuesta ante el Sistema Institucional de Educación a Distancia de la CONEAU.

En cuanto al uso de las plataformas de aprendizaje en línea, las escasas experiencias se realizaban mediante versiones antiguas del software Moodle. En SRT-UNSa el uso del Moodle por parte de las cátedras era menor al 5% y las actividades de formación o capacitación promovidas desde las Secretarías Académicas de las unidades académicas eran prácticamente inexistentes. Con la imposibilidad de las clases presenciales, la Sede tuvo que actualizar las versiones de la plataforma Moodle y solicitar a les docentes la apertura de las aulas virtuales para el dictado de sus asignaturas. Asimismo, fue necesaria la capacitación a docentes para el uso de estos entornos. Luego de ese proceso la mayoría de las asignaturas habilitaron el aula virtual en Moodle cubriendo casi la totalidad de las currícula de la carrera.

Las experiencias de las cátedras fueron disímiles, pero lo que se observó regularmente es una significativa reducción de la cantidad de estudiantes participando de esta nueva modalidad. Podría atribuirse, en principio, a una falta de motivación. La interacción social y la sociabilidad, por otra parte, pueden ser factores que apuntan en la dirección opuesta, inclinando a la participación. Por otro lado, en muchos casos la falta de recursos dificulta la continuidad del cursado.

Las posibilidades del acceso a la conectividad no constituye sólo tener internet, sino también contar con un dispositivo (celular o computadora) que les permita instalar las aplicaciones para seguir las clases. Esta situación se puso en evidencia de manera determinante en las mesas de exámenes, en la que se presentaron situaciones donde la unidad académica tuvo que buscar las formas para que les estudiantes pudieran rendir desde la virtualidad.

El éxito de las actividades académicas y administrativas quedó sujeto a factores que incluyen buenas conexiones a internet, plataformas y software de aprendizajes, como así también habilidades digitales, disponibilidad y acceso a recursos tecnológicos.

Sostener una educación mediada por la virtualidad plantea serias dificultades en un contexto en donde la accesibilidad, la disponibilidad y el uso de la tecnología en la educación no se encuentran generalizados. En este contexto, la presencialidad es fundamental para garantizar el derecho al acceso a los estudios universitarios.

El escenario adverso está fundado, además de las difíciles condiciones tecnológicas de la SRT-UNSa, en las precarias condiciones de vida de la mayoría de les estudiantes que concurren a la universidad pública en el norte de Salta. El contexto de empobrecimiento que afecta a la población de Tartagal, el departamento San Martín y el departamento Rivadavia Banda Norte repercute directamente en la educación universitaria virtual, ya que no solo el acceso a internet es limitado sino también el acceso al trabajo y a la alimentación. Se puede decir que la pandemia acentuó las dificultades económicas de las sociedades del norte de Salta, haciendo que la educación universitaria deje de ser una prioridad para buena parte de la masa de estudiantes.

Pese a ello, les trabajadores de la universidad han desarrollado estrategias y mecanismos para poder garantizar el derecho a la educación en este contexto particularmente adverso. Asimismo, la carrera Comunicación Social de la SRT se propuso colaborar con la sociedad tartagalense, poniendo a disposición sus herramientas y conocimientos a fin de promover los cuidados colectivos de la salud.

Compromiso con la sociedad: materiales comunicacionales.

El segundo momento fue en los primeros días del mes de agosto. Las precarias condiciones de la infraestructura de salud se evidenciaron rápidamente, haciendo que el gobierno nacional califique de “zona roja” la ciudad y se decrete al aislamiento estricto, nuevamente.

El escenario mostró la vulnerabilidad de la población en su aspecto más crudo, y “lo comunitario” que hasta este momento era una definición político/académica de la carrera de Comunicación de SRT pasó a ser la denominación de quien desconoce el nexo epidemiológico del contagio. La crisis sanitaria atravesó a todas las instituciones de la ciudad y en dos semanas el crecimiento del número de contagios fue exponencial.

Desde la dirección de la carrera se propuso una reunión con el Hospital Juan Domingo Perón entendiendo que se trata de una institución que, hasta ese momento, no contaba en su organigrama con un espacio que diseñara piezas comunicacionales. A partir de los intercambios generados entre las autoridades del hospital, docentes y estudiantes se produjo una campaña gráfica y radiofónica, consensuada por ambas partes, con piezas que se plantearon contribuir al cuidado de la población.

Los avisos intentaron superar el modelo universal de “recomendaciones” y se pensó desde la diversidad en la que está inserta la ciudad. En ese sentido también se hizo eco de una campaña iniciada por FM Comunitaria La Voz Indígena, en la que referentes de las comunidades indígenas compartieron sus saberes de medicina ancestral y los modos para aliviar con ella los efectos del virus.

Los desafíos

El nuevo escenario obliga a replantear el modo en que se encaran los vínculos sociales; palabras como aislamiento o distanciamiento parecen operar como barreras a la consolidación de lo que se pensaba como comunidad. Al mismo tiempo, tomar estos recaudos es muestra de cuidado individual y colectivo.

Pensando los desafíos desde la comunicación se entiende que palabras como solidaridad, comunalidad, política o naturaleza requieren de un intercambio de sentidos. Se precisa resemantizarlas, continuar haciendo que lo comunitario y la solidaridad sea un modo político de existencia que permita afrontar las desigualdades mediante el estrechamiento de los lazos humanos y no humanos.

Licenciatura en Comunicación Social. Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad. Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ)

Gustavo Naón: gustavonaon@gmail.com

Decano

https://orcid.org/0000-0002-3007-5551

Pablo Romano: prpabloromano@gmail.com

https://orcid.org/0000-0002-3999-8061

Vera Giandana Hamra: veragh95@gmail.com

https://orcid.org/0000-0003-2727-5365

Continuar a pesar de la pandemia

Había finalizado el curso de nivelación del ingreso 2020 y toda la comunidad académica se aprestaba a dar inicio a un ciclo lectivo más en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Sin embargo, cuando el coronavirus dejó de ser una noticia o una imagen que llegaba del viejo continente para convertirse en un hecho concreto en nuestro país con la aparición de los primeros casos, el comienzo de las clases presenciales pasó a ser una incógnita al igual que la continuidad del funcionamiento administrativo de la institución.

En ese contexto de incertidumbre, las autoridades de la casa de estudios comenzaron a evaluar distintas alternativas para afrontar los posibles escenarios que pudiera presentar una situación a todas luces sin precedentes.

Así, cuando el 20 de marzo el Poder Ejecutivo declaró el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), la Universidad Nacional de Lomas de Zamora cumplió con el cierre de sus edificios, pero a la vez tuvo siempre en claro su misión y el compromiso de garantizar la continuidad de las actividades académicas. A fin de poder cumplir este compromiso, la Facultad de Ciencias Sociales elaboró un Plan de Contingencia en cuya primera etapa estableció, de manera excepcional, la cursada de todas las materias en modalidad a distancia y suspendió las prácticas de campo y aquellas realizadas en diversas instituciones, al tiempo que las sustituyó por trabajos escritos y evaluaciones con recursos multimediales.

Para garantizar el cumplimiento del Plan, se realizó una tarea conjunta entre la Secretaría Académica, el Área de Posgrado y otros espacios estratégicos de la casa de estudios, se desarrollaron reuniones virtuales con docentes con el propósito de identificar las dificultades y unificar los criterios adecuados para lograr que el cuatrimestre se pudiera cursar de forma exitosa y garantizar la continuidad de las carreras de grado y posgrado de la Facultad.

Elegimos seguir

Con el transcurso de las primeras semanas de adaptación a la nueva realidad que impuso el ASPO, la Facultad mostró una gran disposición para desarrollar acciones tendientes a contribuir con el Estado Nacional en distintos aspectos relacionados con la pandemia y las medidas de aislamiento, y, a la vez, una enorme capacidad en sus distintas áreas para adecuar sus actividades a la virtualidad.

De este modo, durante el mes de marzo, quince docentes e investigadores de la unidad académica participaron del “Relevamiento del Impacto Social de las Medidas de Aislamiento” cuyo objetivo fue proporcionar información al Poder Ejecutivo para la toma de decisiones respecto el control de la situación epidemiológica del COVID-19. Días después, en abril, a través de la Asociación de Radiodifusoras Universitarias Nacionales Argentinas (ARUNA), Radio Conurbana, la emisora de la Facultad, se incorporó al programa “Seguimos Educando” del Ministerio de Educación de la Nación y comenzó a transmitir contenidos educativos para alumnos de los distintos niveles.

Paralelamente, el equipo de periodismo de datos de la Agencia Universitaria de Noticias y Opinión (AUNO) de la Facultad inició el desarrollo de un mapa interactivo con los casos positivos de COVID-19 en la provincia de Buenos Aires y ese trabajo motivó el interés y el comienzo de un desarrollo colaborativo con el equipo de La Nación Data para optimizar la base de datos y el registro periodístico de la situación. Además, en línea con estas actividades, la Facultad y su par de Avellaneda organizaron la Charla online “¿Cómo comunicar la pandemia desde la ciencia?” a cargo de Tomás Orduna, uno de los infectólogos que integra el equipo de expertos que asesora al presidente Alberto Fernández.

Por otro lado, en mayo comenzó el ciclo de Webinars de la Secretaría de Investigaciones en el que el presidente del Foro Iberoamericano Sobre Estrategias de Comunicación (FISEC), Raúl Herrera Echenique, y un docente investigador de la Facultad, Santiago Aragón, expusieron sobre “El valor de la comunicación en el contexto de la pandemia”. También, en este marco, en junio se realizaron las charlas “Fake News y post verdad en una era líquida”, a cargo del docente de la Universidad de Medellín (UDEM), Andrés Giraldo, y “El lugar de la investigación de Relaciones Públicas durante la pandemia”, a cargo de la docente de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ), Ana Gotardo. Estos seminarios virtuales fueron auspiciados por la Asociación Latinoamericana de Carreras Universitarias de Relaciones Públicas (ALACAURP).

En otro orden, también en mayo se inauguró el ciclo de charlas “100 años de Radio” impulsado por el Área de Medios de la Facultad del que participaron estudiantes y docentes. Los encuentros que acompañaron el camino al festejo del centenario de la radio contaron con entrevistas abiertas a reconocidos conductores de la radiofonía argentina, como Lalo Mir, Julia Mengolini, Julieta Pink y Alejandro Dolina.

Segunda etapa del Plan de Contingencia y más actividades

En julio se dio a conocer la segunda etapa del Plan de Contingencia en el que se definió la apertura de mesas de exámenes finales en modalidad virtual. Ante los inconvenientes que pudieran presentarse para los estudiantes, se decidió acompañar esa medida con algunas flexibilizaciones excepcionales, como la extensión de la condición de alumno regular y la extensión de los plazos para rendir finales que vencían en el 2020. De esta manera, se aseguró que los estudiantes de grado y posgrado pudieran continuar sus estudios y avanzar en el recorrido de sus carreras. Estas decisiones se sostuvieron en el segundo cuatrimestre, mediante la Tercera Etapa del Plan en la cual, además, se habilitaron las mesas de finales intermedios de octubre en modalidad virtual.

También a mitad de año se reactivó en modalidad a distancia el programa “La radio en la escuela”, llevado a cabo hace más de 10 años por la Secretaría de Extensión en los municipios de Lomas de Zamora y Almirante Brown. El mismo se basa en la capacitación de docentes y autoridades escolares en las herramientas de comunicación que brinda la radio para que puedan elaborar proyectos en sus escuelas, y que los estudiantes realicen prácticas acompañados por docentes de la Facultad.

Por otra parte, en el marco de la Semana del Periodista, el Área de Medios de Comunicación organizó las charlas abiertas “Los desafíos de la producción audiovisual en la postpandemia”, “Un Golazo a la Pandemia” y “El rol del periodismo en la pandemia”, todas destinadas a estudiantes y docentes con el objetivo de pensar la comunicación en pandemia desde diversos aspectos y dictadas por actuales trabajadores y gestores de los medios de comunicación.

A fines del primer cuatrimestre y de cara al segundo se realizó la presentación del libro “Fake News, Trolls y otros encantos”, en el marco de las charlas abiertas que antecedieron a las “III Jornadas de Comunicación Estratégica (JCE)”, realizadas entre el 2 y 6 de noviembre. En ese marco, se efectuó la convocatoria a ponencias de docentes e investigadores, la iniciativa de “Una idea en 10 minutos” para fomentar la participación de estudiantes, y se establecieron las exposiciones centrales que estuvieron a cargo de destacados especialistas del campo de la comunicación, tanto nacionales como internacionales.

A partir del segundo cuatrimestre, la Secretaría de Investigaciones organizó el Seminario “Comunicación científica: primeros pasos en la escritura académica”, llevó a cabo el taller "Herramientas Digitales para Periodistas" y el seminario “Metodología de Investigación con Perspectiva de Género”, capacitaciones destinadas a estudiantes y docentes investigadores con el objetivo de incentivar la actividad de investigación. Además, esta Secretaría continuó con los proyectos de investigación vigentes, fomentó la participación de los estudiantes en las becas EVC-CIN y realizó la convocatoria a presentación de proyectos de investigación para el bienio 2021-2022.

Un párrafo aparte mereció la publicación de los resultados preliminares de la investigación “Las profesionales de las Relaciones Públicas contra el techo de cristal” en un capítulo de Women In PR (Mujeres en Relaciones Públicas), una revista especializada de Alemania. La publicación es una derivación de una línea trabajo más amplia, denominada “Enfoques transdisciplinares en las Ciencias Sociales en el abordaje de cuestiones de géneros”.

Por último, la Facultad, como parte de una red nacional, se presentó en la convocatoria de Investigación PISAC impulsada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, CODESOC y la SPU.

Está claro que la pandemia no la elegimos, ni la esperábamos con esta magnitud. Más allá de las dificultades que generó en estudiantes, docentes y el personal no docente, el esfuerzo y compromiso de todas las partes hizo que pudiéramos no solo cumplir con el dictado de clases, sino con la realización de numerosas actividades, incluso más de las que se esperaban.

Licenciatura en Comunicación Social. Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. Universidad Nacional de Jujuy (FHyCS UNJu)

Facundo Villanueva: villanuevafacundo@yahoo.com.ar

https://orcid.org/0000-0002-1325-1568

Ramón Burgos: monchoburgos@fhycs.unju.edu.ar

https://orcid.org/0000-0002-0802-4862

Coordinación en Comunicación Social FHyCS-UNJu

Memoria de la carrera

Nuestra provincia de Jujuy fue una de las primeras en adoptar una serie de medidas de aislamiento social frente al avance de la pandemia. El miércoles 18 de marzo, un día antes de que el presidente Alberto Fernández decretara el aislamiento social preventivo y obligatorio, el Gobierno provincial paralizó la administración pública, prohibió las reuniones en espacios públicos y cerró las fronteras provinciales y con los vecinos países de Bolivia y Chile.

En este contexto, la Universidad Nacional de Jujuy y nuestra Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales primero postergaron el inicio del primer cuatrimestre y finalmente suspendieron el dictado de clases hasta los primeros días de agosto.

Durante este período se llevaron a cabo distintas acciones y se generaron diversos espacios de contacto y acompañamiento que permitieron construir una cierta “normalidad” que pretendió dar continuidad a las trayectorias de los y las estudiantes y al trabajo de los y las docentes.

Si bien, la Coordinación de la carrera de Comunicación Social continuó trabajando en cuanto pudo en las tareas administrativas y de vinculación inter-institucional, en líneas generales se ha acompañado las decisiones institucionales de la Facultad y de la Universidad.

A principios de abril, nuestra Facultad adoptó el modelo de Acompañamiento Pedagógico Contextual como una nueva etapa en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Se trataba de una propuesta de compromiso social y académico expresado por los y las docentes ante esta situación excepcional, brindando posibilidades de acceso y permanencia en los estudios universitarios a los y las estudiantes.

La clave estaba puesta en generar espacios y acciones de “aula ampliada” que vayan más allá de los tradicionales escenarios y rutinas pedagógicas montadas exclusivamente desde la presencialidad. Para esto, la Facultad, a través del Área de Gestión, Apoyo y Uso de las TIC (AGAUTIC), propuso el dictado mediado por entornos virtuales, entre los que destacaba la plataforma UNJu Virtual. Esta herramienta, que ya poseía nuestra institución a diferencia de otras Universidades Nacionales, era escasamente utilizada hasta el momento de la cuarentena. Esto derivó en la decisión institucional de ocupar unos meses en la capacitación de los y las docentes para el uso de esta herramienta virtual.

Luego, en agosto, se pasó a un modelo pedagógico de Aula Ampliada en Contexto de Pandemia, como una nueva instancia del Modelo de Acompañamiento Pedagógico Contextual que se venía desarrollando. A partir de ese momento, las cátedras de todas las carreras de la Facultad, incluida Comunicación Social, comenzaron oficialmente a dictar clases mediadas por entornos virtuales, como continuación del acompañamiento que se venía realizando desde principios de abril.

Estos modelos pedagógicos también incluyeron protocolos para la toma de exámenes y la defensa de las tesis que se habían suspendido al comienzo del año académico. Varios y varias estudiantes de nuestra carrera se licenciaron en Comunicación Social durante estos meses en instancias mediadas por entornos virtuales.

Docentes, estudiantes, investigadores e investigadoras de la carrera también participaron en distintas propuestas de reflexión y producción comunicacionales.

El ciclo “Mano a Mano” generó un espacio virtual de diálogo entre docentes, investigadores e investigadoras de nuestra Facultad con comunicadores y comunicadoras de otras latitudes, como lo hicieron Alejandra García Vargas con Eva Da Porta, César Arrueta con Natalia Aruguete, Ramón Burgos con Omar Rincón, Ana Laura Elbirt con Wara Vargas, Lucía Scalone con Adriana Amado Suárez, Lucas Perassi con Andrés Freijomil, entre otras conversaciones.

Otra propuesta de reflexión en la que participaron docentes de Comunicación fue la serie de “Lecturas de Posgrado” que consta de pequeños videos en los que se recuperan –a la luz del escenario pandémico– fragmentos de textos leídos por Marcelo Brunet, Liliana Lizondo, Tina Gardella, Alejandra Cebrelli, Ariane Pereira, Liliana Bergesio, Lorena Retegui, entre otros y otras docentes de la Maestría en Problemáticas Contemporáneas de la Comunicación y del Doctorado en Ciencias Sociales.

Profesores y profesoras de nuestra carrera también colaboraron en el ciclo virtual “Pensando la enseñanza en la FHyCS en contexto de Pandemia” que sirvió como espacio de diálogo y reflexiones plurales para pensar la enseñanza universitaria.

Nuestra carrera, junto a la Facultad y FADECCOS, realizó el conversatorio “Pensar la comunicación. Diálogos urgentes” en los que participaron importantes referentes de nuestro campo disciplinar como María Cristina Mata, Washinton Uranga, Alicia Entel, Mónica Cohendoz y Carlos García Da Rosa.

Por su parte, los y las estudiantes participaron de diversas instancias de producción audiovisual propuestas tanto por el Ministerio de Salud de la Nación como la propia FHyCS, como por ejemplo el Concurso de Producción de Contenidos para Redes Sociales “Conciencia Colectiva COVID19” que proponía la creación de memes y piezas audiovisuales que reflexionen sobre la pandemia. Previamente los docentes del Taller de Producción Televisiva Ariel Ogando y Diego Ricciardi, habían lanzado la convocatoria para la realización de video minutos #yomequedoencasa y #pandemia.

Otras actividades que se llevaron adelante durante la etapa de acompañamiento desde distintas Cátedras fueron, por ejemplo, la transmisión de las clases de la Profesora Gabriela Gresores de Historia Social de la Cultura a través de Radio Universidad o el “Conversatorio por el día de les Periodistes: reflexiones sobre géneros, comunicación y sociedad en tiempos de pandemia” organizado por el Seminario de Comunicación, Género y Sociedad -de las docentes Alejandra García Vargas y Andrea López- con la participación de Ariadna Tabera, Casandra Sandoval, Ludmila Fernández López y Camila Navarro Suárez.

Una importante producción escrita, visual y fotográfica que reunió tanto a docentes como estudiantes de nuestra Facultad y nuestra carrera fue el libro “Pensando la Pandemia en/desde Jujuy. Reflexiones situadas”, coordinado por Liliana Bergesio y Lucas Perassi y editado por Tiraxi (Colegio de Antropológos/FHyCS), con composiciones visuales del equipo de la cátedra de Producción Gráfica (Ariel Monterrubianesi, Julio Toconás, Sergio Gatica, Florencia Urquiza, Fernando Vidal, Rocío Gutiérrez) y fotografías de Mito González Tramontini de la cátedra del Taller de Fotografía.

Hay que señalar también la elección del Decano de nuestra Facultad y docente de nuestra carrera, César Arrueta, como presidente de la Comisión Directiva de la Federación Argentina de Carreras de Comunicación Social (FADECCOS) y de otros dos colegas, Marcelo Brunet como coordinador de relaciones institucionales (aunque en representación de la Universidad Católica de Santiago del Estero, Departamento Académico San Salvador) y Ramón Burgos como representante en la Asociación Latinoamericana de Investigadores de Comunicación (ALAIC).

Como para ir cerrando la memoria de nuestra carrera durante la pandemia, queremos señalar algunas buenas noticias que amplían las propuestas académicas de la Comunicación Social -y las Ciencias Sociales- en nuestra Facultad. Recibimos el reconocimiento oficial y de validez nacional de la Tecnicatura Universitaria en Comunicación Digital Convergente que nos plantea el desafío de pensar su pronta y necesaria implementación; se realizó la presentación por parte de la Secretaría de Posgrado de la FHyCS -a cargo de Alejandra García Vargas-, ante la CONEAU de una serie de nuevas carreras de posgrado: la Especialización y Maestría en Estudios de Género y Políticas Públicas y la Especialización y Maestría en Economía Popular y Procesos Comunitarios. Esta última junto a la Facultad de Ciencias Económicas, con quien también se armó y se viene dictando el Ciclo Temático Virtual de Posdoctorado “Pensar la pandemia para comprender la sociedad: abordajes socioeconómicos y socioculturales”. Finalmente, nuestra carrera coordinará el dictado para la región NOA de la Diplomatura en Comunicación Popular y fortalecimiento comunitario, una iniciciativa conjunta con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y otras seis universidades nacionales.

Seguramente se nos están escapando muchas otras actividades y espacios virtuales de encuentro entre docentes, estudiantes, investigadores e investigadoras que emergieron como respuesta a la necesidad de mantener un mínimo de normalidad dentro de la comunidad de nuestra Facultad.

Durante este tiempo pudimos observar las profundas brechas en el acceso a bienes y servicios informático-comunicacionales que existen, no sólo entre los y las estudiantes, sino también entre los y las docentes.

Durante este tiempo también tuvimos que lamentar la muerte de docentes, ex docentes, estudiantes y familiares, que provocaron y siguen provocando un gran dolor en la comunidad académica de la carrera, de la Facultad y de nuestra Universidad.

Esperamos pronto volver a ocupar nuestros espacios de docencia, investigación y extensión en comunicación para honrar la memoria de aquellos y aquellas que hoy ya no nos acompañan, y para seguir trabajando por una Universidad que no profundice las desigualdades en el acceso a la Educación pública, gratuita, laica y de calidad.

Departamento de Comunicación. Facultad de Ciencias Humanas. Universidad Nacional de San Luis (UNSL)

Marcela Navarrete: navarrete.h.marcela@gmail.com

Directora

https://orcid.org/0000-0001-9681-7274

Viviana Ponce: vivianaponce@gmail.com

Subdirectora

https://orcid.org/0000-0003-3996-8046

Enseñar en tiempos de pandemia. Experiencias y vivencias desde carreras del campo de la comunicación en la UNSL

Introducción

El propósito de este artículo es recuperar los aspectos más significativos expresados por las voces de docentes de las carreras de comunicación de la UNSL en los espacios de intercambio promovidos en el Departamento de Comunicación que dirigimos.

Como datos de contexto, consignamos que el Departamento cuenta con tres licenciaturas del campo de la comunicación, dos de las cuales tienen titulaciones intermedias de pre-grado.3 Cursan este año simultáneamente alrededor de cuatrocientos estudiantes, en asignaturas comunes y específicas de las carreras. Además, hay un conjunto de alumnos/as de planes anteriores que están desarrollando plan de terminabilidad. La composición del estudiantado es local y regional, tanto del interior provincial, como de Mendoza y Córdoba de manera predominante.

En cuanto al contexto local, la pandemia nos encontró en una crisis económica, con altos índices de desempleo –sobre todo en los sectores juveniles– que motivó el aumento de planes y otras medidas asistenciales a nivel provincial. Esto afecta al sistema educativo y el de nivel superior no es la excepción.

Políticas y estrategias en situación de aislamiento y distanciamiento

En la Universidad Nacional de San Luis, en adhesión a estas medidas, el 16 de marzo se suspendieron hasta el 31 del mismo mes las actividades de clases presenciales y reuniones en el marco de la UNSL.4 A partir de esta resolución se conformó un cuerpo de medidas (licencias a grupos de riesgos, eximición de tareas a encargados en exclusividad de niños o personas mayores, cierre de edificios) y se estableció ya el 18 de marzo el comienzo de las actividades académicas de forma no presencial.5

A partir de entonces, en cuanto a las actividades académicas, el 28 de abril, el Consejo Superior estableció un marco normativo denominado “Plan de Contingencia” de adecuación de un sistema presencial a uno no presencial, modificación del calendario académico que extendió el primer cuatrimestre, suspensión de mesas de exámenes y otorgamiento de facultades a las unidades académicas para determinar otras medidas complementarias y específicas.6 Así, en el consejo directivo se aprobó en mayo el “Plan de contingencia pedagógica de la Facultad de Ciencias Humanas”.7 En ésta se establecieron principios, etapas del trabajo académico, cuestiones del calendario y del trabajo no presencial, tales como programa de las asignaturas, condición de alumno, evaluaciones, etc.

Para este momento, las clases habían comenzado en marzo y continuado durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) con los mecanismos que cada equipo docente pudo ir generando. Aquí señalamos una dificultad en la capacidad de respuesta institucional y las temporalidades divergentes entre las medidas institucionales, las prácticas docentes, las demandas estudiantiles y las capacidades y posibilidades de atenderlas.

Desde el Departamento de Comunicación iniciamos el proceso con un acompañamiento que incluyó el asesoramiento –a requerimiento de las/los docentes– del equipo de profesoras/es de las asignaturas tecnológicas; la información actualizada de los acontecimientos y las medidas tomadas por las instancias universitarias superiores que iban creando los marcos regulatorios. Al mismo tiempo, diseñamos una propuesta comunicacional de generación de un espacio de intercambio denominado “Compartiendo experiencias y percepciones del trabajo no presencial”, cuyas características fueron: de carácter grupal, por equipos docentes de asignaturas; abierta, solicitando el relato de las experiencias, percepciones, reflexiones, acciones realizadas y/o sugerencias. Se hizo una puesta en común mediante un documento compartido.

Organizamos los datos en torno a dos grandes ejes, cada uno de éstos con ítems desagregados a los fines de organizar la información:

  1. 1. Lo pedagógico en las actividades desarrolladas

    Con fines organizativos y al iniciar el cursado, se elaboró un diagnóstico estudiantil en el que se solicitó información de carácter personal, familiar y de disponibilidad de equipamiento tecnológico y conectividad. Se avanzó luego hacia una adaptación de los materiales educativos en formato digital8 que fueron distribuidos por correo electrónico, o bien, alojados en diferentes plataformas online9. Las clases teóricas y/o prácticas se desarrollaron mayormente en modalidad sincrónica10con la posibilidad de su reproducción posterior en diferido y bajo demanda y con vías de comunicación interpersonal diversas11. El seguimiento de los aprendizajes fue mayormente personalizado y se intensificó en el primer año de las carreras12.

  2. 2. Condiciones de los/las docentes para realizar las actividades académicas no presenciales

    Los principales obstáculos que se visualizaron en el desarrollo de las actividades docentes estuvieron ligados a la disponibilidad de equipamiento tecnológico y la conectividad (no siempre se pudo contar con la tecnología de hardware y software necesaria)13, la formación particular que requieren los entornos virtuales (en el manejo de herramientas tecnológicas y la adopción de estrategias pedagógicas acordes)14 y la situación personal y familiar en tiempos de confinamiento (en la que influyó la sobrecarga laboral, el estrés que proviene del cuidado de hijos pequeños y/o adultos mayores y la preocupación por la preservación de la salud).

  3. 3. La dimensión experiencial y miradas/reflexiones

    Las experiencias docentes, para algunos casos, “nuevas” en esta modalidad evidenciaron sensaciones de incertidumbre, extrañeza, ansiedad y temor respecto de lo vital, en medio de una crisis pandémica. Al mismo tiempo, y con la voluntad y deseo de aportar al sostenimiento del aprendizaje, permiten valorar el contacto directo con las/os estudiantes y la posibilidad de encuentro y participación, en contextos tecnológicos donde los intercambios comunicativos están signados por desconexiones e interferencias. Existe una vivencia de inserción abrupta de lo laboral al espacio de lo privado e íntimo, en el que las demandas han impuesto tareas carentes de regulación y marcos institucionales que las orienten. Por otra parte y aunque la adecuación ha sido posible, desde la mirada de algunos equipos docentes, para otros condujo a una fragmentación de cursada con propuestas y expectativas o metas muy diferentes y que en el caso de las asignaturas prácticas derivó en prácticas alternativas que distan mucho de las que se realizan en modalidad presencial. En esta misma línea la evaluación constituyó el mayor inconveniente y se planteó su discusión a la vuelta de la modalidad presencial.

Palabras finales

Creemos que el mayor desafío frente al cual nos puso la pandemia del Covid-19 fue el de sostener la enseñanza universitaria en una nueva modalidad que permitiera cuidar nuestra salud y la de los otros/as. Al mismo tiempo, comprendiendo la complejidad de un ámbito social desigual, marcado por la brecha económica y digital. A nivel institucional, desde el departamento, sentimos algo de impotencia de no poder contar con mayores recursos y mecanismos para contribuir de manera más amplia a los problemas presentados. Es destacable el compromiso demostrado por los equipos docentes y nosotras mismas como profesoras, además de autoridades, porque asumimos todas/os el reto de apuntalar a la universidad pública en esta situación tan difícil.

Departamento de Comunicación Social, Facultad de Humanidades. Universidad Nacional del Nordeste (UNNE)

Aldo Avellaneda: aldoavellaneda.ces@gmail.com

https://orcid.org/0000-0002-0577-043X

Beatriz Castro Chans: castrochans@gmail.com

https://orcid.org/0000-0003-4118-3256

Daniel Chao: l.daniel.chao@gmail.com

https://orcid.org/0000-0001-9720-3901

Martín González: las2conzetas@gmail.com

https://orcid.org/0000-0002-3851-5179

Pandemia y enseñanza de la comunicación en el nordeste

La Licenciatura en Comunicación Social de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) tiene su sede en la ciudad de Corrientes, pero incluye entre su plantel docente y de estudiantes a personas residentes en la provincia de Chaco. Ambas provincias tuvieron un desarrollo desigual en cuanto al tipo de políticas implementadas así como las características de los contagios. Más allá de esta cuestión, consideramos que podemos rearmar parcialmente la memoria de estos meses en cuatro coordenadas: a) la adecuación curricular a la enseñanza remota; b) el estado inicial y el grado de avance en las competencias digitales del plantel docente; c) cuestiones relativas a la conectividad; y d) las diversas maneras de mantener el contacto con el estudiantado.

Currícula y enseñanza remota

Un factor importante, sobre todo con la incertidumbre del inicio del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), fue sin duda la adecuación de los programas y las formas de cursada al formato de clases virtuales. Consideramos que esta cuestión puede dividirse en dos períodos: por un lado, las asignaturas anuales y del primer cuatrimestre, y por otro lado, las asignaturas del segundo cuatrimestre.

El mayor peso recayó sobre los equipos de cátedra de la primera parte del año, pues tuvieron que improvisar (con diferentes grados de conocimiento y familiaridad con las plataformas) maneras de llevar adelante el programa trazado, adaptándose a una educación remota de emergencia. En ese sentido, pudo verse quizá dos grandes formas. Por un lado aquellos que reemplazaron las clases presenciales por el dictado de clases sincrónicas a través de las plataformas de videoconferencia (Jitsi, Zoom, o Google Meet) o grabadas y embebidas en la plataforma virtual institucional (Moodle). O por otro, aquellos que intentaron alternar e innovar de manera diversa, especialmente aquellas que adquieren el formato de Taller. En este sentido, antes que hablar de “nuevos esquemas pedagógicos” lo que se pudo observar fue un grado fuerte de improvisación y una suerte de trasposición de modelos tradicionales a la virtualización de emergencia.

En la segunda parte del año la cuestión tuvo algunos grados menores de imprevisión. Por un lado, la Facultad de Humanidades de la UNNE brindó una serie de talleres entre fines del primer cuatrimestre e inicios del segundo, que permitieron a los/las docentes ampliar o directamente familiarizarse con los diversos recursos disponibles, tanto en el aula virtual como en la web en general, con el objetivo de controlar el carácter de “emergencia” y darle a la cursada algún grado mayor de planificación. Esto llevó a que, por disposición de la Facultad de Humanidades, los/las docentes del segundo cuatrimestre deban presentar sus programas 2020 especificando de qué manera adaptarían su contenido al contexto de ASPO. En ese sentido, si bien los visos de migración directa de experiencias áulicas no remotas continuaron, los equipos pudieron prever formas más controladas de desarrollo de clases, evaluación y contacto con los estudiantes.

Competencias digitales del cuerpo docente

Otro elemento clave en esta virtualización académica de emergencia fueron las competencias digitales, tanto del cuerpo docente como de los y las estudiantes. En el caso de los y las docentes, quienes participaron de experiencias previas en el uso de la plataforma virtual institucional y participaron de las capacitaciones ofrecidas por el Programa UNNE Virtual. Sin embargo, se advirtió una gran diferencia entre utilizar la plataforma como “apoyo a la presencialidad” a su uso como principal espacio de interacción entre docentes y estudiantes.

A partir del escenario de aislamiento, el Programa habilitó nuevos espacios de formación que fueron tomados por docentes de la carrera, pero también, como dijimos, la propia Facultad de Humanidades puso a disposición una serie de cursos de capacitación y recursos (tutoriales, webinarios) para capacitar y asistir a los las docentes en la virtualización de las asignaturas. Asimismo, es importante mencionar que surgieron numerosos intercambios e instancias de colaboración entre colegas para afrontar los diferentes desafíos planteados en el uso de las tecnologías, la adecuación de la normativa, las modalidades de evaluación, etc.

En cuanto a los y las estudiantes, en muchos casos, también debieron aprender a utilizar las tecnologías para el aprendizaje en la universidad, desplegando estrategias de colaboración entre pares para superar las barreras vinculadas a las competencias digitales, pero también, las relativas a la deficiente conectividad.

El problema de la conectividad

En cuanto al aspecto de la conectividad, ha resultado ser, por varios motivos, una situación compleja e inestable. Con esto queremos decir que, antes que señalar como problema la desconexión de una franja mayoritaria de quienes cursan, pueden observarse desempeños muy diferentes debido a la combinación de factores situados en diferentes dimensiones.

Un aspecto que muy posiblemente esté incidiendo en los desempeños remite al tipo e intensidad de señal a la que se puede acceder, así como la poca disponibilidad de computadoras personales en las familias (PC, notebooks, netbooks, tablets, etc). Una parte ampliamente mayoritaria de la población estudiantil universitaria que cursa la carrera de Comunicación Social de la UNNE proviene de la capital y del interior de las provincias de Chaco y Corrientes, con lo que eso conlleva no sólo en cuanto a diferencias socio-culturales al momento de afrontar unas mismas vicisitudes de la vida universitaria, sino en la disponibilidad concreta de una señal óptima para mantener el desempeño académico (teniendo en cuenta que muchos/as estudiantes, al inicio de la cuarentena retornaron a sus domicilios particulares/familiares en el interior y, no debe olvidarse, en la región de peores indicadores socioeconómicos del país).

Otro aspecto que puede ser asumido como una cuestión generacional, es la utilización regular de los teléfonos celulares en el proceso educativo. No existe un diagnóstico al respecto, aunque el relato de colegas permite aventurar que debido a ello, la utilización de algunos instrumentos (accesos y manipulación de materiales de lectura, por ejemplo) tienen un alcance limitado.

Por último, y como un aspecto general a docentes y estudiantes, deben mencionarse los cortes en el suministro de energía eléctrica. En la semana del lunes 28 de septiembre al viernes 02 de octubre de 2020, se llevaron adelante las primeras mesas regulares de exámenes finales en la facultad (anteriormente se había convocado a mesas puntuales). Las instancias evaluativas de varias asignaturas de la carrera de Comunicación debieron ser reprogramadas o sufrieron percances momentáneos debido a la desconexión de alguno/a integrante, y esto es algo que debe tenerse en cuenta ya que a principios de noviembre está programado un nuevo turno de exámenes finales, en la región de mayor temperatura del país. Tanto por conectividad como por rango de uso de los artefactos, muy posiblemente sea la electricidad y no lo digital/electrónico, una de las madres de los desvelos en lo que queda del año.

Contacto con los/as estudiantes

Entre las diversas cátedras la situación al momento del inicio de la ASPO no fue igual. Pero más allá de esta situación dispar, todos los equipos docentes tuvieron que encontrar formas de establecer comunicación con los estudiantes cursantes de sus espacios y desde la gestión del departamento se les solicitó se hiciera el esfuerzo de tender algún tipo de canal, por el medio que sea que tengan disponible, y se establezca algún contacto mínimo, aunque no se pueda avanzar en los contenidos previstos.

Los canales que se utilizaron para establecer un primer contacto y empezar a pautar formas de comunicación y modalidades de clase en la “pedagogía de la emergencia” fueron varias y se las puede tipologizar en: los canales institucionales formales; los “operativos” ad hoc de las cátedras en redes sociales, los personales y los mediadas por el Centro de Estudiantes y organizaciones políticas.

Los canales institucionales formales, son las plataformas que la universidad tiene en funcionamiento. Una es el SIU Guaraní, que básicamente sirvió como base de datos y proveyó los listados de e-mails de inscriptos a cada materia, en donde los docentes recolectaron los datos de contacto para establecer una vía de comunicación con los cursantes.

La otra plataforma institucional fue la mencionada, bajo el sistema Moodle. En este sentido, la Facultad dictaminó que cada cátedra debía tener a su disposición un aula virtual y canalizar por esa vía todo lo relativo a lo formalmente institucional, se abrieron estos espacios masivamente, algunas cátedras ya tenían en funcionamiento y cierto know-how de su uso, muchas otras debieron aprender sobre la marcha lo mínimo indispensable de su funcionamiento y empezaron a usarlas a partir de ese momento. Los canales institucionales no formales, son las vías de comunicación que el Departamento de Comunicación Social tiene y usa para comunicar diversas cuestiones relacionadas a la carrera, su público destinatario son los estudiantes de la misma, y los docentes que conforman el departamento.

Los canales organizacionales ad hoc en las redes sociales, son los diversos espacios generados por las cátedras mismas en las diferentes redes sociales, ya sea ante la ocasión de la ASPO, o espacios que ya los tenían generados previamente para diversos tipos de comunicación de la cátedra. En general grupos en la plataforma Facebook, algunas cátedras tienen un perfil en Twitter, muy pocas en Instagram, etc.

Por último, los canales personales de comunicación. Cuando el resto de los modos resultaron insuficientes, se recurrió a estos canales. Principalmente los e-mails personales, que la gran mayoría de los docentes usan para las diversas cuestiones laborales. De hecho, esta fue la primera vía de comunicación entre las cátedras y los estudiantes, para informar códigos de matriculación de las aulas, enviar archivos y materiales, cuando la conectividad no era la óptima, etc. Muchos/as docentes, ante cierta dificultad con las herramientas formales, no sin cierta reticencia, utilizaron la red de WathsApp para generar grupos de trabajo, o comisiones donde circulaba la información más concreta y precisa, o se avisaba sobre donde estaban alojados los materiales y establecieron contacto directo para indagar la situación de los/las estudiantes. Existieron algunas innovaciones en su uso, algunos docentes lo utilizaron como vía para solicitar cuestiones didáctico-pedagógicas utilizando las herramientas mismas de un dispositivo celular, como ser, enviar audios de voz, o breves videos a modo de trabajos prácticos, o intercambio de documentos. En general este canal se utilizó con aquellos estudiantes con algunas dificultades de acceso a internet o con carencia de equipos de computación; no fue una práctica extendida, pero sí con cierta presencia, al tal punto que en muchos casos, los/las estudiantes mismos “exigían” contacto por este medio con los docentes, sin considerar las cuestiones de privacidad que se anteponen en este tipo de vías.

Para cerrar esta tipología, una forma importante de comunicación entre el cuerpo docente y los estudiantes fueron los canales mediados ya sea por el centro de estudiantes y/o las organizaciones políticas estudiantiles. Una forma extendida que ya se utilizaba desde el centro de estudiantes y las agrupaciones políticas, además de los perfiles en las redes sociales, eran los grupos de whatsapp generados a partir de diversas fuentes que utilizan para informar diversas cuestiones.

Otra vía muy importante de comunicación, en particular con los grupos de estudiantes ingresantes, fueron los grupos administrados por un “tutor par”, figura que se implementó en la facultad hace par de años que busca ser un nexo de comunicación y contención de los ingresantes a la facultad, y que tiene coordinación con el centro de estudiantes, esta fue una importante vía y nexo para avisar, informar y conectar las cátedras con los docentes; y al momento de la coyuntura prestaron una importante ayuda como nexo entre los ingresantes y los docentes, que por lo mencionado anteriormente, no tenían muchas formas de contactar con el conjunto de los estudiantes cursante de cada cátedra.

Licenciatura en Comunicación Social Universidad Nacional de Río Negro (UNRN)

María Paula Díaz: mpdiaz@unrn.edu.ar

Tutora virtual UNRN

https://orcid.org/0000-0001-9376-6125

La tutoría en tiempo de pandemia

El ruido del WhatsApp me despierta. Es casi la una de la mañana y me sobresalto.

Hola Pau, disculpá la hora

El padre de una de las más aplicadas estudiantes ingresantes de la carrera ejerció violencia sobre la familia. Fue expulsado de la casa y, como me dijo ella, “terminamos todos en la comisaría”. Me pide en ese mensaje si puedo intermediar con les docentes para avisarles que por unos días no estará cursando. Calmo su preocupación, intercambio mensajes y la llamo ese día y los que siguieron, hasta que percibo que ya no lo necesita.

Entiendo que no me pedía sólo un correo, sino que necesitaba tiempo y que el proyecto universitario volviera a tener sentido frente a semejante situación.

Como ella, a lo largo de estos meses de cruda pandemia, muches estudiantes se contactaron conmigo buscando saber las fechas de exámenes, cómo inscribirse a las materias, qué cursar, pero también esto otro: acompañamiento, saber que alguien traspasaba la barrera de la clase para ofrecer escucha, entendimiento, comprensión.

Como cuando la primera de nuestras estudiantes tuvo coronavirus y en plena fase uno de la ASPO, a los veinte años, fue aislada de su familia en un hotel de su pueblo, a 150 kilómetros de Viedma, sola. Me dijo: “Tengo síntomas físicos pero además no estoy bien psicológicamente, me medicaron”. En nombre de la Universidad le ofrecí beca de conectividad y la tomó. También, otra vez, intermediación ante les docentes, para que sepan sobre su ausencia. Y la acompañé con llamadas y mensajes.

Muchos mundos se abrieron paso para mostrarse en esta pandemia. Advertí, como tutora y docente, que existe una enorme diversidad en nuestra matrícula, que no sólo es visible bajo las categorías típicas de análisis social, como clase, origen, género. La diversidad que apareció en esta pandemia me permitió ver las historias mínimas que pasan inadvertidas y conocerlas enriquece la experiencia humana de trabajar en la Universidad.

Como el caso del estudiante de un paraje en nuestra Línea Sur quien, al no tener wifi en su casa, iba caminando cada tarde hasta el colegio secundario del pueblo, cerrado por supuesto, y se sentaba en la vereda para seguir las clases sincrónicas de la carrera. Quien conoce nuestra Provincia sabe que el invierno en los parajes y pueblos de esa región es crudo, con temperaturas que alcanzan los 10 grados bajo cero.

O la historia del estudiante que llegó desde Bariloche y no pudo seguir adelante con la cursada del primer cuatrimestre porque con el aislamiento de la pandemia volvieron los ataques de pánico y ansiedad.

Yo sabía de esa situación en su salud mental porque este estudiante lo había comentado en el Curso de Ingreso: la tutoría inauguró funciones en junio de este año de manera formal, pero yo había comenzado ad-honorem como tutora de ingresantes en abril, por iniciativa que tuvimos con la Dirección de Escuela, a cargo de Soledad Vercellino, y con apoyo de la Dirección de Carrera, a cargo de Ariel Barbieri.

Ese tiempo de vínculo previo que tuve con les estudiantes había comenzado en febrero a partir del hecho de haber integrado el equipo docente del Curso de Ingreso 2020 de la Licenciatura en Comunicación Social que se dicta, por decimosegundo año, en la Sede Atlántica de la Universidad Nacional de Río Negro.

Gracias a ese puñado de coincidencias, conocía los nombres y podía asociarlo con las caras y con la experiencia que cada une había podido hacer en ese caluroso febrero en el que nadie imaginaba que un mes después el mundo sería otro.

En ese Curso me fue posible dimensionar la enorme ingeniería emocional que se pone en juego al momento de entrar a la Universidad. Me refiero al conjunto de significaciones tan poderosas que tiene la Universidad como proyecto de vida.

También me fue posible saber que al menos un tercio de les estudiantes ingresantes habían pasado por un estrés grande el primer día de cursada, con ansiedad, angustia y llanto. En las charlas que fuimos teniendo a lo largo de febrero pudieron contar que el baño de la Universidad es el lugar que elegían para hablarse a sí mismes, mirándose al espejo, y alentarse a no huir. También un banco que está en la planta alta frente a un ventanal enorme de vidrio que da al campo.

El trabajo en la tutoría no fue en soledad. El equipo de tutoras virtuales de la UNRN, mayormente constituido por mujeres, desplegó estrategias en equipo y con consultas recurrentes acerca de cómo nos estaba yendo en cada carrera. Eso nos permitió andamiarnos y sostener el trabajo desde esta figura que por primera vez se instauró en la Universidad: la tutoría virtual.

En el caso de la tutoría virtual en la Licenciatura en Comunicación Social ese trabajo en red encontró un sostén fundamental en la Dirección de Escuela y la Dirección de Carrera. Con la primera, coordinamos actividades destinadas a cada segmento de la carrera: ingresantes, estudiantes avanzades y estudiantes en fase de egreso o tesistas.

El primer sector concentró la mayoría del esfuerzo: la ingresante es una población que inicia el proceso de alfabetización disciplinar pero también está dando los primeros pasos en su ciudadanía universitaria en el sentido administrativo y protocolar. Además, como si todo eso no hubiera sido suficiente, atravesando la primera pandemia y adaptándose al traspaso de la presencialidad a la virtualidad absoluta.

La Universidad Nacional de Río Negro estaba preparada para lo que vino y, a diferencia de lo que pasó en otras universidades públicas, contaba con un campus virtual que prácticamente replicaba la estructura presencial. Eso demostró que la UNRN había destinado recursos y trabajo para que la institución tuviera dos existencias: la real, como edificios, personal, ventanillas y computadoras, y la virtual, con aulas, cuentas pagas en Google, y personal especializado en educación a distancia y nuevas tecnologías. Además, en 2019 dictó la Especialización en Docencia Universitaria que incluyó un seminario específico destinado a trabajar herramientas de la virtualidad y a problematizar pedagógica y didácticamente la educación a distancia.

Es así como el traspaso a la virtualidad forzada resultó no sólo posible sino ventajoso en algún sentido: un relevamiento reciente muestra que la tasa de deserción en nuestra carrera no subió sino que se mantuvo en 2020 con relación a 2019, y en el caso de la reprobación de materias bajó el índice entre el año pasado y este año.

Sobre este punto, la experiencia tutorial me permitió ver un cambio de actitud notable en el cuerpo docente. En un primer momento la figura de la tutoría virtual generó algo de resistencia. Esto quedó en evidencia, por ejemplo, en el bajo índice de matriculación registrado en las primeras semanas de incorporación de tutoría: cuando el acceso de la tutora a cada aula dependió de la voluntad de cada docente no estuve matriculada ni en la mitad de las aulas de la carrera. Ello se revirtió a partir del inicio del segundo semestre, cuando la Universidad decidió matricula a las tutoras por defecto en todas las aulas de cada carrera.

Sin embargo, sería injusto decir que les docente no acompañaron el trabajo de la tutoría, a pesar de que existe una tradición docente crítica del acompañamiento amoroso de les estudiantes en el camino de la Universidad. La gran mayoría lo hizo y al cierre de este año todes les docentes de la carrera, en algún momento, recurrieron a la tutoría para dialogar sobre les estudiantes, solicitando ayuda para cargar algún contenido, alguna especificación técnica sobre el uso del campus bimodal o información sobre fechas, modificaciones del calendario, entre otras consultas.

La tutoría llevada a cabo apuesta por un vínculo cálido y gentil que mitigue los efectos del virulento ingreso al mundo universitario en tiempo de pandemia. Apenas han transcurrido los primeros meses de un ordenamiento nuevo y quizá sorprendente.

Las memorias, hasta aquí, nos han permitido reflexionar sobre esta experiencia que sienta las bases de una nueva época en la cual la comunicación y nuestra carrera tienen mucho para decir, y hacer.

Licenciatura en Comunicación Social. Departamento de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de Quilmes (UNQ)

Leonardo Murolo: nlmurolo@unq.edu.ar

Director de la Licenciatura en Comunicación Social, UNQ

https://orcid.org/0000-0002-0987-5853

Memoria colectiva de las carreras de comunicación en pandemia

La Universidad Nacional de Quilmes nació en 1989 y con ella nuestra Licenciatura en Comunicación Social, ubicada en el Departamento de Ciencias Sociales. La carrera fue creciendo al punto de incorporar en los últimos años un ciclo de complementación curricular para quienes cuenten con una carrera terciaria afín. Los docentes de la carrera dirigen proyectos de investigación y de extensión universitaria, que con el tiempo devinieron en programas, multiplicándose en cantidad y en áreas de incumbencia dentro del campo comunicacional. La investigación y la extensión se curricularizan cuando los estudiantes optan por realizar el trabajo final de la carrera en el marco de su participación en proyectos.

La universidad comenzó a dictar clases virtuales en 1999, posicionándose como una de las pioneras en el país. La mayoría de las materias de nuestra carrera son presenciales, aunque en los últimos años hemos experimentado la bimodalidad de algunos cursos. Por lo que contamos con docentes con estas experiencias en su haber.

A partir del Aislamiento Social Preventivo Obligatorio decretado por el Gobierno Nacional se vivió una situación inédita en la vida contemporánea que limitó actividades laborales, académicas y de ocio. La repentina disposición del aislamiento nos impuso virtualizar la totalidad de las cursadas que estaban por comenzar. El trabajo de diferentes dependencias se vio intensificado. Esta urgencia en llevar a modalidad virtual los cursos presenciales fue un desafío para el personal docente y administrativo. Desde allí la universidad y por lo tanto la Licenciatura en Comunicación Social adoptaron el campus virtual para carreras presenciales, se crearon los cursos, usuarios y contraseñas y capacitaciones para docentes, estudiantes y becaries. Esas semanas de reprogramación de cursos y formas de dictado repercutieron en muchos casos en la propuesta pedagógica, que en todo momento intentó contemplar los mismos contenidos.

Algunos números: durante el primer cuatrimestre de 2020 el Rectorado solicitó la realización de una encuesta que relevó algunos aspectos sobre la situación, percepción y expectativas de nuestros de la modalidad presencial en relación a las cursadas virtuales15. La encuesta se realizó vía correo electrónico entre el 18 de mayo y el 1 de junio de 2020 y arrojó como datos que se inscribieron más de 15 mil estudiantes en más de 40 mil materias, manteniendo los números habituales, incluso en algunos casos con un alta en la cantidad de inscripciones16.

Asistimos a una coyuntura que quedará en la memoria también porque las tecnologías también fueron un recurso explorado y apropiado por parte del terreno educativo para la continuidad pedagógica. Allí Zoom, Jitsi, Google Meet y Classroom, además de las palabras “clase virtual” y “campus” comenzaron a dejar de formar parte de algunas prácticas educativas para oficiar de escenario en la práctica educativa. Los profesores propusieron a los estudiantes tener clases sincrónicas mediante videollamadas masivas. Este contexto permitió volver a pensar la educación ligada a las tecnologías, más allá de que las universidades mantienen hace años una actividad alrededor de carreras y cursos virtuales. Dimensión que también demostró la actualización de los docentes y la fortaleza de una profesión que asume un rol social que esta vez le solicitaba que los estudiantes no perdieran meses de estudio. Por su parte, los estudiantes también pusieron lo suyo y se bancaron en algunos casos clases repletas de textos y con pocas explicaciones, como otras que buscaron hacer una transposición mimética de la presencialidad17.

Además de la actividad académica, nuestra carrera tenía prevista la organización de unas jornadas nacionales, un encuentro de cátedras nacional y diversos paneles y mesas de debate, los cuales en primera instancia se pospusieron y reprogramaron para luego comenzar a organizarlos de manera virtual. En ese sentido, por ejemplo, el Encuentro de Cátedras de Lenguajes de REDCOM convocó la inédita cantidad de 110 inscriptes. Los encuentros de cátedras se realizan todos los años y congregan, generalmente, a docentes de universidades cercanas a la sede organizadora. La dinámica virtual demostró una necesidad de contactarnos entre colegas para compartir las experiencias novedosas y urgentes de la actividad docente en la coyuntura. Por otra parte, la tradicional semana del periodista que acostumbramos a celebrar con invitades en el marco de las materias que trabajan el periodismo escrito, televisivo, radial y web, también migró hacia plataformas digitales. Esta vez propusimos realizar entrevistas en vivo por Instagram entendiendo que nuestres estudiantes siguen y consultan mediante esta plataforma más que en otras. Desde allí, tratamos este año la comunicación política, el periodismo televisivo, el científico y el de espectáculos. Temáticas que actualizaron sus debates al calor de la pandemia y el aislamiento social. La pantalla de Instagram tuvo enorme repercusión, al tiempo que nuestres docentes con mirada a cámara eran seguides por les estudiantes. Mientras entrevistaban a referentes del campo, se ensayaban nuevas narrativas para la actividad académica de nuestra carrera, como el vivo en la web, la estética selfie, la pantalla vertical y la retroalimentación mediada en esa aula novedosa.

A distancia también continuamos con nuestra producción de contenidos. Las diferentes materias que trabajan con lenguajes propusieron sus trabajos prácticos previstos atendiendo a la particularidad de las clases virtuales y la imposibilidad de trabajar en grupo en la presencialidad. Entre las tradicionales publicaciones de la carrera se encuentra la Revista Fronteras, que involucra una decena de materias de escritura, investigación periodística y fotografía. Producida íntegramente por estudiantes y graduades y coordinada por les docentes del área gráfica, vio salir su número 11 en mayo de 2020, por primera vez en versión digital, esperando la posibilidad de poder imprimir los ejemplares. Asimismo, se planea la publicación del número 12 hacia fin de año como estaba estipulado. Tanto la revista Aula 67, que realiza el Taller de Prácticas y Lenguajes en Comunicación de la Diplomatura en Ciencias Sociales, como el periódico La Fuente, que surge del Seminario y Taller de Prensa Escrita, también contaron con nuevos números que tematizaron la coyuntura y fueron propuestas de reflexión académica y de divulgación del contexto. Por otra parte, la producción audiovisual y radial continuó en la distancia adaptando las posibilidades tecnológicas, como también incorporando las videollamadas dentro de sus estéticas. El Seminario y Taller de Producción Audiovisual, donde asiduamente se producen puestas en vivo en el aula estudio de la UNQ, ensayó y trabajó los tradicionales formatos y dinámicas de puestas grupales a la distancia editando las intervenciones de les estudiantes. En el mismo orden el programa radial Con Cierto sentido, que realiza el área de radio de la carrera, continuó produciendo contenidos para emitir al aire.

La Universidad Nacional de Quilmes, en el marco de sus funciones sustantivas, como toda universidad pública, desarrolla actividades con la comunidad donde se encuentra. Este compromiso llevó a que durante la pandemia las autoridades decidieran que se dispusieran sus instalaciones para alojar un centro de aislamiento de personas con covid-19. En ese sentido, las aulas y pasillos se transformaron en espacios de alojamiento durante meses, una continuidad en su rol social en una universidad del pueblo que espera volver a alojar clases y que esta coyuntura forme parte de la historia.

Licenciatura en Comunicación Social. Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Sociales, IAPCS Universidad Nacional de Villa María (UNVM)

Carla Avendaño Manelli: cavendano_manel@yahoo.com.ar

Secretaria de Investigación y Extensión IAPCS – UNVM

https://orcid.org/0000-0002-1017-8510

Malvina Rodríguez: malvirodriguez@gmail.com

Secretaria de Comunicación Institucional UNVM

https://orcid.org/0000-0003-4165-4847

Aprendizajes

Las carreras de comunicación del Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Sociales (IAPCS) de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), comenzaron el ciclo lectivo 2020 como todos los años, con las mesas de examen de Febrero y la participación del Encuentro de Decanxs, Directores y Coordinadores de Carreras de REDCOM, este año realizado en la Universidad Nacional de Avellaneda. La primera semana de marzo comenzaron las clases de segundo a quinto año. Primer año siempre inicia a finales de marzo debido al cursillo de ingreso.

La “normalidad” comenzó a alterarse cuando el 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró el brote del nuevo coronavirus como una pandemia, luego de que el número de personas infectadas por COVID-19 a nivel global llegara a 118.554, y el número de muertes a 4.281, afectando hasta ese momento a 110 países. En Argentina, el Decreto N° 260 del 12 de marzo de 2020 (y su modificatorio N° 287 del 17 de marzo) declaró la emergencia pública en materia sanitaria establecida por Ley N° 27.541, por el plazo de UN (1) año en virtud de la pandemia declarada. En su ARTÍCULO 7°, se decide el AISLAMIENTO OBLIGATORIO. ACCIONES PREVENTIVAS, durante 14 días. La necesidad de prolongar esta medida se planteó en los decretos N° 297 del 19 de marzo y 325 del 31 de marzo de 2020, que lo prorroga hasta el día 26 de abril, y sucesivamente.

Como respuesta inmediata a las medidas tomadas por el gobierno Nacional, las Universidades Públicas, dieron pronta respuesta. La Resolución Rectoral Nº 060/2020 determinó: “la suspensión de todas las actividades académicas, cualquiera sea su modalidad, en la Universidad Nacional de Villa María, hasta el día 31 de marzo de 2020”. A partir de esta decisión inicial, la UNVM tuvo una rápida capacidad de adaptación, generando acciones y una normativa que fue adecuando los principales procesos universitarios a la compleja crisis. Disposiciones de Secretaria Académica y del Instituto de Investigación, 03/2020 y 04/2020 que readecuan plazos y modalidades para la presentación de proyectos, son algunos ejemplos. Durante la segunda quincena del mes de marzo, las autoridades decanales y académicas trabajaron para asegurar que el estudiantado no se viera afectado en demasía con la crisis y se aunaron los esfuerzos de todas las áreas de la UNVM para poner en funcionamiento la Plataforma Moodle, el campus Virtual y la implementación total de las aulas virtuales para todas las carreras de grado y pre grado.

Esto implicó un arduo trabajo que se fue construyendo de manera colaborativa, desde la prueba y el error, con adhesiones y compromisos, y por supuesto con resistencias. El objetivo inicial era dar inicio al ciclo académico a través del acompañamiento virtual el 1 de abril. Sin embargo, esto no fue posible sino hasta el 6. Pese a los esfuerzos de equipos docentes y de estudiantes por adecuar sus procesos, de enseñanza y de aprendizaje, de las áreas académicas, técnicas, de comunicación y demás, el 4 de abril se presentó la resolución Rectoral N° 097/2020 que determina el estado de excepcionalidad pedagógica en el ámbito de la Universidad Nacional de Villa María y que autoriza, en consecuencia, la adecuación de las actividades de enseñanza-aprendizaje a través del uso de tecnologías y determina que se realice un registro de excepcionalidades para aquellos/as estudiantes y/o docentes que no puedan aplicar estas herramientas para la continuidad de las actividades académicas. En este escenario, terminó el primer semestre, con la toma de exámenes para estudiantes regulares y se inició el segundo semestre lectivo, con una demora de una semana debido a la toma de exámenes libres.

Las carreras de comunicación, desde el primer semestre abrieron todos sus espacios curriculares a través de la Plataforma Moodle (42 Espacios Curriculares que contempla el plan de estudio), permitiendo integrar en varias oportunidades a estudiantes de las comisiones Villa María y San Francisco y de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, tramo de complementación curricular. Este resultado se logró gracias a una política de la Universidad en general y del IAPCS, en particular. Especial importancia asumió el Centro de Innovación Académica, dispositivo recientemente creado y que catalizó los procesos de virtualización de la enseñanza, a la vez que capacitó y contuvo a docentes, estudiantes y nodocentes. Se dieron respuestas puntuales y se implementaron soluciones que, se evalúa, puedan dejar huellas en la gestión y en los procesos de enseñanza que fueron derribando las barreras tradicionales entre los pilares: docencia, investigación y extensión.

En relación a estudiantes de primer año, la deserción fue menor a otros años, pese a que los equipos docentes no tuvieron contacto presencial. Las prácticas profesionales, correspondientes a tercer año, se realizaron mayoritariamente de manera virtual, complementando con capacitaciones técnico-operativas dictadas desde la Secretaría de Comunicación Institucional de la universidad, el Área de Comunicación del Instituto de Ciencias Sociales y el Espacio Audiovisual Sociales (EAS). La posibilidad de finalizar la formación de grado fue asegurada a través del dictado virtual y regularización del Taller de Apoyo para la elaboración del Trabajo Final de Grado (TFG), la presentación y defensa de TFGs, la realización de un acto de colación virtual, y la entrega de diplomas y títulos a partir de habilitar las instalaciones respetando los estrictos protocolos vigentes.

En el marco de la actividad de extensión / vinculación, se destaca la realización del Segundo Congreso Latinoamericano de Comunicación de la UNVM, titulado: “Nuevos escenarios entre Emergencias y Conflictos”, previsto originalmente para los días 27 y 28 de mayo de 2020, reprogramado para 14 y 15 de octubre de 2020, en modalidad virtual. A la programación inicial se añadieron el Encuentro de Cátedras de Comunicación Digital de la RedCom y la reunión de la Red de áreas de comunicación Institucional y prensa de las Universidades argentinas nucleadas en el Consejo Interuniversitario Nacional (RedIAP-CIN), los días 13 y 16 respectivamente.

Asimismo, ante el llamado a las redes universitarias vinculadas a la comunicación realizado por el Ministerio de Salud de la Nación, desde las carreras de la UNVM se trabajó en coordinación con la Secretaría de Comunicación Institucional y la RedIAP, para la producción de spots animados de contenidos preventivos del Covid-19, difundidos en plataformas web, redes sociales y en la Televisión Pública.

Desde las carreras de comunicación se lograron realizar múltiples y variadas actividades de manera virtual, entre las que se destacan:

Por último, la producción de conocimiento académico presentó un escenario particular. Por una parte, se retardaron procesos de evaluación y rendición de proyectos de investigación subsidiados por la Universidad. Durante los primeros días de abril, y en el marco del Programa de Fortalecimiento de las Ciencias Sociales, se abrió la Convocatoria para conformación del equipo de investigación: “Procesos de aprendizaje institucional en situación de crisis. Caso: UNVM ante la Pandemia por el COVID – 19”.

Ante la convocatoria del CODESOC para proyectos PISAC-COVID-19, desde el IAPCS se presentaron 13 propuestas, destacándose: “La comunicación pública de los entes estatales durante y para la (post) pandemia. Abordaje en producción y recepción en diferentes regiones y jurisdicciones desde diversos niveles, actores y sentidos” (00103), que logró conformar una red de 153 investigadoras e investigadores pertenecientes a 14 nodos / carreras pertenecientes a la RedCom. Si bien la propuesta no quedó seleccionada para financiamiento, la conformación del proyecto y del equipo interuniversitario sentó las bases y fundamentos para convocatorias de otras organizaciones que financian proyectos académicos y científicos.

En consecuencia, la situación de aislamiento y distanciamiento preventivo, que llevó al desarrollo de las carreras de comunicación en modalidad virtual y de excepcionalidad pedagógica, resultó un desafío significativo para la disciplina y el campo de estudio, colocando a la comunicación institucional, política, de riesgo y crisis en el centro de la escena. Las carreras de la UNVM estuvieron a la altura, contribuyendo a la formación de docentes, investigadoras/es y estudiantes en las competencias para la producción del conocimiento en los entornos digitales que se convirtieron en las plataformas principales de construcción de discursos científicos y periodísticos.

Facultad de Periodismo y Comunicación Social Universidad Nacional de La Plata (FPyCS UNLP)

Andrea Varela: varelaandrea@yahoo.com.ar

Decana

https://orcid.org/0000-0003-2505-6652

Pablo Bilyk: pablobilyk@gmail.com

Vicedecano

https://orcid.org/0000-0002-1105-2944

Memoria en tiempos de pandemia y solidaridad.

Comenzamos el 2020 con las expectativas que se abrió la llegada de un gobierno que nuevamente convocaba a las Universidades a fortalecer la educación pública y la soberanía científica. Por este motivo, como parte del Comité ejecutivo del Consejo de Decanxs de Ciencias Sociales (CODESOC), en febrero mantuvimos reuniones con el Ministerio de Educación de la Nación y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación donde comenzaron a perfilarse agendas de trabajo como el caso del PISAC 2.

También el año inició con el curso de ingreso en el que alrededor de mil estudiantes comenzaron su camino en las 6 carreras de grado de nuestra unidad académica18. Cuando la Facultad se preparaba para el cierre de esa bienvenida, con las tradicionales exposiciones y festejos de cierre del curso de ingreso, se hicieron presentes las primeras alarmas. Cambió la metodología de la expo ingreso y el centro de estudiantes debió suspender la fiesta del ingresante. Así comenzábamos a transitar esta situación, con la incertidumbre y preocupación que a todxs nos invadió

Este ejercicio de memoria de la pandemia nos ratifica lo inimaginable de todo lo que debimos afrontar y crear en los meses que siguieron. Trataremos de sistematizar algo de todo lo vivido. Una reconstrucción que parte desde el eterno agradecimiento a lxs docentes, estudiantes, graduadxs, nodocentes y trabajadores de la Facultad, que desde su solidaridad y comprensión del momento excepcional que nos tocó afrontar, respondieron con creatividad y compromiso para garantizar el derecho a la educación pública.

Continuidad pedagógica de grado y posgrado

El primer desafío que afrontamos fue el de comenzar las clase en sólo 15 días. Se llevó a cabo la virtualización de más de 450 asignaturas (de grado y posgrado), donde se registraron 3.600 inscripciones en las cursadas en cada cuatrimestre del ciclo lectivo 2020

Al mismo tiempo que se asimilaba el impacto de la situación global y local, se puso en marcha la Facultad con el calendario previsto. Era necesario resolver rápidamente las herramientas virtuales, para ello acudimos a un esquema mixto que incluyó la profundización del sistema de Aulas Web UNLP y la creación de nuevos espacios. Para ello fue fundamental el trabajo de la Dirección de Educación a Distancia que hace 13 años trabaja en estrategias pedagógicas de virtualización, experiencia acumulada que fue pilar fundamental para la virtualización de las cursadas en años superiores y posgrado.

Teníamos el desafío que afrontó todo el sistema educativo: brindar respuestas rápidas ante una realidad de desigualdad en el acceso a los dispositivos y la conectividad. Ante esta situación se profundizó la herramienta de webs de cátedra que desde el año 2008 desarrolla la Secretaría de Producción y Vinculación Tecnológica (SEPVIT). Se crearon 172 sitios web que funcionan como los sitios oficiales de las cátedras, a partir de los cuales se articulan con múltiples plataformas (Zoom, Meet, Webex, entre otras).

Sobre esta misma marcha se relevó la situación de nuestros estudiantes, a través de la escucha atenta de lxs docentes y representantes estudiantiles. Además se realizó una encuesta a todxs lxs estudiantes para evaluar la experiencia estudiantil de la cursada en emergencia con más de 1700 respuestas. A partir de estos relevamientos, se distribuyeron computadoras reacondicionadas por la Facultad y la Universidad. También se acudió a la creación de cuadernillos de estudio para lxs estudiantes sin conectividad. En estos meses vertiginosos se apostó por continuar con la apertura de inscripciones en 2020 durante el receso invernal con 89 inscriptx y 103 cursantes.

Del mismo modo, se trabajó en virtualizar las estrategias de finalización de carrera para lo cual se implementaron las instancias de consulta y mesas de finales virtuales. Se concretó el dictado de la cursada de invierno con 37 materias y más de mil inscriptxs. Del mismo modo, se contabilizan 205 egresades de grado y 50 graduadxs de posgrado en modalidad virtual.

Perio en casa

Así denominamos la estrategia interclaustro que se desarrolló para confluir la liberación de contenidos, las producciones que se generaron durante la pandemia y las actividades diversas que se organizaron como espacios de encuentro virtual para reflexionar sobre las agendas que se abrieron y los múltiples campos desde los que la Facultad problematiza e interviene.

Producciones

#Convocatoria “Sumate a sumar. La fuerza del cuidado y la solidaridad. Estrategias de comunicación en el marco del COVID-19” en articulación con el Ministerio de Salud de la Nación, la Red de Carreras de Comunicación y Periodismo (REDCOM) y el Consejo de Decanos y Decanas de Ciencias Sociales (CODESOC),

# Experiencia Walsh. Ciclo audiovisual interclaustro de lecturas de la obra de Rodolfo Walsh19

# ¿Qué está pasando? Ciclo audiovisual de 33 testimonios sobre diferentes problemáticas durante la pandemia (salud, educación, psicología, género, personas mayores, infancias, nuevas tecnologías, sociedad, economía popular, entre otros)20

Actividades

Aporte a la política sanitaria y territorial de la Provincia de Buenos Aires

En simultáneo, se trabajó con el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires para poner en funcionamiento un centro de Telemedicina que actualmente funciona en la Facultad. El CETEC se puso en marcha el 19 de junio con la función de establecer un diálogo con casos positivos y contactos estrechos para llevar a cabo un seguimiento particular. El centro funciona de lunes a sábado en las instalaciones del edificio Néstor Kirchner, con 120 voluntarixs qu realizan alrededor de 500 llamadas diarias en busca de detectar casos sospechosos y contactos estrechos.

A través del ciclo de conversaciones “La época en nosotrxs. Nosotrxs en la época”, a cargo del psicoanalista Jorge Alemán, se recaudaron más de 3 millones de pesos que fueron distribuidos por el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires en 212 comedores de 39 municipios. Los fondos fueron destinados a la compra de alimentos para comedores comunitarios de la Provincia. El ciclo fue organizado conjuntamente por la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP y Territorios Clínicos de la Memoria (TeCMe).

Al mismo tiempo, a través de la secretaría de extensión, la Facultad participó de los comités de crisis de los diferentes barrios de la ciudad articulando voluntades para paliar la situación sanitaria. En ese sentido, formamos parte del relevamiento organizado desde el Consejo de Decanxs de Ciencias Sociales (CODESOC), en el marco del programa PISAC, para dar cuenta del impacto de la pandemia en los territorios en la primera etapa del ASPO.

Como mencionamos al comienzo, pensar retrospectivamente este 2020 tan inusual, nos llama a valorar el sistema universitario que cotidianamente construimos y defendemos. Con la certeza de que sólo es posible construir justicia social con más educación pública y compromiso solidario.

Notas

1 INDEC. Informe Ciencia y Tecnología, volumen 4, número 1: “Acceso y uso de tecnologías de la información y la comunicación”. EPH. Cuarto trimestre de 2019. Disponible en: https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/mautic_05_20A36AF16B31.pdf
2 Las publicaciones de la Carrera están disponibles en los siguientes sitios: revista Avatares de la Comunicación y la Cultura (https://publicaciones.sociales.uba.ar/index.php/avatares/index); revista Zigurat (https://revistazigurat.com.ar/); ANCCOM (http://anccom.sociales.uba.ar/).
3 En Comunicación Social, Periodismo y Producción de Radio y Televisión. Los títulos de pre-grado son Locutor Nacional y Periodista Universitario.
4 Se dispuso: “ADOPTAR en todas las Unidades Académicas procesos de enseñanza no presencial para los niveles primario, secundario, universitario y de posgrado, para lo cual, docentes y personal de apoyo de cada Unidad, deberán realizar la adecuación de materiales y contenidos para la aplicación de esa modalidad” (Art. 5º, Res. Rect. 388/20).
5 Resoluciones Rec. Nº 389/20, 398/20, 401/20, entre otras.
6 Resolución CS 39/20.
7 Partiendo de la ordenanza 39 de consejo superior, el consejo directivo de la Facultad elaboró y aprobó, en su sesión del 6 de mayo de 2020, la resolución Nª 17/20.
8 En aplicaciones como Power Point, Prezi, Word o Google Drive.
9 Google Classroom, Moodle y Blogger, entre otras.
10 Google Meet, Jitsi Meet, Zoom y Google Hangouts fueron las más utilizadas al momento de desarrollar las teorías. En las clases prácticas por su parte, se elaboraron audio-guías o foros de discusión, según el caso.
11 Mayormente se utilizó el correo electrónico, aunque también la vía del WhatsApp, los grupos en Facebook y las herramientas tecnológicas de comunicación provistas por cada plataforma.
12 Más allá de las estrategias empleadas, algunos/as docentes consideran al proceso “dispar” puesto que es difícil mantener y acompañar de forma personalizada a los/las estudiantes y sienten que el esfuerzo que hacen no parece a veces tener correlato con los logros.
13 A nivel de equipos y softwares generales y específicos, en este último referido a las carreras orientadas a la producción de material audiovisual y radial.
14 Desde la UNSL y a través de la Dirección General de Tecnologías de la Información (DGTI) se proveyó acceso e instructivos a herramientas tecnológicas para la gestión de los contenidos online (Google Classroom) y la transmisión en vivo y en directo mediante videoconferencia (Google Meet). Esta información fue ampliada por algunos/as docentes, que en algunos casos además demandaron capacitaciones más profundas
16 La Universidad en Tiempos del COVID-19 - Análisis de Actas e Inscripciones. Disponible en:

https://gestioninformacion.unq.edu.ar/transparencia/index.php?seccion=subseccion&id_=48&apertura=open&idseccion=126

17 “La comunicación en el aislamiento. En Question, Vol. 1, Jun. 2020. Disponible en: https://perio.unlp.edu.ar/ojs/index.php/question/article/view/6084
18 Licenciatura en Comunicación Social, Profesorado en Comunicación Social, Tecnicatura Superior Universitaria en Periodismo Deportivo, Tecnicatura Superior Universitaria en Comunicación Popular, Tecnicatura Superior Universitaria en Comunicación Digital, Tecnicatura Superior Universitaria en Comunicación Pública y Política.
19 Lista de reproducción “Experiencia Walsh” https://www.youtube.com/playlist?list=PLwdjzT5sqLzDgEEq4g-xEExGBDrOQBYov
20 Lista de reproducción “¿Qué está pasando?” https://www.youtube.com/playlist?list=PLwdjzT5sqLzD2wpDLUEZftIvqnKJfqOsh
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