Con tus exigencias, a otro lado

El martes 31 de julio se viralizó, mediante una foto en Facebook y otras redes sociales, la campaña publicitaria que preparó y decidió lanzar la cadena de supermercados Carrefour para el próximo día de la niñez, el 19 de agosto. En las imágenes de la publicidad se veía a un niño jugando con un auto de carreras y, sobre él, decía: “Con “C” de Campeón”. Al lado, una niña posaba detrás de una cocina pintada de rosa y se leía: “Con “C” de Cocinera”. Los repudios no tardaron en llegar y la cuenta oficial de Twitter de la empresa pidió disculpas alegando que había sido un “error”.
Pedimos disculpas por la campaña que está en algunas de nuestras sucursales. La misma ha sido un error y de ninguna manera representa lo que nuestra empresa piensa y hace en materia de diversidad. Ya estamos retirando las imágenes de nuestras tiendas.
— Carrefour Argentina (@carrefourarg) July 31, 2018
Es extraño pensar que la elaboración de una campaña publicitaria tan sexista haya sido un error. La realidad es que las personas que trabajan en el sector de Marketing de Carrefour demostraron pertenecer a ese sector de la sociedad que todavía se resiste a los cambios y que sigue pensando que las mujeres debemos quedarnos en el hogar y en la cocina.
Yendo no muy profundo en el análisis de la publicidad, se desprende una línea importante: el varón, desde chico, es el que se desenvuelve en el ámbito de lo público, sale campeón, triunfa, compite y demuestra sus capacidades y habilidades. En cambio, nosotras, nos quedamos en el ámbito de lo privado realizando tareas domésticas que, además, consumen varias horas del día y no se nos remunera ni un peso por ellas.
La publicidad de Carrefour de este año podría ser tranquilamente de la década del 50. Sin embargo, se olvidaron que las mujeres no somos las mismas que hace 60 años. Es momento de exigirles a los grandes medios de comunicación y las empresas que deben aggiornarse y aceptar los cambios que se están dando.
Las mujeres no toleramos que nos sigan imponiendo que nuestro único destino sea la cocina, la maternidad o el encerado de los pisos; los varones también cocinan, son padres y limpian el baño.
Es importante mencionar que el feminismo llegó para quedarse y para decirles a aquellas mujeres que si quieren cocinar, ser madres y encerar los pisos, son libres para hacerlo. Ser feminista no se trata de juzgar, sino de aceptar que otra mujer haga lo que quizás una no haría nunca. El feminismo caló en nuestras vidas para abrirnos los ojos y para hacernos más resistentes que nunca.