El señor de las anillas
Cuando recién aprendía a caminar, sus papás lo llevaban al club de la ciudad santafesina de San Jorge donde entrenaban gimnasia artística. Federico Molinari se dejó atrapar por una pasión que es parte del ADN familiar y a los doce años supo que debía dedicarse de lleno al deporte. En el 2002, se instaló en Buenos Aires y el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD) se convirtió en su segunda casa.
Por Mariana Hidalgo, Camila Haller, Macarena Mazzola y Karen Alustiza
El gimnasta argentino, que a los 24 años cumplió el sueño de participar en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, competirá en la Copa Mundial de Medellín en los próximos días. Molinari es protagonista y referente de la gimnasia artística nacional. Alcanzar ese lugar le costó 12 años de preparación intensa en el CeNARD, donde pudo explotar su talento y potencial. La del santafesino es una historia de esfuerzo y dedicación.
¿Cómo y cuándo comenzaste a practicar gimnasia?
Mi familia toda la vida estuvo ligada a la gimnasia. Mi papá fue gimnasta. Estuvo en la Selección Nacional y hoy, al igual que mi mamá, es entrenador en el club San Jorge. Estuve todos los días de mi niñez adentro de un gimnasio. A los cuatro años empecé a prepararme y a partir de los nueve a competir. A los 12 años ingresé en la Selección Nacional Infantil y luego en la Juvenil. Cuando vine a Buenos Aires, ingresé en la Selección de Mayores. En ese momento hacía catorce años que estaba entrenando. Mi papá me entrenó hasta que vine a Buenos Aires. En el 1997 competí por primera vez en un campeonato internacional y ahí me di cuenta que podía dedicarme a esto en serio.
¿Cuándo llegaste al CeNARD?
Entreno en el CeNARD desde el año 2002. Me vine a Buenos Aires cuando terminé la escuela secundaria. Había salido campeón nacional en la categoría juvenil y la Secretaría de Deportes me dio una beca de alojamiento en el CeNARD. Viví durante cinco años acá y después alquilé un departamento. Hoy la alimentación me la siguen brindando en este lugar.
¿Te acostumbraste a la vida en Buenos Aires?
El CeNARD fue como mi lugar de residencia. Ahora no viajo mucho a Santa Fe como antes. Tengo mi familia viviendo allá, voy a visitarla cada tanto pero estoy instalado en Buenos Aires. Mis cosas están acá. Al principio me costó, sobre todo el primer y el segundo año, pero después me acostumbré a la vida en la ciudad.
¿Es exigente el entrenamiento de los gimnastas?
La gimnasia necesita de mucho trabajo y de muchos años de preparación. Hay que ser muy constante y ponerle muchas ganas. A los 24 años logré estar en un juego olímpico, pero me costó muchísimo.
¿Cómo es tu día de entrenamiento?
Me levanto generalmente a las 8 de la mañana para desayunar. Entreno de lunes a sábados, tres o cuatro horas por día. En algunos momentos entreno más, en otros momentos menos, depende de la época del año. En tiempos de competencia se hace lo justo y necesario para llegar con la puesta a punto. En una época de pretemporada se entrena con mayor intensidad y algunas horas más.
¿Realizás una preparación física aparte?
Depende mucho de la época del año. En pretemporada se entrena más la parte física. En la época de competencia se entrena más lo técnico y la preparación física pasa a un segundo lugar. Generalmente, hago una entrada en calor, ejercito la flexibilidad y, después, hago ejercicios técnicos en cada una de las especialidades. Entreno todo adentro del gimnasio, mucho fortalecimiento de hombros con gomas y bandas elásticas porque es la articulación que más se daña.
¿Cuántas especialidades incluye la gimnasia?
La rama masculina de la gimnasia tiene varios aparatos, se trata de hacer mortales con giros, para adelante y para atrás; caballetes con arzones, que es un aparato donde todo el tiempo estás sobre las manos y se trabaja mucho el equilibrio; las anillas que son para fuerza de brazos. Salto también requiere de un muy buen trabajo de piernas y de mucha potencia; las paralelas son un aparato básicamente de impulsos; y en la barra se hacen molinos, el cuerpo pasa por encima de la barra y se vuelve a tomar.
¿Por qué te especializaste en anillas?
Compito en distintas disciplinas, pero mi especialidad son las anillas. Cuando uno va creciendo, tu cuerpo te da respuestas y guiando un camino. Siempre tuve mucha fuerza y eso fue lo que hizo que me dedicara a las anillas. Tenía las condiciones para eso y sacaba los mejores puntajes en esa especialidad. Algunos son muy fuertes de pierna y se dedican a suelo o a salto.
¿Cómo ves el funcionamiento del CeNARD?
El gimnasio del CeNARD es realmente increíble. Todos estamos muy conformes porque tenemos el material que necesitamos para entrenar. Lo que falta es que haya más lugares así para que no tengan que venir los deportistas a entrenar a Buenos Aires. La realidad es que este lugar es único pero necesitaríamos que haya varios espacios más como este para que en las provincias se puedan desarrollar los deportistas. El Enard está haciendo un gran trabajo y se están proyectando nuevos centros de entrenamiento en otras ciudades.
¿Cuáles son tus próximas competencias?
La Copa del Mundo en Medellín es la última competencia. Después ya termino mi año. Me tomaré dos semanas de vacaciones y arranco la pretemporada para el año que viene apuntarle de lleno a los Juegos Panamericanos de Toronto, al Campeonato Mundial y a tratar de clasificar para los Juegos Olímpicos.