“La verdad se milita”
Gustavo Adolfo Docters es familiar del nieto recuperado número 84, apropiado por el Gendarme Jefe de Inteligencia del campo de concentración de Campo de Mayo donde fueron asesinados sus padres.
Por Matías Ravara
Es la forma que él eligió para procesar su historia, resolvió sencillo ante el cómo es ser familiar de desaparecido. De a pasitos fue problematizando. Debió haber sido la manera que menos le dolía entender que no es algo que le pasó a él sino que fue parte de un proyecto. Colectivizar la lucha y mientras eso sucede, aportar y dejar una huella en la sociedad. La clave que lo relaja y lo empuja, acaso compartida por tantos otros, tiene que ver con el poder ser constructivo en el epicentro del plan destructivo que comenzó hace 38 años.
«La verdad se milita» flameaba en la remera de Rodolfo Walsh que vestía con orgullo un joven militante rebelde, agitador y revolucionario. Con 22 años, lleva nueve de militancia constante en políticas de Derechos Humanos, que lo acompaña cada día cuando se levanta por cumplir el sueño de lograr «Memoria, Verdad y Justicia».
El 24 de marzo de 1976 comenzó la dictadura cívico-militar más sangrienta de la historia argentina, en la que desaparecieron 30.000 personas y en la que hubo un plan sistemático de robo de bebes. Esa etapa marcó a fuego a la familia de Gustavo Docters, y en la que él hizo piel y hoy es una razón para seguir luchando.
Dicen que las Abuelas de Plaza de Mayo tienen una mirada de amor ¿Cuáles son las tres o cuatro palabras con las que definirías a tu abuela?
Las primeras tres palabras que me salen de mi abuela son resistencia, ejemplo y lucha. Yo conocí dos abuelas, la que tenemos todos que te cocina, la que da consejos, la que te reta cuando te portas mal, la que te llama por teléfono para saber cómo estás. Y conocí una abuela que en su momento, cuando era madre no tenía una formación política y así salió a la calle a enfrentarse a una dictadura y a un sistema de represión que la perseguía.
Es ejemplo y resistencia porque pasó por momentos muy difíciles y complejos en los cuales no sé como reaccionaríamos nosotros, y en el que ella por el amor de madre hizo todo desde ese amor. Las Abuelas de Plaza de Mayo tienen ese lema, el amor, la resistencia y la lucha, siempre se movieron desde la no violencia en la búsqueda de familiares.
¿De dónde heredaste el amor por la militancia?
La herede de mis tíos, que fueron militantes durante la etapa militar y en la que fueron detenidos-desaparecidos. Liliana Cleria Fontana y Pedro Fabián Sandoval, tenían 21 años y militaban en el Frente Revolucionario 17 de Octubre, del partido de 3 de Febrero. Mi tío era responsable de planificación de la organización, mientras que mi tía hacía trabajo barrial en las villas miseria dando clases de apoyo, hacía las evaluaciones en cuestiones de salud, como así también en las construcciones de las casas.
¿En qué momento desaparecen tus tíos?
Cuando comienza la dictadura ellos empiezan a hacer trabajos encubiertos porque la organización empezó a ser perseguida y comenzaban a darse las primeras desapariciones de militantes.
La noche del 1 de julio de 1977, en la casa de mi abuela entraron las fuerzas armadas y se llevaron a mi tío, mientras que a mis abuelos, mi tía y mi mamá los encerraron en el baño. Antes que se vayan, uno de los militares intenta manosear y llevarse a mi mamá que tenía 17 años. Ahí mi tía, estando embarazada de 2 meses, para al militar y le dice: «no le haga nada, yo les voy a servir mucho mas, ella no sabe nada de política», a lo que el militar respondió: «¿vos quién sos?», » yo soy Liliana Cleria Fontana». Esas fueron una de las últimas palabras que se escucharon de mi tía.
¿Y dónde están ellos ahora?
Según testimonios mi tío fue lanzado en uno de los vuelos de la muerte, por lo que va a ser muy difícil poder encontrar sus restos, mientras que a mi tía aún la seguimos buscando.
¿Tú mama y abuelos que hicieron luego de ese momento?
Los primeros días dejaban la puerta abierta con la esperanza de que vuelvan, daban vueltas manzanas en la madrugada. Con el correr de los meses empezaron a reunirse con otros familiares que se encontraban en esa situación, aún en dictadura. Mi mamá abandonó los estudios secundarios para volcarse de lleno a la militancia en los organismos de Derechos Humanos.
Los tres emprendieron la búsqueda de mi primo en diciembre de 1977, que era la fecha estimada del nacimiento. Lo encontramos en el año 2006; hoy él se llama Pedro Alejandro Sandoval Fontana y recuperó su identidad después de 29 años. En la actualidad mi abuela participa de las reuniones que se llevan a cabo en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo, y mi mamá sigue su lucha en participaciones de distintas índoles.
¿Cuáles son los recuerdos que tenes de tus primeros años de militancia?
Recuerdo estar mucho tiempo en los juicios, viví la reapertura de los juicios en 2003, que se hicieron masivos en 2006. Recuerdo todas las denuncias por parte de los militantes que habían sido negados por la sociedad durante muchos años.
En 2008 empecé la militancia en el Colegio Secundario Normal Nº 2 de La Plata, formándome desde un ideal de compromiso social, de ayudar al otro, de organizarse y luchar por una sociedad más igualitaria.
Y en esos primeros años, ¿qué significó Néstor Kirchner en la lucha por la recuperación de la identidad de tu primo?
Un personaje más que importante por ser el primer presidente, después de la crisis de 2001, que podía tomar la decisión de dejar de negar la historia, a los familiares de desaparecidos y empezar con los juicios a los responsables de crímenes de lesa humanidad. Desterró la teoría de Los Dos Demonios, empezó a reunirse con los organismos de Derechos Humanos, y puso como política de Estado a los Derechos Humanos. En ese momento comenzamos a ver que se podía tener esperanza en recuperarlo, algo estaba cambiando.
¿Y hoy qué significa?
Justicia, memoria e identidad. Si Néstor no hubiese tomado la decisión de empezar los juicios, de darle la importancia que merece, de darle pista a la recuperación de los nietos creo que no podríamos tener y seguir avanzando en la consolidación de la democracia.
¿Y qué son los Derechos Humanos para vos?
Por la cercanía de la última dictadura militar, se tildó que los Derechos Humanos son algo solamente de esa dictadura.
Creo que es una batalla muy difícil de dar para cambiar, pero que día a día se tiene que dar a conocer para poder lograr un debate serio en la sociedad de que los Derechos Humanos se encuentran en cada ámbito; es violación a los Derechos Humanos la violencia de género, la falta de una reforma educativa para que todos los pibes puedan estudiar, la trata de personas, el tráfico de bebes, los casos de gatillo fácil, la violencia institucional. Todas éstas discusiones que se están dando en la actualidad, y que la última dictadura tiene que servir para que todas las personas luchemos por tener acceso a nuestros derechos.
¿Cuándo recuperan a tu primo?
En el año 2006 es recuperado mi primo, Pedro Alejandro Sandoval Fontana, nieto numero 84.
¿Cómo fue su historia?
Aunque parezca increíble, fue apropiado por el Gendarme que era Jefe de Inteligencia del campo de concentración de Campo de Mayo. Su nombre era Víctor Enrique Rei. Mi primo fue inscripto como Alejandro NN, entrerriano. En principio le mostraron dos niños a su pareja y a él; una beba recién nacida y a mi primo con tres meses de vida, pero como a la pareja no le gustaban los recién nacidos se llevaron a Pedro.
¿Y qué sabés de su etapa de niño, sospechaba de su verdadera identidad?
Alejandro fue criado en la zona de Húrlingham. Nunca sospechó de sus orígenes. Cuando le mostraban fotos de cuando era bebé, sus apropiadores le decían que había sido un bebé grande.
Cuando Alejandro tenía 8 o 9 años conoció jugando en Campo de Mayo a dos niños que más tarde sabría que eran hijos de desaparecidos y apropiados por militares, que ahora han recuperado su identidad: Francisco Madariaga y Martín Amarilla. Más tarde mi primo me contaría que, a partir de todo lo que le paso, no cree en la casualidad sino en la causalidad. Con los años se convirtió en jugador de rugby, y estudió Tecnicatura en Sistemas.
Siempre odió al hermano de su apropiador, a quien durante muchos años supuso como tío biológico, un militar del Batallón 601, que estuvo en el campo de concentración La Perla, en el que estuvo desaparecido su padre. Por casualidad, el militar hermano de Rei estuvo designado en un centro militar justo frente al campo de concentración Club Atlético, donde estuvieron sus padres.
Al hablar con él me contaba que cuando fue creciendo más bronca le tenía a toda su familia, y que no sabía explicar bien porqué. Más tarde me dijo: “primo la sangre tira”.
¿Cómo fue el momento en que te enteraste que tu primo había aparecido?
En esa época él ya no vivía con sus apropiadores. Un mes después leyó en el diario el nombre de Rei y entendió que había una causa y que Rei estaba detenido en Campo de Mayo. Meses después, lo llamó desde su detención para avisarle que «se venía un allanamiento en 48 horas».
Debido a su educación, Alejandro quería negarse a la extracción de sangre (con la que se averiguaría su ADN). Pero luego accedió a realizarse la sustracción. El 14 de julio del 2006 el Banco Nacional de Datos Genéticos informó a la jueza federal de Capital Federal, que el análisis había dado positivo. La jueza informó a la CONADI (Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad) que estaban los resultados. El 7 de agosto de 2006, se reunieron con él para comunicarle que era hijo del matrimonio Sandoval-Fontana y que sus abuelos, tíos y primos lo buscábamos desde el momento en que la dictadura había hecho desaparecer a mis tíos.
Mis sensaciones fueron de inmensa alegría, pero también de angustia, dolor e impotencia, quizás una mezcla de todos los sentimientos que sentimos en el seno de mi familia todos estos años.
¿Cómo fue el reencuentro?
En el encuentro Alejandro comprendía más lo que pasaba, pero estaba preso de una gran confusión, porque los apropiadores lo habían impulsado a ver a esa familia. Le decían: “anda a conocerlos porque ellos no son tu familia”. Alejandro ha dicho que hasta el día de hoy no entiende ese argumento ilógico. Por en ese estado de confusión, de mentiras, le agarró un ataque de locura y pidió un nuevo examen genético en ese juicio en el que todavía no sabía si creer una u otra historia. Aquel resultado confirmó nuevamente los datos; fue ahí cuando pudo cerrar ese manto de dudas para saber si era o no, un manto de dudas que esta persona, su apropiador Víctor Rei, generó en todos nosotros.
Sinceramente jamás pensamos en poder recuperar a mi primo pero el impulso de esta línea de pensamiento generada desde el gobierno de Néstor en 2003, línea de pensamiento transformada en política pública, hizo que mi familia y tantas otras pudiera recuperar una parte de su historia, una pedacito de rompecabezas que nos faltaba, para así poder cerrar una etapa de dolor en todos nosotros.
Y por el lado de mi primo recuperar ese derecho tan importante como es el de tener una identidad, un pasado, una historia que poder contar sin sentirse sapo de otro pozo.