Teórico nº 5 – Fútbol africano

A partir del texto de Jean-Pierre Augustin, en esta clase vamos a desarrollar parte de la historia del fútbol en Africa.

El punto de partida de la clase hoy será el artículo “Elementos de geopolítica futbolística en Africa”, escrito por Jean-Pierre Augustin, que se puede leer o descargar EN ESTE LINK. Se publicó originalmente en una publicación especial del diario español La Vanguardia en 2006, por lo que ya tiene unos cuantos años. Sin embargo, nos sirve para ingresar a analizar el fútbol en el continente africano, algo que vamos a empezar a hacer a partir del siguiente video.

El video nos muestra la canción oficial del Mundial de Sudáfrica 2010, el primero que tuvo lugar en el continente. Y como con el que abrimos la clase pasada (con la canción de Italia 1990), vale la pena nuevamente hacer un repaso por las imágenes. Shakira canta que “esto es África”, aunque las imágenes no se reducen a eso. Al contrario, se muestran futbolistas europeos, americanos, asiáticos… Y también africanos, pero están lejos de ser los protagonistas principales.

Una clave nos la puede dar la versión original del tema, en el idioma inglés. Y allí el “esto es África” cambia por “This time for Africa”, la leyenda que aparece en las camisetas que lucen Dani Alves y Gerard Piqué. Y la frase es muy diferente: significa “esta vez para África”. Si veinte años antes Europa se mostraba como el centro del mundo, ahora el continente africano usaba este video para cantar que es parte de ese mundo. Y el fútbol le había permitido ubicarse en ese lugar.

“El deporte proporciona a África una tribuna internacional de la que se sirve sobre todo en los Mundiales de fútbol”, escribe Augustin en el texto. Y es fácil darle la razón, si pensamos en que nombres como los de Nigeria, Ghana o Camerún nos resultan bastantes más familiares que los de Burundi o Chad. Y una de las razones para que ello suceda es la participación de unos y las ausencias de los otros en las Copas del Mundo. Para entenderlo, vale la pena hacer el repaso.

La clasificación a los Mundiales se realiza desde 1934, ya que en 1930 jugaron todos los seleccionados que se anotaron para hacerlo (y no hubo ninguno de África). El primer equipo del continente fue Egipto (“Los Faraones”), que solo jugó un partido en el Mundial 1934, que tuvo 16 equipos. Perdió 4-2 en su debut ante Hungría y quedó eliminado. No hubo africanos en un Mundial hasta la década del 70, cuando el mundo ya había cambiado mucho.

Por un lado, se habían modificado de forma sensible los medios de comunicación. La televisión había entrado en escena para siempre y durante la década del 60 comenzaron a ser lanzados los primeros sistemas de satélites. En México 1970, y gracias al sistema de Telstar, se transmitieron por primera vez imágenes en color del evento para el resto del planeta. Debido a esto, el evento comenzó a popularizarse con rapidez en el resto del mundo. Prueba de ello es la cantidad de países inscriptos para el proceso clasificatorio: en Chile 62 fueron 56 países y en 1970 fueron 75. Cuando el Mundial regresó a Europa para el Mundial de Alemania 1974 hubo 99 participantes, y muchos de los nuevos provenían de las recién independizadas naciones africanas.

Descolonización de África

En los años 50, se independizaron Marruecos, Túnez y Ghana, que en 1960 ya estaban afiliados a la FIFA. Y en la década siguiente se sumaron Camerún, Burkina Faso, Costa de Marfil, Kenia, Mali, Senegal, Togo, Argelia, Nigeria, Congo… Para casi todos ellos, el deporte (y el fútbol en particular) fue una vidriera para mostrarse y una oportunidad para que sus habitantes reafirmaran su identidad nacional.

El lugar que ocupa el fútbol no ha dejado de consolidarse desde las independencias de los años 60 que dieron ocasión a los países africanos de valerse del deporte, y del fútbol en particular, para reforzar su identidad ingresando en el Comité Olímpico Internacional (COI), en la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), en la de atletismo y en otras muchas. Pero en el fútbol había un factor extra: en esos años, el mejor jugador del planeta era el brasileño Pelé. Un hombre de raza negra dominaba el mundo con una pelota y así se transformó en ídolo de gran parte del continente.

El último Mundial de Pelé fue México 1970, cuando África volvió de la mano de Marruecos, otro país del norte. Los “Leones del Atlas” empataron con Bulgaria, pero perdieron con Alemania y Perú. Terminaron últimos en su grupo. El hito fue que el continente tuvo una plaza fija a partir de entonces.

En Alemania 1974 hubo 16 equipos y el representante africano fue Zaire (hoy llamado República Democrática del Congo). Fue el primer equipo del África negra, pero los “Leopardos” hicieron un papelón. Se despidieron del Mundial sin goles a favor y con 14 en contra. Tras un 0-9 ante Yogoslavia, les tocó jugar contra Brasil, que defendía el título. El resultado de ese encuentro fue 0-3, con una anécdota inolvidable que se puede ver en el siguiente video.

En un tiro libre para Brasil, el árbitro hizo sonar su silbato y antes que un brasileño rematara, Ilunga Mwepu salió de la barrera y pateó la pelota. Se ganó la tarjeta amarilla y dejó en claro que el mejor equipo de África no estaba en ese momento a la altura necesaria para medirse con los mejores del mundo, en una historia que está repleta de cuestiones extradeportivas.

En Argentina 78 (último Mundial con 16 equipos) el representante de África fue Túnez, otro país del Norte. “Los Leones del Cártago” lograron el primer triunfo en Mundiales para el continente: 3-1 a México en Rosario, en su debut. Apenas llegado al país, el DT del equipo había confesado que “queremos ganarle a México, intentar otra cosa sería una osadía”. Es que el grupo lo completaban Alemania y Polonia, campeón y tercero en el Mundial anterior. Y casi dan el golpe: perdieron apenas 1-0 con Polonia y empataron 0-0 con Alemania. Fue tercero en una época donde solo clasificaban los dos primeros, pero fue una de las revelaciones del Mundial. Empezaba a quedar claro que los africanos ya habían aprendido a jugar al fútbol. Y también habían aprendido a hacer política: apoyaron la candidatura de Joao Havelange como presidente de la FIFA, y el brasileño les pagó con una segunda plaza fija para los Mundiales a partir de la siguiente edición.

En España 1982 la cantidad de equipos en Mundiales subió a 24 y África tuvo dos representantes. Fueron Argelia (otro del Norte) y Camerún (del Oeste). Y a su manera los dos dieron que hablar, sobre todo los primeros, protagonistas del video que viene a continuación.

Argelia (“Los Zorros del Desierto”) debutó venciendo 2-1 a Alemania, con un estilo de fútbol similar al de Francia: pases largos, desborde y centro atrás, control de la pelota en sus volantes. Perdieron ante Austria y vencieron a Chile, pero se quedaron afuera por un bochornoso arreglo. En la última fecha, Argelia venció a Chile y luego jugaban alemanes y austríacos. El único resultado que clasificaba a ambos era Alemania 1-Austria 0. Lo cierto es que Alemania hizo el gol a los 11 minutos y desde allí se dedicaron a prestarse la pelota para que se cumpliera el tiempo de juego. La figura de los argelinos fue Rabah Madjer, que en 1987 marcó de taco el gol decisivo en la final de Europa, que el Porto le ganó 2-1 al Bayern Munich.

El otro africano fue Camerún (“Los Leones indomables”), que compartió grupo con Italia, Polonia y Perú. Empató los tres partidos el igual que los italianos (a la postre campeones del mundo), que se clasificaron por tener un gol más a favor. Con un fútbol físico y potente típico del África del Oeste, Camerún se fue del Mundial invicto y presentó a Roger Milla, el que para muchos fue el mejor jugador africano de la historia. “Nos abrió la puerta a todos”, dijo de él Samuel Eto’o, el ex compañero de Messi en el Barcelona.

En México 86, otra vez con 24 países, volvió a haber dos africanos. Fue la segunda aparición para Argelia y Marruecos. Los primeros compartieron grupo con España y Brasil, y se despidieron con apenas un punto ante Irlanda del Norte. El que hizo ruido fue Marruecos, el primer africano en pasar de ronda. Ganó su zona contra tres europeos (Inglaterra, Polonia y Portugal), con el arquero Badou Zaki, el conductor Bouderbala y el delantero Khairi como figuras. En octavos de final le tocó Alemania, y perdió 1-0 con un tiro libre de Lothar Matthaus a los 88 minutos.

En Italia 90, Egipto estuvo cerca de pasar de ronda: empató 1-1 con Holanda y 0-0 con Irlanda, pero quedó perdió 1-0 con Inglaterra y se quedó afuera. Pero ése fue el Mundial de Roger Milla y de Camerún, que en el partido inaugural le ganó 1-0 a Argentina (con Maradona y muchos de los campeones de México 86), ganó su grupo donde también estaban Rumania y la Unión Soviética, venció en octavos de final a Colombia con dos goles de Milla a Higuita, y perdió con Inglaterra en un increíble partido de cuartos de final que se puede ver en el video que sigue.

Camerún estuvo a 7 minutos de clasificarse a las semifinales, pero dos penales de Gary Lineker le dieron la victoria a Inglaterra en el suplementario. Pero ese seleccionado cambió la historia del fútbol de su continente. Dirigido por un ruso, Valeri Nepomniachi, era un equipo salvaje, agresivo y técnico, que raspaba en defensa y brillaba en ataque. Milla (con 38 años), Oman Biyik (autor del 1-0 contra Argentina), Makanaky y el arquero Tommas N’Kono saltaron a la fama mundial tras aquella Copa.

El propio Carlos Bilardo pronosticó entonces que “África va a dominar el mundo en 20 años”. El continente se ganó un cupo más para el Mundial 94 y además llegaron los títulos en juveniles de la mano del África negra. Con la sospecha siempre latente sobre la edad real de los chicos llegaron tres títulos consecutivos en Mundiales Sub-17: Ghana en 1991, Nigeria en 1993 y de nuevo Ghana en 1995.

En EE.UU. 1994 (con 24 equipos y tres africanos), irrumpió Nigeria, también del Oeste. “Las Águilas” perdieron 2-1 con Argentina el día del doping de Maradona, pero le ganaron a Bulgaria (3-0) y Grecia (2-0), y terminaron primeros en el grupo. En cuartos de final les tocó Italia y ganaban 1-0 a falta de dos minutos. Pero Roberto Baggio empató a los 88 y en el suplementario puso el 2-1 que dejó a los africanos afuera.

Los otros dos equipos del continente no anduvieron bien. Camerún apenas sumó un punto tras empatar con Suecia 2-2 y perder 3-0 con Brasil y 6-1 con Rusia, el día que Roger Milla hizo su último gol en Mundiales, a los 42 años. Marruecos ni eso: perdió sus tres partidos ante Bélgica (1-0), Arabia Saudita (2-1) y Holanda (2-1).

Los Juegos Olímpicos de 1996 marcaron otro gran hito para el continente, cuando Nigeria fue campeón al imponerse por 3-2 en la final contra Argentina. Este equipazo nigeriano, con Kanu, Jay Jay Okocha, Babangida, Oliseh, Amunike y Amokachi, tenía el destino de poner a África en la cima del mundo. No puso ser, aunque la medalla de oro conseguida en ese torneo quedó en la historia ante un equipo argentino con grandes figuras, como Ortega, Crespo, Ayala, Zanetti, Chamot, el Piojo López, Sensini, Almeyda o Simeone, que tuvieron una enorme carrera en nuestra selección.

Francia 1998 fue el primer Mundial con 32 equipos y marcó definitivamente el crecimiento africano, con cinco plazas asignadas. Y allí Nigeria ganó su grupo, donde estaban España, Bulgaria y Paraguay, pero Dinamarca y los hermanos Laudrup la golearon 4-1 en cuartos de final y la dejaron en el camino. Al resto, no le fue mejor. Al contrario, Marruecos, Camerún, Túnez y el debutante Sudáfrica no pudieron pasar de la primera fase. De todos ellos, sólo Marruecos ganó un partido. El fútbol olímpico les dio la revancha entre Mundiales, ya que Camerún (con Eto’o como figura) eliminó a Brasil y le ganó la final a España para quedarse con la medalla de oro en Sydney 2000.

En Corea y Japón 2002, otra vez con cinco representantes entre 32 equipos, tuvo otra vez un gran impacto. Senegal, debutante en Mundiales, venció 1-0 a Francia, el campeón defensor, en el partido inaugural, terminó segundo en su grupo eliminando a Uruguay, derrotó a Suecia en octavos de final y cayó en cuartos contra Turquía. Dirigido por un francés (Bruno Metsu), exportó a las grandes ligas a su delantero Diouf, que pasó al Liverpool. Pero ya tenía una verdadera legión en el fútbol francés, su lugar de roce internacional. Sudáfrica y Camerún no pasaron de ronda, pero al menos ganaron un partido (1-1-1 los dos). Nigeria y Túnez, ni siquiera eso: apenas un empate (0-1-2 ambos).

En Alemania 2006 volvió Túnez y hubo cuatro debutantes: Angola, Togo, Costa de Marfil y Ghana, la única en llegar a octavos gracias a la generación que había sido subcampeona mundial juvenil que se jugó en Argentina 2001. Los ghaneses vencieron a Italia y República Checa en la fase de grupos, aunque después cayeron con EE.UU. y terminaron segundos en la zona. En la siguiente instancia les tocó Brasil y perdieron 3-0. Del resto, el mejor fue Costa de Marfil, que perdió en su debut contra Argentina y también ante Holanda, aunque al menos venció a Serbia y Montenegro en su despedida. Túnez sólo empató un partido (ante Arabia Saudita) y también quedó afuera rápido.

En Sudáfrica 2010 se repitieron los 32 equipos, pero el continente tuvo el récord de seis plazas ya que por primera vez organizó el Mundial. Pero por primera vez en la historia el país organizador se quedó afuera en primera ronda. Empató con México 1-1, cayó 3-0 ante Uruguay y venció 2-1 a Francia, pero no le alcanzó y fue tercero en el grupo.

Costa de Marfil venció 3-0 a Corea del Norte, pero igualó 0-0 con Portugal y cayó 3-0 con Brasil, por lo que quedó afuera. Nigeria, Argelia y Camerún, sin victorias, fueron últimos en sus grupos. Ghana fue el único en  clasificar, con un triunfo (Serbia), un empate (Australia) y una derrota (Alemania). En octavos le ganó a EE.UU. y en cuartos de final perdió por penales contra Uruguay; tuvo un penal para ganarlo en el último instante y falló. Organizar su Mundial no le alcanzó a África para meterse en la élite.

En los últimos años, Didier Drogba, Samuel Eto’o y Mohamed Salah fueron grandes figuras en el fútbol europeo, pero eso no les alcanzó para que sus seleccionados sean protagonistas. El éxodo masivo y la falta de condiciones de trabajo en sus países de origen se los impidió, y eso se vio con claridad en los últimos Mundiales.

En Brasil 2014, Camerún, Ghana y Costa de Marfil se quedaron afuera en primera ronda (solo los marfileños ganaron un partido, a Japón), mientras que Nigeria y Argelia llegaron a octavos de final. Los nigerianos, segundos en la zona de Argentina, cayeron 2-0 con Francia en el primer cruce, mientras que Argelia pudo haber cambiado la historia: llevó a suplementario a Alemania, aunque terminó perdiendo 2-1. Su juego de pases largos y posesión de pelota complicó mucho a los germanos (como había ocurrido en 1982), pero esta vez ganaron los europeos, que al final del camino fueron campeones mundiales.

El punto más bajo llegó en Rusia 2018. De los cinco representantes, ninguno consiguió pasar la primera ronda, como no les pasaba desde España 82. Egipto, Marruecos y Túnez quedaron lejos de lograrlo. Senegal, que empató en puntos y goles con Japón, terminó eliminado en la tabla del fair play. Y Nigeria estuvo más cerca, pero el gol de Marcos Rojo sobre el final del tercer partido del grupo clasificó a Argentina y la dejó afuera.

En tres Mundiales consecutivos, argentinos y nigerianos se enfrentan en primera ronda. Antes definieron la final de los Jugos Olímpicos de 2008, donde Argentina se impuso 1-0 con gol de Di María y se tomó revancha de aquella final de 1996. Pero el primer antecedente fue el Mundial de 1994, cuando dirigía Alfio Basile. Hace unos años el Coco hablaba de Nigeria y decía: “No sé qué les pasa, cada vez juegan peor”. Hace unos años parecía que por talento y poderío físico podrían dominar el mundo del fútbol. Desde hace un tiempo, se sabe que no les alcanza con eso.

El gran despegue se hizo esperar y en parte Jean-Pierre Augustin lo explica con argumentos simples aplicados a la actuación africana en los Juegos Olímpicos: “En un mundo globalizado, el éxito se concentra en determinados países y áreas, y África queda en parte fuera del juego”. Motivos hay varios y uno de ellos tiene que ver con un mercado de jugadores “de sentido único”, en el que los africanos nutren a las ligas europeas con muy poco beneficio para sus países. Para indagar en el tema se puede ver la película Diamantes negros, de la que aquí vamos a ver el trailer.

Sin embargo, Qatar 2022 le dio una nueva chance a los seleccionados africanos de torcer la historia y la aprovechó Marruecos, que se transformó en el primero que consiguió poner a su continente en semifinales del Mundial. Además de eso, los cinco representantes de Africa ganaron al menos un partido en la Copa del Mundo. A Camerún, Ghana y Túnez no les alcanzó para pasar de ronda; a Senegal sí (llegó a octavos de final, donde perdió 3-0 con Inglaterra), pero los vigentes campeones africanos terminaron quedando a la sombra de los marroquíes.

Marruecos debutó empatando 0-0 ante Croacia y luego venció 2-0 a Bélgica y 2-1 a Canadá, con lo que terminó primero en su grupo. Luego se cruzó con España, al que eliminó en definición por penales tras una igualdad sin goles, y con Portugal, al que se impuso 1-0 en cuartos de final. Doble sorpresa ante rivales europeos que lo depositó en la semifinal, donde terminó cayendo por 2-0 ante Francia.

En el partido por el tercer puesto volvió a encontrarse con Croacia y allí perdió 2-1, por lo que no pudo subirse al podio. Pero eso no empañó una campaña histórica, que mereció un festejo inolvidable en su país. Su campaña sorprendió a propios y extraños, marcando un hito por el que se esperaron décadas en el fútbol del continente. De su actuación dejamos este video con sus goles, que vale la pena volver a ver.

LECTURA PARA LA PRÓXIMA CLASE:

“¡Qué jugadora!”, de Ayelén Pujol. LEER EN ESTE LINK

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