Estela Barnes de Carlotto se convirtió en la Abuela de todos y todas, presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo y reconocida mundialmente por su lucha, militancia en derechos humanos y la búsqueda de su nieto Guido.

Fue docente, maestra de escuela primaria y ama de casa, no tuvo ninguna participación política hasta que a finales de 1977 secuestraron a Laura, su hija mayor. Laura tenía 22 años y fue secuestrada junto a su pareja, estaba embarazada de tres meses pero su familia no lo sabía. Estudiaba Historia en la UNLP y tenía una militancia política en la Juventud Peronista y en Montoneros.

Estela fue una de las pocas madres en recuperar a su hija, ya que el 25 de agosto del ‘78 los represores le entregaron el cuerpo asesinado de Laura y le pudo dar sepultura.

A través de testigos la familia se enteró que el hijo de Laura se iba a llamar Guido como su papá, que había nacido en junio de 1978 y que había sido apropiado por las Fuerzas Armadas. En ese momento Estela comenzó su lucha, buscando a su nieto. Empezó buscando sola como tantas otras hasta que se unió a Abuelas y a partir de allí el camino siempre fue compartido.

A mediados del ‘80, las Abuelas crean  junto a organismos gubernamentales el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) de familiares de chicos desaparecidos, siendo uno de los mayores avances en la búsqueda de la verdad.

Tras 36 años de búsqueda, en agosto de 2014 Estela recibe una de las mayores gratificaciones de su vida, Abuelas encuentra y le restituye la identidad a su nieto Ignacio Guido Montoya Carlotto.