Gastón Dillon, era estudiante de Medicina y un militante activo de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), además colaboraba en barrios periféricos de la ciudad enseñando a leer y escribir. Durante la dictadura se exilió en México y se comunicaba con su familia a través de cartas. Lo último que Elvira, su mamá supo de su hijo fue que volvió para la contraofensiva montonera y fue desaparecido en 1980. 

A partir de allí, “Beba”, como le decían, comenzó con la búsqueda y se sumó a participar de las rondas y reuniones de las Madres de Plaza de Mayo. 

Si bien en ese momento el golpe del ‘76 se esperaba, Elvira nunca pensó que iba a ser “tan serio”, con tantas muertes y desapariciones. Para ella, los militares copiaron lo que hicieron los nazis y fueron contra los jóvenes, porque en sentido figurado: “Había que reprimir a las flores para que no dieran frutos”.

Elvira y su familia eran oriundos de Dolores, fue abogada y docente. Luchadora incansable, querellante en la causa Campo de Mayo. Formó parte de las Abuelas Cuenta cuentos y falleció el 22 de mayo de 2018 tras 38 años perseverante búsqueda.