Herenia es una persona muy querida y reconocida en la ciudad de La Plata, sobre todo en el ámbito educativo, ya que durante toda su vida se dedicó a la docencia. Se recibió 1944 en el Normal N° 1 y eligió la historia como profesión. Fue rectora en la Escuela de Enseñanza Media N° 2 y docente del Bachillerato de Bellas Artes. Tuvo que jubilarse de su cargo en la escuela cuando la dictadura le pisaba los talones y desapareció su hijo Santiago a fines de 1977, no obstante continuó dando clases en el Bellas Artes hasta la década del ‘90.

Para ella el horror comenzó en 1975 cuando la organización terrorista de ultraderecha, Concentración Nacional Universitaria secuestra y asesina a su sobrino Hernán Roca, unos meses después, la dictadura la tocaba bien de cerca. Durante la “Noche de los lápices” secuestran a varios de sus alumnos del Bachillerato y un año más tarde a su compañera, también profesora de historia, Irma Zucchi.

A fines de octubre del ‘76 Herenia recibe el llamado de su hijo Santiago, quien se había ido a vivir a Mar del Plata con su mujer Cecilia Eguía Benavidez y sus dos hijas de dos y tres años, para que vaya a buscar a sus nietas. Allí la esperaban dos valijas enormes y los documentos de las nenas. A los pocos días, su hijo y su nuera, son secuestrados y desaparecidos, sin saber más nada de ellos.

Herenia comenzó la búsqueda, presentó los habeas corpus correspondientes y deambuló por instituciones públicas, organizaciones e iglesias. Con la ingenuidad del primer tiempo de una madre desesperada, respondía preguntas sobre sus hijos, aportándole datos, sin sospecharlo a los represores. 

Dice que cuando se encontró con las otras madres fue la solución, porque se sentía acompañada. Viajaban juntas en tren, iban a la plaza pero también se juntaban para hacer otras cosas. Fue una activista contra el terrorismo de estado y llegó a ser la cofundadora de la organización de Madres de Plaza de Mayo de La Plata.