Page 2 - 17 - La revolución feminista llegó a Netflix
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Pero desde que llega a la Penitenciaría Federal de Litchfield,      La revolución feminista llegó a Netflix
comienza a ver ciertas situaciones particulares de las otreda-
des que viven en esa cárcel.
Los grupos estaban conformados por raza, etnia y cultura. Por
si se drogaban o por si no lo hacían. O por las privilegiadas
que Red, la cocinera, elegía para formar parte de su grupo ex-
clusivo.
Dentro de ellas, se problematizan las cuestiones de género y
sexualidad; en el grupo de las afroamericanas, por ejemplo,
había una cuestión aparente con el lesbianismo que no existe
en la mayoría de otras personajes. Si bien en la penitenciaría
se plantea que hasta las heterosexuales satisfacen sus necesi-
dades sexuales con otras mujeres, sin juzgar ni a la comuni-
dad, ni a sí mismas, el grupo de las afroamericanas no podía
aceptar prácticas lésbicas. Las mujeres tenían un rechazo no
a las lesbianas en sí, sino a que quieran tener sexo con ellas.
La distinción que presenta Orange is the New Black es la
casi anulación del personaje masculino. Los hombres no re-
presentan nada importante dentro de la serie, son los villa-
nos, los que oprimen a las mujeres, los que tienen privilegios
(principalmente porque están en libertad), trabajos, sueldos
y además son blancos, machos, adultos. El heterosexual es
el representante de la represión en el sistema, es la policía,
es quien decide hacer recortes presupuestarios y quien luego
será quien las hará hacinarse para tener más rentabilidad. Es
el representante del que viola (tanto físicamente como en ma-
teria de derechos) a las privadas de su libertad y de quien ellas,
todo el tiempo, buscarán la forma de evitarlos y salir de ellos.
Michelle Mattelart plantea en Mujer e Industria Cultural
(1982) que “la cultura femenina lanzada por los media es la
cultura de la opresión de la mujer y que tal cultura tiene como
misión la de asegurar que la mujer desempeñe un papel “regu-
lador” en la economía capitalista”. En este sentido y buscando
desestabilizar los roles, Jenji Kohan, la autora de Orange is
the New Black, propone revolucionar los estereotipos consi-
derando que hoy en día la industria cultural sigue poniendo a
los cuerpos feminizados al margen, reduciendo la aparición de
la mujer a la invisibilidad. Que reduce los papeles de las muje-
res a secretarias dependientes, a pobres damas abandonadas
llorando por el hombre que las dejó o a las que esperan que su
príncipe azul las rescate.
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