Page 7 - De la comunicación radiofónica a la comunicación sonora. Andrea Holgado
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es la que conduce a Murray Schafer. Muy sintéticamente, su posi-
ción puede resumirse en una sola frase: el mundo entero es una gran
composición de la que nosotros somos, al mismo tiempo, composito-
res, intérpretes y escuchas (2001).

Hola… ¿Hay alguien ahí…?

Oír, dice Roland Barthes, en Lo obvio y lo obtuso (2010), es
un fenómeno fisiológico; escuchar una acción psicológica y
distingue tres tipos de escucha una primaria que define como
de alerta donde el hombre y el animal no se diferencian,
otra de desciframiento, donde se interpretan signos y esta
es específicamente del hombre. La tercera no se interesa por
determinado signos; “no se interesa en lo que se dice o emite,
sino en quien habla, en quien emite; se supone que tiene lugar
en una espacio intersubjetivo, en el que yo escucho también
quiere decir escúchame; lo que por ella es captado para ser
transformado e indefinidamente re lanzado en el juego”
(Barthes, 2010).
En la escucha o el acto de escucha -dice- hay un riesgo, que
como en el psicoanálisis implica el reconocimiento del deseo
del otro. “Reconocer ese deseo implica meterse en él, perder
el equilibrio en él, acabar por instalarse en él. La escucha no
existiría sino a condición de aceptar el riesgo” y hace una
comparación con Ulises y el canto de Sirenas, “como Ulises
atado a su mástil disfrutar del espectáculo de las sirenas sin
correr riesgos, sin aceptar consecuencias (…) en ese canto
simple y cotidiano había algo maravilloso que necesitaban
de repente reconocer…en ese canto abismal que, una vez
oído, abría un abismo en cada palabra e invitaba con fuerza a
desaparecer en él”.
Barthes plantea que la apropiación del espacio para el hombre,
al igual que para los animales, es sonora, es el espacio de los
ruidos familiares, reconocibles que forman una “sinfonía
doméstica”. La escucha, dice Barthes, se realiza sobre ese
fondo auditivo pero cuando hay una invasión del fondo
auditivo, que denomina polución, se produce una alteración
insoportable del espacio humano; en la medida en que el
hombre exige reconocerse en él. Desde esta perspectiva,
plantea que la escucha está ligada a la noción de territorio,
en términos de lo reconocible o espacio apropiado. Y da un
ejemplo interesante, “muchas son las películas de terror cuyo

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