Page 2 - Los jóvenes sí leen. Rocío Audisio
P. 2
primer lugar, la mayoría concluyó que cuando tuvieron Los jóvenes sí leen
literatura como materia en la secundaria, solo les había
gustado aquellos años en los que los docentes eran dinámicos
en sus explicaciones y les comentaban por qué era importante
leer ciertos textos, y en qué contexto fueron escritos. Muchos
otros respondieron que nunca les gustó la materia porque
no entendían por qué los obligaban a leer algunas novelas
argentinas y no les permitían elegir su propia bibliografía,
mucho menos les habían contado que cada relato está anclado
en un contexto histórico y representa en alguna dimensión, al
autor.
Es entonces que debe mencionarse y analizarse el rol que juega
la docencia y la escuela en la promoción del hábito y el gusto de la
lectura. Por alguna razón, tenemos la idea que leer es obligatorio,
que hay que hacerlo porque sí, que es difícil y tedioso y que es
el mayor desafío de los profesores. Sin embargo, cuando un
maestro se interesa en explicarles con su debido tiempo lo que
sucedía en el momento de gestación y publicación de un relato,
la historia es distinta. El adolescente presta más atención, se
preocupa por saber aunque en un punto el gusto de la lectura
tenga que ver con una cuestión de personalidad.
El problema no radica siempre en una negación del joven a
leer, sino una falta de iniciativa del docente a no limitarse a
simplemente contar en qué año nació el autor y que el análisis
resida pura y exclusivamente en los hechos del texto en sí
mismo.
En segundo lugar, muchos de los encuestados hicieron hincapié
en haber leído la saga completa de Harry Potter aún luego
de salidas las películas; también las trilogías de Divergente
y Los juegos del Hambre. Magia, aventuras y romances
contemporáneos, leídos por los jóvenes de hoy en día, por placer;
por puro interés. Asimismo, fueron nombradas muchas novelas
de Jhon Green que narran dramas con adolescentes como
protagonistas, que se hicieron bestsellers luego de estrenadas
las películas. Entiendo así que es muy básico quedarse en la
idea de que un joven no lee porque existe una película de aquel
libro. Es muy diferente y siempre se termina coincidiendo que
las adaptaciones cinematográficas nunca le son fieles al libro,
decepcionan, y por supuesto, no llegan en ningún nivel a la
imaginación por la que el lector divagó.
La mayoría de los entrevistados manifestaron la preferencia
por novelas con un tinte dramático o romántico porque logran
62 | Letras | ISSN 2524-938X
   1   2   3   4