Page 5 - La poesía es un arma cargada de futuro. Mónica Caballero
P. 5
ar. Apertura ante el misterio dicen los filósofos. Apertura a
lo que propone un texto. Comprender no significa necesaria-
mente que entienda todo ni que me identifique con lo leído.
En principio, basta con dejarse envolver por la trama; aceptar
esa sutil sugerencia que a veces incluso enamora, provoca el
deseo.
Las Elegías de Duino, de Rilke, leídas a mis 11 años o 13 años...
Recuerdo que ya, hasta una edición me atrapaba; ese papel
biblia o transparente, la textura, una pasión de bibliófila sin
conocer la palabra. Recuerdo haber leído más literatura en
ese tramo de infancia, pubertad y adolescencia que más tarde,
joven o adulta, cuando se impusieron las lecturas vinculadas
con la profesión, hasta ocupar todo el espacio.
Elisa, una mujer muy importante en mi niñez, me contaba con
lujo de detalles películas que la habían impresionado. Por ejem-
plo, “Pasaron las grullas”. Y llorábamos las dos. O, mientras col-
gaba la ropa, me contaba la vida de Anastasia, la princesa rusa.
O me cantaba un aria de Verdi. Más tarde, Eitel, su marido, ti-
pógrafo, me hablaba del pensamiento de Kierkegaard.
¿Lo entendía todo? Pero ¿qué es entender todo? ¿Cuántas
lecturas tiene Los hermanos Karamazov? En el mayo del 68
francés se impuso una exigencia, quien hablaba de un hecho,
de un libro, de una película, en la universidad o en un diario,
debía explicar desde donde hablaba. Desde que posición po-
lítica, qué punto de vista, que clase social o qué reivindica-
ción. El juicio de un estructuralista, de un situacionista, de un
troskysta, de los ismos y los istas imperantes, modificaba la
percepción de la obra.
También, el oído que le prestaban estudiantes, lectores, oyentes.
Estaba en la primaria cuando mi hermano me hacía leer todo
el poemario español o Stendhal o literatura norteamericana.
Y, algo más grande, ya en el secundario, llega García Márquez
a mi vida. Cien años de soledad, leído en dos días….
¿Comprendía todo? ¿Era necesario comprender todo?
La lectura tiene ese extraño privilegio de vincularse con aque-
llas zonas de uno, muchas veces desconocidas, pero que la pa-
labra evoca.
¿Cómo nos transforman los libros? La psicología se interesa
actualmente en las diferentes maneras en las que los -buenos-
libros afectan a los lectores.
Un psicólogo francés, Édouard Gentaz, define la lectura como
“una interacción entre las especificidades de nuestro cerebro

ARTES | 73
   1   2   3   4   5   6   7   8