Page 4 - José María Ferrero: La lectura como modo de vida
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remecimiento estético. No es decir: “¿no les pareció genial La lectura como modo de vida
esto cómo está dicho?”, cuando me doy cuenta que corro con
ventaja porque me he sentido en eso; el punto de partida no
es la calidad artística. Es qué leo, qué entiendo, qué saco en
conclusión, para qué me sirve, qué me dijo, qué me dio a mí.
A lo mejor uno, en un momento de la vida, lee algo que
funcionalmente no deja nada, pero luego, pasa en la vida algo,
donde aquello que leyó funcionalmente, ahora le deja algo.
También sirve para abrir los ojos y para prevenir. Puede pasar
esto; si no me pasa nunca, no me pasará nunca. Si me pasa, me
voy a acordar “ahh… yo una vez…”
Por eso en la docencia, hay que encontrar textos que
primero lo movilicen a uno, porque para poder transmitir
movilización, tiene que empezar movilizándolo a uno. Si
a uno lo moviliza, se puede transmitir eso, en función de la
movilidad; pero pensando también, qué va a dejar en ellos, los
alumnos, como primer impacto de lectura; segundo -ensayada
la interpretación, el comentario, el análisis, lo que fuere- qué
dejó también, cuál es el aprendizaje para ellos.
Lo que siempre aclaro es lo siguiente: cuando yo hago una
explicación, lamentablemente lo hago desde mí. Eso no
tiene vuelta. ¿Pero qué agrego a eso? Que no tengo la verdad
revelada, lo que digo es producto de mi sensibilidad, de mi
capacidad intelectual para percibir lo que he leído. Algunas
cosas las tomé, otras las desestimé, pero esto no lo digo sólo
porque caprichosamente se me ocurrió a mí, sino porque hago
un acopio de fuentes. Es decir, he consultado a los autores que
escribieron antes que yo hablara sobre ese texto. Entonces
esto no es el capricho de un profesor, “miren que acá hay
horas culo como diría Eco, que están sosteniendo esto”. No
es el capricho de un fulanito que dice “yo tengo la razón”. Por
supuesto que uno, si no tiene una opinión formada es muy
difícil ser convincente en lo que decís.
Puede pasar que alguien pregunte: “¿y usted cómo sabe que
quiso decir eso?”. La respuesta es: “¿sabés qué pasa? Que no
lo sé, eso es lo que he aprendido descubriendo yo. Igual ojo,
que uno dice mucho más de lo que dice, y muchas veces dice
cosas que no está diciendo”. Porque esto te lo dicen todos
los autores… cuando Cortázar relata en el cuento “Una flor
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