Noemí

Gibello de Ogando

Madre de Plaza de Mayo

10/02/1931 - 19/02/2021

Su hijo Gustavo Rubén Ogando fue asesinado el 13 de mayo de 1977 en Lomas de Zamora. Aún hoy continúa desaparecido.

Flor

Noemí nació en La Plata el 10 de febrero de 1931, sus padres eran italianos y venía de una familia apasionada por el arte y la música. Desde chica se inclinó por la danza, la ópera y la pintura, estudió en el Liceo y en Bellas Artes y se recibió de profesora. Se dedicó al dibujo técnico y fue docente en escuelas industriales de La Plata y en el Astillero Río Santiago. 

En 1952 se casó con Rubén Ogando y tuvo dos hijos, Gustavo y Liliana. A Gustavo lo asesinaron las fuerzas conjuntas el 13 de mayo de 1977 en su casa de Lomas de Zamora, cuando tenía 23 años. Cursaba su tercer año de la carrera de Medicina, militaba en el ERP y estaba casado con María Victoria Navajas Jáuregui, quien también fue desaparecida por el terrorismo de Estado. Su mamá lo define como un “idealista”, porque soñaba con ser psiquiatra y trabajar en el Policlínico atendiendo a los pacientes de manera gratuita. Noemí recuerda que su casa estaba llena de amigos de sus hijos y allí se hacían las juntadas de estudio.

En junio de 1976 allanan el departamento de La Plata en el que vivían Gustavo y Victoria y no los encuentran, por lo que deciden mudarse a Buenos Aires. Por seguridad su familia no sabía dónde quedaba la nueva casa, y para verse se citaban en distintos lugares neutrales. La última que vio a Gustavo fue su hermana Liliana en abril de 1977, en mayo se tenía que encontrar con su madre, Noemí y no acudió al encuentro, por lo que la familia al no tener noticias comenzó a buscarlo.

El único dato que tenían era que la casa estaba cerca de un parque muy grande, así comenzó la búsqueda, preguntando por distintas localidades del conurbano con parques grandes, llevaban una foto de Gustavo y Vicky y la mostraban en los negocios. Un año y medio más tarde, en diciembre de 1978, en un almacén de Lomas dieron con vecinos que los reconocieron y pudieron dar testimonio de lo que había sucedido. En el operativo del 13 de mayo, asesinan a Gustavo y Victoria la llevan herida.

A Noemí los años oscuros de las dictadura no le fueron fáciles, tuvo que disimular lo que sucedía dentro de su casa y continuar trabajando como si nada estuviese pasando. Se sintió sola y supone que por miedo no contó con el apoyo en su trabajo, ni en el seno familiar, no obstante encontró en Madres un refugio seguro y de donde sacaban fuerzas entre todas para seguir adelante, buscando el cuerpo de su hijo. Desde 1978 que no dejó de ser parte del movimiento que la enorgullece.