Sara

Derotier de Cobacho

Madre de Plaza de Mayo

26/05/1931 - 20/10/2012

Su hijo Enrique Ramón Cobacho fue secuestrado el 31 de julio de 1977 en Buenos Aires y Oscar Manuel Cobacho el 30 de noviembre de 1978 en Ramos Mejía. Aún continúan desaparecidos.

Flor

Sara Derotier de Cobacho, nace y se cría en el seno de una familia de militancia católica y peronista. Su madre había sido una de las primeras dirigentes peronistas en Laguna Paiva, un pueblo ferroviario y obrero de la provincia de Santa Fe donde Sara vivió hasta que fue secuestrada por la última dictadura cívico militar. Allí se casó con un trabajador ferroviario y sindicalista, formó su familia y crió a sus seis hijos, según ella su militancia en el primer peronismo comienza con la vida en pareja. En su casa se misionaba porque uno de sus hijos era seminarista salesiano, Sara llegó a gestar la primera Capilla del barrio ferroviario.

Fue docente y educadora popular. La detienen el 23 de marzo de 1976 en Santa Fe y la pasean por distintos centros clandestinos de detención hasta que la legalizan en Villa Devoto y le otorgan la libertad. El peor calvario ocurre cuando secuestran y desaparecen a su hijo menor Enrique el 31 de julio de 1977, cuando estaba viajando con su cuñado de Buenos Aires hacia Rosario. Se supo que tomaron el tren, pero patotas los bajaron y nunca llegaron a destino. Enrique en ese momento trabajaba en el ferrocarril General Belgrano, estudiaba derecho como su hermano y debido a la persecución que empezaron a observar, había decidido dejar el seminario salesiano. 

Tiempo después, Oscar Manuel, su hijo mayor es secuestrado el 30 de noviembre de 1978 en Ramos Mejía. Como a su hermanos, lo detiene una patota en la estación de trenes y lo llevan al “Olimpo”. Esa misma noche secuestran a su mujer Elena Gómez y a sus dos hijos, uno de dos años y otro de meses. Todos fueron llevados al centro clandestino de detención “Olimpo”. Debido a que el padre de Elena era un militar de la Aeronáutica, consiguió que le devuelvan sus nietos a su familia. 

Para ese entonces la militancia de Sara se aboca de lleno a los derechos humanos, en 1980 crea la “Comisión Peronista de Derechos Humanos”. Formó parte de Madres de Plaza de Mayo y fue senadora por la provincia de Buenos Aires y durante el período 2007-2012 fue secretaria de la Secretaría de Derechos Humanos en la provincia de Buenos Aires. Muere ese mismo año a los 81 años de edad, producto de una larga enfermedad.