Page 7 - Hacia nuevos modos de leer y escribir al mundo desde el reconocimiento del otro. Julia Barba - Julián Manacorda
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eriencia pueden ayudar a que el educador profundice
en el conocimiento de sus educandos y de sus prácticas
culturales, para crear estrategias pedagógicas que tiendan
a generar una identificación común, permitiéndole trabajar
con todo el curso en simultáneo.
Al mismo tiempo, como proponen algunos docentes, la
creación de materiales educativos que respondan a los
intereses y deseos del grupo, utilizando el contexto como
punto de partida, les permitirá captar su atención y trabajar
con distintos niveles de dificultad, según el grado o la materia
correspondiente. Como dijimos anteriormente, veíamos que,
al conocer las palabras que utilizan los sujetos para nombrar
las cosas, los temas y problemas que son significativos para
los alumnos y su campo de significación, el docente contará
con mayores herramientas para lograr este cometido.
Del mismo modo, el intento de conocerlos no se tiene que
agotar en una técnica o una dinámica destinada a observar
o averiguar una cosa en particular, sino que lo importante
también es complementar y pensar otras instancias que
creemos haber logrado incluir en el diseño de Abrecaminos.
Se trata de:
• Identificar cuáles son los espacios de los que se apro-
pian los chicos y ver las marcas que dejan en ellos, para
seguir conociendo algunas cuestiones que muchas ve-
ces no verbalizan o no se animan a decir en una clase,
por ejemplo: leer lo que escriben en las mesas, los ban-
cos, los lugares por los cuales circulan.
• Generar un ambiente de trabajo propicio para que los
alumnos y alumnas puedan soltarse y sentirse cómo-
dos. Para ello es importante tener en cuenta el punto
anterior con el fin de utilizar esos ámbitos por los que
transitan cotidianamente.
• Conocer los espacios institucionalizados de la zona, a
los referentes reconocidos y también a los lugares re-
ferenciales que resultan formadores de los sujetos so-
cioculturales.
• Tener una relación fluida con la comunidad involu-
crándose en su vida diaria. El contacto directo permi-
tirá entender algunas lógicas y prácticas culturales que
BÚSQUEDAS | 133
en el conocimiento de sus educandos y de sus prácticas
culturales, para crear estrategias pedagógicas que tiendan
a generar una identificación común, permitiéndole trabajar
con todo el curso en simultáneo.
Al mismo tiempo, como proponen algunos docentes, la
creación de materiales educativos que respondan a los
intereses y deseos del grupo, utilizando el contexto como
punto de partida, les permitirá captar su atención y trabajar
con distintos niveles de dificultad, según el grado o la materia
correspondiente. Como dijimos anteriormente, veíamos que,
al conocer las palabras que utilizan los sujetos para nombrar
las cosas, los temas y problemas que son significativos para
los alumnos y su campo de significación, el docente contará
con mayores herramientas para lograr este cometido.
Del mismo modo, el intento de conocerlos no se tiene que
agotar en una técnica o una dinámica destinada a observar
o averiguar una cosa en particular, sino que lo importante
también es complementar y pensar otras instancias que
creemos haber logrado incluir en el diseño de Abrecaminos.
Se trata de:
• Identificar cuáles son los espacios de los que se apro-
pian los chicos y ver las marcas que dejan en ellos, para
seguir conociendo algunas cuestiones que muchas ve-
ces no verbalizan o no se animan a decir en una clase,
por ejemplo: leer lo que escriben en las mesas, los ban-
cos, los lugares por los cuales circulan.
• Generar un ambiente de trabajo propicio para que los
alumnos y alumnas puedan soltarse y sentirse cómo-
dos. Para ello es importante tener en cuenta el punto
anterior con el fin de utilizar esos ámbitos por los que
transitan cotidianamente.
• Conocer los espacios institucionalizados de la zona, a
los referentes reconocidos y también a los lugares re-
ferenciales que resultan formadores de los sujetos so-
cioculturales.
• Tener una relación fluida con la comunidad involu-
crándose en su vida diaria. El contacto directo permi-
tirá entender algunas lógicas y prácticas culturales que
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