Page 3 - Número 6 | Revista Letras

A mediados del siglo XIX, las profundas transformaciones po-
líticas, sociales y económicas fueron notables en el mundo. La
Revolución Francesa tuvo sus consecuencias: la Declaración
de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789) desper-
tó el sentimiento de independencia y patriotismo en las co-
lonias que, tras muchos años de lucha, lograron conformarse
como países independientes; la promoción de la educación,
que redujo el analfabetismo; el derecho a la propiedad priva-
da; entre otras. Asimismo, el avance industrial, originado en
Inglaterra a mediados del siglo XVIII, actuó como bisagra del
progreso tecnológico que llevó al desarrollo de las relaciones
internacionales, haciendo del mundo una aldea global. Tam-
bién, las Revoluciones Industriales, cambiaron la morfología
de las ciudades, basándolas en fábricas y permitiendo el surgi-
miento de un nuevo actor social: el obrero.
Del mismo modo, el contexto de cambio influyó en la burgue-
sía revolucionaria, dando lugar a nuevas corrientes del pen-
samiento, como el positivismo, el marxismo y el darwinismo
social, entre otras. En esta época, es posible situar al novelista
ruso León Tolstoi (1828-1910). Dicho autor se caracterizaba
por un estilo de vida que rechazaba la violencia y marcaba la
importancia de la educación junto con la mejora de las relacio-
nes humanas y logró del bienestar social.
Respecto a la mujer, Tolstoi en el personaje de Praskovya Fyo-
dorovna Golvina de La muerte de Ivan Ilich (1886), encarnó
a través de las letras a una esposa diligente. Durante el relato
de la vida del protagonista e incluso, después de su muerte, los
sentimientos de Praskovya hacia su marido son cambiantes,
ya que dependen principalmente del bienestar económico de
la familia. En la novela, ambos se casan por conveniencia, por
lo tanto, ella aprovecha en todo momento los “buenos vientos”
mostrándose sociable y servicial, tanto en sociedad como en
su pareja. Es así que, de manera indirecta, la misma logra ma-
nejar su vida y la de su entorno al mismo tiempo.
En este sentido, puede decirse que la noción de la mujer como
sujeto independiente y poseedor de derechos tomó fuerza en
el siglo XX. El nacimiento los primeros movimientos feminis-
tas con el fin de luchar por la igualdad de condiciones con el
hombre denotó las falencias del mundo machista fomentado
desde el inicio de la historia. Muchas de las féminas dejaron
de trabajar en labores relacionados con la costura o los que-
haceres domésticos y comenzaron a dedicarse a profesiones

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