Por María Belén Rosales
Con motivo de celebrar el “Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres” que se conmemora cada año el 28 de mayo, la Facultad de Periodismo y Comunicación Social se propone hacer de esta fecha emblemática un ejercicio de discusión e interpelación a la comunidad aludiendo a la necesidad de que todas las personas puedan ejercer los derechos a la salud, que comprende entre otras dimensiones los derechos sexuales y reproductivos en total autonomía y con ausencia de discriminación, contando para ello con respaldo jurídico, político y social.
Rescatamos la importancia de esta efeméride para la reflexión sobre la promoción estratégica del desarrollo integral de las mujeres de la comunidad a partir de la promoción y defensa de sus derechos siguiendo los ejes centrales que atraviesan la gestión de políticas públicas que operen desde la transversalidad del gènero, que supone descentralización, participación y trabajo en red interinstitucional.
Concebimos el derecho a la salud de la mujer de manera integral, por eso, abogamos por la firme inclusión en la agenda sanitaria de la problemática de la violencia de género unida a la ejecución de políticas públicas sanitarias con y desde una perspectiva de género transversal.
La salud y los derechos sexuales y reproductivos son derechos humanos y de ciudadanía, por ello es necesario que el Estado los garantice, proteja y promueva.
Al repensar la forma histórica de organización de las políticas públicas sanitarias orientadas a un cuerpo dividido según edad, momento vital, patología, circuitos de acceso al sistema de salud, circuitos de calidad de atención en relación al nivel socio-económico del paciente se visualiza la importancia de resolver esta fragmentación realizando una agenda propia, participando, impulsando un paradigma de salud integral de la mujer, desarrollando políticas públicas que tengan como eje en su diseño e implementación la lucha contra la inequidad, las diversas formas de ejercicio de la violencia, la pobreza, la falta de educación y trabajo, porque si no hay Salud no hay desarrollo humano y social.
Por otra parte, enfatizamos en la necesidad del abordaje de la salud en relación a la Violencia de genero y la acción estratégica de las Mesa Locales de Atención y Prevención de la Violencia de Gènero, como órgano ejecutivo de articulación de organismos gubernamentales y no gubernamentales, provinciales y municipales para para prevenir y erradicar este flagelo mediante la asistencia de mujeres víctimas de violencia.
Destacamos la trascendencia de promover la igualdad, la equidad y la justicia social para mejorar la estructura de oportunidades para el acceso a una atención integral de la salud. La salud es un tema socioeconómico y político, y por sobre todo un derecho humano fundamental. La desigualdad, la pobreza, la explotación, la violencia y la injusticia son las causas de la mala salud y la muerte de las mujeres más vulnerables, aquellas social y económicamente marginadas. Por ello remarcamos la importancia de reafirmar el Derecho a la Salud como un Derecho Humano de las Mujeres al que deben acceder sin restricciones o exclusiones de ningún tipo y a través de todo su ciclo de vida, especialmente en temas de salud sexual y reproductiva, donde fundamentalmente se pone en juego lo subjetivo, las cuestiones éticas, morales y religiosas, más que en ninguna otra área de la salud.