Page 4 - El pibe que no sueña con Harvard. Agustina Fontirroig
P. 4
educador junto a los educandos. De esa instancia de acción El pibe que no sueña con Harvard
y reflexión se pone en juego la proyección a futuro de cada
actor, de quien se busca una participación absoluta en dichos
procesos de aprendizaje. Otro de los aportes del autor consiste
en que la lectura del mundo precede a la lectura de la palabra
escrita. Es decir, primero aprendemos a leer el mundo y esa
lectura de lo que nos rodea condiciona nuestras experiencias y
formas de interpretar la realidad.
Por otra parte, Mario Kaplún lo establece también desde el
concepto de retroalimentación, en tanto es primordial primero
escuchar antes de hablar, dejar que el otro sea y se muestre tal
como es.

La educación como horizonte

Durante una clase correspondiente a una materia de la carrera
de la Licenciatura en Comunicación Social, en la cual quien
escribe estuvo presente, la docente explicaba distintas teorías
de comportamiento y motivación dentro de un grupo. Mencionó
a Abraham Maslow, un psicólogo estadounidense y uno de
los exponentes de la psicología humanista, quien estudió la
motivación y su relación con la jerarquía de las necesidades.
Este autor creó una especie de pirámide de las necesidades con
distintos niveles,  a partir de las cuales la satisfacción de las
necesidades más básicas o subordinadas da lugar a la satisfacción
de las necesidades más altas. En la base ubicó a las necesidades
básicas; luego le sigue la seguridad, arriba posicionó la vida
en sociedad, y por anteúltimo el reconocimiento y la estima,
dando lugar en la punta a la autorealización (Maslow, 1943).
No recuerdo bien cómo pero en un momento, salió el ejemplo
de la educación para alcanzar la formación de una persona,
y la pregunta fue en qué escalón o nivel la asignaríamos. La
profesora sostuvo que según ella tendría que formar parte de
las necesidades básicas. No obstante, uno de los alumnos se
mostró disconforme con tal apreciación y planteó que según
él correspondía que fuera dentro de lo que era el nivel de
autorrealización.
La docente a cargo contestó algo como que, si suponemos que
la persona tenía como sueño formarse en Harvard, sí se podía
concebir como autorrealización. No sé por qué pero a un par de
estudiantes nos hizo mucho ruido ese comentario. ¿Por qué hablar
de Harvard? ¿Por qué hablar de educación formal universitaria

76 | Letras | ISSN 2524-938X
   1   2   3   4   5   6