Proximidades

Resumen

En estos tiempos donde la pandemia del COVID-19 interrumpió nuestra vida cotidiana, arrasó las certidumbres construidas y las prácticas en salud, consideramos necesario repensar nuestra práctica. Se han trastocado las formas de pensar y elaborar la muerte, la implementación de ritos funerarios y del duelo, las formas amorosas de acompañar al padeciente y los modos de despedirse de seres queridos.

La implementación de la cuarentena como intervención para reducir los contagios, conlleva el aislamiento social obligatorio, y el distanciamiento social. La prohibición del contacto físico como medida central, nos obliga a pensar medidas suplementarias que permitan alguna dimensión de cercanía, acompañamiento y en caso que se requiera, habilitar la despedida.

La población de riesgo se centra en los adultos mayores. Personas en extrema vulnerabilidad que resultan afectadas por la imposibilidad de acompañamiento de sus seres queridos en el tramo final de su vida. Ello ha marcado la necesidad imperiosa de replantear las estrictas medidas de bioseguridad, que dejan por fuera la irrefutable importancia de poder decir adiós.

Proponemos construir nuevas formas de proximidad en este tiempo de pandemia, sirviéndose de lo virtual para acercar algo de la presencia, del afecto, que se encuentran obturados. Un proyecto destinado a pacientes de Terapia Intensiva con el fin de que, luego de la pandemia, este dispositivo se instale como recurso en dicha área.

Fundamentación

La OMS define el concepto de salud como “un estado de perfecto (completo) bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedad". Desde una perspectiva de Salud Integral, consideramos necesario subrayar la importancia de la Salud Mental en los procesos de internación, por lo tanto, apuntamos a incluir la subjetividad de los pacientes.

Las intervenciones en crisis tienen como efecto no deseado, la invisibilización de una cuestión nodal, el acompañamiento de seres queridos. Generando una barrera para evitar un daño mayor: el aumento de contagios. Por lo tanto, pensamos alternativas que apunten a esta situación, crítica y excepcional, para devolverle algo de subjetividad a la persona que padece y a su entorno.

En el dispositivo de Terapia Intensiva, consideramos necesario conectar a los pacientes internados con el “afuera”. Idear modos de conectarlos con estímulos familiares y cercanos. Nos enfocamos en los momentos de salud en estado crítico y donde ya no es posible revertir este cuadro. En cuyo caso, consideramos la necesidad de introducir la importancia de la despedida. Una dimensión en la que esa persona no fallezca en un estado de completa soledad, auspiciando que pueda acceder a una muerte en paz y en compañía.

A su vez, que los familiares tengan la oportunidad de decir adiós. La posibilidad de una despedida constituye un efecto positivo para el aparato psíquico, favorece la aceptación de la pérdida y el comienzo de la elaboración de la misma, es decir el proceso de duelo.

Es aquí donde nos vemos interpelados, obligados a reinventar nuevas formas de intervenir para propiciar una despedida, un ritual simbólico que, de no ser llevado a cabo, el duelo se verá obstaculizado.