Page 3 - Contar para leer, esa es la cuestión. Judith Vescovo
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bito de leer Literatura, entendiendo por Literatura al corpus
de textos que tienen una finalidad o intencionalidad estética y
que por ello pertenecen a la esfera del arte. En este sentido,
observamos que el lenguaje literario se les presenta como una
barrera difícil de sortear por ese concepto de extrañamien-
to1 formulado por Víctor Sklovsky en 1914, integrante del for-
malismo ruso, grupo encargado no solo de teorizar sobre los
lenguajes artísticos en general, sino el comportamiento de la
Lengua en un abordaje tanto inmanente como contextual.
La literatura es para los jóvenes un lenguaje oscuro y difícil
de abordar por su densidad formal, semántica y estética y por
ello genera una resistencia a la lectura, de modo que es nece-
sario la presencia de sujetos mediadores2 que, a partir de es-
trategias diversas, tiendan puentes para acercar a los jóvenes
a la lectura, sobre todo en las aulas de las escuelas actuales en
las que los alumnos cuentan con trayectorias escolares y expe-
riencias de lecturas diversas, lo que da cuenta de la existencia
de seudos lectores, si es que se nos permite el término.
Es verdad que en la actualidad se lee más porque existe una
proliferación de mensajes escritos, producto del avance tec-
nológico, pero no se lee literatura ¿Y por qué leer literatura?
Por el poder de transformación que ejerce en el hombre. No
es lo mismo una persona que ha leído que la que no lo ha he-
cho. Leer ayuda a ampliar nuestro vocabulario y conocimiento
acerca del mundo, a nombrar la realidad de múltiples maneras
y pensarla de diferentes formas, a la construcción de un uni-
verso simbólico que permite interpretar e interpelar al mundo
desde el poder y no desde el lugar del oprimido. Leer genera la
libertad de pensamiento y del dominio sobre sí mismo como
plantea Pedro Salinas (1967) en su ensayo “El hombre se po-
see en la medida que posee su Lengua”.
Como se ha planteado al comienzo del artículo, una forma de
acercar a los jóvenes a la lectura es a través de la narración
oral, arte que convive en el hombre desde el origen del len-
guaje. El texto contado reúne a la gente, la funde en un rol
e interés compartidos, crea auditorios, impregna al individuo

1 Para profundizar en el concepto de extrañamiento, que expresa el hecho de que, en las más de la
ocasiones, no se puede recuperar en una primera lectura el significado total de la obra, ver: Fokke-
ma, D.W. y Ibsch, E. (1992). “Capítulo II: Formalismo ruso, estructuralismo checo, y semiótica
soviética“. En Teoría de la Literatura del Siglo XX. Madrid: Cátedra. (pp.27-68).
2 El concepto de mediador como papel fundamental para iniciar a los jóvenes en la lectura y del
que hablaré más adelante está presente en el libro de Petit, M. (1999). Nuevos acercamientos a
los jóvenes y la lectura. México: Fondo de Cultura Económica.

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