Page 4 - La traducción de títulos en el cine: ¿una moneda de cambio? Cristian Secul Giusti
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–, “The English Patient” –“El paciente inglés” –, “The Sixth La traducción de títulos en el cine: ¿una moneda de cambio?
Sense” –“El Sexto sentido–). En función de ello, también se
puede ubicar a la traducción semi-literaria que advierte una
leve modificación de la organización textual y de las palabras
(“El regreso de la Momia” – “The momia Returns”–, “60 se-
gundos” –“Gone in 60 seconds”–, “Sesantez y Sentimientos”
– “Sense and Sensibility” –).
De acuerdo con Isabel Negro Alousque (2010), las técnicas
que implican el respeto por la nominación original y la traduc-
ción literal son las traslaciones más productivas porque facili-
tan la identificación de la película que ha sido comercializada
en primer lugar en inglés. Asimismo, existen otros casos que
respetan de algún modo el nombre original, pero le agregan
explicaciones o bajadas que funcionan como subtítulos y se
separan por un punto o una coma, como sucede con “Ghost, la
sombra del amor” o “Street Fighter: La última batalla”.
No obstante, en relación con la utilización de los títulos origi-
nales, existen diferencias en Latinoamérica y España porque,
en distintos momentos, se han consagrado diferencias con las
traducciones. Por ejemplo, el segundo film de Quentin Taran-
tino, titulado “Pulp Fiction” se promovió con el título “Tiem-
pos violentos” en América Latina, mientras que en España
se mantuvo el nombre original. Del mismo modo, la película
“Revolutionary Road”, protagonizada por la dupla taquillera
de Titanic, Leonardo Di Caprio y Kate Winslet, se distribuyó
con el título poco expresivo “Sólo un sueño” en Latinoamérica,
mientras que en España se optó por mantener el original.
De un modo inverso, el universo cultural de España también
ha sufrido traducciones groseras que poco tenían que ver con
el estilo de la película o, en tal caso, no cumplían el rol de atraer
al público. Uno de los casos más emblemáticos refiere a la pro-
moción de la saga “Die Hard”, protagonizada por Bruce Willis,
que se denominó “Jungla de Cristal” en España (quitándole la
vinculación con la acción), mientras que en Latinoamérica se
lo tituló y se lo consagró como “Duro de matar”. Otro ejemplo
se relaciona con el film dramático “Eternal Sunshine of the
Spotless Mind”, que fue traducido con el nombre “¡Olvidate
de mí!”, a diferencia de lo expuesto en América Latina, en don-
de se respetó fuertemente el original: “Eterno resplandor de
una mente sin recuerdos”.
126 | Letras | ISSN 2524-938X
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