Page 2 - 5- La RAE y el rechazo al lenguaje inclusivo
P. 2

sólo para molestar. Por más que nos hayan hecho creer que no              La RAE y el rechazo al lenguaje inclusivo
hace falta decir “todos y todas” porque en el “todos” estamos
incluidas, lo cierto es que en el masculino que supuestamente
incluye escondida una práctica de invisibilización que excluye
y restringe la participación de las mujeres y nuestro modo de
desenvolvernos y participar en el mundo, pero sobre todo, de
nombrarnos.
En internet hay mucho material sobre cómo empezar a utilizar
el lenguaje inclusivo, principalmente en el aula y con niño/
as pequeños/as y por qué es tan necesario. En algunas de las
páginas se rescata una anécdota escolar basada en un diálogo
entre la maestra y una alumna:

         —Señora maestra, ¿cómo se forma el femenino?
         —Partiendo del masculino, la ‘o’ final se sustituye por la ‘a’.
         —Señora maestra, ¿y el masculino cómo se forma?
         —El masculino no se forma, existe (de la Peña Palacios, 2007)

En un sistema en el que las mujeres todavía tenemos que de-
mostrar que somos capaces de hacer las mismas tareas que los
varones, el lenguaje no escapa a ello. La predominación de lo
masculino está en la esfera del trabajo, en los salarios más al-
tos, en los cargos más importantes… Está. En contraposición,
la mujer tiene que insertarse con esfuerzo en aquellos lugares,
aparecer, formarse y, fundamentalmente, nombrarse.

Lo que no se nombra, ¿existe?

La utilización de un masculino genérico que incluye a hombres
y mujeres esconde una histórica invisibilización de lo feme-
nino que, frente a otras problemáticas, puede parecer secun-
dario, pero que es necesario prestarle atención. Las mujeres
conformamos la mitad de la población, es decir, no somos una
minoría. Sin embargo, no tenemos las mismas oportunidades
que los varones socialmente, laboralmente, etc. pero eso no
quiere decir que no haya (ni haya habido) mujeres científicas,
médicas, escritoras, ingenieras o diseñadoras,
Pero en la vida cotidiana, ¿cuántas veces nos topamos con no-
ticias que empiezan: “investigadores encuentran…”, “científi-
cos descubren…”, “académicos concluyeron que…”? ¿Acaso no
había mujeres investigadoras en el grupo? Hasta a las propias

26 | Letras
   1   2   3   4   5   6   7