Clase Práctica 5

Para continuar pensando en la Comunicación de Gobierno, me gustaría que nos detengamos a pensar en una idea, extendida en el último tiempo. Esta idea resume que “un Gobierno actúa bien pero comunica mal”. ¿Qué les sugiere?

La expresión, si bien puede servirnos para entender que no hay un solo modo de entender la comunicación, nos debe ayudar a comprender que ninguna comunicación, por si sola, va a corregir los errores o las intenciones de una política. Una Política Pública puede no ser lo suficientemente comunicada pero su comunicación en sí no modifica los objetivos previstos y los alcances que evaluemos como realizados. Cuando se usa esta frase lo que se deja de lado es que el problema, principalmente, es, político. Una comunicación de Gobierno debe comunicar esa política pero no puede inventarla: es un resultado y no una ficción.

A este fin, el texto que presentamos elaborado por el consultor Mario Riorda permite seguir conociendo algunas particularidades de la Comunicación de Gobierno.

La Comunicación Gubernamental es uno de los cuatro tipos de Comunicación Política reconocidos por el el autor (además de la Comunicación electoral, Comunicación de crisis y Comunicación de riesgo).

En el cuadro presente en el texto aparecen diferenciadas dos nociones: crisis y riesgo. Consideramos que cada crisis entraña un riesgo y el mayor riesgo, en todo caso, es que esa crisis se extienda de manera indefinida. Sin ir más lejos, el interrogante de nuestros días, atravesado por el Coronavirus, es de qué manera se expresa la crisis de una Comunicación de Gobierno basada en el riesgo ante una amenaza inusitada, un enemigo invisible cuyos efectos se desconocen realmente y de qué modo, siguiendo el plan comunicacional de origen, vamos siguiendo las alternancias de la sociedad. Estas nociones expresadas en el cuadro resultan más útiles si se las piensa aplicadas a entidades más pequeñas, como puede ser una organización social o una empresa privada.

Más allá del ejemplo particular, la intención es pensar, como propone el texto, la Comunicación de Gobierno como tal, con sus propias características. Entendida como el modo de expresar el vínculo entre las demandas ciudadanas y la capacidad de dar respuesta por parte del Gobierno, persiguiendo el mayor consenso posible o el máximo de adhesiones posibles con un mensaje que no segmenta (como si lo hace, por ejemplo, la Comunicación Electoral) sus destinatarios.

Como Riorda señala debe partirse de una construcción o visión constructiva que apunte a integrar las dimensiones simbólica, estructural y pragmática antes reseñadas por Paz Minutella. Es decir: al momento de gobernar poner en juego, en el mediano y largo plazo, una serie de recursos que busquen una construcción propia del ejercicio de Gobierno, entendiendo a la realidad como un producto social intervenido por el lenguaje en el cual se busque el mayor consenso posible en la toma de decisiones. Pero entendiendo este consenso no como un ideal absoluto y necesario para el ejercicio del poder sino como la suma real de la mayor cantidad posible de adhesiones, reconociendo las diferencias y las luchas que caracterizan la noción de lo político. El objetivo de “buscar consenso” de toda política de gobierno supone la aspiración de que el mayor porcentaje de la población esté de acuerdo con las medidas tomadas en el ejercicio de Gobierno. Este consenso se asocia con la idea de gubernamentalidad en tanto contribuye a dotar de capacidad institucional y condiciones de gobernabilidad a toda la gestión de Gobierno.

¿Cómo va a ser recordado un Gobierno? Parte de la comunicación del presente tiene que ver con la comunicación a futuro y en cómo se construye el sentido político de la gestión. Para avanzar en esta construcción es necesario, principalmente, establecer lazos de confianza, es decir una identificación entre representantes y representados; y avanzar en la idea de una narrativa encargada de fortalecer esos lazos. Al hablar de narrativa, hacemos mención a un modo de “contar” un Gobierno, una narración que abone a la memoria posterior.

Para graficar esta idea compartimos el siguiente texto donde se analiza la comunicación gubernamental de José Pepe Mujica, Presidente de Uruguay entre 2010 y 2015. Es interesante el análisis de la fígura en distintos momentos previos a la Presidencia y en cómo se piensa desde una estrategia un modo de comunicar para que perdure en el tiempo.

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