Page 6 - La secundaria: ¿qué y cómo escribimos en ella?. Astrid Loreley Ullman
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la mirada que el hombre posa sobre ellos, pero cuya exis- La secundaria:
tencia es independiente de la acción humana” (2003: 44). La ¿qué y cómo escribimos en ella?
información se construye y construye discursos que circulan
mediante diversos soportes.
En estas notas se le otorga veracidad y confiabilidad a la infor-
mación expuesta porque se toman testimonios de los docentes
y especialistas, por ejemplo:

“’En el secundario, manda la inmediatez: quieren resolver todo ya,
como en un buscador web. Si leen no se detienen a discutir una idea
para desarrollar el juicio crítico, ni releen un trabajo antes de en-
tregarlo”, advierte Mariana García, que enseña Lengua y Literatura
a unos 120 chicos de tercero, cuarto y quinto año en dos colegios
privados de Caballito” (Clarín).

“Directivos y profesores reconocen el problema, admiten que es ‘gra-
ve’, y coinciden en varios aspectos respecto de las causas. Enfatizan
que ‘los adolescentes no leen’. Apuntan que el hábito de la lectura ya
no se inculca en los hogares ‘porque los adultos tampoco lo tienen’.
Hablan de ‘años’ de abandono de prácticas escolares ‘básicas’. Y, en
ese contexto, acuerdan que la posible solución ‘llevará mucho tiem-
po’” (El Día).
“Sandra Cúchero, profesora del ciclo básico de Ipem 115 de barrio
Alberdi (Córdoba), opina que la enseñanza de la escuela primaria ‘no
es eficiente’ y que esto se arrastra a la secundaria. Cree que el uso
desmedido de celulares ‘desvirtúa el idioma, con el uso de códigos
particulares’ y en desmedro de la lengua. Además, plantea que los
alumnos ‘leen poco y nada, y por eso les cuesta muchísimo hilvanar
una idea y redactarla bien’” (La Voz del Interior).
“Se ha flexibilizado la enseñanza de la gramática a lo mínimo posible,
como para que el alumno se sienta motivado a estudiar y aprender.
Esta falta de lectura (…) incide drásticamente en la dificultad, por
parte de los chicos, para expresarse por escrito de un modo adecua-
do. Entonces, lo que más escasea en la redacción es un uso media-
namente adecuado de la puntuación, por ejemplo. Por otra parte, los
errores ortográficos están al orden del día y la escasa competencia
para elaborar una redacción coherente y entendible” (El Tribuno).

Como podemos observar, los entrevistados seleccionados,
manifiestan las problemáticas que tienen los/as jóvenes en
cuanto a la escritura, y sino los hacen responsable a ellos/as;
la culpa recae en el nivel previo de escolarización, en las fami-

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